Carta del doctor Brewer
Estimado Charles:
Estoy encantado de leer que vendrás a visitarme. Deseo mostrarte el desarrollo de mi investigación. Por supuesto que me agrada recibir a Mrs. Montgomery y espero que el sitio sea de su agrado. Pondré sobre aviso al personal, para causarle la mejor impresión que nos sea posible.
También estoy ansioso por ponerte al día de mis experimentos. Han habido muchas novedades excitantes desde la publicación de mi artículo en el “Diario de la Sociedad Americana de Psicología” hace unos meses (espero que lo hayas leído). Habrá sorpresas, demasiadas, puedes contar con ello.
Mi soledad es bastante tolerable. El personal y yo nos tratamos como si fuésemos familia. El viejo Ebenezer siempre está listo para llevarnos a alguno de nosotros al continente si sentimos la necesidad de ver la civilización. Este verano hemos sido bendecidos con cenas regulares en compañía del Sr. Shelly, un estudiante graduado de Princeton. Reside en la playa norte de la isla, y lleva a cabo cierto estudio sobre las aves. Estoy seguro de que te resultará simpático e ingenioso.
Estoy deseando verte pronto,
Dr. Aldous Brewer
Extractos del artículo del Dr. Brewer
Si aceptamos por un momento la teoría de que el colectivo inconsciente es la fuente de todo mito, tenemos que preguntarnos si no es posible explotar esa fuente. Los experimentos con hipnosis, a veces combinada con poderosas drogas modernas, han demostrado evidencias para defender esta teoría.
El sujeto A mostró poca respuesta a todo tratamiento, pero el B se mostró bastante positivo. No sólo quedaron reveladas áreas insospechadas del conocimiento durante estas sesiones sino que a veces el sujeto demostró una personalidad completamente distinta. Esta personalidad, en las pocas ocasiones en las que la he visto surgir, solía ser arcaica, de una sintaxis casi bíblica, tal vez indicando que una forma arquetípica real pudiera haber sido alcanzada. Esta personalidad era muy poderosa y casi absorbente, provocándole a uno que se preguntase si un fenómeno así no es la explicación para las “posesiones” de la Edad Media y, en los tiempos más recientes, de los vuduistas en el Caribe.
Aunque nunca entendimos el contenido arquetípico del B, el sujeto C resultó ser interesante. Se hallaron numerosos tipos de personalidad en él, una afirmando haber vivido durante el Egipto faraónico. Sorprendentemente, el sujeto demostró un gran conocimiento de la historia y de aquella civilización largo tiempo muerta. Los tres mostraron una forma mítica ciertamente común, aunque muy difícil de descifrar.
Carta
Querido editor,
En respuesta a la carta de los Drs. Hagen y Allen que apareció en su número de junio debo decir que había esperado algo mejor por parte de tan reconocidos profesionales. Estoy en desacuerdo puesto que mi trabajo es altamente experimental y cualquier resultado, como especifiqué en mi artículo, es, en este momento, puramente de naturaleza especulativa. No reivindico nada, sólo emito observaciones. Desde el momento en que el artículo fue escrito he llevado a cabo otros experimentos que parecen confirmar mis anteriores observaciones. No obstante, no lo describiré hasta tener una prueba positiva, prueba que convencerá hasta a los más fosilizados y escépticos. No me rebajaré a...
Extractos del diario de Brewer
Si esos orates, Hagen y Allen, pudiesen oír lo que yo he oído estoy seguro de que se estremecerían hasta perder las formas. Todavía desconozco lo que ocurrirá, pero el poder de la voz de H. cuando se encuentra bajo los efectos de esa personalidad es increíble. Jameson halló en Londres un libro (uno antiguo) del que afirma contiene referencias similares a muchas de las cosas
mencionadas tanto por H. como por D. Promete enviármelo junto a su última carta; se supone que se trata de una copia de una transcripción realizada por un monje español del siglo XV. Contiene los desvaríos de un loco condenado a muerte por la Inquisición. El libro llegó ayer y empleé cierto tiempo en él. La mayoría era incompresible, sin sentido, aunque Jameson estaba en lo cierto. Esas páginas tenían semejanzas con las muchas cosas referidas por H. y D. y, en ocasiones, por HW también. Al leer las páginas seleccionadas me quedé frío. Fue como si estuviese escuchando la voz de H. de nuevo... una cosa que jamás me deja de afectar.
Recorte de periódico encontrado en la oficina de Brewer
EL CAIRO – Un inusual hallazgo arqueológico fue transmitido hoy por la expedición Huntsford. Operando a unos treinta kilómetros al oeste del Valle de los Reyes, la expedición ha sacado a la luz las ruinas de un templo y varias estatuas colosales. Se sospecha que este hallazgo pudiera responder a un número de cuestiones sobre la historia egipcia.
Una de las primeras piezas descubiertas fue una estela rota erigida originalmente en honor a la princesa Annephis. Desconocida hasta ahora, Annephis, en torno al 1400aC, aparentemente fue la responsable de la aplastante derrota de un enemigo que por aquel entonces amenazaba a los egipcios. El enemigo no se encuentra identificado en la estela aunque se especula que tal vez fueran asaltantes de Hyksos o incluso las misteriosas gentes del mar mencionadas en otros documentos.
Se espera que el trabajo en el lugar continúe al menos otras dos semanas o más.
