Partida Rol por web

La voz nueva penetra mi cabeza, comiendo a sudar y en vano trato a resistirme pronto todos mis pensamientos se vuelcan contra Oswin.
Necio, te lo advertí! Ahora te uniras a nosotros o perrceras en este antro.
Me lanzo contra el guerrero buscando turarlo al suelo

No sabía que estaba pasando, juraría que acababa de lanzar una buena patada al pecho del anciano, pero de pronto, no sólo no había ocurrido si no que además el paladín... ¡me atacaba a mi!, ¿qué clase de embrujo era este?.

Esquivé por los pelos su fallido intento de golpearme para rápidamente recomponerme y gritar al zug -¡Deshechízalo, maldito!- para acto seguido lanzarme contra él intentando nuevamente derribarlo

El demonio recibe una terrible patada en pleno pecho lo que hace que quite la atención de Adarian. El demonio se estampa contra la pared y queda en el suelo como muerto. Oswin está desconcertado incluso después de la patada cree que no le ha dado, pero es solo un efecto del hechizo tan poderoso que ha lanzado sobre Adarian.

Finalmente Oswin  conecta un golpe suficientemente fuerte como para detener al Zug por un instante, salgo del transe y su voz deja de atormentarme por lo que aprovecho para lanzarme sobre el  bloque de piedra que obstruye la puerta.

​Vamos Oswin, no tendremos otra oportunidad.

Intento empujar del trono a la espera de que la fuerza del guerrero sea decisivo para quitarla de en medio y abrir la puerta para marcharnos.

-Bienvenido de nuevo- le dije con cierto tono de preocupación a Adarian cuando volvió en si. Respiré profundamente, serenándome, al ver al Zug caer desplomado, aunque algo me decía que no estaría así por mucho tiempo.

En cuanto el paladín se aferró al altar para poder moverlo, lo imité con presteza. No había tiempo que perder. Apoyé el hombro en el obstáculo tras colocar los pies bien afianzados en el empedrado suelo -¡los dos a una!- dije, y empujé con todas mis fuerzas

Oswin es un auténtico titán, y con la ayuda de Adarian consiguen mover la mesa lo suficiente para abrir la puerta que se encuentra cerrada con llave

Jadeé tras el esfuerzo, pero rápidamente giré la llave que había dejado en la cerradura y abrí veloz mirando al paladín -Deprisa, tenemos que encontrar a los demás, juntos podremos derrotar al Zug.

Y comencé a caminar por el pasillo en la dirección contraria en la que nos había traído el bribón del tabernero. Antes o después tendríamos algo mas que unas palabras.

Salgo detras de Oswin de la habitacion, solo par dmorar un poco al Zug tomo lanllave y cierro por fuera la puerta antes de alejarme con el guerrer continuando el pasadizo. No sabiamos a donde nos llevaria pero siempre era mejor que volver a prisión o enfrentarnos a ese demonio.
Me molesta no tener mi espada y escudo conmigo, estoy como desnudo.
Y miebtrqs nos alejamos yo tomandome de las paredes ya que aun estoy algo marrado le digo
Perdón por haber perdido la cabeza allá atras, tendria qe haberte sdo sincero desde un primer momento. Cundo te cure en nuestra habitación, senti que algo de su corrupción pasaba jacia mi. Por eo e fue as facil dominarme. Crei que siendo un paladin de la justicia seria mas resistente a sus artes, pero me equivoque
Pongoncara de afligido, despues de todo habia sido un fiasco de compañero.
Antes de volver a enfrentarnos contra él debo aprender a contrarestar su tentación o acabaremos todos muertos o en manos de ese demonio. Probablemente sea.lo qe ñe hace a todo el pueblo, les dice que hacer y ellos tienen que hacerlo.si poder resistirse.

Escuché atento lo que Adarian me contaba, -me pasa lo mismo, sin mis armas me siento incluso rabioso, son parte de mi- le dije en tono bajo.

-No te preocupes, afortunadamente hemos conseguido huir, pero te agradecería para futuras ocasiones en las que un demonio te intente someter, lo comuniques. El orgullo puede costarte la vida a ti o a tus compañeros cuando te dedicas a lo nuestro.

-Cuando consigamos salir de aquí, ¿dónde sugieres que busquemos algo que nos ayude a derrotar al Zug, algún templo, quizás?- le pregunté intentando recordar si había algún templo religioso en la ciudad.

En ese momento escuchais como se acerca alguien corriendo, se trata de Frido (el cazador de demonios que intentaban contratar el pueblo para atrapar el Zug). Os ve y os alcanza con rapidez.-Os reconozco, decidme que haceis aqui?-os dice escrutando vuestra mirada.

estaba por responder al guerrero cuando aquella figura se lanzo sobre nosotros, tuve que contenerme para no saltar sobre el sin comprender de quien se trataba, pero aun asi entonces tuve mi recelo. Lance una mirada significativa a Oswin antes de responderle al extraño.

