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Investiga la leyenda III - Amarca

Amarca, la guanche

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25/04/2018, 17:45
Equidna - Narradora

Tu descripción sobre los motivos que habían llevado a Arminda hasta el interrogatorio terminó por convencer a su abogado. Éste os solicitó al comisario y a ti, que le dejaseis unos minutos con su clienta. Sabías que quería ver con ella sus opciones para proponeros algún tipo de trato.

Unos diez minutos más tarde, más rápido de lo que esperabas, el abogado salió y se dirigió a vosotros.

-Mi clienta está dispuesta a hacer una confesión y que eso sirva de atenuante. También quiere inmunidad para su madre. Y yo, además, voy a solicitar evaluación psicológica y, si me lo autoriza, lo presentaré como atenuante.-

Os informó. Luego quedó a la espera de vuestra respuesta. Si aceptabais sólo quedaba entrar y escuchar de sus labios la confesión y tu misión habría terminado.

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03/05/2018, 19:56
Casandra Ramos

Cada vez más convencida que había dado con la asesina, Casandra esperó fuera de la sala de interrogatorios junto al comisario a que el abogado hablara con Arminda. Apenas le dio tiempo a cambiar algunas impresiones con el hombre cuando el abogado salió con sus condiciones. No le parecían malas, en concreto lo referente a la madre, al fin y al cabo era una mujer muy mayor y enferma que, aparte del odio que sentía por la familia Medina, no había ningún indicio de que hubiera participado de una forma u otra en el crímen. Otra cosa muy distinta sería saber si tenía algo que ver en las dos muertes de los hombres de la familia, pero ese caso no le competía a ella además de estar fuera de su jurisdicción.

Casandra se giró al comisarío con una muda pregunta bailándole en el rostro. Por su parte estaba dispuesta a aceptar las condiciones que el abogado les comentaba, ya que para ella Arminda no podía tener sus facultades mentales al completo ya que había crecido y vivido con el constante odio a la familia Medina lo que la había perturbado bastante. Otra cosa sería si el juez estimaba conveniente admitir esa evaluación.

Por mi parte estoy de acuerdo. Su madre quedará al margen de todo el proceso y pueden presentar ante el juez los atenuantes, otra cosa será que el juez los tenga en cuenta pero eso ya no entra dentro de mis funciones.

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07/05/2018, 21:10
Equidna - Narradora

El comisario asintió después de tu comentario y, tras dejarlo todo por escrito, entrasteis a escuchar su confesión.

Durante casi cuarenta minutos Arminda explicó el odio que su madre profesaba contra Naiara por lo que le había pasado a su hermano y como había empezado a llamarla, en secreto, Amarca, por el paralelismo con la egoísta protagonista de la leyenda. Arminda también explicó, casi como si intentar convenceros, lo injusto que era que Idaira, esa hija nacida de alguien horrible, tuviera todo lo que ella no podía tener, desde un buen trabajo a un hijo. Cuando Arminda supo que el chico se había casado aún se enfadó más. No sólo nadie le daba la espalda por ser homosexual si no que, encima, era admirado y querido. Por eso decidió impartir un poco de justicia. No podía permitir que el chico fuera feliz también.

Tras explicar con suficiente detalle cómo había drogado a Frederick Hoshman lo suficiente para que no opusiera resistencia pero también para que no tuviese que cargar ella con él hasta la terraza, os contó cómo había intentado explicarle porqué tenía que morir. Ahí debió ser cuando el otro residente del hotel había oído como Arminda se refería a la Amarca.

-Pero...- preguntó el comisario cuando parecía que ella ya había explicado todo - usted sabe algo sobre las muertes de Gustavo Medina y Eugenio Sosa ¿verdad?-

Ella sonrió con maldad. Parecía sentirse tranquila ahora que el acuerdo que inmunidad por edad, estaba firmado para su madre

-Ella los mató. ¿Quién cree que me dio a mí la idea?-

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11/05/2018, 08:14
Casandra Ramos

Escuchó en silencio toda la confesión de Arminda. Palabra tras palabra, Casandra se iba haciendo una idea de cómo el odio había llevado a la locura a aquella mujer, alimentado y compartido por el mismo odio que durante tantos años había arraigado en la madre. Habían conseguido dar con el verdadero asesino, ya tenían su confesión y lo que muchos habían considerado un suicidio al final se había demostrado que había sido un crímen. Un asesinato cuyas bases habían sido el rencor hacia una mujer, Naiara, cuyo único delito había sido rechazar a un hombre.

