Partida Rol por web

Tras haber pasado una noche más o menos tranquila, en función de la ingesta de cerveza, vino y similares. Por la mañana bajáis al comedor, en el que ya hay algún parroquiano. Las gentes parecen más alegres y esperanzadas en su futuro, un futuro que vosotros les habéis dado.

Hay una mesa que ya tenéis lista, y tras saludar a los pocos que están en la taberna desayunando, y en algunos casos tratando de negocios, parece que hay mucho que hacer en Farton. Os sentáis y en un momento la posadera se acerca a vuestra mesa.

- ¡Buenos días! Espero que hayan dormido bien, y descansado. Ahora les traigo pan recién horneado, unas pastas, leche fresca, y también unas salchichas y jamón.- Os dice y marcha hacia la cocina. 

En un momento vuestra mesa se atiborra de deliciosas viandas, así como varias jarras de leche y alguna de cerveza.

-Si desean algo más, me lo dicen, y si es posible aquí lo tendrán.- Ya se iba para atender a otra mesa, cuando se para, se gira y os dice. -Mi marido llegará en un rato, ha ido a reunir la recompensa.- Y ya si, se marcha y continua con su gran actividad, sirviendo y atendiendo ella sola el comedor, y haciéndolo bien. 

Ya estáis terminado de desayunar, cuando Gridik (el alcalde y tabernero) llega a la posada. El hombretón, al contrario que su mujer es mucho más tranquilo y pausado. Os sonríe y se acerca a vuestra mesa, sentándose tras pediros permiso. Espera a que terminéis de comer, y saca una gran y pesada bolsa.

-¡Aquí tienen lo prometido! 600 monedas de oro por acabar con el ogro, que al final fueron 2. Han sido ustedes nuestros salvadores, ahora el pueblo podrá volver a prosperar y no desaparecer, como ha estado a punto de hacerlo.- Bebe un baso de cerveza brindando a vuestra salud.

Luego se gira hacía Magni, y le dice:-Señor tengo un pequeño pony que se lo daré para que pueda llevar el cuerpo de su compañero caído. Pero a pesar de que he estado preguntando esta mañana en el pueblo, aquí no tenemos a nadie que pueda embalsamarle. Tendría que dirigirse a Ciquesa, en la ciudad podrá lograrlo.- Y luego permanece un rato hablando con todos.

Vuestro turno.

Taciturna, miraba al alcalde como si no le viera. No había pegado casi ojo esa noche, pensando en lo sucedido en la cueva. Hacía un par de días que no rezaba ni oraba a mi diosa. ¿Habría perdido la fe? Tenía que ir a un templo y hablar con alguna madre superiora. Tenía que comprender o me volvería loca.

-"Ehhh, sí, claro, por supuesto." Dije sin saber lo que decía. "Yo iré contigo a esa ciudad Magni, si finalmente quieres llevar el cuerpo de Brom a embalsamar; aunque creo que lo mejor sería una pira..." Comenté en alto.

Miré el dinero de la recompensa, toda una fortuna.

-"Tocamos a cien monedas cada uno, contando al fenecido enano. Propongo darle esa parte a su familia o para sufragar los gastos derivados de su peregrinaje hasta su tierra." Les dije a los demás.

-"Tocamos a cien monedas cada uno, contando al fenecido enano. Propongo darle esa parte a su familia o para sufragar los gastos derivados de su peregrinaje hasta su tierra." Les dije a los demás.

 -Me parece muy correcto. - Coincidió Lydon con Madelina. - Timel, ¿has podido identificar que hacen los objetos mágicos? - Siguió el mediano.

- Por otro lado... quizás se me haya escapado comentar a algunas personas que hay un mal inmenso en el bosque de al lado. Al posadero, al panadero, a la moza de mesas, a...  - El pícaro pensaba que todo el mundo tenía derecho a saber si un archidemonio moraba en su patio trasero, avisarles era solo lo correcto, ¿no? Incluso estaba garabateando su próxima canción "Un demonio vive en tu jardín". Sonaba pegadizo.

Luego de escuchar al alcalde Magni reflexiona sobre si es conveniente llevar el cuerpo de su hermano de raza hasta la ciudad que le sugería el burgomaestre de Farton. Aunque el botín recaudado iba siendo bastante copioso quizá el gasto adicional de trasportar y embalsamar supondría un gasto innecesario que quitaría algunas piezas de oro necesarias a los herederos del valiente guerrero. Así que entonces decidió que lo mejor iba a ser cremar el cuerpo y transportar las cenizas junto con los efectos personales del otro enano hasta su tierra natal para hacerle entrega  a quien corresponda.

