Partida Rol por web

Veis como uno de los endemoniados arranca corriendo hacia donde está Pamaret escondida.-Sabia que estarías aqui ese olor es inconfundibleee!!- dice gritando poseido por una furia infernal.- te unirás a nosotros pelirroja!!!- Pamaret ve como se dirige hacia ella con sus uñas que parecen ya garras por delante.

Que te lo crees tú sintiendose descubierta Pamaret se levantó de un salto y empezó a hacer un repertorio de gestos mágicos. Sus manos se llenaron otra vez de descargas electricas que despues salieron despedidas hacia el engendro en forma de proyectil

mi primera reacción ante el ataque fue -Pero que demonios haces Rikard-, pero luego de escuchar aquellas débiles palabras, casi como un susurro decidí atacarlo, pero no con intención de matarlo, sino de noquearlo para llevarmelo y preguntarle tal vez a Pamaret que estaba pasando, así que al momento de atacar en de darle con el filo le di con la empuñadura del estoque un buen golpe.

Pamaret lanza un tremendo rayo que lanza hacia atras al demonio, que se queda en el suelo inconsciente.

Kuroe le pega con el pomo a Rikard con tanta fuerza que lo deja inconsciente y con una brecha sangrante en la cabeza.

Los demonios ven las dos escenas y se lanzan contra Kuroe y Pamaret.

Joder dijo viendo como seis demonios se le echaban encima de repente ¿De donde habian salido? Juraría que no estaban allí antes. Entonces se acordó de Jan Rabonelli. Su viejo tutor de defensa mágica en la Universidad. Rabonelli contaba que en una ocasión se tuvo que enfrentar a un montón de goblins caníbales. Eran muchos. Muchisismos. Lo que viene siendo una horda. Rabonelli no se echó atrás ni retrocedió. Confiaba en sus artes mágicas y peleó contra todos aquellos bichos. Mató a bastantes. Sí. Pero no los suficientes. Los goblins consiguieron reducirle y se lo llevaron a su cubil. Permaneció secuestrado dos meses en una cueva. A Rabonelli le hicieron de todo. Se cagaban en su desayuno, se meaban en el mientras dormía, le escupían, también le cortaron cosas. Concretamente la mano derecha y el pene. Metieron el pene en un bote y lo mandaron a la Universidad Mágica con un mensaje escueto "O nos dais 20 mil monedas de oro del güeno o seguiremos cortando" La Universidad pagó y Rabonelli regresó a su hogar. En las clases Rabonelli decía que sí, que la magia es muy poderosa y que se puede hacer muchas cosas pero que, en algunas ocasiones, es mejor salir por patas. Pamaret creyó que aquella era una de esas situaciones...