Partida Rol por web

Sonrío de medio lado después de que me bese Speedy. Pero luego escucho a Drex y pongo los ojos en blanco mientras resoplo. Por el amor de... joder que tropa. Este parece medio zumbado y tanto amor a la moto pero no sabe ni arreglarla, será posible...

Me acerco rápidamente, pues estamos perdiendo demasiado tiempo, tiempo que no tenemos y me agacho a ver que le pasa a este cacharro...

Escucho a Lupe y lo saludo desde la ventanilla de atrás del auto de Speedy.

Muy interesado y casi sin creerlo veo como el Sanador no sólo repara humanos sino que también cura a los autos... -¡¡¡Bien hecho gran Genmu, ahh y recuerda que con bicho a tu lado no te apures por comida!!!, grito desde dentro del carro y me relajo al observar como la mascota de Speedy sale en busca del extraviado,

-¿crees que la señorita Frank siga con vida?- pregunto a Speedy (cuando vuelve a subir al auto) mientras desenfundo el sable y compruebo su filo cortando un mechón de mi cabello y la blando al mismo tiempo que digo -Tu retaguardia está a salvo de robapieles ...ehhm... me refiero a la retaguardia de tu auto Speedy...-

-Ya idiota, IDIOTAAAAAAAAA!!! ¿Que mierda estas esperando? ¿Acaso esperas que te de un besito y te diga que eres un niño bueno? INEPTO! Tendrás que besar mi negro trasero si no te mueves ahora! ¿Que mierda estas esperando? CORRE!!!!- El sargento descarga toda su autoridad con un terrible puntapié entre mis costillas, lo que me obliga a levantarme -Ya levanta tus tristes nalgas del suelo y muevete! muevete! ya! ya! Basofia invertebrada mueve tus putas patas y corre hacia el vehículo!-

Creo que jamás había visto al Sargento de tan buen humor, creo que realmente le caigo bien -YA CORREEEE IDIOTAAAA!!!-

 De pronto logro abrir mis ojos, ok si... se que ya los tenía abiertos, pero esta vez los abro de ver... ya no se para que me molesto en explicar, ¿Sabes que? Puedes entender lo que se te de la regalada gana. Y otra cosa, te puedes ir al carajo imbecil! Ahora... 

En fin, vuelvo a tomar conciencia de la situación y logro escuchar los gritos de Lupe Culebra, el tipo del sobrero simpático. Creo que lo había escuchado anteriormente como un eco en mi cabeza, pero en fin que mas da, parece el único preocupado por salvarme el trasero.

Tomo una pata desgarrada del lobo mutante y corro con todas mis fuerzas hacia el vehículo -Bien Lupe, solo me caes bien porque me gusta la máscara esa que llevas puesta... si, la que cubre casi todo tu rostro y no me deja ver en lo que realmente estas pensando- Lo miro de reojo con algo de recelo y entonces sonrío -Ya arranca esta cosa y salgamos de aquí. El resto que se pudra en el infierno, son bajas aceptables-

-Tal vez algún día abonen la tierra y salga algo bueno de ella para variar, no como estas cosas inmundas...- Añade mientras analiza la pata cercenada del animal.

Ya con la mirada perpetua en el asfalto observo de reojo la pequeña escena de drama no solo de Drex sino también de sparks, es mas ante su notable falta de cordura cabeceo negando la posibilidad de mejorar a esos dos.
Era muy consciente de que la vida en el asfalto era muy dura y triste, muchas veces se te pasa por la cabeza los motivos por los cuales uno lucha soberanamente por su vida y ahi es cuando un click mental te inunda de silencio.La crueldad de adueña de tu persona y descubres que no hay motivos ni respuestas, solo instinto de supervivencia tan letal como un animal herido.
Durante esos breves minutos de mi viaje al pasado, recordé a Ryan y su fragilidad interior, también me esforcé por mantener presente a la mujer que una vez fui aunque ya poco queda de ella y aferrarse desesperadamente a un recuerdo te lleva a la locura, algo muy similar de lo que Sparks o Drex padecen.
Inamovible, tensa y preocupada espero que Genmu regrese de su ardua tarea para que descanse, lo necesitamos bien porque sin él estamos perdidos.
Por suerte la bondad de bicho me genera algo parecido a sentirme bien, sonrió levemente ante sus palabras y respondo. -De Frank nada se, ya sabes en la carretera podemos perder todo incluso nuestra propia vida. Dejemos que el valhalla lo reciba con honores y sigamos persistiendo. - no deseaba sembrar en el la esperanza en un lugar que fue extinguida.
Lo bueno de todo es que a pesar de lo dramático que puede ser vivir escapando de quien desea matarte, existen personas muy nobles que se ofrecen incondicionalmente sin pedir nada a cambio. -Esta bien bicho, cuida mi retaguardia y la del auto. Jajaja. - le digo reflejando una sonrisa reluciente, era raro en mi porque siempre portaba mi semblante serio pero valía la pena al menos una vez dejarme llevar por la comicidad de la situación y reír un rato así no me tensionaba esperando al Doctor.

Kroon arrancó su interceptor. El motor se quejó un poco pero enseguida comenzó a bramar. Le encantaba aquel sonido.

