Partida Rol por web

La sombra sobre Cantha

Capítulo 1: La Finca del Ministro

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17/11/2010, 00:20
Director

La mayoría del grupo opta por continuar hacia la casa del ministro. Tras unos minutos caminando por el empedrado no os habéis cruzado con nadie más asta que llegáis a lo que parece ser una zona de paseo exterior.

En la pequeña escalera de piedra que da acceso está el cuerpo uniformado de uno de los guardias sobre un charco de sangre. Al acercaros un poco más veis que el cuerpo está lleno de arañazos y mordiscos de animal.

 

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18/11/2010, 19:07
Takeo Kikuta

La escena no es nada grata a la vista, el pobre guardia estaba destrozado aparentemente por un animal.

Chicos hay que darse prisa, examinar rápido el cuerpo si alguno entendéis de animales o algo por el estilo. Les digo apremiándoles. El tiempo estaba en nuestra contra y teníamos que sacar al ministro con vida.

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19/11/2010, 09:49

 Zafina mira el cadaver y responde a Takeo

-Mmmm... volvemos a lo de antes, el tiempo es vital, y no creo que encontremos nada interesante, ha sido atacado por un animal.. Sigamos adelante.

Dicho esto Zafina sigue avanzando en estado de alerta.

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22/11/2010, 22:41
Director

Al poco de entrar veis a que estaba destinada esta zona de la finca, se trata de la colección de animales del ministro; aves de presa, pequeños mamiferos y demás están encerrados en sus jaulas visiblemente alterados. Por desgracia no todos están así, varias jaulas están abiertas o rotas sin nada dentro.

Conforme avanzáis por la zona os encontrais con algunos rastros de sangre, como si algo hubiese sido arrastrado. Uno de ellos sigue el camino empedrado y pronto encontrais su causa. Una mujer está tirada en el suelo junto a los arbustos que enmarcan el camino toda manchada de sangre, a primera vista parece estar muerta pero se mueve muy débilmente.

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24/11/2010, 21:37
Takeo Kikuta

El panorama que nos encontramos al seguir avanzando me repugna en exceso, ver a eso animales alterados de tal forma hace que me hierva la sangre.

Vemos unos rastro de sangre. Mientras los seguimos voy pensando en la situación. Pobres animales, hay que ser salvaje para hacer esto, ya no se si el ministro se merece que lo salvemos o que se lo coman sus propias creaciones.

Al final de uno de los rastros de sangre vemos a una mujer en sus últimos alientos de vida, casi es incapaz de moverse. Rápidamente me pongo a observar todos los alrededores en busca del animal que haya podido hacer esto, por si aún estaba cerca.

Chicos, ¿alguno puede hacer algo por la señora? Pregunto mientras miro a nuestro alrededor.