Partida Rol por web

Ignora deliberadamente al Obispo

- Bueno, ¿y tú quién eres? - a Pedro

-Señor Bridge, si me permite, le presento al sacerdote de nuestra manada, el señor Rugua. El filologo es Jonny, ella es Akane y...Merche, quien ostenta el cargo de ductus.- fue señalando con un elegante gesto de la palma a cada uno de los miembros mientras les iba presentando, aunque dudó un poco de como presentar a Merche, aunque logró salvar el bache con mucha clase.

Iba a contestar pero Alessia se adelanta, supongo que en parte está era su función en la manada, ser un apoyo social.
Esta vez sí que me acerco al Arzobispo, aunque hecho un último vistazo al cielo.

-Como dice mi buena Alessia, soy Pedro Rugua, sacerdote de Catalysts Mutationi, aquí presente acompañando al buen obispo Valle, para servirle en lo que sea menester.

La assamita observa a Alessia conforme habla. Pese a que el Arzobispo parece no tener intención de matar al Pander, ella piensa darle una soberana paliza... para que no vuelva a tener ganas de bromear con un alto cargo, poniendo en peligro a toda la manada. En cambio, parece que la Lasombra sabe cómo moverse: admira como ha salido del paso al presentar a Merche. Quizá no sea un mal fichaje. Guarda silencio, pero se posiciona junto a Pedro, dejando detrás al Pander. 

El arzobispo desvía un momento la mirada hacia el obispo cuando Pedro menciona el nombre de la manada, parece que algo no le cuadra por un momento, aunque no hace comentarios al respecto. Terminadas las presentaciones os hace un gesto para que os acomodéis en la carpa.

- Bueno, pues a ponerse cómodos, que nos explique el buen obispo cuales son sus planes cuales son sus planes de conquista - sonríe "encantador" - ¿Porque tendrá usted planes, verdad? - volviendo a provocar abiertamente al obispo

Se vuelve hacia Alessia, que a fin de cuentas es la que ha hecho las presentaciones

- ¿Como le aguantáis? - bajando el tono de voz, dándole un aire confidencial a la pregunta, pero sin demasiado esfuerzo lo escucháis todos los presentes. Se refiere claramente al obispo, no cabe duda alguna.

Si bien no ha habido ningún reto formal, el Arzobispo esta desautorizando abiertamente al Obispo local y esas ocasiones (raras) solo caben dos opciones viables: alejarse rápidamente del conflicto o posicionarse en el bando ganador (claro que... no siempre está claro cuál será ese bando... los aliados de cada cual podrían llegar a marcar una diferencia inesperada pese a su capacidad individual).

-Cuanto más alto vuelan, mayor es la caída, señor. Y adoro ver esas caídas.- dijo con una sonrisa sesgada y un tono respetuoso hacia Bridge, manteniendo el tono confidencial. Tomó asiento donde el arzobispo les indicaba, retocándose un momento el cabello con aire despreocupado. En realidad lo llevaba perfectamente peinado en un estilo aparentemente caótico, pero con un cuidado orden. Ni una pizca de maquillaje disimulaba su palidez, evidente bajo aquellos focos- no obstante, estoy segura de que el señor Valle nos dará una muestra de su brillante capacidad de estrategia.- no había, en cambio, ápice de sarcasmo en su tono, pero su sonrisa ambigua podía sacar de sus casillas a cualquiera en ese momento tan delicado a nivel político. Estaba disfrutando el momento, sin duda.

- Si crees que puedes venir de fuera a chulear... vas mal, chaval - al arzobispo - aquí tu no tienes ninguna autoridad, si no vas a ayudar como prometiste a la Priscus* te vuelves a tu puto país. Aquí no te quiere nadie.