Extractos de los informes sobre Darlene
Inicialmente fue detenida por la policía al encontrarla desnuda en el centro de la ciudad de Boston. Los repetidos intentos por identificarla no resultaron fructíferos y su último nombre es aún desconocido. Debe encontrarse cerca de la treintena. Las terapias tradicionales parecían no surtirle efecto, excepto bajo hipnosis o la influencia de ciertas drogas listadas abajo con las que parecía abrirse. Los repetidos tratamientos entresacaron lo que parecía ser Darlene, aunque al preguntársele, el individuo afirmó ser una mujer llamada Fanny que vivió en Irlanda. Además afirmó que el año era 1862.
En el transcurso de los tratamientos aparecieron incluso más personalidades y, hasta la fecha, la lista numera veintisiete; aunque muchas de éstas aparecieron sólo una vez y nunca se volvieron a recuperar. La más ancestral, y quizás más interesante de las personalidades, es la de Annephis quien, si se le ha de creer, es una princesa de Egipto que había muerto hace más de 3000 años. Con esta personalidad Darlene ha exhibido un extenso conocimiento de la historia egipcia, incluyendo
un número de acontecimientos que no se han podido verificar por medio de investigación alguna. Tal vez la predicción más misteriosa fue el descubrimiento de la tumba de Tutankhamon. Hizo esta predicción después de leer en el periódico los planes de la expedición de explorar la zona.
Mucha de la extraña mitología de la que habla ‘Annephis’ me trae a la cabeza las posesiones experimentadas por el paciente Harding y los accesos de rabia de Hawkins. Esto indica posiblemente una raíz mitológica común en todos los hombres y prueba la teoría de la mente colectiva inconsciente.
Extractos de los informes sobre Allen Harding
En torno a la fecha de la publicación de su primer (y único) libro desapareció de la vista y su paradero en los seis meses siguientes jamás fue descubierto. Se cree que pasó la mayor parte de este tiempo en un estupor inducido por las drogas y el alcohol, o bajo estas condiciones fue encontrado.
La deteriorada condición de la mente de Harding parece hacer de la terapia bajo drogas algo innecesario, si no inefectivo. Sin embargo, es bastante susceptible a la hipnosis. No ha mostrado las múltiples personalidades que Darlene aunque siempre revierte de la misma forma. Esta personalidad habla con una voz profunda e inteligente, muy autoritaria e impropia de él. En ocasiones la personalidad no habla pero el cambio de cara y de expresión del sujeto dejan traslucir su presencia.
Casi parece estar observando, contemplando. Cuando finalmente se le indujo a hablar solía no responder a preguntas sino simplemente afirmar. Estas afirmaciones solían ser del tipo más oscuro, predicciones de catástrofes y la llegada de “El que espera”.
Extractos de los informes sobre Leonard Hawkins
Llevaba una vida normal hasta su repentina recaída. Hawkins permaneció inconsciente durante más de una semana hasta que despertó denotando signos de intensa paranoia. Fue incapaz de reconocer incluso a su esposa durante los primeros días, aunque la mayor parte de su memoria parece haber sido recuperada durante los dos meses siguientes.
No mucho después de regresar a su trabajo (era contable de una reconocida firma) comenzó a mostrar signos de conversión religiosa y se unió a una oscura secta de baptistas ultraconservadores. Su mujer e hijos fueron obligados a unirse también. Poco después, fue reprendido por su superior; su continuada captación de miembros en el trabajo inició un estado de irritación en los otros empleados. Dos semanas más tarde abandonó su iglesia, acusándoles de estupidez y empezando a predicar
por las calles. Su familia se distanció de él completamente y en seguida perdió su trabajo. Dejó la casa y varios meses después fue arrestado por oficiales de la policía.
El odio hacia su mujer y otras tendencias violentas aparecieron cuando fue ingresado en Isla del Norte. No habla acerca del origen de su conocimiento de la “llegada de aquéllos que esperan”, pero continúa predicando su fe.
Extractos del archivo personal de Charles Johnson
Puedo recomendarle al Sr. Johnson completamente. Su labor en esta institución ha sido ejemplar y estoy seguro de que le encontrará más que satisfactorio. Tal vez sus años pasados en una institución hayan hecho desarrollarse en él una especial simpatía. Le he visto bregar hasta con los más violentos pacientes sin el más mínimo daño. Por supuesto, no hace falta mencionar que su envergadura y fuerza están a su favor.
Una página marcada del “Manuscrito”
Y se decía que cuando “aquéllos que esperan” vinieron a la tierra del faraón devastaron el país y no fueron detenidos hasta ser enfrentados y destruidos por la princesa Annephis del Templo de Bast. Actuaban de noche, temían a Ra, y rehuían también el agua rugiente. Y ella creó y portó las piedras que les obligaron a ir al Nilo, que les arrastró al mar y donde fueron destruidos. Annephis murió por las heridas sufridas y, según se dice, con ella murió el secreto de las piedras. Fue enterrada en una tumba en un lugar aún no descubierto.
Una carta hallada en la cabaña de Ebenezer
13 de octubre de 1896
Querido Ebenezer,
Dejo esta carta a unos amigos en el puerto y estoy seguro de que la recogerás cuando vuelvas a casa. Probablemente me habré ido para entonces y no sé cuándo volveré a verte, así que espero que todo te vaya bien. En este sobre hay un pequeño regalo. Se trata de un amuleto de buena suerte que me entregó uno de aquellos kanakys con los que nos encontramos en las islas.
No sé si está encantado pero siempre lo llevo, especialmente cuando me encontraba en esas islas. Se dice que algunos de los barcos que pasaban por Innsmouth llevaban algo similar fijado en el casco. Desconozco cuál será mi dirección, pero cuando llegue a Cincinati te escribiré para decírtelo.