Korvosa, la Joya de Varisia, lleva mucho tiempo brillando en la orilla de la Bahía del Conquistador. Fundada hace justo trescientos años por Cheliax en la cúspide de la expansión de su imperio, la ciudad es ahora dueña de su propio destino. Surgió una dinastía de reyes y reinas que gobernó la ciudad desde una tristemente célebre sede de poder: el Trono Carmesí. Hace más de un siglo que quienes gobiernan lo hacen desde el Trono Carmesí y la ciudad ha florecido pero, sin embargo, la monarquía parece siempre estar al borde del desastre.
El Trono Carmesí no es un premio a obtener: es una maldición. Ningún monarca de Korvosa ha fallecido de muerte natural, y ninguno de ellos ha tenido ni un solo heredero mientras gobernaba. Aunque actualmente el rey Eodred II controla Korvosa mejor que ningún otro monarca antes que él, dicho control sigue siendo tenue y muchos cuentan en secreto los días que faltan hasta que el rey actual también sucumba ante lo que denominan la maldición del Trono Carmesí.