Escapó ... esa carcasa putrefacta a medio componer destruyó todo a su paso y desapareció. - El semielfo aún estaba enfadado pero al menos bajó su tono de voz. - Creo que estaba algo cabreado. De hecho, este rostro descompuesto parecía buscar a alguien ...
Cuando lo encontré estaba en un estallido de rabia pateando todo lo que encontraba en las ruinas, como si faltara algo.
Luego mira a la taberna.
¡Dioses! ¡Y todos los muertos! .... - Lanza una patada a la pared. - ¡Nadie nos pagará por este trabajo de aficionados!
Fenrick es quien se ha llevado la peor parte ... pero aún está vivo.
Lo comprendo y lo lamento por la taberna. - Con una mezcla de porte altivo y orgulloso pero con voz sumisa, acepto las culpas. En ningún momento bajo la mirada, como si no me avergonzada de mis decisiones, sin embargo pido disculpas nuevamente. - Fue culpa mía. Lo siento.
Supongo que lo que andaba buscando lo que Illana se llevó como recuerdo. Deberíamos darle un vistazo mas detenidamente si ese Yuan-ti le interesaba tanto.
- Si, en eso pensaba yo... Cuando vi el cofre, enseguida imaginé que esto era importante - dice Illana, mirando a un lado y al otro, a los daños causados por el yuan-ti y a la taberna en llamas.
- ¿Por dónde ha escapado? ¿Por el agua o a través del pueblo? - pregunta, con seriedad en la mirada. No le ha gustado nada saber que la criatura había escapado. Había sido un duro adversario, pero ella lo había matado. Y así debía haber terminado la cosa. Así que, a menos que hubiese escapado por el agua, cogería un caballo y partiría a perseguirlo. De acuerdo que el grupo no estaba en plenas facultades ahora mismo, pero conocían sus trucos. Podían volver a matarlo. Estaba segura. Sus ojos sin pupila de eladrín ardían con determinación.
Tormenta, preocupado aún, no estaba tranquilo y desde luego reconocía para sus adentros que habían hecho un trabajo chapucero.
Sin embargo en su naturaleza no estaba la humildad y reconocer el error era complejo. Ante esto su reacción fue inmediata...
Busquemos a ese maldito hombre-serpiente lo antes posible y terminemos este trabajo de una vez.
Tras decir esto, se puso a buscar el rastro, si es que lo había, mientras esperaba a ver si respondía Robb por donde se fue.
Comentame si tengo que hacer alguna tirada.
Cita:
A saber, no estaba cuando se fue ... y cualquiera que estuviera, yace muerto. - Dice con amargura el semielfo dando un vistazo a las destrozas.
Cita:
No. Vuestro trabajo ya ha terminado. - Se yergue y os mira con determinación. - Volvemos al gremio con el cofre, por ahora es lo mas importante.
Lord Kennegan ya decidirá si se hace algo mas.
Mira a las llamas con mirada perdida.
Por un motivo u otro, ya no pasaran mas cosas en esa taberna.
Dicho esto, el semielfo se dirige a la carreta donde Búho os está esperando, cerca del mercado terminando sus compras, pues en realidad no hace mucho que habéis llegado aquí.
Pues volvamos al gremio.
Entrego gemas(50po) a Fenrick, para que pueda compensar un poco por la taberna.
Al ver la columna de humo y las llamas en la taberna, Malark se lleva las manos a la cabeza. Tampoco esperaba que pudiera ocurrir esto.
Después de la reprimenda de Robb, recoge las joyas que habían encontrado en las catacumbas y las entrega al pobre tabernero:
No creo que sean suficiente, pero espero que le ayuden a seguir adelante. Sentimos lo ocurrido.
Después de esto, sube a la carreta de Búho y se dispone a partir cabizbajo de vuelta a la fortaleza.
Tormenta, se aguanta y se resigna para volver al gremio.