No esperó a que sus perseguidores se acercasen, pisó a fondo y se alejó hasta ponerse a la par de su líder vigilando siempre si sus compañeros de convoy le seguían. Entonces escuchó el llanto de Drex y se fijó en la moto de Clara. Masculló una maldición y giró en redondo. Las ruedas patinaron en la arena levantando polvo y el interceptor enfiló el camino hacia la moto a toda velocidad. Iba directo a la boca del lobo. Peor para el lobo. 

Hay más gente en peligro, pero todo no puede ser y no hay tiempo para pensar. 

Quitó el seguro de las ametralladoras gemelas y siguió acercándose. 

Frank alcanzo a volver justo cuando todos se disponían a marcharse.

Rengueaba un poco, tenía la ropa sucia, y por supuesto iba decorado con unos brillantes lamparones de sangre casi seca pero estaba vivo.

O casi.

Cuando estuvo frente a todos la diva del desierto les miro de hito en hito, como evaluando el estado general de la tribu andante y dejando caer a sus pies la cabeza de uno de los bichos horrendos que les habían atacado, dijo así como quien no quiere la cosa.

El hijo de puta me rompió las últimas medias.

¿Partimos o qué?

Frank salto por la ventana y solo los hados divinos del amor radiactivo del cielo purpura le evitaron quedar ensartado como un brochette de lagarto a las brasas.

Al caer rodo sobre sí mismo con el aire de los pulmones saliendo con fuerzas por entre los labios y sangrando por las astillas de vidrio que se le habían clavado por todo el cuerpo.

Ni siquiera tuvo tiempo a pensar con claridad que cojones iba a hacer, y no era para menos, ¡le seguía una puta jauría de bestias mutadas!.

Frente a él, el infinito desierto se mostraba desolador y cruel, ajeno a sus sufrimientos.

Hijo de puta, mascullo a nadie en especial la Diva Atómica y se lanzó a correr.

A sus espaldas pronto el aullido de las bestias se hizo presente y supo que no pasaría mucho tiempo hasta que las bestias le dieran alcance. ¿Dolería mucho morir entre aquellos dientes?, seguro que sí, seguro que le desgarrarían sus lindas piernas y su espalda, quizás hasta le mordieran el rostro en el proceso ¡por los dioses! Qué horror.

Frank se lanzó entonces sobre las arenas hundiendo la cara entre las dunas y con el culo como veleta apuntando hacia los cielos, si tenía que morir, iba a morir por el culo primero se dijo con convicción.

Y entonces llego la primera explosión.

Y luego la otra, ¿y la otra?.

Bah, que importancia tenia cuantas, para cuando tuvo el valor de sacar la cabeza de entre la arena, su rostro se llenó de sorpresa al comprobar que las bestias habían volado por los aires.

¿Pero qué cojones?, se dijo antes de que su cerebro hiciese un click hasta los días previos a la debacle mundial.

Ahhh, minas terrestres, asevero antes de mearse encima.

Tardo en reunir el valor de volver sobre sus propios pasos, poquito a poco, evitando cualquier desliz.

En su vuelta vio la cabeza perfectamente cortada de una de las criaturas y tomándola con cuidado se dijo que su regreso de una muerte segura ameritaba una buena historia.

Ósea.

Algo exagerado que ensalzara sus proezas hasta el borde mismo del absurdo pero con las pruebas suficientes para refutar las eventuales dudas.

Llego justo cuando los motores se ponían en marcha, "por lo justo otra vez”, pensó antes de salir a la luz lista, para su acto de renacimiento.

No podemos dejar al doctor tiene que terminar de curarme - le dice a Sparks - esos perros casi me sacan las tripas

Lupe acelera el motor para presionar, no le haría gracia que a el le dejaran atrás, aunque sabe que el es indispensable, no así el doctor, sin él no habrían durado mucho en el camino, nada como alguien que sabe como extraer una bala sin que te quite el brazo completo.

¡Vamos doc tenemos que salir de aquí! - le dice desde la ventanilla acercando el auto a donde estaba arreglando la moto

Narración de Frank 

Frank alcanzo a volver justo cuando todos se disponían a marcharse.

Rengueaba un poco, tenía la ropa sucia, y por supuesto iba decorado con unos brillantes lamparones de sangre casi seca pero estaba vivo.

O casi.

Cuando estuvo frente a todos la diva del desierto les miro de hito en hito, como evaluando el estado general de la tribu andante y dejando caer a sus pies la cabeza de uno de los bichos horrendos que les habían atacado, dijo así como quien no quiere la cosa.

El hijo de puta me rompió las últimas medias.

¿Partimos o qué?

Fragmento de Speedy 

 Ante las palabras de Genmu llamo a mi águila. -Njoror ve por Frank. No te pierdas pequeño. - le ordeno mientras observo como despliega sus alas y se retira del auto.

El águila regresa habiendo cumplido exitosamente su misión para posarse en la parte trasera del asiento detrás de Speedy. Desde allí puede volar saliendo por el hueco del parabrisas trasero. 

El grupo sin más demoras decide comenzar la retirada encabezados por el Guerrero de la carretera guiando la caravana.

Frank era el último en unirse pero se quedaba atrás, y por lo tanto ante la desesperación decide actuar sin pensar para salvar su pellejo. En un abrir y cerrar de ojos salta dentro de un coche y mete medio cuerpo por la ventanilla de los asientos traseros del coche.  Para su sorpresa una pantera negra lo recibe frente a frente con sus terribles colmillos y gruñido característico.