- hemos dado por casualidad con esta maraña de tuneles y buscamos como regresar a las afueras del pueblo, alli han quedado nuestros amigos esperandonos.

-Pues si vuestros amigos estan en las calles seguro que estan en peligro pues hay bastante jaleo allí fuera, suerte con vuestra busqueda.
Si quereis salir de aqui coger el camino de la izquierda dos veces, y al final de un pasillo vereis dos puertas coged la de la derecha que os llevara directamente a la alacena de la posada de Fher. Suerte, y recordad coged la puerta de la derecha, no abrais, repito no abrais la puerta de la izquierda. Yo tengo cosas que hacer muy importantes, asi pues... hace un saludo militar dando varias piruetas con la mano y se dispone a seguir por la dirección en la que habeis llegado vosotros.

Entendí la mirada de Adarian. Yo tampoco quería contarle que Fher nos había... traicionado. Pero teniendo en cuenta que teníamos pocos aliados tampoco me parecía justo dejarle marchar sin avisarle de lo que habíamos dejado atrás.

Lancé de vuelta una mirada a Adarian dándole a entender que teníamos que decírselo y me dirigí al hombre -Espera- dije haciendo un gesto con la mano -en la puerta cerrada que hemos dejado atrás hay un hombre endemoniado, lo hemos dejado fuera de combate, pero supongo que solo temporalmente, casi ni lo contamos... Extrema las precauciones- y sin esperar respuesta reanudé la marcha siguiendo sus indicaciones.

-¿Por qué crees que nos habrá dicho que no abriésemos la puerta de la izquierda, que piensas que puede haber allí?- le pregunté al paladín sin aflojar el paso.

Miro como el extraño cazador de demonios desaparece por  el túnel, sin saber con certeza si seguiría los consejos de Oswin o si acaso no era un secuaz del mismísimo Zug.
​Reemprendo la marcha con mi compañero, aunque en realidad no estaba seguro de que fuera el mejor de los destinos volver a esa taberna. Quizas debiéramos arriesgarnos con esa puerta a la izquierda.
​Pues sin armas no me causa buena sensación arriesgarnos. Sin embargo tampoco creo que lo mejor sea aparecernos por la taberna, después de todo no sabemos con quien podemos confiar. Incluso este charlatan podría ser un dominado del Zug y simplemente estar jugando con nosotros para que caigamos en la más profunda desesperación.

​Necesito acudir a mentes con mayor sabiduría y experiencia en tratar con demonios antes de continuar en este pueblo, de lo contrario sucumbiré como un vil. A decir verdad ya sospecho de todos y todo, incluso ni mi propio juicio es de valor en estos momentos...

LLegais al final del pasillo donde hay unas escaleras pegadas a la pared que suben hacia arriba, y al lado, a la izquierda una puerta cerrada.

-No creo que el cazador de demonios tenga motivos para engañarnos- le dije a Adarian cuando llegamos al final del pasillo. Observé con inquietud la puerta de la izquierda, ¿por qué tanta insistencia en que no la abriéramos?.

Miré al paladín con determinación -no es el momento para que flaquees, compañero. No sucumbirás otra vez, concéntrate en lo que sabes y seguro que nos irá bien- le dije tratando de que recuperase, al menos, una parte de la confianza en sí mismo que parecía haber perdido al enfrentarnos al anciano endemoniado.

-Tampoco a mi me gusta andar desarmado pero tenemos que adaptarnos si queremos salir con vida de esta. ¿Qué dices, subimos hacia la taberna o prefieres que nos arriesguemos a inspeccionar la puerta que el cazador nos dijo claramente que no abriéramos?-  Mi preferencia era clara, no tenía ningunas ganas de encontrarme con sorpresas desagradables... pero quizás encontrásemos alguna pista.

-Personalmente, Adarian, creo que nuestra prioridad debería ser recomponer el grupo, juntos somos mas fuertes, y después buscar una forma adecuada para enfrentarnos al Zug, hasta es posible que un interrogatorio a Fher nos ponga en la dirección adecuada. 

Una parte de mi queria descubrir que tenia detras de todo esto ese cazador de Zug, por otro lado tras la experiencia me sentia incapaz de enfrentarme a alguna amenaza, asi que algo abatido animicamente le respondo a Oswin.
tienes razon debemos reunir a los otros y decirles lo que pasa. Espero no los hayan capturado.
De todas formas recordemos que apenas si podemos confiar el uno en el otro, ese demonio tiene formas de torcer las mentes a su placer.
Le digo y me dispongo a subir por la escalera que va hacia la taberna.
debemos irnos con cuidado con Fher, hasta bo esar seguros que es un esbirro del Zug, despues de todo el es quien nos metio en esto. No divulguemos nada de nuestro encuentro, en tal caso solo decidimos salir en busca de nuestros compañeros