Todo había terminado al fin aunque aún quedaba por despejar las dudas de las dos muertes anteriores y, ante las preguntas del comisario, al final también obtuvieron respuesta. A Casandra no le extrañó escuchar quién había sido la artífice de esos dos asesinatos y, aunque no la cogió por sorpresa escuchar quién era la culpable, no por ello se sintió mejor. Aquellas dos mujeres, madre e hija, habían vivido siempre en el rencor y la rabia y eso las había trastornado. Pudiera ser, ya que habían dado su palabra, que la madre de Arminda tuviera impunidad pero eso no iba a cambiar el hecho de que todo el mundo en la isla acabaría conociendo lo que había hecho. Bastante tendría la mujer, enferma y de avanzada edad, con ser repudiada por sus vecinos, por tener que vivir sus últimos días sintiendo la censura de todos a su alrededor. Y así se lo hizo saber a Arminda.

Le hemos dicho que su madre tendrá inmunidad, pero a partir de ahora tendrá que vivir con la vergüenza de ver cómo todos sus vecinos, sus allegados, le dan la espalda y, sobre todo, tendrá que saber que ahora estará sola y sin nadie que la cuide porque su hija estará en la cárcel y no podrá atenderla. Y todo por su culpa.

Ya no había más que hacer allí, a partir de ese momento Arminda ya estaba en manos de jueces y fiscales que tendrían que valorar las pruebas y dictar su sentencia. Casandra se volvió al comisario aún con la sonrisa maquiávelica de Arminda clavada en su retina.

Creo que por mi parte ya he terminado aquí.

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22/05/2018, 23:13
Equidna - Narradora

Arminda no se tomó bien tus palabras, quizás por que sabía que, en el fondo, podían estar cargadas de verdad.

Aunque eso no hacía que el panorama fuera menos desolador.

Salisteis fuera de sala donde la culpable quedó con su abogado.

-Sí, has hecho un trabajo fenomenal pero, efectivamente, creo que ya no te queda más que haser por aquí. ¡Muchas gracias por todo! Nosotros no habríamos podido dedicarle el tiempo que tú le diste al caso y esto se hubiera convertido en otra leyenda más, un ser místico acabando con la vida de una persona- 

El comisario se ofreció a llamar a la familia de Naiara Santana, esa mujer odiosa cuya actitud había desembocado en todo esto. Dijo que él se encargaría de contarles todo.

Tu billete abierto te permitía intentar buscar un vuelo que te llevase a la península hoy mismo o descansar un poco y volar al día siguiente.

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23/05/2018, 13:44
Casandra Ramos

Aquel caso le había dejado un sabor agridulce. Había conseguido no sólo resolver la muerte del joven, motivo por el cual la habían llamado, sino también se había desvelado el misterio de dos muertes anteriores, pero aún así, a pesar de la alegría de ver resuelto con éxito el caso, saber que el odio había sido sembrado y había germinado de aquella forma le parecía a Casandra terrible. Todo aquel drama, toda aquella rabia acumulada, se resolvía con una mujer sola, enferma y despreciada por sus vecinos y otra en la cárcel. El precio a pagar para las dos era muy alto.

Agradeció al comisario que fuera él quien se pusiera en contacto con la familia que al final sabrían quién había sido las responsables de haberse quedado viudas al poco de casarse. No es que Naiara le hubiera resultado una mujer de su agrado, pero desde luego no se merecía lo que le había pasado.

Podía buscar un vuelo en cualquier momento, e incluso ese día encontrarse ya durmiendo en su apartamento, pero Casandra decidió que se merecía por lo menos unas horas de asueto en aquella ciudad y reservó vuelo para el día siguiente. Quería disfrutar de la noche canaria, de una cena tranquila y relajarse antes de volver a la rutina. Tendría que hacerlo sola, a no ser que el comisarío quisiera acompañarla...

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28/05/2018, 20:32
Equidna - Narradora

Saliste de la comisaría tras despedirte de todo el mundo, sobre todo del comisario que, una vez más, te agradeció tu ayuda en el caso.

Aprovechaste para dar una vuelta, con calma, por la ciudad. Aunque había turistas no te pareció que fueran muchos y recordaste que te habían comentado que los visitantes que buscaban la playa iban más hacia el sur de la isla.

Las calles eran anchas y luminosas, el aire fresco y la temperatura agradable. No hacía calor y la humedad no se notaba tanto como en otras ciudades de playa.

El Director Adjunto, quien te encargó el caso en Madrid, te llamó para darte las gracias por la resolución. Le habían llamado desde la comisaría para informarle sobre el cierre del caso. No te entretuvo mucho, lo justo para que supieras que estaba muy satisfecho con el resultado.

Tus pasos deambulaban por las calles sin un rumbo fijo y, cuando llegaste a un restaurante del que salía un olor delicioso, paraste a comer algo. Fue cuando aprovechas para reservar el vuelo del día siguiente.

El paseo hasta el hotel casi consiguió desvanecer el recuerdo de Arminda y la desgracia de la familia de Naiara.

Ahora todo estaba claro, ya podías volver a tu casa, a tu ciudad, donde la mayor parte de la gente es anónima y nadie explica nada con leyendas.

FIN