Partida Rol por web

Los guiones de Feng Shui no es que sean la caña de España. Después de todo se basan en las pelis de acción chinas... ¡Después de decir eso no se puede añadir nada más!

El caso es que el grupo de personajes eran unos guerreros secretos que estaban de vacaciones entre misiones, concretamente en Nueva York. Habían acudido a un centro comercial con la intención de comprar un bolso para la ex-mujer de Bruce Willis y lograr así que se reconciliaran por enésima vez. Bueno, eso era lo que buscaba Willis, los demás tenían sus propias motivaciones. Por ejemplo Lupin se había hecho ya con un botín más que considerable cuando alguien avisó por megafonía de que las puertas del centro comercial estaban cerradas y se rogaba a los visitantes que permaneciesen en sus plantas.

Hasta aquí podría haber parecido raro, pero si al aviso sumamos el ruído inconfundible de unas mini-uzis seguido a posteriori por la aparición de unos chinos con pinta de malos en el ascensor... en fin. El caso es que los primeros chinos no llegaron ni a sacar las armas antes de que los cosieran a balazos los protas (nunca vayas de compras sin tu colt era el lema de Khalos). Luego la cosa fue empeorando: un helicóptero de la policía que disparaba a discreción, más chinos que morían sin compasión... Una cocina ¡con unas bombonas de butano! Y ¿qué puede hacer un manitas en una cocina? Pues explosivos plásticos, por supuesto.

A estas alturas al malo de turno ya no le salían las cuentas. Cada vez que subían chinos por el ascensor acababan muy maltratados, así que optó por el plan B de poner dinamita en los cimientos del edificio y tomar rehenes. Claro que si los héores pasan de los rehenes... ¿qué te queda como malo? ¡Intentar escapar por un portal dimensional!

Aquí es donde la cosa se fue al garete. El malo escaba por el portal dimensional y los buenos tenían muchos explosivos. El edificio se venía abajo... Había dos opciones: escapar por el portal dimensional (al lado de las escaleras, en el ascensor) o ir hacia la puerta (muy lejos, requería una buena tirada de agilidad)... Pero antes de que nadie tomase una decisión el Gordo Cabrón, que portaba unas bombonas de butano reforzadas por explosivos plásticos la tomó por todos. ¡KAPUM! Portal dimensional ó carallo, como se dice en mi tierra... y todos intentando alcanzar las puertas del centro comercial mientras se venían 9 plantas abajo...

Por desgracia para los héroes un edificio comercial pesa mucho, pero que mucho, y sólo el Gordo consiguió alcanzar la puerta por los pelos mientras los demás perecían ¡durante la compra de un bolso!

¿Moraleja de la historia? Si te peleas con tu mujer mejor dale a ella la tarjeta de crédito para que se compre lo que quiera...