Partida Rol por web

  Una vez hemos llegado al pueblo, intento seguir por mi cuenta para no seguir molestando a mis compañeros. - Chicos podéis dejarme ya si queréis, intentaré ir apoyado en mi arco para seguir caminando, no hace falta que os molestéis mas. Me gustaría ver si las chicas han llegado sanas y salvas a casa, así que me dirigiré a comprobarlo.

  Me descuelgo de mis compañeros, a los que agradezco toda la ayuda que me han prestado, desenfundo mi arco y lo uso de muleta para continuar mi camino para comprobar que las chicas han llegado sanas y salvas a sus casas. Me dirijo antes hacia la casa de Eva, para preguntarle si todas han llegado bien, no quiero que Scarlett me vea en aquel estado...

Respiró aliviado cuando por fin llegaron al pueblo. – Espera Ado! Voy contigo. También quiero saber si han llegado bien. – Comentó mientras evitaba que Adolamin sacara el arco para usarlo de muleta. - Luego deberíamos ir a hablar con Harold, no sabemos cómo se encuentran May y Beatrix… - comentaba mientras se alejaba hacia la casa de Eva.

La flecha que disparo pasa a más de un metro del objetivo y Adolamin se abalanza sobre el lobo, después de ver una maraña de brazos y pelo por fin se separan y Ado respira ruidosamente mientras intenta ponerse en pie, pero no lo consigue y pide ayuda.

Cuelgo el arco de mi hombro y guardo la flecha que había sacado para hacer el siguiente disparo, ya no es necesario, cuando el bardo pide ayuda me acerco a su lado. Estoy a medio camino cuando un resplandor ilumina la escena y Gaelan se acerca corriendo hasta él, a la vez que me tiende la antorcha pasa un brazo por su cintura y se echa el de Ado por encima del hombro.

Y así, un poco cojeando, un poco medio corriendo, llegamos al pueblo. Adolamin se rehace y dice que quiere ir a ver si las chicas han llegado bien, todavía no ha acabado de hablar y Gaelan dice que va con él. Parece que ya no se acuerdan de lo que nos han dicho May y Baetrix, pienso cuando los veo comenzar a alejarse pero el mago parece leer mis pensamientos y agrega que luego pasarán a ver a Harold.

- Yo voy hacia allí ahora, May dijo que avisásemos a la gente del pueblo y el señor Agramont estará esperando que llegemos del lago - digo bien alto para que me oigan mis amigos que se alejan.

Luego me giro hacia Brynn - porqué no avisas tú a Borgos y a quien os encontréis, luego vais a casa de los Agramont... - comienzo a dudar de lo que va a pasar cuando se lo cuente a Harold - o no sé. Yo voy a avisar al señor Harold.

Digo sin estar ya segura de nada, pero no queriendo demostrar indecisión, y comienzo a caminar a paso ligero hacia la gran casa a orillas del lago.

Brynn asintio, concentrado y con gesto aun preocupado.

-Así lo haré. Os veré en casa de Agramont.

Los Roberts eran los que se dedicaban a almacenar las semillas y el fertilizante que el resto de familias agricultoras plantaban en los campos. Su casa era la primera al Este de la de los Bensen. Al pasar por delante escuchais unas notas y una voz que se esfuerza en afinar. Sin duda el maestro de Adolamin esta practicando para el festival. Dejais de largo la musica y alcanzais la puerta de los Roberts, con quien ninguno teneis demasiada relacion.

Adolamin llama a la puerta y escuchais unos pasitos rapidos y como alguien abre el visor de la puerta. Reconoceis los ojos de Eva. Escuchais una voz que viene de otra estancia, mas adentro de la casa.

-¿Quien narices es a esta hora de la tarde, Eva?

-No es nada, Papa, es Scarlett, que me trae un pañuelo que le habia dejado. Salgo un rato a hablar con ella. -dijo Eva.

