Partida Rol por web

Las voluntades de los Dioses

Introducción: La república romana

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14/03/2015, 17:48
Narrador

La familia Cornelia siempre había tratado bien a los esclavos. No había misericordia, no hay que confundir términos, los eslavos estaban ahí por un motivo, y la familia Escipión estaba a favor de la esclavitud. Al fin y al cabo toda familia debía ganarse el honor y el respeto en la república romana, y los esclavos, tenían ese estatus, según la familia, porque aún no se habían ganado ese honor y respeto con las familias romanas. Pese a eso, si los esclavos hacían los deberes que se les habían encomendado, los escipiones les trataban bien. Y Zhann era uno de ellos, lo habían comprado hacía poco a una familia, al enterarse que el hijo de la familia Gallus había aprendido de él. Aunque ya sabían de las negociaciones que era incapaz de hacer las tareas normales de un esclavo debido a su físico, su habilidad para con los idiomas, y la necesidad de conseguir un buen tutor para uno de los hijos de , hicieron que la compra fuese rápida.

Así, Zhann pasó de la familia Gallus, una familia plebeya secundaria de la familia Cornelia, a los Escipiones, una familia importante: con importantes cargos políticos y militares durante toda su historia. Hacía poco que estaba en la familia, un par o tres de semanas y aunque Publio padre estaba en Hispania, la familia Cornelia era mucho más grande. Publio había hecho los trámites y su mujer te había estado enseñando la casa y tus quéhaceres. Básicamente, tendrías que atender a los invitados cuando no estabas enseñando a los hijos de la pareja. También deberías ayudar con la limpieza de la casa, haciendo las tareas menos pesadas a la vez que organizabas y dirigías, en parte, a los demás esclavos. No era un mal plan para un esclavo. Aunque visto desde otro punto de vista, tu posición era la más delicada, pues tratarías directamente con la Gens Cornelia y sus allegados y eso podía implicar repercusiones si no hacías las cosas bien. Con los Gallus hacías tareas muy similares, así que tampoco sería un grave problema.

Todo iba bien, la familia disfrutaba de su día a día, te habías hecho amigo de los otros esclavos, 5 sin contarte a ti, e incluso habías empezado con las enseñanzas básicas a uno de los hijos de Publio. Pero aquél día, tras recibir a un legionario y retirarte mientras el legionario hablaba con Publio, su carácter cambió, lo viste pasar por delante tuyo con el semblante muy serio y, tras conversar pocos minutos con su mujer. Ésta rompió a llorar. Algo se había roto en aquella felicidad. El fatídico día pasó y, por la noche, os enterásteis todos qué había pasado, el padre y tío de Publio habían muerto en Hispania contra los Cartagenos y algunos traidores Íberos.

Aquello iba a traer consequencias, eso estaba claro, pero ni tú llegabas a imaginar lo que supondría. Tras unos días en los que Publio estuvo yendo y viniendo del senado, te llamó para hablar contigo. Cuando llegaste a la estancia, Publio estaba de espaldas, esperándote, mirando hacia el patio. Cuando llegaste, se giró, tenía el semblante serio. No había sonreído desde hace días.

-Zhann, sé que llevas con nosotros poco tiempo. Pero el poco tiempo que has estado, has demostrado ser una persona muy capaz dirigiendo a los demás esclavos. Voy a necesitar a alguien así donde voy. Y tus conocimientos, pueden serme muy útil allá donde voy.- dejó una pausa para que asimilaras lo que te estaba diciendo.- Vendrás conmigo a Iberia, en calidad de mi esclavo personal. -sentenció.- Si tienes alguna duda, puedes preguntarla. Si no, puedes retirarte.

Estaba claro que lo que te había dicho no estaba sujeto a discusión, era una orden en toda regla, y tu eras su esclavo. Pero al menos, te había dado el privilegio de poder preguntar, cosa realmente extraña entre amos y esclavos.