—Bueno compañeros ahora gozamos de un muy abultado botín, pero la noticia de que no podremos embalsamar los resto de Bron aquí en Fraton me llevan a tomar la sugerencia de la hermana peliroja y cremar el cuerpo. De esta manera diré que las cenizas y las pertenencias del difunto se transporten hasta su hogar para hacer entrega de estas junto a sus pertenencias incluida la parte de recompensa que se ganó su vida el valiente y testarudo Bron. 

Y escuchando las palabras del mediano a Magni le parece conveniente avisar al alcalde sobre el descubrimiento que han hecho, y dejar en claro que el grupo no estaba preparado para afrontar tal misión. Quizá, si así lo quería el alcalde, podrían viajar hasta alguna ciudad que contara con  biblioteca  o lugar de conocimiento en donde talvez tengan información sobre como afrontar un peligro de aquella magnitud.

Y habiendo pensado eso el enano procede a contar los detalles del suceso...

Antes de que sus mas que locuaces amigos, contasen a gritos todas las noticias, Tandas se levantó y se llevo al alcalde un poco mas alejado, no veia mucho sentido a poner a todo Farton al corriente, ahora vivian mas tranquilos y felices en su ignorancia, podían seguir con sus placidas vidas, opinaba que con que el alcalde lo supiese, era suficiente, ya que él viese si comentar la noticia a todo el pueblo o mandar correos a otras ciudades pidiendo clérigos y demás que pudiesen ocuparse de ello. 

-Estas pobres gentes, se merecen un respiro, no veo motivo para amargarles la vida, dejad que el alcalde tome las medidas pertinentes y sea él, el que decida si contarlo o no, hoy están felices, dormirán más tranquilos- cierto es que debían saberlo, pero no hoy, no esa noche de celebración y no les correspondía a ellos, no era su pueblo. 

Asintió a las palabras de Magni -lo que decidas hacer con el cuerpo de Brom, me parecerá correcto, después de todo era de los tuyos, decidas lo que decidas, permiteme acompañarte-

Timely coincidió con Tandas sobre pasarle la información solamente al alcalde, era mejor que no levantar un gran barullo y sembrar el pánico entre todos los moradores del pueblo; sobretodo después de lo que ya habían soportado por tanto tiempo. 

Luego de la repartición del botín la muchacha se guardo lo que le correspondía pensando si invertirlo en un futuro en algún bastón mágico o cualquier artilucho de ese estilo que la ayudara a potenciar poder y hechizos, aunque eso tendría que ser en alguna ciudad.

Por lo demás mientras sus compañeros se pronunciaban la elfa que, aunque no le hacía mucha gracia ir a una ciudad enana subterránea, tenía una deuda también con el difunto acertó en acompañar a quienes se disponían a partir.

-Ire también. No sé cómo vean a una elfa o como si tan siquiera me dejarán entrar pero al menos el recorrido haré con ustedes acompañandoles.

Por un momento aprovecho la cercanía del alcalde para pedirle ayuda proveyendo hombres en la construcción de la pira y la asistencia de algunos leñadores para los maderos.

Timel dispone de tiempo y se pone a esudiar las propiedades de los objetos que habéis encontrado, con la ayuda de el resto para hacer algunas pruebas Y tras muchas pruebas se descubre lo siguiente:

- Daga mágica: Salta a la mano de su portador cuando se encuentra en peligro avisán­dole del mismo y otorgándole ventaja en iniciativa.
- Piedra de afilar mágica: Ventaja en el primer ataque que impacte tras usar la piedra en un arma de filo durante seis asaltos.
- Mandoble mágico: Es una espada bastarda mágica +1 que puede usarse a una mano (si el usuario tiene un bono de +1 a fuerza, daño base 1D8+1 o a dos manos (Daño base 1D10+1). 
- Amuleto con forma de sirena con dos colas: Permite respirar bajo el agua, y lanzar un milagro de nivel 1. 
- Anillo de acero: Permite a su portador lanzar uno de sus hechizos sin gastar puntos de poder (El hechizo puede ser de hasta nivel tres). 

