Agarrando los restos del improvisado morral con las pertenencias que te quedan te escurres por un lateral mientras el monstruo está entretenido con el cuchillo. La adrenalina te mantiene en activo pese al dolor de tu costado, que ignoras mientras bajas las escaleras a toda velocidad.
Alcanzas la planta baja mientras el monstruo parece que todavía se debate confundido en la planta superior.
Voy a ser benigno y sólo te quedas sin los elementos que has usado en tu pequeña e intensa batalla ;)
Para entendernos te pongo el mapa de la planta baja, que creo que has recorrido al completo. Estás en 5. ¿Hacia donde? Hay tres puertas: una que va a la habitación del cuadro (2), otra a la sala de té (3), una puerta principal al exterior (cerrada) y otra que va al salón grande (4) que vuelve hacia la cocina.
Medio rodé, medio gateé, medio me dejé caer escaleras abajo, tratando de escapar de la libreria. Los sonidos inarticulados que provenian de detras de mí reverberaban en el fondo de mi cabeza, despertando recuerdos primarios de una epoca oscura en la que la noche albergaba horrores e impulsaba mi cuerpo en una huida desesperada.
No me paré a pensar en que mi cabeza seguía sobre mis hombros y en que, en cualquier momento, eso podía cambiar. Como pude llegué final de la escalera y giré de vuelta al pasillo que llevaba hasta el comedor. Pero, en lugar de precipitarme hacia esa habitación, me pegué al lateral de la escalera y me preparé para meter la mano entre la barandilla y tratar de hacer tropezar al monstruo.
Necesitaba ese cuchillo e iba a recuperarlo a cualquier precio.
Pues eso, una estupidez clásica :) Meter la mano (o el mango del martillo) y hacerle tropezar. Si sale bien, Michelle se tirará encima de esa cosa. Si sale mal, retrocedera hasta el comedor.
Michelle se jugaba todo a la carta de recuperar el cuchillo. Escuchó los pasos de la criatura descendiendo por las escaleras y esperó conteniendo la respiración. Era crucial hacerlo en el momento justo. No perder la calma, mantener la sangre fría.
Pero los nervios le jugaron una mala pasada. Sacó el mango demasiado pronto, lo suficiente como para que el monstruo soltara un bufido y se detuviese unos instantes antes de tropezar. La criatura lanzó un bramido mientras Michelle retrocedía rápidamente hacia el salón tras escuchar como el monstruo se plantaba de un salto en el hall de entrada de la casa.
Motivo: Frialdad
Tirada: 1d10
Dificultad: 5+
Resultado: 4 (Fracaso)
Estás en el comedor (4).
Te redescribo la sala para que tengas en cuenta tus opciones:
Al igual que el resto de la casa el enorme salón que ahora ves está decorado con el estilo de una casa victoriana antigua. Una gran mesa de madera negra preside la zona central, alrededor de la cual hay una docena de sillas de aspecto pesado y señorial. Hay tres grandes ventanales, uno en cada pared, desde los cuales se puede contemplar el pantano que rodea la casa. Sientes un pequeño brote de angustia al ver agua por todos lados. Parece que la casa se alza en una isla en medio de una marisma.
Tu atención regresa al interior del salón. Encima de la mesa puedes ver varios frascos decorativos de porcelana, además de candeleros con sus correspondientes velas. Hay también una bandeja de plata con tres sobres en ella, uno de los cuales está abierto con la carta que contiene sobresaliendo.
En las zonas de las paredes en las que no hay ventanas cuelgan cuadros que representan extrañas escenas: piedras alumbradas a la luz de luna, hogueras con aquelarres, desasosegantes paisajes que parecen representar una realidad más allá de nuestro mundo, con ángulos extraños que incluso desde la distancia provocan un cierto malestar en los sentidos.
Hay algunos otros muebles auxiliares apoyados en las paredes: mesitas y un pequeño armario.
La criatura adivinó mi torpe emboscada y la sorteo con facilidad. Salí corriendo en dirección al comedor, dejando tras de mi el pesado martillo. Poco a poco iba perdiendo las escasas herramientas que, llegado el caso, podia usar como arma. Sin embargo, sobre la mesa, aguardaba algo que, si los mitos y leyendas tenian un apice de verdad, podria salvarme la vida.
Plata.
Corrí como loca hacia la mesa, casi a ciegas, guiandome unicamente por la tenue luz que se colaba por los ventanales que daba al pantano. Si Dios quería, aquellos candelabros serian de plata. Si no, por lo menos podrian servirme para golpear el canto de la bandeja para el correo y sacar un rudimentario filo a la superficie de plata.
Observada por las pertubadoras imagenes que colgaban de los silenciosos muros, me apreste a la penultima defensa.
