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Charles Pickman: ¿genio o sobrevaloración del morbo?

Es una pregunta que cualquier lector de nuestra revista se puede hacer. Siempre que hemos tratado su obra no han faltado los detractores que la condenan por su abuso del más puro estilo gore —recordemos su obra 'el festín de los hambrientos' que tuvo que ser retirada del monográfico en el Moma de NY por los desmayos que provocó entre los asistentes a la gala previa—, los que ven a un genio cuya técnica se ve ensombrecida por el arte retratado o la legión de fans que detectan una belleza intrínseca en sus macabras composiciones.

Lejos queda ya ese joven que en 1964 rompía todos los esquemas al presentar su obra más conocida: 'el ghul'. Aquella imagen de una criatura obscena y oscura compuesta con una habilidad tal que hizo pensar a quienes la vieron que se trataba de un fotomontaje y no una pintura. Le siguieron algunos cuadros más costumbristas, de una gran calidad técnica, pero encontró su camino hacia la fama en las temáticas de cementerio, canibalismo, satanismo, orgías negras... Un tipo de arte que, reconozcamos, no es para todo el mundo pero que ha levantado sumas astronómicas si sumamos todos sus lienzos. Aún ahora, cuando lleva una década recluído en algún viejo caserío de su Gales natal, se sigue hablando de él. Y cuando en alguna ocasión aparece un nuevo cuadro —casi siempre coincidiendo con los rumores de una muerte desmentida— los circuitos de subastas retumban como un terremoto.

Pickman, además, ha sabido rodearse de un adecuado halo de misterio siendo escasas —y lejanas en el tiempo— las entrevistas que ha concedido a la prensa especializada. Por eso ahora, cuando está a punto de cumplir 75, ha sorprendido a todos la noticia de que una pequeña productora londinense haya conseguido su colaboración para grabar un documental sobre su vida y obra. Hay rumores de que su salud es endeble y quizás ahora, llegando al final de sus días, pueda por fin prescindir de esa capa de soledad y misterio y contarnos, de una vez por todas, cuales son las inspiraciones de cuadros como 'Las ratas en las paredes' o su última y más perturbadora obra: 'La mirada de la Madre Putrefacta'. ¿Nos dará este documental un nuevo enfoque sobre su obra? Desde nuestra editorial estamos ansiosos en leer lo que podría ser 'la última entrevista de Pickman'.

[Artículo publicado en Art Observer, enero de 2019]

De: direccion@globaldocumental.com
A: c.n.westbrook@gmail.com, phillipearl.1974@hotmail.com, rkd@globaldocumental.com, mr-fixit-now-and-here@gmail.com

Hola:

 Tal y como hemos acordado en la última reunión tenéis la furgoneta con todo el material solicitado en el garaje. El GPS está programado con las coordenadas de la casa de Pickman, en la bahía del Hombre Muerto, en la costa más occidental de Gales. Hay cerca un pueblecito llamado Larghien. Nuestro departamento de documentación nos ha informado que es poco más que un villorio de dos docenas de casas de agricultores a unos kilómetros de la casa Pickman en los acantilados.

 El propio Pickman se ha ofrecido a alojaros en su casa los tres días que durarán las grabaciones de las primeras tomas.

 No tengo que repetiros que esta oportunidad es única para la cadena y probablemente marcará un antes y después en vuestras carreras. Nos ha costado mucho convencer al agente de Pickman de que éramos la mejor opción porque le intimidaban otras productoras de mayor envergadura. Confiamos en vuestra profesionalidad y buen hacer, y que esta primera sesión sea la primera de otras muchas que nos lleven a producir uno de los documentales biográficos más esperados de los últimos tiempos.

 Suerte y un saludo.

 Terrance Marlowe
 Directora de Global Documental