Asustada, comprendes que tanto de ti como de lo que ha ocurrido, habla.
-Él...él se llevo al pequeño...el hombre de negro...yo..no puede hacer nada...lo siento tanto...me...me dió una nota para usted, y dijo que no hablara con nadie más...lo lamento...-
Señala a la mesa dónde hay una nota de caligrafía pulcra.
"En el árbol del centro"
Sin duda se refiere al árbol del centro del laberinto de piedras del monasterio.
-Si, seguro que lo intentaste mucho. Estás viva, lo que quiere decir que mientes. Ya hablaremos de esto- me despido en tono amenazador.
-Maldita puta-
Me empiezo a poner muy nerviosa, esto ha sido un trabajo desde dentro. Nadie puede entrar ni salir del convento sin ser detectado. Corro hacia en laberinto, esperando que mi pequeño esté vivo.
Hay mucho silencio mientras corres hacia allí...demasiado para que haya un niño...vivo. O al menos que no esté atado y amordazado...
Finalmente llegas y...allí está tu hijo...colgado de una soga. A su lado está el hombre de negro, que al verte, da una patada a la banqueta sobre la que estaba de pie tu pequeño...cae...y comienza a patalear, ahogandose....
El hombre se retira varios metros.
-¿Varsya!- grito cuando veo lo que está haciendo a mi hijo.
Saco un cuchillo y, con rapidez, corto la cuerda y dejo al pequeño en el suelo, asegurándome de que siga respirando. En cuando me aseguro de que está bien, me encaro a su agresor.
-Al menos tengo encima en equipo de la misión... pero no creo que un cuchillo o venenos me ayuden demasiado si está tan entrenado como yo- pienso.
-Atacando niños pequeños... te sentirás muy valiente-
Te sorprenden las risas de tu hijo.
-Picaste mamá!-
Se levanta y hace reverencias a un público invisible. El hombre de negro se quita la capucha, y te deja ver que es el obispo Jean.
-Es un gran actor e pequeño. Y también su cuidadora, Kiara, aunque he de admitir que estaba realmente asustada de que la intentaras matar en primer lugar....-
Jean se acerca y Varsya salta en sus brazos, se llevan muy bien. Jean le da una pastilla de chocolate al pequeño, que en cuanto la tiene en su poder, corre a saludarte.
Pongo los brazos en jarras suspirando.
-Ya hablaremos tú y yo- aviso a mi "querido" obispo.
Me agacho al lado de Varsya y le remuevo el pelo.
-Cielo, mami tiene que hablar con Jean un momento. Corre a decirle a Kiara que mamá la ha perdinado- ordeno al pequeño en tono dulce.
-Muy gracioso Jean, muy, muy gracioso- digo mientras me acerco a él- he sido muy cuidadosa, pero me temo que alguien me ha reconocido, a pesar de no retirarme la más cara en toda la noche. No lo entiendo, mi forma de moverme, incluso mis rasgos, han cambiado. Quien sabe... De todas formas, es alguien entrenado. En un terreno boscoso llegó hasta mi sin que lo detectase. ¿Qué piensas?- pregunto.
-Poca gente podría acercarse a ti sin que lo notaras...o eso se supone. Así que si, debe estar entrenado...pero sin más datos...quién sabe.- se encoge de hombros.
-Si lo vuelves a encontrar, no intentes matarlo, si no estás segura de conseguirlo. Haz lo que pida...negocia con él...si es que os volveis a ver y si es que te pide algo.-
Se queda pensativo.
-Bueno ¿Y que tal tu acercamiento al rey?-
Asiento a sus consejos.
-Así lo haré, a ver si descubro a qué viene su obsesión conmigo....- respondo.
Reflexiono unos segundos antes de hablar sobre Paul.
