Partida Rol por web

Necrull se encogió de hombros.

Pues nada, supongo que tendremos que esperar a la tarde para que la capitana nos explique el asunto. Yo por mi parte voy a ver si encuentro algunas pocimas de curación para comprar. Así en un momento dado podemos usarlas todos sin depender de los conjuros.

Otra cosa. Me sobra un anillo mágico.
Tiene un conjuro muy util llamado Caida de Pluma. Evita que te hagas daño en caidas, da igual la distancia. A mi ya no me sirve, ¿alguién lo quiere?. Si no lo venderé.

¡Yo lo quiero!
Responde rápido Katan, estirando la mano...codicioso.

Hummm...me servirá para cuando monte a algun dragon, wyvern, o bichejo similar....hummmm....

...en su versión zombificada, claro! juujujuuuujujuju

- No estoy interesado en él - sonrió el druida agradeciendo el ofrecimiento... - Es buena idea lo de las pócimas, aunque no sé si en este pueblo habrá quien las venda

El enano se limita a esperar en la posada

El brujo se sacó el anillo del dedo y se lo tendió a Katán.

Ten. Es muy util para determinadas situaciones. Un buen salvavidas.

Despues se dirigió a Porfidius.

Bien. Pues vayamos a ver si conseguimos algunas pociones. Aunque si el tendero se ha enterado de lo del ejercito lo mismo se las guarda para él o para despues venderlas mucho más caras.

Katan recibe el anillo y tras mirarlo con desconfianza, se lo coloca en un dedo, junto a otro anillo de plata con forma de calavera, y a otros dos anillos de hueso, ...craneos de ratones, sin duda...

El ermitaño, sube las escalinatas de la guardia, y salta para ver el magico efecto en funcionamiento.
Hummm...gracias Necrull...no olvidaré esta ofrenda.
Que las parcas tarden mucho en llamarte...

 El tiempo transcurre. Necrull, Porfidius, Katan y Henderch deciden aprovechar el tiempo para comprar suministros (unos pociones y otro armas y armaduras) mientras que el resto no hace nada en particular. 

Si es cierto que todos ellos se percatan del nuevo ambiente que se da en la ciudad. El concejo se ha puesto a actuar después de todo. El rumor de una posible invasión se ha propagado con rapidez y la evacuación empezaba. Habían aparecido varias patrullas de soldados, las cuales no habían echo acto de presencia hasta entonces. Algunas se marcharon hacia el linde de la ciudad, otras por el contrario patrullaban el interior de la misma. El resto, se encargaba de ayudar en la evacuación.

Finalmente la hora señalaba se acercaba. Os dirigís ha hablar con la capitana Soranna... ella os daría nuevas instrucciones de que hacer. 

 Gracias a todos por venir- os dice- la ayuda siempre es bien recibida y como ya os había dicho, voy a necesitar un grupo como vosotros. No voy andarme con rodeos: me gustaría que os encargaseis de patrullar por la ruta del Alba. Por allí vendrán nuestros enemigos y quizás haya patrullas de trasgos que aniquilar. Mis hombres están por allí, pero si estáis vosotros con ellos lo agradecería. Al fin y al cabo, ya habéis echo frente a los grandes trasgos, y con mucho éxito.

 Evea asiente. Le gustaba esa mujer, directa, con autoridad y capacidad de mando.

- No habrá problemas, por lo que a mí respecta, ahora que ya habeís sido alertados y os estaís movilizando, el resto de comunidad se moveran de la misma forma, espero. Con lo cual el lugar donde más útiles podemos ser es aquí, intentando entorpecer la avanzadilla de la horda.

- Me parece bien, pero... - respondió el druida con una duda en su mirada - ¿pensáis que haríamos bien si nos acercamos al puente derruido para ver como les va al ejército invasor? - al fin y al cabo, la ruta del alba llegaba hasta aquellos lares.

Quizás pudiera dejar a su compañero animal que les alertara cuando el grueso del ejército consiguiera cruzarlo.

Despues de las compras llegó la hora de ir a ver a la capitana. Con el grupo allí reunido les dijo lo que necesitaba de ellos, de una forma clara y concisa.

A mi me parece bien. Así estaremos ocupados en algo. Hemos visto como la gente ya se ha puesto en marcha, así no estorbaremos aquí.
Yo por mi parte estoy dispuesto y listo. Todos los que logremos pillar, serán trasgos menos que vendrán.

El tema del puente derruido le pareció al brujo una buena idea. Peligrosa, pero buena.

Estaría bien saber cómo andan. Pero también es peligroso. Habrá que tener cuidado.

Cruzado de brazos y apoyado contra el marco de la puerta, me limito a opinar desde la retaguardia del grupo.

El enemigo, ya ha sufrido un ataque por nuestra parte. Quizá esto les haga avanzar con mas precaución. Por otra parte, es muy posible que no esperen que el mismo grupo de guerreros, se les enfrente de nuevo.

Si logramos destrozar a los suficientes enemigos en la ruta del Alba, les obligaremos a ralentizar su avance aun mas. A causa de las precauciones que tendrían que tomar.

O también es posible...

Y como me cambia la voz cuando continuo.

Que les resulte irritante encontrar resistencia inesperada. En cuyo caso, quizá involucren un numero mayor de fuerzas para asegurar el control de esa ruta.

Por mi parte, estoy impaciente por descubrir como reacciona el líder de este montón de bastardos cuando reciba nuevos informes de perdidas. Si logramos que se vaya enfureciendo, es posible que cometa algún error. Y de eso, siempre se puede sacar algún provecho.

Y palmeo complacido la empuñadura de mi espada. Si. Para mi esta claro la clase de ventaja que podemos obtener.

 Creo que no será necesario que vayáis hacia el puente. Sería un riesgo que no hace falta tomar- contesta Soranna- además, esa tarea está reservada a Jorr. Él nos avisará en cuanto el grueso del ejército se acerque hacia aquí. Y no hace falta que nadie le ayude- añade- se conoce cada rincón de este bosque al dedillo. 

Volviendo al tema que nos ocupa. Tenéis plena libertad de ir por el bosque, aunque no hace falta que os alejéis mucho. En caso de que necesitéis ayuda por lo que sea, acercaos a las puertas del transbordador, donde podréis hablar con Gregor, uno de los guardias que custodian la zona. Él os mandará los soldados que pueda. 

¿Algo más que queráis saber?

El enano se limita a esperar sin abrir la boca en ningun momento....

Para mi esta claro capitana.

Respondo yo pues parece necesaria una respuesta.

Es una misión de reconocimiento por la zona asignada, con la posibilidad de destruir a algun objetivo factible.

Dicho esto carraspeo pues como noto la sequedad en mi garganta. En mi garganta y en mi cerebro ya que estamos.

Paseo mi mirada por mis compañeros desde mi posición apoyado en la puerta y finalmente, tras un leve encogimiento de hombros, añado.

Si no hay nada mas que decir, propongo aprovisionarnos con los víveres únicamente indispenables y partir.

Y como nos conocemos todos, por si a alguno de los presentes tuviera la idea de hacer algún comentario, doy un par de leves golpes sobre la piel de mi odre de cerveza y aclaro sonriente.

Si. Esto que llevo aquí, también es indispensable. Al menos para mi.

Yo estoy listo...ademas quiero ir a ver como están Cuernitos y Ulardos...espero que no se hayan molestado por esperar fuera de la ciudad.
Dice aguantando las risas, delante de la capitana.

 En ese caso, podéis partir si queréis hacia los límites. Vuestra guardia comienza ahora- dice- buena suerte.