Partida Rol por web

Antes de que el aparatoso forjado pudiera aprovechar la táctica de Galen, el sicario frente a él se acercó con decisión y agilidad. Se encontraba cada vez más cerca de atestiguar el destino de sus ayudantes, y a juzgar por el breve dejo de perplejidad y vacilación en sus gestos, lo había hecho.

Su rostro inexpresivo se fijó en el clérigo, cuyo fulgor parecía tener una chispa de astucia. Ya era demasiado tarde como para retroceder luego de haber vulnerado su propia defensa en pos de una mortífera ofensiva, y al mismo tiempo, Galen se encontraba nuevamente protegido por su enorme e infranqueable escudo.

El forjado comprendió que había actuado con imprudencia, o tal vez con demasiado ímpetu. No obstante, estaba lejos de rendirse ante débiles y traidores, por lo que asumió una posición tan defensiva como la del clérigo, preparado para cualquier ataque oportunista que este pudiera lanzar.

Apoyo sabe que no tiene sentido acercarse cuerpoa  cuerpo, asi que busca un ángulo desde el que disparar su ballesta.Espera tener tanta suerte como antes aunque sabe que sera complicado golpear al forjado en un lugar desprotegido por su armadura.

Apoyo se afana en ayudar al clérigo a la distancia, aunque con peligrosas consecuencias. A pesar de su preparación al apuntar, le era prácticamente imposible ver a su objetivo. Aún así, liberó el virote, que zumbó en dirección a la espalda de Galen. El sacerdote pudo sentir como el proyectil le rozaba la armadura y rebotaba para convertirse en astillas.

Tanta precaucion es algo que no me esparaba de uno de los nuestros mascullo Borstion moviendose con el escudo preparado cerca del apurado clerigo, el espacio era muy estrecho como para que entrase su masa y apreto el mango del hacha listo para incrustarlo en el metal del enemigo en cuanto tuviera ocasion...iba a aprender por las malas que subestimar al enemigo era una tonteria...

Lyann aún recorría el hediondo pasillo en persecución del sicario, cuando otra de las válvulas liberó su potente chorro en el túnel. Afortunadamente, esta se hallaba varios metros detrás de su posición, por lo que no corría peligro por el momento.

Observó por el rabillo del ojo la llegada de su compañero y, dado que no tenia forma de atacar a su enemigo, decidió abandonar el lugar y dejar paso a Borstion. Asintió a su compañero intentando darle a entender que debían intercambiar las posiciones y, cuando su compañero estuvo preparado, realizó el movimiento lo más rápido posible.

- Tu turno!. -

El sicario nota las intenciones del clérigo, que da unos pasos hacia atrás ágilmente. A pesar de que ello le dejaba brevemente indefenso, el ataque del forjado no fue muy certero, por lo que su estoque reboto torpemente contra la cota de escamas de Galen.

Ahora te las ves con alguien de tu tamaño  pequeño monton de hierros sin pulir dijo Borstion inteponiendose en el camino del ladron forjado como un muro de acero armado; mirandolo a traves de los brillantes pozos de magia reanimadora que eran sus ojos; aqui el amigo metalico tenia demasiada prepotencia, era hora de enseñarle a ser duro de verdad.,..

Elevo el hacha de batalla por encima del escudo; en un brutal, hosco y directo impacto al pecho, las criaturas de carne tendian a caer al suelo, sangrando copiosamente y llamando a su mama cada vez que conectaba una de esas; contra sus hermanos...bueno, al menos, le iba a resonar todos los engranajes....

El ataque infructuoso e imprudente contra Galen le había dejado en una posición vulnerable. Borstion se interpuso entre el sicario y el sacerdote, al mismo tiempo que alzaba su terrible hacha. Imponente y aterrador, el forjado bajó sus brazos en un arco mortal.

Su oponente demostró ser bastante ágil, esquivando en filo mortífero del guerrero. No obstante, este logró rozar la piel metálica de su contrincante, generando un chispazo y un ruido parecido al de unas largas uñas arañando la pared.

Lyann continúa sin reducir la marcha, ya le queda poco... un esfuerzo más...

La pícara, con asombrosa intrepidez, corrió a través del pasillo que las válvulas custodiaban, confiando en su destreza si alguna de ellas decidiera jugarle una mala pasada. Luego de pocos segundos, dobla hacia la izquierda y se pierde de vista.

El sicario, luego de verse en una desventaja que le resultaría seguramente mortal, y al notar que sus ayudantes ya no mantenían a aquellos aventureros entrometidos entretenidos, dio un ágil paso atrás, evitando cualquier ofensiva. Luego, volteó, y en un acto de cobardía, emprendió su escape, aunque no sin antes de dedicarles unas palabras.

-¡Malditos humanos y traidores! ¡Les encontraremos alguna vez!-

Observo como nuestro rival huye con el rabo entre las piernas.

Mmm...Bueno, a enemigo que huye, puente de plata.

Me vuelvo entonces  y examino bien las valvulas, en busca de algun dispositivo para cerrar el caudal y poder pasar de forma segura.

Al virar hacia la izquierda, Lyann se topó con una escena patética. El cambiante forcejeaba con un rastrillo, pugnando por abrirlo y acabar con su cobarde huida. Chapoteaba, se resbalaba, gruñía, y hasta a veces parecía que ladraba. Todo ello hasta que una voz tronó en el túnel.