-El Rey sigue como siempre. Fue fácil hacer que se fijase en mi y seducirlo. Pero no llegué a acostarme con él. Entre otras cosas porque se empeñó en quitarme la máscara y no podía consentirlo. Por suerte salí airosa de la situación-
-¿Y qué harás la próxima ocasión? No será otro baile de máscaras. Verás al rey este fin de semana, y debes manejarlo como una marioneta lo antes posible...¿Que planeas? Hay algo que necesitamos que haga antes de que lo mates.-
Se ha colocado a tu espalda, y ha ido soltando los hilos de tu vestido.
-¿Debo comportarme como un rey para que practiques?-
Sonrío mientras dejo que juegue con mi vestido.
-La próxima vez que lo veo, sabrá quien soy. No tendrá sentido ocultárselo. Y actuaré conforme a como él lo haga. Llevaré varios planes preparados y escojeré el que más se adecúe a la situación-
Me giro para mirarlo con una sonrisa, obviando por completo el tema del asesinato.
-¿Ya te has divertido bastante con mi vestido?.-
-Si...si que he acabado con él, si.- tira del último lazo provocando que caiga al suelo.
-mmm con qué debería jugar ahora....- da vueltas a tu alrrededor como pensando.
-¿Se te ocurre algo?-
Me muerdo el labio mientras sonrío.
-Podría decirte que jugases conmigo, pero me temo que eso es lo que llevas haciendo desde que nos conocemos- contesto mientras me giro para seguir sus movimientos.
-Dime Jean, ¿qué es lo que quieres de mi?-
Sus manos aprietan tus pechos, pellizcando tus pezones antes de pasar a tus hombros.
-Ahora mismo, que te pongas de rodillas un buen rato.-
Presiona suavemente con als manos en tus hombros para hacer que te agaches.
Es increible como le gusta el sexocontigo, siempre que puede...y además rara vez puedes negarte.
-Vamos...cuanto más tardes en empezar, más posibilidades de que nos pille el pequeño- estais en mitad del claro del centro del laberinto...a plena vista de cualquiera que llegue-...aunque eso le da morbo no? Y te garantizo que voy a aguantar como un cabrón para que te tengas que aplicar de verdad...-
Su sonrisa pícara es casi tan atrayente como la de tu rey.
Niego con la cabeza, sin dejar de sonreir. Me pongo en pie, frente a él y con una de mis manos empiezo a acariciarlo por encima del pantalón, notando lo muy excitadoq ue está.
- No contestas a mi pregunta Jean. Si lo haces, te prometo que me esforzaré tanto, que no podrás olvidarlo nunca, duraré todo lo quieras, te haré todo lo que me pidas... todo Jean, sólo tendrías que pedirlo. Cumpliré todas las fantasias que hayas tenido- susurro de forma insinuante.
Me alejo un paso y repito mi pregunta.
-Y bien, ¿qué es lo que quieres de mi?, ¿por qué estás tan interesado?-
-La verdad...te quiero para crear el caos en el pais. Para asesinar un rey. Para sembrar la dicordia. PAra seducir a mis enemigos, para premiar a mis aliados. Y cuando logre mi objetivo, un objetivo que nadie imagina. Para casarme contigo, para que me des hijos sanos.-
Dicho todo eso, te besa con furia antes de arrodillarte otra vez, esta vez con más fuerza, parece aún más excitado.
Cita:
-Como siempre, no soy más que un objeto, un medio para conseguir lo que desea... nada más- pienso hastiada de este tipo de situaciones.
Cumplo mi promesa. Hago todo lo que me pide, todo lo que quiera. No protesto, y me esfuerzo hasta mis límites para darle todo lo que desea. Y tal y como prometí, se que es un encuentro que no olvidará.
-Espero que lo paseses bien- susurro agotada cuando terminamos.
mmm
oye no te dije por msn que me dijeras que hacias en 3 meses?
Lo mismo no, no se.
De todas maneras el puente no he estado asi que es igual.
pues bueno, te toca.
Lo siento, no me acuerdo de eso, pero te lo pongo ahora.
Tres meses... pues, acostarme con Jean, cuidar del enano y entrenar. Poco más. Lo cierto es que la vida en el convento es aburrida :P