Partida Rol por web

Eso molesta chatarra infernal mascullo Borstion con un amplio arco de su hacha hincandolo profundamente en los bordes del lomo de uno de los defensores ferreos, el rechinar del metal contra metal resono con fuerza conforme la oscuridad los envolvia; mantuvo a uno de sus atacantes a raya con la masa de su paves, podia notar la frustracion y el rechinar de dientes que el bicho emitia, destrozando el metal de su escudo por otro lado demasiado grande como para ser roto por algo tan sencillo.

Ahora Borstion se concentro en hacerle pagar todas juntas al bicho que casi le saca el hombro, apretando el hacha dentro de la herida y retirandolo con un satisfactorio salpicon de engranajes y algo que debia ser el equivalente a la sangre....aun asi, era plenamente consciente de que el combate no habia hecho mas que empezar....

Asalto 3 - Actualización

El fuego no era algo que gustara al clérigo, no sabía el por qué, pro a su mente llegaban recuerdos de algo ocurrido en el pasado y que lo hacían plantearse dos veces el adentrarse por aquel agujero. Pero Galen no se asustaba tan fácilmente y sus ansias de sangre podían más que el miedo que pudiera sentir a aquellas llamas, así que, de un salto se lanzo hacia el agujero…

La sangre hervía en las venas de Galen mientras atravesaba el aire enrarecido de Dorasharn, aterrizando con todo su peso sobre los restos del fuego. Algo de ceniza se coló entre las junturas de sus grebas, pero en ese momento podía hasta saborear el combate, por lo que sus sentidos estaban concentrados en hallar y eliminar a sus contrincantes. Se tambaleó un poco, luchando contra el peso de su armadura que amenazaba con lanzarlo al suelo, pero se repuso, aunque no sin dificultad.

Sus ojos estaban acostumbrados a la penumbra, ya que hacía meros segundos se encontraba rodeado de oscuridad. Podía distinguir las figuras caninas acosando a Borstion y a sus compañeros, pero las débiles llamas estaban a punto de extinguirse por completo. Pronto, no sería capaz de ver su propio escudo.

El can frente a Lyann parecía sensible al contacto sobre su dura coraza, ya que volteó con una rapidez alarmante, tanteando el aire con sus mandíbulas férreas. La orfebre fue lo suficientemente rápida como para esquivar el tarascón, aunque por un momento pudo sentir la porción faltante de su pierna siendo masticada por dientes de acero, como si su cerebro le advirtiese que aquello no era uno de los trabajos para los que estaba hecha.

En apropiada posición de combate, Borstion era un hueso mucho más duro de roer. Su contrincante, cuyos movimientos eran erráticos y torpes a raíz de un hachazo en el lomo, estrelló sus fauces contra el escudo pavés del forjado inútilmente.

Dioses... estos bichos no son para mí... como uno me enganche...

En la oscuridad creciente de la sala pocas estrategias podía preparar... así que rápidamente decide que lo mejor es la defensa, al menos por el momento...

Duda entre dar un paso hacia Galen y su formidable escudo, que acababa de aterrizar sobre las cenizas de la sala, pero lo que sí hace es clamar con tono urgente:

-¡Galen!

Al final, en una valentía absurda que no pega con ella, se mantiene en posición, para intentar mantener al chucho flanqueado... quizá entre Apoyo, Galen y ella puedan hacerle suficiente daño...

Apoyo extiende sus manos cargadas de electricidad para tocar la superficie metálica del perro que se encuentra entre Lyann y él. Un chispazo ilumina brevemente la estancia cuando el construco animal se sacude bajo la fuerza de la electricidad.

Asalto 4 - Actualización

Ven aqui maldito monton de escoria mal fundida.....mascullo Borstion, arramblando con el hacha como un barbaro contra el mas herido de los trozos de chatarra sin embargo estaba claro que no era su dia, su hacha reboto blandamente contra el blindaje de la cosa, aumentando la frustracion de Borstion que se veia demasiado inutil en el combate...

El sacerdote atravesó el fuego como alma que llevaba el diablo. Los sonidos de batalla lo habían encendido y no estaba dispuesto a perderse la “fiesta”. Al llegar observó, aunque en la penumbra a las dos criaturas metálicas que atacaban a Borstion. – Déjame uno a mi. – comentó al llegar y ponerse al lado del forjado. – Rapido Lyan, detrás de mi. - le gritó a la muchacha al llegar tratando de interponerse entre aquella criatura y Lyann.
Una vez se hubo posicionado, lanzó un mazazo al perro con todas sus fuerzas, pero éste se movía demasiado rápido y no fue capaz de golpearle. – Maldición. – comentó mientras se ocultaba tras su pavés.