No os parece adecuado abandonar el pueblo sin decirle a estas gentes el mal que habéis descubierto puede estar en sus tierras. Mientras que algunos personajes han sido más bien discretos, otros se lo habéis dejado caer a diferentes vecinos. Se crea una cierta alarma en Farton, y hablan de la necesidad de avisar a instancias mayores, en busca de una posible solución. Pero aun pasarán varios días hasta que se decidan por las posibles acciones a tomar.
Por otro lado sabedores de que Brom nació en el reino enano de las Colinas de Jade, que fue destruido. Y del que tan solo quedan algunos enanos viviendo en el pueblo de Pico Partido, hasta el que Magni conoce el camino. Y siendo este demasiado complicado como para llevar el cuerpo del compañero caído. Deciden hacer una gran pira funeraria, y luego recogeran sus cenizas en una urna. Esta la llevarían Magni y alguno de los aventureros hasta el poblado, que estará a algo menos de una semana de viaje.
La noche en la que incineran al caído, duermen en la posada tras haber bebido en abundancia. A la mañana siguiente se reúnen todos en la posada, en la que tras tomar un buen desayuno y despedirse de las buenas gentes de Fartón, deciden partir.

Una bonita mañana de finales de primavera, sobre las 8 de la mañana.

Vuestro turno.
 

Miré a las estrellas y a la luna, que lucía espléndida esta noche. Sus plateados rayos nos daban una apariencia de pálidos espectros, que silenciosos, veíamos desde cierta distancia como el cuerpo de Brom ardía. Me acerqué unos pasos a la pira funeraria y empecé a cantar en alto una oración por su espíritu, para que encontrara el camino hasta sus antepasados. Repetía las palabras que multitud de veces había pronunciado en otros funerales, pero ahora me parecían carentes de significado. Desde que había dado media vuelta ante aquella puerta que parecía dar al mismísimo infierno, mi conexión con mi diosa había desaparecido. Ya no sentía su esencia dentro de mi, aunque aún podía orarla para lanzar hechizos; pero su voz ya no resonaba en mi corazón. Cuando terminé, di media vuelta y volví junto a los demás. Me quedé nuevamente en silencio, observando las llamas, que se reflejaban en mis pupilas.

Al día siguiente, después de haber desayunado y preparado los bártulos, me encontraba en el salón de la posada esperando a que bajasen los demás. Mi intención era partir esa misma mañana y así se lo haría saber a los demás. Cuando todos estuvieron allí, hablé en alto, seria y decidida a poner en práctica las decisiones que había meditado largo tiempo.

-"Como habéis notado, he estado algo ausente estos últimos días. Algo en mi interior no va bien y debo averiguar qué es. Debo de partir de inmediato e ir a ver a las venerables hermanas superioras de mi orden para que me ayuden. Me hubiera gustado acompañar a Magni hasta la tierra de Brom, pero no va a poder ser, lo siento. Si alguno de vosotros le acompañáis, os deseo mucha suerte, y a los que no, también, claro." Reí algo nerviosa. No me gustaban las despedidas. "He decidido tomar el amuleto el amuleto con forma de sirena, si no os importa, y quedármelo." Les dije cogiéndolo de encima de la mesa y prendiéndomelo al cuello.

Recogí mi mochila y las demás cosas y me dirigí hacia la puerta. En el último momento, me giré, solté las cosas al suelo y regresé corriendo hasta los demás. Les di un cariñoso abrazo de despedida. El último fue Tandas, al cual, además del abrazo, le di un beso en los labios. Le miré fijamente en los ojos y volví a la puerta aguantando unas lágrimas. Recogí las cosas del suelo y salí por la puerta para iniciar mi peregrinación.

FIN, POR AHORA, DE LA HISTORIA DE MADELINA

Tras la despedida de Madelina, Lydon se sintió bastante alicaído. Había llegado a apreciar sinceramente a la tozuda sacerdotisa, e iba a echarla mucho de menos. Pero dentro de él, sentía que, sin duda alguna, volverían a verse. 

- Pero bueno, Lydon, - pensó el mediano - no te pongas sentimenal. Eso no es digno de Lydon "el Mataogros" Pielargo.

Echando mano a la daga encantada que aún se hallaba en la mesa, el mediano dijo: - Si os parece, me quedaré con esto. De todos modos, es un arma demasiado pequeña para cualquiera de vosotros... pero a mi me viene como cuchillada a cuello de ogro, jeje. - Terminó con una sonrisa maliciosa. La verdad es que repartir botín hacía que se sintiera un poco mejor. Estaba en su naturaleza.

