Partida Rol por web

¡Vaya! El viaje prometía: Las insinuaciones entre los miembros del grupo, cada vez eran más subidas de tono... Y eso que ni siquiera habíamos llegado a nuestro destino.

Por supuesto, Kevin asumió como en otras ocasiones que se quedaría fuera de todas las quinielas de emparejamiento. No es que le molestara, pero al final aquello podía acabar siendo una peli porno más que una de terror... Y francamente, no estaba por la labor de hacer de cameraman.

Resopló con resignación y siguió mirando hacia afuera.

Atendí a Kimani, escuchando todo lo que tenía qué comprar. Pues sí que tenía que hacerse con unas “cositas”. Yo tan solo quería comprar algo de comida y bebida extra por si nos quedábamos cortos, que con los nervios de estar en una casa abandonada, algún que otro devorará todo lo que pille.

— No hay necesidad de comprar cuerda, yo ya traje una y mis herramientas. Nunca se sabe cuando pueden hacer falta. — sonreí imaginándome convertirme en el héroe del grupo al arreglar el coche si se llegara a estropear. — Ah, lo del botiquín está muy bien pensado.

Dejó de interesarme sus disputas subidas de tono en especial por el pésimo contraataque que Madison hizo ante las palabras de Kimani. Sabrá menear bien el culo en los entrenamientos, a agitar los pompones y a deletrear el nombre del equipo, pero ahí se quedaba. Pero lo que sí me llamó la atención fue la actitud que Asher tomaba con la chica pelirroja, cosa que me hizo sonreír de oreja a oreja a pesar de no entenderlo si ya tenía a la salida de su novia. No obstante, lo que me susurró al oído expulsó cualquier confusión que tuviese en la cabeza. Sin decir palabra lo miré unos largos segundos con los ojos muy abiertos y asintiendo con la cabeza en señal de comprensión. Entonces sentí un poco de pena por él.

— Venga, como sea, para no agobiar con nuestra alocada presencia los diminutos comercios del pueblo, nos dividimos para ir obteniendo lo que necesitemos antes de irnos a la casa. Te tomo la palabra, Asher. Voy contigo y con tu novia a alguna tienda de alimentación, así que nos encargamos de comprar comida y bebida. Así que hablad ahora o callar para siempre si os apetece algo en especial. — dije eso último fijando la mirada en Kimani, Kev y Phil, me parecía que se llamaba. — Y calla, Ash, mi objetivo aquí no es ponerme a fornicar como un mono… agh, quita, que duele. — me rasco la cabeza con la mano después del rascado que me ha propinado con sus poderosas manos. Es más bruto que un arado.

No te preocupes Jeremy, gracias. Supongo que nosotros tres podemos también perdernos por ahí para comprar lo que haga falta. Está bien pensado lo de pillar artículos de supervivencia... Yo también llevo algunos ya en la mochila, pero nunca se sabe si necesitaremos agua bendita o estacas de madera -dije sonriendo-. Si tenemos que salir, nos encontramos aquí en la furgoneta a la vuelta ¿De acuerdo?

Phil, que podía usarse como diminutivo para muchos nombres, era el apodo con el que a la pelirroja solía gustarle que le llamasen. Philomena, el nombre de pila con el que le habían maldecido sus padres, en cambio, siempre le había sonado a nombre de mujer mayor o personaje de tragedia griega.

En esos instantes, la muchacha se encontraba un tanto cohibida por las palabras de Asher, quien había sugerido ir en grupos de tres, junto a J.J y ella misma. Puede que Phil tuviera nula experiencia con los chicos, pero comenzaba a advertir que el guapo quarterback se hallaba ese día más simpático con ella que de costumbre. "¿No se suponía que Madison era su novia?" pensó para sus adentros, un poco confundida.

-Eh... vale... yo... Estoy de acuerdo -dijo, con timidez, subiéndose las gafas mientras intentaba retomar la lectura-. Si queréis dividirnos en el pueblo, nos dividimos... -sonrió, mientras trataba de improvisar una broma-. Y si las cosas se ponen feas, siempre podemos pedirle al señor Scotty que nos teletransporte de vuelta a la furgo...

Un tanto temerosa de que no entendieran su referencia, la pelirroja posó de nuevo la vista en el libro de Stephen King, con intención de pasar desapercibida.

¡Ash! ¡Ni se te ocurra dejarme sola con estos tarados! No confío en ellos.

