Partida Rol por web

- Vereis, alguien que pertenece a un Clan tiene la protección de este. En cambio un Sin Clan carece de protección. Eso es mi petición Honoré llegado el momento y dios no lo quiera poseer protección. Me encojo de hombros De que Clan venga esa protección, me es indiferente.

Sonrie ante la sinceridad de Talmat.

- Creo entonces que tenemos un trato, ¿no?. No obstante no crea que los clanes protegen a todos sus miembros, solo a aquellos que les son útiles. Aunque creo que sobre eso no te puedo enseñar mucho ... ¿Cuánto tiempo tenías pensado quedarte en la ciudad?.

- Pues el tiempo justo y suficiente para comocer su noche y no llamar la atención, Honoré... Puede que un mes quizá dos meses pero no mas... mi familia me requiere.

- Bien entonces, es tiempo suficiente si no te importa para que nos podamos conocer un poco mejor. Así sabremos como de fructíferos pueden ser los trabajos de futuro. ¿Conoces bien a tu nuevo compañero Agamenón?, ¿Qué puedes decirme de él?, ¿has trabajado antes con él? Entiéndeme no  siempre Quasimodo me dice la verdad y uno siempre debe contrastar la información.

Dicho esto dibuja una peculiar sonrisa esperando tu respuesta.

Arqueo la ceja ante tal pregunta. Inevitablemente llevo mi mano derecha con prestitud hacia mi monóculo para ajustarlo.  - No acostumbro hablar mucho de la gente con la cual casi no he tenido trato y no me ha dado motivo para ello... Puedo deciros que es un hombre orgulloso y si faltáis a su palabra o le ofendéis tendréis problemas. Pero quien no los tiene si uno falta a su honor e incumple un acuerdo entre caballeros.

Agamenón escucha con atención al jorobado.

El próximo príncipe. Sin duda es alguien al que viene bien tener cerca...

El Nosferatu se sorprende al ver la llave. Qué de cosas podría hacer con esa llave en sus manos... Disimuladamente se fija muy bien en sus detalles, quiere poder reconocerla si vuelve a verla.

Muy interesante esa llave Quasimodo, espero poder contar con ella llegado el momento. Y sobre Honoré...está claro que conviene tenerlo como aliado... - Agamenón mira a su alrededor volviendo a comprobar que no hay nadie- pero por supuesto todo el mundo tiene debilidades. Conocerlas nos situaría en una posición de poder.

Cuenteme más compañero, creo que podemos hacer juntos grandes cosas. ¿Hay algún objetivo cercano que conseguir?

- Muy bien con eso tendré suficiente, si no tienes nada más que decir, podemos dar por concluida la conversación. Cuento congito para ese trabajo. Si  no te importa haz pasar a tu compañero.

Se queda pensativo durante unos segundos.

- Creo quee looo pooodemos haablar en oootro luuugar y mooomento. Aaademas ahora neeecisto hacer uuunos aasuntos.

Al parecer Quasimodo si que tenía pensado salir de todos modos. Por lo que se despide de tí.

Tras unos segundos de silencio observo la puerta donde se supone que se encuentra Agamenón. – Supongo que será costumbre en este país el prescindir del servicio... No, no es molestia Honoré. Con paso firme y elegante me encamino hacia la estancia donde se encuentra Quasimodo y Agamenón.

Tras tres golpes secos en la puerta propinados por uno de mis nudillos y esperar un breve espacio de tiempo. Abro la puerta acompañado de un leve carraspeo. –Señores, disculpen... busco con la mirada a Agamenón. Honore quiere veros.
 

Alister sale al pasillo donde se encuentra Agamenon terminando de cerrar la puerta que breves segundos antes acababa de atravesar Quasimodo.

Informa a Agamenon que Honore ya está disponible para verle.

Genial, muchas gracias señor Talmat. Espero que haya ido muy bien su reunión. Ojalá nos veamos pronto por esta bella ciudad.

El nosferatu se despide con una ligera inclinación de cabeza y entra en la sala en la que le espera Honoré. 

-Si, así ha sido, todo un placer. Hace un leve saludo moviendo su sombrero de copa y se retira de la estancia.

Agamenón entra en la sala en la que le espera Honoré y le saluda con una inclinación de cabeza

Muchas gracias por recibirme Honoré, un placer poder contar con vuestro apoyo en esta ciudad tan interesante. Todavía me encuentro un poco desubicado, os agradecería tremendamente si tenéis la bondad de ponerme al día.

Tras cerrar la puerta Honore toma asiento y te invita a imitarle, tranquilamente se acomoda esperando a que hagas lo propio.

- Extraña expresión la vuestra, ¿poneros al día? pensé que eso justo es lo que hacían los informadores de vuestro clan. Supongo que os referís al igual que vuestro impaciente amigo, qué cuales son esos asuntos que me ocupan, y que además requieren de vuestros servicios ¿no es así?. Bien ¡ la respuesta es la misma que la de su compañero, me gusta que vayáis al grano eso evita una pérdida de tiempo innecesaria....  Le seré sincero, necesito gente que se encargue de ciertos asuntos con discreción y con la confianza de que se llevarán a cabo. Por decirlo de algún modo, requiero de expertos en sus artes, los mejores que el dinero o un favor puedan "comprar"... ¿Cuál es su interés Agamenón?

El Nosferatu sonríe, sin duda Honoré es refinadamente inteligente, y eso le agrada. Por eso, y al tratarse de un personaje realmente importante, el antiguo Nosferatu decide mostrar su verdadero rostro. Honoré parpadea, y al abrir los ojos ya no tiene frente a si al barbilampiño de tez tersa de hace unos segundos, sino a un antiguo monstruo. 

La sonrisa del Nosferatu es ahora una grotesca mueca. Su boca es descomunal, y aún más sus colmillos, que apenas quedan contenidos dentro de ella.

Seré sincero: poder. Yo siempre busco poder. Esta nueva ciudad me intriga y atrae por igual, quiero leer en sus entrañas y llegar a manejar ciertos hilos...seguro que me entiende. 

Agamenón se recoloca en su asiento. Podrá contar con mis servicios siempre y cuando reciba mi porción de poder en la ciudad, me gustaría controlar ciertos barrios y obtener privilegios llegado el caso. ¿Qué puede ofrecerme al respecto Honoré?