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14/03/2015, 17:49
Narrador

Como siempre, te despiertas temprano. Tienes trabajo que hacer: el ganado no se cuida sólo. Te diriges a la sección del templo donde está todo el ganado y te dedicas a los cuidados de tu ganado. Mientras trabajas, otras dos sacerdotisas están contigo, ayudándoos mutuamente y cuidando del ganado conjuntamente. Sois las 3 sacerdotisas que se dedican a la ganadería en el templo, así que os lleváis bastante bien. Ellas son algo más viejas y experimentadas que tú, así que suelen darte bastantes consejos sobre el tema.
Cuando termináis con vuestras labores de campo, os váis juntas a rezar a Ceres. Mientraas estáis reando, observáis como un cónsul, acompañado de varios legionarios, pasan por medio del templo, nada extraño por otra parte, para ir a hablar con una sacerdotisa. Tras hablar poco, la sacerdotisa se va y vuelve acompañada de la Suma sacerdotisa Claudia, que tras intercambiar unas palabras con el cónsul, ambos, Claudia y el cónsul, se retiran, dejando a los legionarios rezando al principio, y mirando a las bellas sacerdotisas de Ceres no mucho más tarde.

Tras rezar, te retiras, es la hora de comer, y tras comer, te tocará cuidar de nuevo del ganado. No tienes tiempo que perder, y aunque algo curiosa, dejas a los legionarios en el templo mientras te vas a comer.

Por la tarde, mientras estás haciendo tus labores, te llama la Suma Sacerdotisa para hablar contigo. Y tras acudir a ella, se te lanza encima con un sincero abrazo.

-Ohh hija! - exclama mientras te abraza algo sentida - Perdóname por lo que acabo de hacer. - alguna lágrima se le escapa de los ojos - Roma nos necesita, y Ceres también. Estamos perdiendo el pulso en Iberia. Los cartagenos estan venciendo a Roma. Sus Dioses impíos están haciendo retroceder a nuestros Dioses. Las cosechas de nuestras colonias de hechan a perder. El ganado se enferma, y nuestra Diosa Ceres no puede soportar ver como nuestros legionarios romanos fracasan por tener víveres de escasa calidad.- te explica entre sollozos.- Perdóname Eurídice. Perdóname, pero eres la sacerdotisa con mas talento del templo, y sé que la Diosa Ceres te escuchará a ti, incluso en Iberia. Debes ir con el ejército, debes alzar la imágen de Ceres de nuevo y protegerla de los Dioses impíos.

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14/03/2015, 17:49
Narrador

Llevas unos años formándote y practicando para poder infiltrarte en tribus íberas. Has aprendido de esclavos íberos su idioma, sus costumbres y sus formas de actuar, sólo para poder entrar en sus aldeas y poder ganarte su confianza. En una época donde la supremacía romana depende directamente de la conquista de Iberia, tu profesión parece tan prometedora como arriesgada. Tus superiores militares te asignaron bien a la tarea que estás haciendo, y están bastante orgullosos de ti. Hay pocos soldados dispuestos a hacer lo que estás haciendo, y tus conocimientos sobre la cultura íbera parece haber avanzado más rápido de lo normal.

Cuando en el mercado de Roma escuchas cuchicheos sobre que pueden enviar un nuevo regimiento a Iberia, te pones contento. Por fin podrás hacer lo que has esperado hacer tanto tiempo. Si te envían con ese regimiento, podrás convertirte en héroe. Si tienes éxito en tu misión.

Cuando vuelves a los cuarteles, uno de tus compañeros ya te estaba esperando.    te envía con el centurión de la unidad. Cuando llegas a su presencia, éste habla primero sin dejarte hablar.

-Ha sido transferido al ejército personal del hijo del cónsul Publio. Que partirá dentro de poco a Iberia. -dice todo serio.- Puede usted irse preparando para embarcar.- tras esto se le dibuja una sonrisa. - Felicidades, Alckraft.

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15/03/2015, 02:01
Zhann
Sólo para el director

Cuando Publio me mandó llamar no imaginé que fuese para cambiar mi vida tan radicalmente. Siempre pensé que acabaría envejecido y pasando el fin de mis días entre casas nobles, unas más que otras, quizás, pero sin lugar a dudas, rodeado de cierta tranquilidad y confort. Cierto es que vivíamos una guerra, una conquista de tantas conquistas. Pero no llegué a creer que me fuese a afectar más allá de lo general.  Al verle cada día más preocupado y serio tras la muerte de su padre y tío me hacía preguntarme qué iba a pasar con ésta familia. Las guerras destrozan familias, rompen la felicidad, muere gente siempre. Siempre. Y yo veía el mundo de la guerra tan lejano a mí...