Al abrir la puerta ambos podeis ver en sus ojos una expresion alterada.

-¿Que quereis?

Llegas a la mansion de los Agramont y llamas de nuevo a la puerta. Escuchas el sonido del cierre del visor cuando alguien observa quien llama tan tarde a la puerta.

-¿Otra vez tu? Pasa, niña. -la voz era de nuevo la de Ava

Al entrar, te fijas en que esta todo a socuras excepto una luz que parece venir de la planta superior de la casa.

-Sube, Harold esta en su despacho personal.

Y, acto seguido, como si no pudiera soportar pasar mas tiempo contigo, Ava desaparecio de camino a la cocina.

  Intento disimular el dolor que siento en la pierna, poniendo la cara de despreocupación que pongo siempre. - No quiero que se dé cuenta de que me han herido y vaya con el cuento a Scarlett. - Parecía estar bien, posiblemente llegaran a la aldea cuando aún había algo de luz y los lobos no estaban acechantes en el camino de vuelta.

  - Nada, queríamos asegurarnos de que las tres habíais llegado bien, al volver escuchamos a una manada de lobos y May y Beatrix se quedaron para asegurarse de que no nos seguían. ¿No os ha pasado nada a vosotras, verdad? 

  Su mirada alterada me llama la atención en cierta manera, no parece ser muy propio de ella estar así. - ¿Te pasa algo Eva? Pareces algo alterada, y eso es raro en ti...

Eva se volvio hacia la casa, hacia la unica ventana iluminada durante un momento. Luego os miro con seriedad.

-Llegamos las tres a salvo pero tambien oimos los aullidos y nos asustamos muchisimo. Sobretodo Sara, que echo a correr como una loca y se torcio el tobillo por correr en mitad de la noche. Cuando la dejamos en su casa aun chillaba de dolor. Me parece que mañana va a tener que ir a ver a Beatrix.

De tu ultima pregunta parece no hacer ni caso.

-Ahora me vuelvo para dentro. A mi padre no le gusta que ande fuera tanto tiempo.

Dejó hablar a Adolamin que cuando llegaron donde Eva, él era más hábil con la palabra y también se extraño al ver la reacción de Eva. Salgo a hablar con Scarlett?... No conocía en demasía a los padres de la muchacha, pero había algo raro allí, como si temiera que sus padres la vieran con alguien que no fueran sus amigas.

Aunque esa preocupación se fue rápido al enterarse de la torcedura de tobillo de Sarah. Aguantó los comentarios hasta que Eva volvió a entrar en su casa. – Bueno, parece que han llegado bien. – Comentó intentando disimular su nerviosismo al pensar en lo que le había ocurrido a Sarah. Deseaba con todas sus fuerzas ir a verla, pero ir a casa de los Kingsley, y a estas horas de la noche seguramente no fuera buena idea. Aunque la idea seguía rondándole la cabeza. – No hay que preocuparse. Creo que deberías ir a que te viera alguien, tus heridas son profundas y no deberías andar mucho más por ahí. Supongo que Beatrix aun no habrá regresado, pero seguro que Harold puede ayudarnos. -

Veo como Ava me abre la puerta con su cara de superioridad y hace un comentario ácido, no tengo ni tiempo ni palabras para contestarle, aunque ganas no me faltan, por lo que apriteo los labios e intento que mi mirada diga lo que pienso de ella.

Me indica el camino y se marcha, no sé como Harold aguanta a esta arpía, pienso mientras me dirijo a las escaleras y las subo todo lo rápido que puedo pero sin llegar a correr, una vez en el piso de arriba voy hacia la única habitación iluminada que tiene la puerta totalmente abierta. Me paso la lengua por los labios y hago un intento por parecer más presentable estirando la ropa que llevo puesta, me doy cuenta que tengo una ramita enredada en el pelo y me la quito rápidamente quedándomela en la mano y jugueteando con ella.