Sin dejar lugar a réplica continua con su discurso

- Tengo una infiltrada en Valladolid, en la Primogenitura, tenemos ya información suficiente sobre la ciudad para dar un golpe limpio y definitivo. El guardaespaldas del Príncipe es un Gangrel al que tiene chantajeado manteniendo prisionera a su chiquilla, si la sacamos de ahí seguro que nos hace el trabajo sucio. En cuanto a la ciudad, salvo un par de antiguos, solo la habitan descendientes del propio Príncipe: Ventrue. Todo - mira de forma directa al arzobispo, a quien se presupone según las habladurías, miembro del clan Ventrue - Un clan de mierda, no nos costará mucho hacer limpieza...

Mantiene su sonrisa amable

- ¿Y eso es todo? ¿Desde cuando el Sabbat rescata gatitos? - refiriéndose a la chiquilla del Gangrel - ¿Y desde cuando el Sabbat tiene ese elitismo con las sangres? Ah, ya se... tenía que ser eso... casi se me pasa por alto, tanto tiempo como Obispo de un territorio plenamente Camarilla. Si, influencias, sin duda. En mi país le arrancamos la cabeza al Príncipe, la prendemos fuego al Eliseo o dejamos que nuestros miembros más creativos - desvía la mirada a Merche, solo por un momento - experimenten con el enemigo antes de que sus cenizas sirvan de abono al jardín.

El Arzobispo vuelve a ponerse en pie, y se acerca al Obispo en unos pocos pasos firmes y elegantes, sobrenaturalmente elegante. No creéis que esté haciendo uso de disciplinas, más bien que su sangre podría ser un tanto antigua, la más antigua y poderosa de la sala sin duda. Su sonrisa ya ha desaparecido, le mantiene la mirada al obispo local y se dirige a él entre susurros.

- Deja que te explique algo más sobre el verdadero Sabbat: una Priscus no tiene autoridad alguna sobre un Arzobispo, aunque le chupe la polla a un Cardenal. Ninguna... autoridad - remarca, luego vuelve a un tono de voz moderado, pero ya perfectamente audible para todos - Así que es una pena que esa novia tuya no pueda ayudarte y que el Arzobispo que gobierna esta zona me haya dado carta blanca porque no me quiere aquí pero tampoco tiene cojones para echarme. ¿Vas a intentarlo tú?  

Alessia carraspea en ese momento de forma sutil pero audible, buscando la atención de todos los presentes, pero no empezaría a hablar hasta que la hubiera logrado. 

-Toda esa historia...de la infiltrada de Valladolid me parte el corazón...pobre perrito sin su cachorra...y todo eso...pero me recuerda a otra historia, la historia de otra infiltrada en otra ciudad perteneciente a los dominios teóricos del señor Valle. Allí también estaba todo listo, la susodicha infiltrada tenía los medios, sólo necesitaba una entrada triunfal tal y como la estamos preparando ahora mismo. Pero...que paso? ah si ya recuerdo...la dejaron pudrirse y tuvo que huir cuando el momento era más propicio. -mientras iba contando su propia historia se había incorporado y paseaba por la carpa, buscando la mirada de los presentes- pero recrearnos en el pasado no nos va a ayudar ahora ni es mi estilo, claro. Sin embargo...antes de que la sangre llegue al río me parece que deberíamos explorar otra opciones, aprovechar la información que algunos aún tenemos para elegir un mejor objetivo. Cuando me fui de la ciudad de Zamora era un nido de inestabilidad, al contrario que Valladolid, que aun podríamos aprovechar y, aunque ya no contamos con infiltrados en ella,-en ese momento dio la espalda a los presentes, con las manos entrelazadas a la espalda- tenéis la gran suerte de contar con alguien que la conoce como la palma de su mano. -para finalizar dio un giro muy dramático y teatral bajo los focos de la carpa, dándose la vuelta para mirar a todos los presentes- y no olvidemos que hay otras recompensas y otros secretos bajo la Bien Cercada.