-¡Malditos humanos y traidores! ¡Les encontraremos alguna vez!-

La voz del sicario resonó con furia, lo que provocó que ambos voltearan por al menos un segundo. El asesino vio a la replicante e intercambiaron miradas desafiantes por largos segundos. El cambiante emitía un gruñido bajo y constante, y le mostraba los dientes con fiereza, como un canino acorralado a punto de arremeter.

-¡Déjenme ir!- le exigió. -¡Sólo déjenme ir!- dijo, dirigiéndose a un grupo que se encontraba ausente.

Unos gritos primitivos y guturales surgieron del final del pasillo, donde Lyann había desaparecido.

-¡Déjenme ir! ¡Sólo déjenme ir!-

Mientras, Apoyo se aventuró, resignado ante la huida del asesino y comenzó a rebuscar alrededor de las válvulas. Mientras los combatientes se debatían entre si continuar la batalla o no, el hechicero logró hallar las llaves correspondientes a cada sección de las válvulas. Cerrando las de un lateral alcanzaría para circular sin peligro, aunque no tenía idea de que podría causar fuera del túnel.

Solo decir que, si se puede, las activo desde el otro lado. Una vez ya hayamos cruzado, claro

Ve a que te pulan brillante monton de chatarra ruidosa....dijo al escurridizo Forjado, dejando que huyera

Eh, humano...Borstion envaino el hacha de batalla rechinando la mandibula por la huida del otro forjado, cobarde, en cuanto aparece un oponente de verdad, corre...en fin, asi son utimamente todos; poco se puede hacer por ello; aparte de predicar con el ejemplo y hacer entender que acero si, imbecil no.. ¿ estas de una pieza?, sin soltar el paves para cubrirlos a ambos, Borstion tendio la mano libre a su compañero humano; sus heridas no eran nada del otro jueves, un par de magulladuras, en cuanto pararan a descansar le pediria a apoyo un conjuro de arreglar cacharros como el.

El grito al otro lado de la esquina le hizo levantar la cabeza, por lo visto la picara habia encontrado problemas o habia cazado a una de las ratas de callejon que los habian atacado antes.

Vamos, la humana puede tener problemas Borstion ayudo al clerigo humano a levantarse, recuperando la lanza que habia dejado caer al suelo antes; no era plan de perder un arma por las buenas, nunca se sabia, cuando iba a hacer falta...

Sintió algo de alivio al ver al forjado huir. No era un hombre que temiera la lucha, pero en esta batalla, estaba claramente indefenso ante su adversario.  Nos volveremos a ver las caras malnacido. Pensó para si. Galen no era un hombre que persiguiera a enemigo huido, así que optó por acompañar a sus compañeros.

Antes de emprender la marcha, tomó del suelo la maza caída y echó a correr hacia donde perdieron a Lyann. – Vamos, no perdamos tiempo. -

Bien... si empezaba suplicando quizá podría conseguirse algo...

Sin cambiar un ápice de expresión la mujer bajó unos centímetros la ballesta, lo suficiente para no apuntarlo directamente pero pudiendo corregir la trayectoria en menos de un segundo... sabía que el movimiento no pasaría desapercibido por el otro... y esperaba aprovecharlo...

- ¿Quieres irte? ¿Ileso?... Bien.. pues contesta a mis preguntas...

Relaja un poco la postura, al menos en apariencia, y ladea la cabeza observando minuciosamente la escena que tenía delante...

- ¿Quién os contrató para asaltarnos?... Quiero su nombre... quiero su descripción... quiero sus palabras exactas... quiero saber la recompensa prometida... lo quiero todo... ¿Me he explicado bien?...

Un potente chorro de agua detuvo la apresurada marcha de Galen, Borstion y Apoyo mientras atravesaban el pasillo. Los tres se detuvieron a tiempo, sintiendo nada más que unas gotas mojar sus vestimentas y armaduras. El chapoteo de sus pies corriendo sobre aquella corriente de agua sucia y turbia hizo difícil oír con claridad las voces que resonaban al final del pasillo.

Al llegar allí, se encontraron una escena que infundaba lástima y desprecio por igual. Un rastrillo viejo y oxidado le cerraba el paso al cambiante que había huido del combate, el cual se hallaba agazapado, sucio, empapado y maloliente. Su expresión pasaba de la furia al miedo, pues a veces retraía su labio superior, mostrando los dientes como un can asustado, para luego respirar agitadamente, como si temiera por su vida.

Lyann no le apuntaba con su ballesta, pero podía hacerlo con sólo mover el brazo ligeramente hacia el costado. -¡Fue el forjado!- gruñó el asesino, en un ladrido con una nota aguda de desesperación. -¡Nos pagó para matarlos! ¡Fue él!- exclamó, señalando el pasillo. -¡Nos dio oro por vigilarlos y matarlos, y luego nos daría más! ¡Maldito imbécil!- masculló, mientras florecía su ira.

-Ya dije lo que se... ¡déjenme ir!- gritó, lo que parecía más una exigencia que un ruego.

Escoria de las calles apoyo Borstion el escudo en el suelo y la lanza sobre el hombro no sirven ni como carne de cañon; son meros sacrificios dijo en un tono indiferente; no creo que le podamos sacar mucho a este felpudo; no es mas que un peon en el juego de otro.

Borstion se mantuvo vigilante de las entradas al pequeño nicho donde la ladrona habia acorralado al cambiante; puede que el combate ya se hubiera acabado pero por si acaso, reaparecia el forjado con nueva escoria que exterminar; noi bajaria la guardia, ademas, los actos de interrogacion que no hicieran falta de fuerza bruta, no eran para nada lo suyo; poco tenia que hacer ahi...