La voz de Madison se elevó por encima de las de todos los demás, haciendo que todos se girasen hacia ella. Madison los ignoró y se pegó a Ash como una lapa, agarrando su brazo.

No sé lo que ocurrirá, pero al menos es un bulto detrás del cual puedo esconderme, pensó Madison.

Y por cierto, ¿quién demonios es ese "Scottex"? ¿Está en nuestro instituto?

Asher suspiró. Él quería ir con la pelirroja para así compartir gustos musicales... Pero la lapa de su novia se había pegado a él como se pegan los chicles a la zuela de los zapatos.

-Lo siento, Madison, ya hemos hecho equipo... Haremos dos rondas. ¿Queréis? Ahora iremos con un grupo determinado a explorar este... pueblucho de mala muerte y, cuando nos encontremos aquí, volveremos a reubicarnos... Así todos estamos con todos...

El joven hinchó el pecho de orgullo. Parecía el jefe de aquella cuadrilla de no-caballos. A exepción de Madison. Ella no era ninguna yegua... ¡NO! Ella era una... Llama.

Instintivamente se rió al imaginárselo en su mente... Movió la cabeza y le acarició la cabeza para despegarse de ella delicadamente.

-¿Scottex? ¿Instituto? -La pelirroja se volvió hacia Madison con timidez, un tanto desconcertada, sin saber cómo era posible que la animadora no supiera a qué Scotty se refería-. Eh... no... No es de nuestro insti. Eh... ¿Has visto Star Trek?  -Phil dudaba mucho que la rubia fuera trekkie, así que hizo su mejor esfuerzo por explicarle a quién se refería-. Pues... es el ingeniero... el ingeniero de la nave...

— ¡BUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU! — Aunque sea en broma, Phil se ganó por mi parte un buen abucheo porque yo soy más de Star Wars. Star Trek es como… la marca blanca de las películas de ciencia ficción. — Y no te esfuerces, Madison ni sabe quién es ni le interesa. — Me reí de buena gana.

Escuché a Asher modificar ligeramente mi iniciativa para ser él, por supuestísimo, quien lidere y organice al grupo, pero no me importa, de veras… solo siento que los chicos populares como él, o como Madison tengan que esforzarse tanto y constantemente para mantener su estatus y la atención de los demás para no sentirse como el resto (a sus ojos, inferiores). Debe ser agotador ser popular.

— ¡Oído cocina! Pues vamos nosotros primero ¿no?. Phil, tú y yo. — Comenté una vez se me aclaró que al final Madison no venía con nosotros. La había sustituido por la tímida pelirroja. Tú sí que sabes, Ash.

— Pues vamos, ¿a qué esperamos? — incito para que comiencen la andada, de hecho, yo doy varios pasos hacia adelante observando lo que me rodea y buscando alguna tienda de alimentación.

Bueno, entonces... ¿yo con quién voy? -preguntó nerviosa Madison, que no le gustaba ni quedarse al margen ni dejar de ser el centro de atención. Todos parecían saber a dónde ir... excepto ella.

Mientras, a su lado, aquella "nerd" le intentaba explicar lo que era Star Peck o algo así. ¿Una peli? ¿Una serie? Oh, por favor. Odiaba a la gente que se encerraba a ver cosas estrafalarias en la televisión.

Sin volverse para mirarla, alargó su brazo, abrió la palma y le hizo el gesto de que se detuviera.

-¡STOP!

-Ahora mismo no necesito una clase de nerd, sino que vayas delante de mí y empieces a andar, porque cuanto antes exploremos este sucio pueblucho, antes podré regresar a mi casa.

...Es buena idea eso de las pilas, las linternas y un poco de comida. Algo habrá que comer de cenar ¿no? -dije mientras notaba que mi estómago rugía al hablar de comida- Creo que lo mejor será ir a buscar alguna tienda donde comprar algo antes que cierren. Si queréis dos grupos, pues dos grupos. Si alguien se quiere quedar en la furgoneta, que se quede.
Ya que hay un grupito hecho, si alguien de los demás se quiere venir conmigo... Perfecto.

Esperé a ver si alguien se venía. No es que me hiciera falta, pero ya que íbamos en grupo, hice un esfuerzo por socializar aunque maldita la gana...

Al aparcar justo enfrente de la casa, la veis. Se trata de una mansión de 3 plantas, evidentemente vieja, pero de alguna forma es menos de lo que pensábais. Bueno, nadie nota el hecho de que se cometieran asesinatos a simple vista, no?

Tiene una verja con un candado echado. La cosa se complica.