- Y ahora la otra gilipollas... ¿pero a ti quien te ha dado vela en este entierro niña? - empieza a estar bastante cabreado, de eso no cabe duda - ¿Te va el rollo de que te den por delante y por detrás? - haciendo referencia a que empezar por Zamora sería meterse en mitad de territorio Camarilla

Ante la primera pregunta del arzobispo de como aguantamos a Valle, simplemente hago un gesto levantado las cejas y niego ligeramente con la cabeza, como dando a entender que es la penitencia que nos ha tocado.

-Bueno... Pese a tener usted la razón en esta asunto arzobispo, no es necesario faltar a los cargos de la secta...

Digo dando la razón en cuanto a ese tema al extranjero.

-Y desde luego obispo Valle, si el arzobispo local ha dado carta blanca al señor Bridge... Poco queda por decir, aunque si se ve más apto que cualquiera de ellos, yo apoyaría su reclamación como válida...

Desde luego no he dicho monomancia, pero ha quedado suficientemente claro y Valle ahora solo tiene dos opciones, callar o retar.

-Las dos ciudades han de caer, si tenemos opciones claras sobre ambas, solo debemos observar cual es mas propicia.

Los miembros de mi manada, al menos los que mas tiempo llevaban conmigo y puede que los últimos dos fichajes tambien, se podían imaginar que quería decir con "propicia"

Una breve pero claramente divertida sonrisa curvó los labios de Akane. Se mantenía junto a Pedro, observando la situación. Alessia era claramente una vástago versada en las mierdas de los Obispos y Arzobispos, pero tanto paseo era jugar con fuego. Sorprendentemente, las mascotas del Arzobispo continuaban calladas... extraño, dada su fama. Contaba con que alguno de ellos le hubiera arrancado ya la cabeza al Pander, y poco después al Obispo. En fin. Da un paso adelante, dejando que su voz, en un tono bajo y sumamente neutro, fluyese por el lugar.

-Tanta política me empieza a recordar aburridamente a la Camarilla... -Deja que su mirada vaya de uno a otro vástago, especialmente a los dos que parecían intentar demostrar quién la tenía más grande. Y ella estaba convencida de que no sería Valle.- ¿Podemos entrar ya en temario o es necesario que Pedro solvente una monomancia aquí y ahora? -Dirigió su mirada a Tom, al cual todavía no había parecido prestar atención. Sutilmente, buscaba conocer su opinion.

Voy viendo como el vaciletas y el broda van discutiendose cada vez más, en plan que se estaban calentando, y voy moviendo mi cabeza con conformidad, con pequeños saltitos, con algo de suerte nos liabamos a ostias de un momento a otro.

A mi me la suda a cual ir, mientra reventamos unas cuantas cabezas, me sirve.

Digo moviendo los brazos, como calentando, aun que en la no-vida no sirviera de nada, era lo típico de cuando estabas en el gym.

William da unos pasos para interponerse entre el Obispo y el Arzobispo. No sabe que hacen entrando al trapo de esa manera, "si tienen asuntos que resolver que los resuelvan, sino todo eso es mera palabrería absurda" piensa. Una vez posicionado entre ambos extiende una mano colocándola sobre el pecho del obispo.

- Cuidado Obispo, igual no es usted consciente de cuál es realmente la situación aquí, algo que no me sorprendería viendo sus... maneras.

Los músculos del cuerpo de William se tensan preparados para un posible enfrentamiento, no le gustaban las tonterías y estaba claro que el Obispo no daba para mucho más.

La mujer alzó las cejas ante el pueril insulto, pero, lejos de parecer ofendida o enfadada, simplemente desanduvo sus pasos pasando cerca del Obispo con los brazos cruzados, como quien pasea despreocupada ante la jaula de un periquito y finalmente llegó al asiento que ocupaba antes de su discurso, girándose para mirar a Arturo sin borrar la mueca de infinita paciencia de su rostro:

-No voy a rebajarme a su nivel para insultarle pues, por lo visto, usted solito se lo dice todo y nos deja claro a los demás el tipo de compromiso al que usted está dispuesto a llegar por el Sabbat.- y sin más se sentó relajadamente, cruzando las piernas, aparentemente ajena a la tensión reinante.