Al acatarme que viajaría como su esclavo personal a Iberia, todo se congeló de repente. Como si me lanzaran un cubo de agua helada y despertara en una nueva realidad. Me tensé y no parpadeé escuchando su decisión y mirándole directamente a los ojos. Cuando terminó, miles de preguntas me venían a la mente.

Tras una breve pausa, en la que me di cuenta de que había dejado de respirar, suspiré silenciosamente, y afirmé con un gesto de cabeza. Era evidente que si me había elegido a mí debía ser por mis conocimientos de lengua y/o escritura, por mi poco valor real (mejor arriesgar un esclavo) y por supuesto, sabiendo de mi constitución, no esperaría de mí que hiciese otro tipo de trabajos más duros allá en zona Íbera.  Pero.. ¿Para que me quiere allí?. Calmadamente y sin mostrar temor ni nervios en mis palabras, hablé.

- Espero ser capaz de complacer sus expectativas allí donde vamos, amo Publio. Aunque, si más no, no puedo evitar pensar que alguien con tan poca presencia como la mía no pueda llegar a ser más útil allí de lo que soy aquí. No quisiera que, por culpa de un error mío o incapacidad de algún tipo, pudiese quedar usted afectado negativamente... - Dije con el rostro serio y entrecejo ligeramente fruncido. Ante todo, que vea que no estoy negando su orden, pero necesito más información del destino que me espera...   

 ...Son palabras mayores Iberia, para un esclavo tan pequeño y simple.  ¿Está completamente seguro de que podré servirle con eficiencia allá donde vamos? Distintos somos los esclavos que cuidamos el hogar de los esclavos producidos por zona de guerra...   Si no es impropio preguntar, quisiera ver más claras las funciones que me mandará desempeñar una vez lleguemos a nuestro destino, para estar más preparado.

En lo más profundo de mi interior una pequeña voz empezaba a crecer por sí sola, como mecha sobre tela de seda, una voz que gritaba de pánico y desesperación "....no.........nO........NO....NO!!!...no quiero ir a la guerra!!", ante la duda de qué iba a ser de mi mundo tal y como lo conocía. Pero las guerras pueden destruirlo todo. Y si ya estaba decidida mi marcha, al menos debía hacer lo posible para intentar hacer que fuese lo más segura posible para mí.

Notas de juego

MUOJOJOJJOJOJOJOJO !!! EMPIEZA LA AVENTURAA

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18/03/2015, 11:40
Eurídice
Sólo para el director

Como cada mañana me encontraba haciendo mis tareas diarias de ganadería cuando vi como la suma Sacerdotisa Claudia, una madre para mi, se acercaba con cara de preocupación. Yo en ese momento me temí lo peor... pensé que quizás el ejercito rival de nuestra amada tierra había sido derrotado y estaba acercándose a un ritmo acelerado al templo, que Claudia tendría que irse a otro templo, que el templo se vendría abajo... no sé, un sinfín de desastres.

Después de escuchar lo que era yo la que tenia de dirigirme a Iberia para ayudar a nuestras tropas, en el fondo, me sentí muy relajada.

-No se preocupe madre, yo me haré cargo de la situación lo mejor que pueda! - Digo mientras intento que no se note mi nerviosismo por no dejar en mal lugar a Claudia que ha confiado en mí y sobro todo a mi Diosa Ceres que siempre me ha protegido. - Espero que los dioses estén de mi lado... - Susurro.

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26/03/2015, 16:18
Publio

Publio sonrió ampliamente ante tus palabras y te escuchó atentamente, algo que, aunque fueses esclavo, hacía de forma habitual, pues tu sabiduría nada tenía que ver con tu forma física.