Pues eso, que si los candelabros son de plata, ya tenemos mazas. Si no, pues habrá que intentar cortar con la bandeja. Michelle se coloca para poder retroceder hacia la cocina.
Michele levantó el candelabro que efectivamente era de plata. A sus espaldas escuchó el terrible resoplido de la criatura que ahora ocupaba todo el marco de la puerta. El monstruo la miraba ferozmente mientras se preparaba para atravesar la habitación. La muchacha había rodeado el salón orientándose hacia la cocina, confiando en que la gran mesa del medio la separaría momentáneamente de aquella aberración dispuesta para la embestida. Viendo el tamaño del monstruo y como se movía ágilmente pese a la sangrante herida de su costado el candelabro se le antojaba casi un juguete en sus manos.
- Santa Madre de Dios.
Tragué como pude, luchando contra la sequedad de mi boca. Aquel acto reflejo, simple y corriente, dolia. Aferré el candelabro, una pequeña pieza de plata, dispuesta a defenderme. Notaba una flojedad en las piernas y una imperiosa necesidad de ir al aseo. Blandí el improvisada arma frente a mi. Lo que se cernia sobre mí, me impulsaba a salir corriendo, pero no podía moverme. O no queria hacerlo.
Si se me ocurria darle la espalda un solo segundo me mataría.
Con tanta claridad como veía la herida sangrante allí donde habia conseguido clavarle la temible daga ritual, lo sabia. Asi que, respirando agitadamente y con lagrimas corriendo por mis mejilla, afianzé mis manos en torno al candelabro, lista para darle un golpe mortal.
"Si tan solo consiguiese hacerme con ese maldito cuchillo..."
Pues eso, a esperar a que ataque para darle un mamporro con el candelabro.
La criatura se abalanza sobre ti a una velocidad que nuevamente desmiente su tamaño. La mesa del comedor, enorme, de pesada madera, sale volando de un manotazo como si fuera el atrezzo de cartón de una obra de teatro. Cuando la cosa está cerca de ti te abalanzas sobre ella blandiendo el candelabro de plata.
Logras golpearla pero es un gesto inútil, es como si intentases contener a un elefante. Ni siquiera se ha inmutado por el golpe y te agarra con su enorme mano alzándote por el aire. Sientes que el aire empieza a faltarte pero ni siquiera tienes tiempo a morir por asfixia. Con un movimiento de sus enormes dedos quiebra tu cuello apenas sin esfuerzo. Un sonoro clack anuncia el momento en el que todo se apaga a tu alrededor.
En algún lugar a la orilla del pantano una turba de gente armada con focos alumbra las aguas quietas. Está a punto de amanecer y todos guardan silencio hasta que un joven enorme, con aspecto de leñador, mueve la cabeza en un gesto negativo y se gira para hablar a los demás.
- No lo ha logrado, como era de esperar. A estas horas el Guardián ya habrá dado cuenta de ella.
Un individuo viejo y nervudo, con aspecto de profesor retirado, le contesta mientras el resto de la gente guarda un tenso silencio:
- ¡Pero al menos no fue una de los nuestros!
- Cierto. No fue una de los nuestros. Y no huyó de la isla.- aunque el resto de los lugareños parecen aliviados el muchacho con aspecto de leñador disimula un gesto contrariado - Esta Cosecha será tranquila Bryan. Se ha entregado el tributo.
El llamado Bryan asiente. Se nota que no hay ninguna amistad entre ambos hombres, igual que es palpable que el resto guarda un respetuoso silencio ante ambos, como si estuvieran decidiendo algo importante.
- Aún así deberíamos sopesar la idea de preparar al candidato de la próxima Cosecha. - dice el joven.
- ¿Entregarías a uno de tus hijos Patrick? ¿Tomarías esa decisión ahora? La gente necesita un año de tranquilidad, de normalidad.
- La normalidad dejó de existir en Blenville el mismo día que ahogaron a esa maldita bruja. No. No entregaría a mis hijos pero ¿y si provocamos la llegada de un extranjero al que preparar?
- Eso es... obsceno... En este caso fue un accidente, una casualidad pero...
- ¿Preferirías entregar el año que viene a uno de tus nietos? ¿Sabes lo que nos deben los de fuera? - remarca esta última palabra para darle importancia - ¡Viven en su mundo a salvo del infierno con el que nosotros lidiamos a diario! ¡Nosotros pagamos el tributo año tras año! ¿Y tú me vienes a decir que es obsceno?
El anciano al que llaman Bryan se adelanta unos pasos para encararse al enorme leñador. Aunque físicamente el joven es como un titán al lado del empequeñecido anciano hay algo en la postura de ambos que mantiene una equidistancia de poder.