- Con permiso señor Agramont – digo tocando con los nudillos en la madera sin entrar –, tengo un mensaje de la señorita May.

  La reacción de la rubia me deja un poco desconcertado. - ¿Por qué habrá mentido a sus padres? Y, mas sospechoso aún es que se haya ido así tan rápido ignorando mi pregunta, no parece ser una chica de las que ignoran preguntas... 

  Una vez supe que las chicas estaban totalmente bien me sentí mas relajado, soltando un suspiro de alivio que acompañó a una leve sonrisa. - Por fin, parece que no ha pasado nada grave... Un momento, ¿y Beatrix y May, qué ha pasado con ellas? - Gaelan tenemos que averiguar que ha pasado con Beatrix y May, luego nos preocuparemos de mi herida, de momento puedo caminar bien. Intentemos ir a la entrada del pueblo a ver si las encontramos.

  Ahora mi preocupación estaba enfocada en otra cosa, las dos mujeres se habían puesto en peligro por intentar ganar algo de tiempo para nosotros y no podíamos despreocuparnos, se lo debíamos, alguien tenía que estar atento por si no volvían dar la voz de alarma e ir a buscarlas.

Agramont levanto la mirada de una carpeta repleta de papelajos y te miro por encima de sus lentes de vision.

-A ella le gusta que la llameis Druida May, Jaelle. Dime, que te ha dicho?

Ante el comentario del señor Agramont mi mano se cierra en un puño y oigo a la ramita crujir entre mis dedos, siento como el rubor sube por mis mejillas y agradezco la poca iluminación, espero que el hecho pase inadvertido a mi interlocutor y carraspeo ligeramente antes de hablar.

- La Druida May nos dijo que nos adelantásemos, que corriésemos hasta el pueblo y que avisásemos... - callo un momento no recordando exactamente qué tenía que decir, por lo que cojo aire y suelto de golpe el resto - hay una manada de lobos que viene hacia aquí, ella y Beatrix se han quedado para cubrir nuestra huida, no nos han dejado quedarnos para ayudarlas, hemos sido atacados en el camino por dos pero los hemos matado, tendrían que llegar enseguida, ¿y si les ha pasado algo?

- Y eso es exactamente lo que voy a hacer. – Respondió al comentario de Adolamin. – Pero tú no deberías venir, como nos asalten de nuevo los lobos estamos perdidos. – Sabía que su amigo podía andar, y que era muy cabezota, pero no podría correr ante los lobos si estos volvieran a atacarlos. – Ve a ver a Harold, él te dirá que hacer y mientras voy a ver si averiguo algo de May y Beatrix. – Dio por zanjado el tema con este último comentario y comenzó a caminar de nuevo hacia el bosque.

Llegas a la herreria de Borgos y te sorprende encontrarte con luz en la fragua. Pese a lo tarde que es el enano esta aun trabajando. El martilleo uniforme y constante te atrae como la luz a una polilla y te acercas respetuosamente en silencio para no distraer a Borgos por si esta en alguna etapa particularmente delicada de su arte.

Al cabo de unos minutos el enano deja de martillear y con esa voz quebrada suya te pregunta:

-Brynn! Que haces por aqui en mitad de la noche, zagal? -solo Borgos te llama asi. Teneis una gran donfianza y para ti es casi un segundo padre, de ahi que no te moleste la confianza.

Harold sonrio, confiado.

-Lobos? Yo no me preocuparia mucho, Jaelle. Lo mas probable es que May los haya dominado a todos y los este guiando ahora mismo hacia una zona mas alejada del valle. Sin embargo, es extraño que se hayan acercado tanto como para poneros en peligro. Quizas algo los haya desplazado de su territorio habitual...

Asi que matasteis dos eh? Que te parece... Parece que has heredado los genes apropiados! Ja,ja!

Anda, sientate. Quieres una taza de te? Dime, y el resto de tus amigos? Donde estan?