-Son varias, las razones que me hacen elegirte a ti para llevarte conmigo a Iberia. Posees conocimientos y talento, eres joven, y aunque tu forma física no sea la mejor para una guerra, si que es idónea para pasar inadvertido. Que no te tengan miedo. Eso te permitirá ser mis ojos y mis oídos en muchas situaciones. No te equivoques Zhann, no te voy a mandar conmigo a la guerra. Y no te voy a decir que hagas algo que no puedas hacer. Después de todo, valoro mis posesiones como el que más y no estoy dispuesto a perder ninguna de ellas, mucho menos un esclavo único como tú. 

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26/03/2015, 16:25
Narrador

En ese momento, un esclavo irrumpió en la habitación.

-Amo Publio, la sacerdotisa ya ha llegado.

Con un gesto de la mano, Publio dió a entender que hiciese que la sacerdotisa pasase.

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26/03/2015, 16:29
Narrador

-Que Ceres te bendiga Eurídice!- dice la madre dándote un beso en la frente.- El hijo del cónsul me ha pedido que envíe mañana a una sacerdotisa de su parte. Debes reunirte con el por la mañana. Me ha dicho que es importante. Ahora debo irme, mantenme informada.

Sin mucha capacidad de contestación, te quedas con ese recada en la mente. Qué querrá el hijo del cónsul? El día pasa y por la mañana siguiente, cuando despiertas te preparas para ir con él. La madre dijo que era importante, así que decides no ir demasiado tarde. Por lo que pueda pasar.

Cuando llegas a la casa de los Escipiones, te quedas en la puerta y tras unos escasos minutos, alguien te recibe. Es una esclava.

-Bienvenida a la casa de los Escipiones, sacerdotisa. Acompáñeme. Mi amo Publio la está esperando.

Tras guiarte por la inmensa casa, llegas a una habitación y ves a Publio hablando con un esclavo. La esclava se gira y te pide:

-Disculpe un momento sacerdotisa, mientras anuncio su llegada.

La esclava entra en la habitación e interrumpe la conversación para comunicar tu llegada: "Amo Publio, la sacerdotisa ya ha llegado". Tras esto se gira hacia ti esperando a que pases.

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26/03/2015, 23:57
Publio

Cuando la sacerdotisa entra en la escena, el joven Publio sonríe y aprueba con satisfacción.

-Veo que la madre Claudia ha elegido a una de las más prometedoras sacerdotisas de Ceres para que nos acompañe en nuestra gloria. Me alegro de la decisión. La he hecho venir hoy sacerdotisa Eurídice porque los preparativos del viaje avanzan más rápidos de lo que esperábamos y no tenemos mucho tiempo que perder. Espero que la Sacerdotisa Claudia le haya informado de su misión en Iberia. Es muy sencilla, necesitamos mantener unos buenos cultivos y ganado en Iberia para mantener sanos a nuestros soldados. Desgraciadamente, sin sacerdotisas que mantengan fuerte la influencia de nuestra amada Ceres en Iberia, las cosechas se echan a perder y el ganado enferma fácilmente. Es por eso que hoy le he hecho venir para que haga un recado importante. Pongo en su disposición 10 monedas de oro para que gaste en el mercado lo que vea oportuno. Las mercancías que compre, serán tanto para contentar a nuestra Diosa Ceres para que nos bendiga en Iberia y también para reabastecer nuestros suministros. Usted será la máxima responsable de nuestros suministros, quizá, tal vez así, Ceres vuelva a escucharnos en Iberia y nos bendiga con buenas cosechas. Mi esclavo, Zhann, que nos acompañará en el viaje a Iberia, también la acompañará al mercado para ayudarla en lo que sea menester.

Tras el largo recital, se gira hacia Zhann.

-Llévate a cinco o seis esclavos más. Los que decidas, para ayudaros con los reses y el ganado.

Notas de juego

Recordad que ahora no estáis solos, marcad a Eurídice y Zhann los dos para que os podáis leer entre vosotros.

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27/03/2015, 01:05
Zhann

Trago saliva y, tras una reverencia:  - Sí, amo Publio. En seguida. - Tras la explosiva nueva dirección que va a tomar mi vida no puedo parar de pensar. Pero antes, los modales. Me giro hacia la sacerdotisa que parece que nos acompañará hasta Iberia, y hago otra reverencia - Mi nombre es Zhann, gran sacerdotisa Eurídice. No dude en darme cualquier instrucción para cualquier cosa que necesite, tanto aquí, como durante el viaje hacia Iberia.  
*Gracias a los Dioses parece que formaré parte de un grupo al margen de la guerra*   -  Pienso, aún con el pánico dentro de mí. Pero aliviado, al ver más claras las intenciones de Publio que tenía sobre mi papel en todo ésto.  

