La Tienda de Animales Mágicos es una tienda situada en el Callejón Diagón. Es muy pequeña y ruidosa con cada centímetro de pared cubierta por jaulas. En ella se vende todo tipo de animales, caracoles venenosos naranjas, una tortuga gigante con joyas incrustadas, ratas elegantes negras que son muy inteligentes, búhos, cuervos, gatos de todos los colores, Puffskeins, un conejo que se transforma y mucho más.
Hoy por hoy, la tienda está regentada por el señor Rommel, un anciano de cara amable pero aspecto que deja bastante que desear, sus ropas y su cabello son desaliñados y decorados por lo que parece estiércol de diversos animales.
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- Buenos días jovencitos y bienvenidos ¿en qué puedo ayudaros? - pregunto a los dos jóvenes y a sus padres con una sonrisa, mientras acaricio a la cobaya que tengo entre las manos.
La tienda de animalitos me gustaban, habían un sinfín de bichitos distintos y coloridos que me parecían mucho mas encantadores que la lechuza de mi hermano – Buenos días señor, quería un animalito pequeño, bonito, blandito y achuchable – le digo sonriendo y apretando contra mi pecho al animalito imaginario mientras sonrío ilusionada.
Le sonrío a la niña con ternura - tengo la mascota perfecta para usted joven señorita - le digo y me giro para sacar de una cesta una bolita rosa - esto es un Puffskein, le gusta que le mimen, jueguen con él y practicamente se cuidan solo,comen cualquier cosa pero hay que tener cuidado solo con una cosa y es que les gusta meter la lengua en la nariz de la gente, pero por lo demás es la mascota perfecta - le comento.
Anda, igualito que tú hermanita. - Digo bromeando mientras le agito un poco el pelo. - Seguro que te encanta y os hacéis muy buenos amigos. Es super mono.
Me acerco al pequeño ser y le acaricio suavemente con un dedo haciéndole cosquillas. - Vas a llevarte este. ¿Verdad, verdad, verdad?
El señor de la tienda me enseña la cosita más adorable que he visto en mi vida – ES PERFECTO!!!- Grito de emoción al verlo , entonces mi hermanito me dice que es perfecto para mi y me pregunta si me lo llevaré – claro que siiiiiiiiii, me lo llevo , mio mio mio mio – digo dando salititos, le cojo entre mis manitas y lo abrazo con suavidad cuando mi hermano deja de acariciarlo – Se llamará Miss Cotton – anuncio y froto mi naricita contra su cuerpo peludito.