Con tanto cuerpazo enseñando carne, y el tiempo que hacía que no estaba con una mujer, Samuel estaba seguro de que su tapadera podría descubrirse. Pero tampoco quería que pensaran que, de golpe y porrazo, había dejado de ser un niñato rico para convertirse en un tipo escurridizo. Así que tenía que mantener la imagen.
- Bueno, habrá que comprobarlo, ¿no? - dijo, desnudándose por completo y lanzándose al agua haciendo una bomba.
Como vamos por aquí? ^^
Las chicas rienron y dieron los tipicos grititos de las niñas ricas. Pensaban que eras el tipico niño malo rico que tanto las atraia y comenzaron a jugar contigo en la piscina. Primero a hacerte aguadillas, primero inocentes, despues buscando rozar su cuerpo con el tuyo con el interes de "hundirte" mas o menos disimuladamente.
Entre una de esas aguadillas, asomaste la cabeza y viste pasar a una joven que se le parecia brutalmente a la mujer que buscabas. Caminaba atravesando la piscina, hacia el interior del complejo, con la cabeza baja y un vestido blanco de verano.
Quisiste hacer algo pero te encontraste un par de pechos siliconados en plena cara, empujandote de nuevo hacia el fondo. Al sacar la cabeza de nuevo, ella ya no estaba.
Te llevaron un vestido precioso y un antifaz, estabas lista para tu primera cita a ciegas.
Me prepare para la primera cita, esperando ver que salía de allí, porque entre lo de la comida y lo de el pequeño de hoy.... Comenzaba a plantearme el pedir el alta de este lugar, pues empezaba a sentir bastante malestar.
- Mierdamierdamierda - pensí, quitándose a las tiparracas de encima y saliendo de la piscina - Joder, tengo hambre.
Cualquiera excusa era buena para salir de allí. Aunque la idea de seguir aparentando que era un chico malo en principio era buena, y ocultaba completamente sus verdaderas intenciones, le pasaba factura. Odiaba que le acosaran. De por sí era un tipo tímido con las mujeres, sobre todo porque su trabajo no se lo permitía, pero esa imagen de sí mismo no le gustaba.
Cogiendo su ropa y caminando completamente empapado, entró en el complejo intentando localizar a la chica.
- Señor, no puede entrar asi al complejo.- dijo una doctora saliente al paso.- es una instalacion medica despues de todo, por favor, la piscina cuenta con un vestuario donde podra vestirse convenientemente y secarse.- pidio la mujer con una sonrisa pero firmemente.
Al mirar por encima de su hombro viste a la chica tomar el ascensor. Las puertas se cerraron tras ella.
Tu primera pareja te esperaba abajo, algo impaciente pero sonriente.
-Buenas noches, señorita.- dijo nada mas verte, entregandote una rosa blanca de perfectas dimensiones.
Se quedó con la copla del ascensor que había elegido (por si acaso era un ascensor exclusivo de las instalaciones) y se puso los pantalones sin ropa interior antes de dirigirse a sus aposentos. Si bien era cierto que debía mantener una imagen de tipo duro, la presencia de tanta mujer deseosa de su cuerpo, sensual y erótica, le excitaba demasiado. Así que se fue a su cuarto de baño para dedicarse un poco de amor a sí mismo para tener las ideas más claras.
En cuanto acabó, se secó y vistió, y empezó a dar una vuelta por el lugar. Tenía intención de ver a dónde llevaba aquel ascensor.
Nadie te impidio llegar al ascensor ni subir en el. Era un ascensor normal, o eso parecia.
Un joven entro detras de ti.- Hola ¿Tambien va al nivel avanzado?.- pregunto sonriente, lo dio por echo y pulso el boton de la ultima planta.- ¿Acaba de empezar la ultima etapa del proceso? Yo la estoy terminando, dentro de un par de dias me dan el alta.
Cero, centraste, no pienses, en sexo, reza para que no sean atractivos, tienes que controlarte, no son objetos, también pueden ser agradables... me hiba echando un discurso a mi misma intentando centrarme y cuando Levante la mirada y vi a semejante Rubio se me cayo todo el discurso mental al suelo Congelo y llevarlo a tu cuarto ahora mismo ¡Joder como esta!
Yo... Eh... Bu... Buenas noches dios... Parecía estúpida de los nervios.
- Me llamo Danniel... Siento estar un poco nervioso.- dijo sonriente.-¿Que le parece si cenamos, señorita?
Tranquilo yo también lo estoy bastante... dije intentando no temblar ocho un flan Verónica... dije mi nombre y sin saber por que me calle mi apellido Me parece bien, hoy no he comido mucho por no decir que con el numerito del medio día solo tome una pieza de fruta...
Os sirvieron una cena maravillosa, deliciosa. Danniel era encantador, hablasteis de peliculas, de libros, de musica... casi todo lo teniais en comun. - Cuando me dijeron si queria participar en una cita a ciegas no estaba seguro, ahora creo que es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Sonreí asintiendo a sus palabras y sonrojando me un poco A mi... También me esta gustando mucho la cita... me costaba que mi mente no lo desnudara, que le prestara toda mi atención, pero poco a poco conseguí relajarme con el, y mas que en el sexo pensaba en su me besaría al final de la cita, y si todo eso era real o solo una alucinación del centro.
Venga, era el momento de hacerse el interesante.
- Hoy empiezo, pero no me han dicho en qué consiste. Estoy un poco nervioso, ya sabes. Al fin y al cabo, he venido para eso - dijo, fingiendo humildad. Al fin y al cabo, estaba seguro de que ese tipo no le había visto antes - ¿Podrías decirme qué has estado haciendo tú?
Lo de siempre, ver peliculas... ya sabes. Te pones las gafas y ves una pelicula interactiva. Dice que tiene mensajes subliminales que anulan la ansiedad y la necesidad impulsiva de hacer algo. Debe funcionar, desde que estoy aqui no he bebido ni una sola copa, me siento mejor que nunca.- Aseguro.
- Lo unico que cambia es que ahora las sesiones son dirigidas, particulares y mas largas.
Nuestro arriesgado investigador esperó a que el ascensor subiera a la última planta para echar un vistazo, intentando despedirse cuanto antes del sonriente interno para husmear por su cuenta. Si alguien le pillaba y le preguntaba, siempre podría decir que se había perdido.