- Mi opción ha funcionado este año Patrick. Si quieres optar a dirigir el Consejo deberás seguir los cauces adecuados, buscar tus apoyos. Mientras tanto sólo te diré: consideraré tu propuesta. Ahora es tarde. Aunque no fuera nuestra se ha entregado una vida. Si eso no nos afecta entonces no habrá esperanza para nosotros, los Carceleros habrán ganado la partida.
La gente asiente pero se nota claramente que están divididos. Nadie se atreve a mirar a los hombres que han hablado a la cara. Mientras vuelven para sus casas algunos se giran para mirar por última vez la misteriosa casa entre la niebla, en el medio del pantano. Queda otra Cosecha por delante.
Bueno, pues has sido el primero en finalizar la partida ;) Debo decir que has jugado muy bien pero que los últimos movimientos, de enfrentamiento frontal, no eran los más adecuados. Con este bicho se planteaba mejor el sigilo. Hay otro jugador a punto de terminar la partida (tampoco ha completado el misterio, él ha huido de la isla) y un tercer jugador que tiene todos los boletos de completar el ritual. En breve podremos hablar libremente en el off topic.
Mientras tanto cualquier comentario sobre el juego si quieres va por aquí.
Buff... No sabria decirte cuando empezó a torcerse el tema, pero veía claro que no iba a salir de esta :) Ha sido interesante, aunque ya te digo que para este tipo de juegos soy un zote. Me ha gustado mucho participar en esta prueba de campo y ayudarte a pulir detallitos como lo de las tijeras, las estrellas de la caja, etc.
A la espera de que acaben los demás :)
Creo que en el primer encontronazo. La reacción habitual de jugadores de terror es correr y escaparse. La mayoría de los jugadores de Kult, Cthulhu o similares oyen un ruido y ya están corriendo a esconderse o echando a los colegas al monstruo.
Hay otro jugador que optó por huir de la isla y ahora mismo está a punto de sufrir las consecuencias, aunque su movimiento era también del todo lícito. Aunque en el cuadro hay una 'niebla de retorno' (porque es la magia del cuadro) en la isla 'real' se podía huir en un bote, aunque había pistas que indicaban que no era una buena idea. El jugador, no obstante, optó por aplicar una decisión 'realista': no tengo por qué creerme las pistas del director. Y debo decir que me gustó su reacción. Si la partida fuera de otro tipo igual el resultado era muy distinto.
En tu caso lo llevaste todo muy bien salvo el enfrentamiento. Creo que sólo tú y otro jugador encontrasteis la caja fuerte (donde había más pistas) y en tu caso por desgracia no caíste en que los números XX-XX-XX podían ser una combinación porque creo que pasó mucho tiempo entre el descubrimiento de la caja y el papel.
Te voy a mantener en activo en la partida hasta que acaben los demás porque me interesará poner en común vuestras historias para que además me vayáis indicando donde creéis que patina más la historia, que incoherencias más gordas habéis encontrado o que cosas no eran exactamente como os las esperabais.
Al paso que vamos yo creo que a dos de los otros jugadores les debe quedar un par de semanas como mucho de juego, y a la que va más rezagada pues no sé... pero ya iríamos charlando en una sala privada del tema.
¡Muchas gracias por participar!
Creo que en el primer encontronazo. La reacción habitual de jugadores de terror es correr y escaparse. La mayoría de los jugadores de Kult, Cthulhu o similares oyen un ruido y ya están corriendo a esconderse o echando a los colegas al monstruo.
Cierto. De hecho, pensé en abrir la puerta de la biblioteca y correr escaleras abajo, para jugar al "Corre corre, que te pillo." No he jugado mucho a Cthulhu, pero si a Kult... Y, no te voy a engañar, llevaba armas :P
En tu caso lo llevaste todo muy bien salvo el enfrentamiento. Creo que sólo tú y otro jugador encontrasteis la caja fuerte (donde había más pistas) y en tu caso por desgracia no caíste en que los números XX-XX-XX podían ser una combinación porque creo que pasó mucho tiempo entre el descubrimiento de la caja y el papel.
Creo recordar que intenté descubrir la clave con las fechas de las cartas o algo asi. Habria tenido que organizarme mejor una sección de notas :)
Te voy a mantener en activo en la partida hasta que acaben los demás porque me interesará poner en común vuestras historias para que además me vayáis indicando donde creéis que patina más la historia, que incoherencias más gordas habéis encontrado o que cosas no eran exactamente como os las esperabais.
Al paso que vamos yo creo que a dos de los otros jugadores les debe quedar un par de semanas como mucho de juego, y a la que va más rezagada pues no sé... pero ya iríamos charlando en una sala privada del tema.
Perfecto, gracias.
¡Muchas gracias por participar!
A tí, por aceptarme y por los retrasos en el ritmo de posteo ;)