Continuaisteis caminando un poco más. La roca comenzaba a tornarse roja y hacía cada vez más calor. Eso significaba que estabais llegando. Tras recorrer unos metros más, llegastis a la zona donde estaba la veta de mithril.

Durin corrió hacia la pared, quería verla el mismo. Siguió la linea de la veta hasta que llegó al final del tunel. Se giró y os miró.

"Abrid paso. Tirad el muro abajo" Ordenó ansioso por ver el mithril del otro lado de aquella pared. Se colocó junto a los elfos y esperó a que comenzaseis a trabajar en la roca.

Grimm frució el ceño, pero eran órdenes de su Rey y debía respetarlas. Miró el suelo y vió varios picos. Cogió un par de ellos y te dió uno. Vamos, demostremos a nuestro Señor de que estamos hechos los enanos.

Te dijo antes de ponerse a picar. Luego se acercó a la rojiza roca y comenzó a golpear la piedra. Se escupió en las manos y elevó el pico, descargándolo con fuerza. La roca se quebró con facilidad ante su golpe. Ya sabes como va... Sólo tienes que dar en el punto exacto para que ceda deprisa.

Cogió el pico dispuesto a realizar un trabajo que si conocía y se sintió mucho mejor descargando su fuerza contra la roca. -Mucho mejor, esto va a ser coser y cantar. 

Pensó que aquellos estirados elfos cambiarían de opinión en cuando vieran el mineral. Ya podía casi saborear la cerveza que iba a tomarse mientras contaba en la taberna la cara de los elfos. 

Grimm golpeó la roca y esta se quebró en su totalidad, provocando un pequeño derrumbe el cual dejó ver una nueva sala. Una ola de calor os golpeó con fuerza. Aquella sala no estaba vacía y un fogonazo os dió de lleno haciendoos caer de culo. Un rugido resonó en la sala y algo despertó en aquel lugar.

Aquel ser clavó sus ojos en Grimm y en tí y comenzó a caminar hacia vosotros.

Pero el Señor de la Montaña pasó corriendo a vuestro lado, lanzándose hacia aquella bestia sin que pudieseis detenerle.

Proteged a mi hijo, al reino! Os ordenó Durin mientras alzaba su hacha sobre su cabeza y trataba de contener a la bestia. Pero un grito de aquel monstruo de fuego hizo que la debil roca cediese detrás vuestra, dejandoos atrapados a los tres en aquella sala.

Grimm te miró unos instantes. Sus ojos lo decían todo. Debía asistir a su Rey y la carga de poner a salvo el linaje de Durin había caído sobre tus hombros. El enano soltó el pico y sacó su honda y corrió hacia el balrog. La muerte era segura, pero de alguna manera te estaban dando tiempo.

–¡Nooo!– Imra maldijo su lentitud de reflejos al no poder impedir a Durin atacar al Balor –Mi señor volved, vuestro pueblo os necesitará– Sabía que era inútil, eran enanos y Durin daría hasta la última gota de su sangre por su pueblo. Eso era algo que había aprendido en su travesía hasta minas Moria .

Quisó lanzarse al combate junto a su señor; pero se contuvo. Tenía una misión que cumplir e iba siendo hora que asumiera sus responsabilidades. Se giró con lágrimas en los ojos y echó a correr con la intención de encontrar al hijo de Durin.

–Fue un gran rey – pensó mientras corría por los túneles.

Se encontró que el túnel por el que habían entrado se había derrumbado. Quizás era mejor de ese modo. Ese monstruo volvía a estar encerrado y no sería un problema para el reino. Su mente se debatía entre ayudar a su rey y cumplir sus órdenes. El derrumbe era una excusa perfecta para desobedecer que era lo que Imra deseaba; pero ¿y si se equivocaba?¡¿Y si el monstruo no estaba encerrado y después de matarlos acababa con el resto?

Escupiendo maldiciones se dirigió hacia donde unos segundos antes estaba la entrada y golpeó con el pico. Lo intentaría un par de veces y si no lograba nada entonces moriría como un enano. Ofreciendo batalla.

Tus golpes no hicieron gran cosa, pero el de los elfos y enanos al otro lado del muro lograron tirarlo abajo justo cuando el terrible Balrog se acercaba a por ti. Un ser tan grande y poderoso como aquella critatura, no podía ser derrotado con armas convencionales. Huiste con los elfos y los enanos y cumpliste la palabra que le diste a tu rey.

Aquel Balrog fue bautizado como "El Daño de Durin"

F I N