Kevin se encontraba a medio camino de la furgoneta cuando se detuvo pensativo. Sus nervios estaban a flor de piel y respiraba agitadamente. A solo unos pasos se encontraba su salvación en forma de furgoneta, todos iban entrando y solo faltaba que él fuera corriendo y el vehículo los sacara finalmente de aquel horror.
Pero algo lo detuvo. La seguridad le aguardaba delante ¿Pero era eso lo que quería de verdad? Lo cierto es que la sociedad en la que le había tocado vivir no le gustaba y no la entendía y sin embargo, aquella casa, con todo su horror y sus dramáticos sucesos le había proporcionado todo aquello que había querido en la vida. Respuesta, misterios, gente en quien creer. ¿Cómo abandonar todo aquello? Simplemente irse y olvidarlo todo.
Sus ojos se alzaron y miraron a sus compañeros que le hacían señales para que se acercara. Entonces, su cabeza comenzó a negar.
- Iros, pedid ayuda y marchaos. Yo aun tengo cosas que hacer… - Les lanzó una sonrisa, tal vez la más sincera que había hecho nunca – Gracias por todo –
Y se giró y comenzó a correr hacia la casa para enfrentarse a lo que fuera que le esperara ahí abajo. Tal vez así podría saber que era la niña y por qué Kimani seguía atrapada en la casa. Muchos misterios por responder. Y los resolvería. Lo último que vieron sus compañeros fue a Kevin entrar de nuevo por la puerta por la que habían salido. A pesar de la emoción y la alegría que le embargaban, su último pensamiento antes de desaparecer de la vista fue para ellos. Al final había sido divertido conocerlos a todos… toda una experiencia.
Y la casa lo engulló
Tras pensarlo mucho, viendo como es Kevin, no lo veo simplemente huyendo así que vamos a hacer una locura. Master, dejo en tus manos que en el epílogo me digas que fue de él jaja.
Corrió como nunca lo había hecho, instintivamente sin pensar si sus compañeros estaban haciendo lo mismo tras él, por eso llegó un momento en el que se detuvo rápidamente para echar la vista atrás. Madison, Phil y Kevin también salieron por lo que, aliviado, recuperó la marcha hasta poder llegar al vehículo. Pero faltaba alguien, Kevin. Lo vio por el espejo del retrovisor y cuando observó que no continuaba hacia ellos, asomó su cabezota por la ventanilla. — ¡Kevin! ¿Qué haces? ¡Vamos! — gritó para que se montara con ellos y así poder largarse de allí. No entendía por qué estaba en el asiento del conductor cuando él no tenía ni pajolera idea de conducir, no como Ash… pero entre eso o volver a esa casa, prefería lo primero.
— ¡¡No!! ¡¡Kevin! ¡Kevin! — era absurdo llamarlo, el muchacho no se volvió más y se metió en la casa. J.J. tuvo la sensación de que esa sería la última vez que lo viese. ¿Es que no tenía madre ni nadie más que le importara en su vida? Había tirado toda una vida por delante y eso entristecía al que una vez llamaron chistoso en el instituto, pero desde luego, después de aquella experiencia, tal título lo perdería.
Kevin había escogido, y ellos no podían retrasar más la oportunidad de salvarse. Cogió las llaves y trató de arrancar. — Nunca conduje este trasto por carretera… — Sí por algún descampado para practicar junto a su padre, pero nunca antes lo había hecho por carretera. Vio apropiado avisar a sus compañeros.
Motivo: Conducir
Tirada: 1d12
Resultado: 7
¿ah, si? Ni me acordaba de quien era la furgoneta ni quien la condujo xD. Pues con mi 0 en conducir lo vamos a pasar de miedo jaja
Destreza 3, por si contara... xD