- Por mi parte, en cuanto estéis preparados, llevaremos las cenizas del pobre Brom a su hogar. A mi me ha entristecido mucho la partida de Madelina, y quiero estar un rato a solas. -Dijo Lydon, saliendo a pasear. El pueblo era bonito, pero le faltaba un casino y un lupanar. El mediano era un animal urbano y bastante viciosete, sin duda. A falta de otro pasatiempo, saco la gaita y empezó a torturar los oídos cercanos con su nueva obra: "La Leyenda de Lydon Mataogros y sus espléndidos ayudantes". No era tan buena como la "Elegía a mi colega Brom", pero desde luego era más alegre.

Había sido una bonita forma de despedir al compañero caído y junto a las oraciones de Madelina, Magni también también profirió algunas en idioma enano para que los espíritus antiguos le recibieran con honores. La pira consumió la carne y los huesos dejando las cenizas que se depositarían en una urna para ser llevado hasta  Pico Partido en donde esperan encontrar algún familiar cercano del guerrero.

Magni hubiera querido que todos fueran pero la Hermana  debía volver a su orden religiosa a recuperar su conexión espiritual con la diosa a la que adoraba. Así que una despedida que esperaba no fuera larga pues el enano empezaba a estimar la compañía de individuos de otras razas luego de haber convivido solo con los de la suya propia. 

Por otra parte luego de los descubrimientos hechos por la elfa él decide que los objetos encontrados deben ser uno para cada uno tomando para él la piedra de afilar mágica. 

—Espero que puedas resolver todo Madelina y volver a encontrarnos ya sea para encontrar más trabajos o resolver el misterio que ha quedado en Farton. Solo puedo desearte suerte y que vuelvas a conectar con tu diosa.

Y así se despide de la hermana.

El funeral de Brom, fue exactamente lo que esperaba, ya se dejo los nudillos cuando murió en un pobre árbol que sintio su rabia, no era momento de montar mas numerito, el del espectaculo era más bien el mediano. No dijo nada, ya estaba todo dicho, y los que tenían que hablar ya lo hicieron, solo miro al cielo, esperando que el enano encontrase a su familia.

Sabia que algunos tomarian caminos diferentes y sabía que Madelina sería una de ellas, después de todo se sintio fallar a su diosa y eso era algo que tenía que arreglar, aunque a su parecer la serviría mejor viva que muriendo alli abajo. No salio de su asombro cuando Madelina lo beso y en ese momento volvió a ver a aquella clérigo que empezó la aventura con ellos, aquella seductora timidez e inocencia que hace tiempo le cautivo -cuando arregles tus asuntos, ten por seguro que ire por ti- le susurro guiñandole un ojo antes de que se alejase de alli.

Miro a los demas y cogio la espada que quedaba -creo que esto lleva mi nombre, me da la oportunidad de entrenar un poco mas el cuerpo a cuerpo-

Con una media sonrisa y una despedida de la mano la elfa vio partir a la cleriga.

-Espero volver a cruzarnos Madelina.

No había mucho más que decir, la relación entre ambas no era lo suficientemente cercana como la elfa hubiera querido. 

Timel tomó el anillo, después del visto bueno de Magni y Lydon, posicionandolo en el índice de su diestra admirandolo por algunos minutos. Una pieza simple pero que le ayudaría mucho en futuros encuentros para que no se volviera a repetir lo de Brom.

Con referente a este, o más bien sus cenizas, la elfa ya había dejado por seguro que acompañaría a sus compañeros hasta el hogar del enano. ¡Cómo le hubiera gustado hacerlo mientras Brom estaba con vida! A pesar de las diferencias de edad, razas y actitudes aquel enano había sido un muy buen amigo sacando lo mejor de ella marcando aquel lado alegre, divertido y sobre todo muy bromista. Aunque ciertamente se había apagado mucho desde que el fallecido no estaba entre ellos. Tal vez aquella experiencia la había obligado a crecer y madurar sobre las cosas de la vida, ¿quién sabe? Incluso no había bebido tanto durante la cremación la noche anterior.

-Magni he oído mucho sobre la artesanía enana. ¿Una vez estemos por aquellos rumbos crees que podríamos buscar buenas armas? Quisiera un bastón que potencie hechizos o algo más acorde.

Se volvió girándose hacía los muchachos aunque hablando al enano directamente. 

Al final quedaban pocas horas para partir, sería un viaje largo y tal vez no estuviera excento de contratiempos así que la muchacha fue a preparar su equipaje y equipo lista para este nuevo ciclo. Atrás habían quedado aventuras y experiencias que la marcaría por siempre.