Partida Rol por web

Nam a pesar de sentir un cierto rechazo hacia los clérigos, no sabe porque Alvion parece distinto a los demás clérigos que ha conocido, y decide darle una oportunidad antes de formar su opinión definitiva sobre el.

Alvion mostrando su respeto a todas las criaturas aunque sean malignas se mantuvo al margen cuando revisaron a los trasgos algo que seguramente agradó mucho a Heironeus, su dios, probablemente Heironeus lo premiaría por esa actitud.

Manteniéndose muy alerta, continúan viaje algo molestos por el suspenso del viaje, ya hace rato que el lobo aquel dejó de aullar y ahora caminan sumidos en el silencio.

Luego de caminar otras 4 hs sin ningún sobresaltos, a pesar de que todos tuvieron la sensación de que fueron observados en todo momento, por fin llegan a la mina, son la 01:30 hs de la mañana, todo está muy oscuro y están hambrientos, el problema es que solo les queda comida para un tentempié, no lo suficiente por cierto para saciar su apatito.

Llegan a la boca de la famosa mina, una brisa fresca cargada con el frío aire de la noche los golpea en la cara mientras contemplan la entrada a la mina, no pueden ver mucho, por la oscuridad reinante, excepto Kimihiro gracias a su habilidad de ver en la penumbra con una mínima fuente de luz, y de Glorin, gracias a su habilidad de en la oscuridad total, que puede ver un poco mejor que el resto, pero de todas formas, todos pueden observar a la luz de la luna la situación en la entrada de la mina, pensando que si hubiesen llegado de día verían mucho mejor.

EL suelo nevado está literalmente cubierto de herramientas, picos y palas, algunas de las cuales aún sobresalen de los suaves bancos de nieve. Unos simples arbustos tapan la entrada de la mina. Un rastro de suciedad se interna en las profundidades de la caverna bajo la estructura de madera que la soporta ocultando el brillo ocasional de alguna veta. Ninguna luz ilumina el túnel. Ven que las antorchas han sido apagadas y arrojadas al suelo descolgándolas de los soportes de las paredes. Detrás de ustedes se encuentra el largo camino que serpentea entre los riscos hasta el valle de abajo, y que ya conocen bien. Aparte del silencioso silbido del viento el silencio es absoluto este paraje de las montañas.

Están pardos al frente de la entrada de la mina, viendo lo que acabo de describirles, que haces, acampan y esperan a tener algo más de luz para entrar y comen lo poco que les queda, o entran ahora?

Recuerden que dentro está totalmente oscuro, solo Glorin puede ver en la oscuridad, Kimihiro para ver necesita una muy mínima fuente de luz, la cual no existe dentro de la mina, y los demás son como 3 ciegos dentro de la oscuridad la mina, necesitan encontrar una fuente de luz o dejar que los guié Glorin. 

Entrada a la Mina:

-El enano podria guiarnos, pero si conseguimos enceder alguna antorcha seria genial...porque supongo que esperar no es buena opción...-

Dice y mira a Nam, luego hace un súbito gesto de recordar algo y se quita la mochila mientras mira al enano

-Eh, Hijo de Glor, trae algunas de esas antorchas por favor, que creo recordar tener un pedernal dentro de mi bolso-

Se pone a buscar en su bolso y consigue el pedernal y el trozo de acero, mientras espera poder enceder las antorchas con eso, y mira al enano, mientras espera que este traiga suficientes antorchas, puesto que es el unico que ve perfectamente en esa oscuridad.

podriamos acampar en la entrada de la mina, con suerte la humedad del entorno habra creado musgo en las rocas de dentro, lo que significa que dentro hara un poco de mas calor que aqui fuera, por no decir que dentro no nieva. ¿que me decis?
Tambien podemos entrar dentro y continuar la espedicion hasta el punto de agotarnos y quien sabe seguro que en ese momento, aparece algo indeseado.
Nam baraja cualquier posibilidad y ayuda un poco con el conocimiento minimo que ha aprendido de sus viajes, como el del musgo, una vez encontro a un botanico que le comento que en una habitacion donde tenia muchas plantas, hacia un calor humedo insufrible, incluso en el invierno mas gelido, el botanico le comento que era debido a las plantas, cree que es su manera de defenderse del frio invernal.
Nam supone que el musgo tambien actuara igual.

-Podriamos acampar y esperar... ¿Quieren hacer eso?-

dice el elfo mirando preocupado a Nam mientras se guarda el pedernal en la parte mas accesible del bolso, y luego vuelve a ponerselo en la espalda

-En tal caso, el enano y yo podriamos ir a buscar algo de alimento, frutas, o algo que haya por aca-

el elfo pone cara de incomodidad, pero es apenas visible por la oscuridad y lo leve de la expresion.

-No me simpatizaria estar demasiado con ese enano, pero tampoco tengo muchas opciones, el tambien ve en la oscuridad, e ir solo no es tan comodo, porque el y yo cargariamos mas comida que lo que cargaria yo solo-