Anna está llenado a por el Crinos y yo voy a disparar al otro que está en el suelo y yo en una posición elevada no entiendo como se interpone Ana en el camino.
Sea como fuere, espero a que Ana se quite de en medio y disparo, realmente lo único que quiero es que el del arma venga a por mí...
En el peor de los casos y si no me hace ni puto caso, salto (si son los tres metros mencionados) y ataco al cabrón ignora personas!!!
Perdon por el no entendimiento xDD
Aciertas al hombre caido sin demasiado problema, Anna consigue herir en un costado al grandioso ser contra el que se lanzó. Las cosas por un minuto parecen ponerse a vuestro favor, pero el hombre que se disponía a huir repentinamente se transforma en un "canido" te parece un lobo, y el aullido que lanza hacia el cielo te hace confirmar tus dudas. Anna maldiciendo propina un último golpe a la pierna del gigantesco ser mientras vuelve a saltar hacia el tejado.
- Es hora de una honrosa retirada, creo que no tardarán en venir el resto.
Te dice mientras disparás nuevamente a la bestia que ella acaba de golpear, algo en tí te pedía ajustar cuentas con una criatura así.
- Puedes apagar la espada después de lanzarles algo prendiendo, quizá parte de tus ropas ... Necesitaremos algo de distracción real, y un poco de fuego y humo quizá sirva para no tener todo en nuestra contra.
Entendí que querías disparar al Crinos, por lo que para el humano del arma Anna no supone ningún impedimento y disparas sin problema.
- ¡No podeís con un viejo y una mujer!- grito cuando oigo aullar al lobo "al menos una victoria moral... Si necesitan refuerzos... Bestías pérfidas" y escucho la advertencia de Ana, después me arranco la camisa de seda que llevo sobre la brigantina dejando esta a la vista, prendo la camisa y la lanzo al se que esté más a tiro.
Después me pongo a correr tras Ana según el plan que había establecido anteriormente, en algún momento paso la hoja de la espada por la suela de la boga para quitarle la mayor parte de la brea que tiene la hoja hasta que finalmente se apaga por sí misma y la enfundo con un rápido movimiento mientras sigo renqueando tras Ana apoyando mi bastón a cada paso.
- Espero que todo esto...- resuello por un momento por el esfuerzo de hablar y correr al mismo tiempo- tenga una buena explicación... Señora mía- digo sin perder la educación. Antes de lanzarme con cuidado por los tres metros que nos separan del suelo y seguir recorriendo el callejón.
Al cabo de un par de manzanas de carrera deceleráis el paso, permitiéndote recuperar el resuello y la compostura, adecentas tus vestimentas, y Anna aprovecha un pequeño arroyo para limpiar la sangre de su rostro.
Al cabo de un par de manzanas más de un tímido paseo en el que no intercambias palabra alguna, Anna se detiene en un parque de robles, en uno de ellos apoyado en una rama se encuentra Pico.
- Ven aquí pequeño, te has portado muy bien esta noche. Este señor y yo te debemos el mejor cereal de la ciudad, mañana amablemente Pedro irá a comprar al mercado.
- Creo que lo que deberías hacer es olvidarte de todo, pero algo me dice que hay algo más en ti. Pero finalmente acepta. ¿Qué quieres saber?, o qué es eso que debo aclarar.