-Cuando esté preparada, mandaré a los esclavos que necesite para acompañarnos y hacernos cargo de la mercancía.

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01/04/2015, 13:42
Alckraft
Sólo para el director

-Gracias, pero una pregunta ¿a que hora sale la embarcación?-le pregunto a mi compañero.

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08/04/2015, 18:26
Eurídice

Ante los nuevos acontecimientos, me dirijo a Pubilo: - Señor, antes de nada me gustaría saber si, a parte del esclavo, nos acompañaran más personas. Puesto que del numero que seamos dependerán de forma directa mis compras en el mercado. - *Espero que no sean muchas, ya que con 10 monedas no sé si podré alimentar a demasiadas bocas* - Pienso insegura.

Acto seguido me dirijo al esclavo y le digo: - Bien, pues haz venir a tus compañeros para que me ayuden con los bultos, no sé por qué sigues aquí- *Los esclavos de mi templo son mucho más obedientes, espero que a partir de ahora espabile y no tenga que irle detrás, ya tengo suficientes dolores de cabeza*- Pienso mientras espero ansiosa la respuesta del Cónsul. 

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08/04/2015, 19:07
Zhann

Notas de juego

SI SERÁS FURCIA, SO MALCRIADA. Quiero decir.. ¬¬ en breve responderé ^^-   ¬¬..

PSd.: me espero a ver que dice Publio.

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13/04/2015, 18:41
Zhann
Sólo para el director
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04/05/2015, 00:56
Publio

Publio mostró una cara de desconcierto. Como si aquella pregunta lo hubiese dejado descolocado.

-Ohh, claro. Es cierto.- pensó por un momento.- En el viaje enviaremos 4 centurias para regenerar las fuerzas de Hispania. De todos modos, en Hispania ya disponemos de ganado y tierras de cultivo para alimentar a la legión, así que no debe preocuparse sacerdotisa. Creo que debería centrarse en comprar buen ganado para cruzar con los hispanos. Quizá la Diosa Ceres nos brinde de nuevo sus bendiciones si llevamos ganado romano. 

Publio dió unos pasos hacia atrás, encima de la mesa tenía varias notas, planos y objetos varios. Recogió una pequeña moneda y se la tendió a la sacerdotisa.

-Si usted quiere  comprar su propio ganado, para que venga con nosotros, es libre de ponerle precio. Ahora, si me permite. Debo hablar con un par de centuriones para que se preparen.

Tras esto, Publio empezó a caminar tras ofrecerle a la sacerdotisa la debida despedida. No sin antes tranquilizar a Zhann.

-Ahora vendrán los esclavos que necesitáis. 

Tras salir Publio por la puerta, dió indicaciones a la esclava que había traído a la sacerdotisa. Tras unos breves instantes cuatro esclavos se presentaron en la sala. Éstos, a diferencia de Zhann, eran fornidos, preparados para hacer tareas físicas.

Notas de juego

1 centuria = 80 hombres + centurión.

4 centurias = 360 hombres y 4 centuriones.

Os dejo por si tenéis intención de interactuar antes de ir al mercado.

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04/05/2015, 15:47
Director

-Tranquilo, aún tienes unos días antes de partir. Sin embargo, si necesitas preparar algo, debes apresurarte.- con estas palabras, se despide tu centurión yéndose por la puerta.

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04/05/2015, 15:56
Zhann

Le agradezco con un leve gesto de cabeza a Publio y empiezo a organizar a nuestros 4 esclavos para seguir las indicaciones de la sacerdotisa Eurídice - *Bien, ahora ya somos suficientes para ayudar a la pedante ésta a hacer sus recados - En cuanto esté lista, partiremos a los mejores comerciantes del mercado. ¿Qué comercios deseará visitar primero, los ganaderos? *espero que la pija ésta sepa de ganado. ¿Y ésa otra quien es? ¿Una especie de esclava lameculos? - Les hago una reverencia a ambas con soberana cordialidad y comienzo a organizar a los 4 esclavos para ir a los mejores comercios del lugar. 
*Madre mía.... Vida nueva en Iberia. Me cago en la Ceres que me mandó a su representante a amargarme mi maravillosa comodidad aquí... ESPERO que sepas lo que te haces - pienso mirando hacia "arriba", como si alguien me estuviera escuchando.

