Partida Rol por web

Jaelle sonrió, al menos exteriormente pues por dentro se vio a sí misma dándole un pescozón al guerrero, pero no hizo nada. Ella no sabía de esas cosas, quizás Galean lo habría leído en alguno de sus libros o Roman tendría experiencia en algo parecido, lo suyo era más intuición por lo que quedó a la espera.

Bueno, yo voy a preparar el "dormir". Creo que nuestra mejor opción es la nana, el dormir y luego acribillarlos desde aquí. Si suben hasta aquí arriba, Brynn puede defendernos.

El tiempo pasó y, para vuestra sorpresa, los orcos no se fueron a dormir pese a que era evidente que la luz solar les molestaba

-Creo que están tratando de adaptarse a la luz del sol -dijo Roman.

Finalmente, Gaelan se levantó y os dijo:

 -Estoy preparado. Repasemos el plan una última vez.

- Pues, aunque lo intenten, no les servirá de mucho! Acabaremos con ellos antes de que terminen de acostumbrarse - contestó el bardo, esperando que sus palabras fueran ciertas

- Entonces yo me ubicaré por allí - señaló el extremo más alejado de la salida - y cuando estemos todos ubicados intentaré adormecerlos un poco con mi música. Galen y Jaelle deberian ubicarse lejos de la salida para poder utilizar sus armas a distancia, o sus conjuros, y Brynn cubrirá la salida, evitando que ninguno de los orcos pueda salir. Tú... - Repentinamente el bardo quedó azorado al darse cuenta que estaba dirigiendo, dando órdenes a todo el grupo - En fin tú decides donde quieres colocarte, si para atacar a distancia o cuerpo a cuerpo - continuó, tratando de no parecer tan sabihondo.

- Cuando estemos todos ubicados, yo canto y luego el mago intenta dormir a todos los orcos que pueda, atacamos primero a los que no se duerman con nuestras armas a distancia y, si alguno quiere salir se las deberá ver con nuestro fortachón - intentó bromear

- Y cuando todo termine escribiré una canción sobre esta batalla - aseguró, descartando la victoria

Roman escuchó en silencio, con los brazos cruzados sobre el pecho y su eterna sonrisa. Cuando Adolamin se dirigó a él se limitó a inclinar la cabeza y a guiñarle un ojo. Al poco, se sacó una especie de caña hueca, de un tamaño algo mayor al de una flauta. De uno de los compartimentos de su cinturón sacó un par de dardos con la punta coloreada de un color llamativo, como magenta. Metió un dardo en la caña y se colocó donde mejor le pareció.

-Brynn, si te ves superado retrocede hacia nosotros, yo daré un rodeo y les atacaré por la espalda. No os preocupeis, tenemos el sol y la magia de nuestro lado.

La propuesta de la chica no pareció convencer a ninguno de sus acompañantes y, como el mago debía preparar el conjuro que les haría más fácil la victoria, se dispusieron a esperar. Jaelle se mantuvo alerta, pero no con respecto a los orcos de la cantera si no con todo lo demás que los rodeaba, la verdad era que seguía con sus dudas y no quería humanizar más a esos seres viendo su convivencia. 

Cuando Roman expuso su parecer debido al comportamiento de los orcos, la semielfa se quedó pensando en el por qué de esa actitud y asintió distraidamente al bardo, cuando hubo un corto silencio, dio su parecer.

-Primero habría que silenciar al vigía. -sin ser consciente de ello sus ojos verdes se desviaron por un instante hacia Roman, pensaba que siendo tan sigiloso no sería un problema para él -Estaría bien capturarlos con vida ¿no? Para interrogarlos y saber que pretenden... aunque no sé si nos podremos comunicar con ellos.

Conforme hablaba su voz fue bajando de tono y perdiendo seguridad, no estaba segura de su razón para no matarlos y haberlo dicho en voz alta le hacía sentir vulnerable.