Partida Rol por web

Lupe conducía tras el V88 que le había alcanzado y pasado, ahora la tormenta se alzaba monumental impredecible monstruosa y los tenia a su merced, a su capricho, pronto el granizo estrello el parabrisas del outsider y Lupe se encontro a siegas, no tenia la potencia del V88 de Kroon y se había quedado sin cargas de nitro.

El V88 se perdió de vista 

El explorador jamas se habia sentido tan pequeño, tan insignificante. Saco un paquete, una bolsa de un polvo blanco que llevaba escondida en el sombrero, su final era inminente y no quería irse sobrio, primero dio un gran trago a su pacha y lo paso a los otros que no lucían mas calmados que él.

-ya nos llevo la chingada- les dijo pasando la botella. Abrió la bolsita con los dientes y luego inhalo su contenido, sus dientes se apretaron, también sus manos cogieron el volante con fuerza, todos sus músculos se pusieron en tensión y un hilo de sangre salio de su nariz. 

- Sujetense, los llevare a dar un paseo por el infierno- dijo mirando a los otros dos mientras el outsider desaparecia en la tormenta... 

Todos en el automóvil de Kroon estaban atentos a los que sucedía en la retaguardia. Esperaban que en cualquier momento el Outsider de Lupe saliera de la tormenta.

Entonces un vehículo en la distancia difícil de identificar atravesaba el gigantesco tornado y los relámpagos pero en el ultimo segundo una ráfaga de viento lo levanta en el aire para luego ser engullido por el monstruo huracanado.

Todos pueden seguir con la mirada el ascenso vertiginoso del coche succionado por el tornado al observar sus faroles todavía encendidos. Casi a doscientos metros de altura un rayo impacta el vehículo y la explosión es evidente.

Restos del coche son desperdigados por la zona junto a la lluvia de fuego.

Luego del espectáculo un automóvil alcanza por el lateral izquierdo el interceptor V88 de Kroon. Es el Outsider de Lupe.

Los minutos pasan y no hay señales de sus perseguidores junto al caer del sol. En la distancia el guerrero del camino se mantiene en la delantera del reducido grupo por el camino desértico de las tierras baldías que de a poco van cambiando de apariencia. El desierto ahora se encuentra salpicado de colinas, hondonadas, grietas y peñascos rocosos hasta que llegan a una zona en desnivel donde años atrás se encontraba el océano.

el camino a seguir es por allí, entre los esqueletos de antiguos barcos mercantes y petroleros cuyos restos salpican el cielo rojizo del anochecer.

Pero la travesía no acaba allí. Todavía falta un poco mas de marcha y la carretera continua reclamando sangre... sangre para pagar la entrada al Eden.