La magia de Apoyo había causado algo en el defensor. Aunque parecía intacto, sus movimientos se volvieron más torpes que antes, como si la electricidad afectase la conexión entre la magia y el cuerpo que le permitía al animal moverse. Ante el movimiento de Galen, este volteó, buscando su presa de forma mecánica. El clérigo desvió su inhábil mordisco con un leve movimiento del escudo.

Borstion hizo lo mismo, aunque los ataques de su contrincante continuaban siendo ágiles y temerarios. En la antigua forja resonaban el choque de aceros, los gritos y los gruñidos de frustración. Nadie le prestó atención a la oscuridad reptante hasta que devoró la habitación por completo. Las brasas brillaban con un resplandor demasiado débil, sin siquiera producir las penumbras que les habían permitido batallar. Un suspiro involuntario desencadenó un súbito silencio.

Cuando la luz por fin se extingue por completo, un fuerte juramento quiebra el silencio... la muchacha no se molesta en ocultar su paradero... al contrario... tras un segundo de duda durante la cual está a punto de retroceder rápidamente intentando ponerse lejos del alcance de los perrazos para intentar conseguir luz, decide mantener la posición...

El perro que tenía ante sí estaba rodeado, no debería poder moverse hacia ningún sitio... y no podían permitirse lo contrario... además, con un poco de suerte Apoyo y sus hechizos eléctricos podrían dar algo más de luz durante un breve pero valioso instante...

A ciegas, y rezando por que el siguiente mordisco no fuera dirigido a ella, intenta un ataque a la desesperada...

Apoyo da un paso atrás (1), canturrea y toca la cabeza de Borstion, que resplandece como una antorcha, volviendo a iluminar la estancia. 

-Todos vuestros, muchachos, Galen, ponte en mi lugar para flanquear con Lyann.

Pero que.....la oscuridad engullo la estancia y Borstion enfrascado en su particular duelo con la bestia de metal que tenia delante se detuvo atento a su entorno, pelear en la oscuridad no era desde luego su forma favorita, odiaba fallar los golpes por que sus sentidos no acertaran donde estaba el blanco...

Hasta que su cabeza empezo a brillar como una maldita antorcha, iluminando de nuevo toda la estancia....aturdido por la sorpresa; Borstion lanzo su hacha en un torpe ataque, que reboto contra la bestia metalica como si nada...

Apoyo...rechino la mandibula, adivinando sin demasiado esfuerzo la procedencia de la magia iluminadora...

La oscuridad terminó por cubrir la sala y la cosa no pintaba demasiado bien. Galen ya se había visto en este tipo de situaciones pero no por ello le gustaban. Escuchó la voz de Apoyo, al cual había visto por última vez a su derecha, así que avanzó dando un gran paso hacia la dirección donde antes se encontraba su compañero (2) intentando no dar la espalda al perro y mantener su posición en todo momento. Una vez hubo hecho su movimiento, volvió a intentar golpear con su maza sobre la metálica criatura.
Esta vez sí logró su objetivo, y pudo escuchar el lamento de aquella cosa. – Ja! Suena a duro eh Borstion?? . -

La oscuridad duró una eternidad.

Cegados, la amenaza parecía dilatar el tiempo. La sangre corría más rápido, el silencio cedía ante la más mínima perturbación sonora. Se lanzaron ataques a ciegas, y así como se fue la luz regresó, coronando la cabeza de Borstion como por arte de magia. La maza del clérigo destrozó un lateral del defensor férreo frente a él, entorpeciendo su embestida, pero sin lograr interrumpirla. Sus dientes de acero se hundieron en la pierna de Galen, cuyo grito de triunfo se convirtió en un alarido de dolor.

La sangre salpicó al forjado que luchaba a su lado, sin llegar a distraerlo de los movimientos de su propio contrincante, que efectuó otra de tantas cargas inútiles contra el escudo pavés.

Apoyo vuelve a conjurar y posa sus manos en la espalda de Borstion, reparando parte del daño sufrido por su compañero. 

-Vamos Borstion, dales duro.

Gracias Apoyo...mascullo Borstion empujando con su masa contra el paves, desequilibrando al perro metalico y lanzando un rapido latigazo desde la derecha con su hacha, buscando hundirse en el magullado costado del perro metalico, por desgracia la materia de la que estaban hechos era resistente y el impacto solo rechino con fuerza sobre la superficie del metal para mayor frustracion de Borstion.....

Lyann contiene un suspiro aliviado al volver la luz, en forma de cabeza reluciente de forjado... pero el grito de dolor de Galen fue mucho peor que la oscuridad anterior...

- ¡Galen! ¡aguanta!

Y lanza un ataque precipitado, que casi consigue hundirse entre los engranajes del perro, pero falla en el último momento...

- ¡Mierda!...