Notas de juego

Esperad que me aclare xD 
Vamos a marchar  360 hombres, 4 centuriones, Publio, Eurídice, una esclava de Eurídice, 4 esclavos nuestros, yo, y un rebaño entero de cerdos o vacas?      xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
Cuantos días aproximadamente representa que estaremos de viaje?

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12/05/2015, 15:55
Eurídice

- Exacto, empezaremos con el ganado que es lo que nos han indicado que debemos comprar - Le respondo al esclavo. Al mismo tiempo le digo a la otra esclava que me ha acompañado hasta Pubilo que se puede retirar y les ordeno a los otros cinco que me acompañen al mercado.

Ya en el mercado, elijo con diligencia el ganado que creo más conveniente y le voy ordenando a los esclavos las cantidades que quiero de cada animal para que los vayan sacando ellos mismos de los recinto donde los tienen metidos. Finalmente, como veo que me han sobrado 10 monedas de plata le doy 1,5 a cada uno de los esclavos fortachones y 4 a Zhann por dirigirlos tan bien, pienso que de esa forma me los ganare de cara al largo viaje que nos espera.

- Buen trabajo, ya podemos volver con Pubilo - Les digo a los cinco con cara alegre. *Espero que lo del soborno surja efecto, no es bueno que la plebe este descontenta, eso siempre trae desgracias*

Juntos regresamos sin más a casa de Pubilo. 

Notas de juego

Ganado escogido: 

- 15 Ovejas baratas = 375 monedas de plata.

- 5 Cerdos baratos = 125 monedas de plata

- 20 Gallinas razonables = 40 monedas de plata.

- 10 Cabras baratas = 250 monedas de plata.

- 2 Vacas baratas = 200 monedas de plata. 

- Sobrante, 10 monedas de plata. 

 

P.D. Por qué dices que la esclava me hace la pelota? Si yo a esa tía no la conozco de nada... es una "compañera" tuya XD

 

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12/05/2015, 16:39
Zhann

Notas de juego

habia leido:
"Tras salir Publio por la puerta, dió indicaciones a la esclava que había traído la sacerdotisa. ".  xD pues nada, como si no hubiera pensado nada en contra de nadie. (excepto en contra tuya muajjajJAJAJAJAJJAOAOJAOJAOJAJOJAOJA)

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12/05/2015, 16:44
Zhann

**Vaya, y ese optimismo tan alegre ? - pienso tras ver la sonrisa de la sacerdotisa tras darnos una "propina" - es que le emociona moverse entre traseros de ganado? ¬¬ Y encima nos da los restos. Míralos, que contentos los otros esclavos. Menos mal que les he alentado a no alardear mucho de ello. Mejor le hago la pelota lo máximo posible, "no es bueno que las sacerdotisas estén descontentas, eso siempre trae desgracias" - Buena elección con el ganado, oh gran sacerdotisa Eurídice. - comento con la más creíble y realista representación de educación y respeto que pueda haberse presenciado jamás- De seguro los dioses estarán contentos, y las centurias que nos acompañen a Iberia también. ¿Hay algo más del mercado que crea conveniente comprar para nuestro viaje?, como esclavo que he sido toda mi vida, desconozco los motivos y rituales religiosos para contentar a nuestra querida Diosa Ceres, rezo por que todo esto nos traiga una buena dicha en nuestro nuevo hogar  :) - sonrío amablemente mientras continuamos hacia casa de Publio. *maldita Iberia y los tropocientos centuriones y vacas que tendrán que viajar a mi alrededor... ARGH espero no caer en desgracia en esta incursión!!! Menos mal que estaré con el amo Publio. Más me vale dar todo lo que sepa de mí mismo para que no me despojen como a otros muchos soldados en estos tiempos...