Aunque durante el trayecto no me mantengo especialmente alerta, si que me entretengo en estudiar el terreno y sus posibles peligros.
Si hay algo que pueda hacer con mi carrera o Supervivencia…
El bosque esta vivo, escuchas el fluir del agua de algún arrollo cercano, a los kogane (vienen a ser lagartos del tamaño de gato, hasta los que tiran de vuestros carros)pastando y carroñando.
A lo lejos observas, una columna de humo de chimenea. Por el color podría se asado...tus tripas empiezan a crujir por la posible comida.
Ya tan puestas, si te falta algo mas no dudes en decirmelo.
El pollo observa la lejania y tambien a sus compañeros hasta que descubre que solo el percibe aquel pequeño detalle chicos... allí a lo lejos hay una columna de humo, por el color diría que es carne y no hierba lo que arde, hechemos un vistazo... dividamonos... que unos se queden y el resto me acompañen.
Creo que es más sensato hacer lo contrario -digo con cautela, mirando al sr. Ichan y luego a los conductores de carros-. Uno de nosotros debería ir todo lo a prisa que pueda, y el resto quedarse aquí cumpliendo con nuestro deber de proteger la caravana.
Tras escuchar a Yué MíngLí eché a correr hacia la zona del fuego automáticamente.
Mitsuji se detiene al oir a Akatori y en silencio mira a los demás, sentado en el suelo.
Pues, parece que Rauguen ha tomado la iniciativa. Volverá, lo puedo asegurar, inlcuso si hay alguien que lo intente detener...
Como siempre, su voz es tranquila. Deja a Sachimai sobre sus piernas mientras mira en dirección al humo hasta perder de vista a Rauguen.
Te alejas a gran velocidad, tras girar una para de arboledas, ves una cabaña. De su chimenea sale humo. Parece en total calma y armonía con el claro. En el porche pocas cosas, un caldero en una fogata, unas piezas de labranza y alguna piel curtida o curtiéndose.
Sujete la katana y me acerque hacia la casa.
Preocupada por la rápida intervención de Rauguen, compruebo que los grandes tokages que tiran del carro se encuentren tranquilos, y subo a la parte superior del carro, pisando con firmeza la cubierta de madera.
Primero, sigo el recorrido con la vista del tramo que el vagabundo está siguiendo, para luego deslizar mi perspectiva hasta la cortina de humo, buscando posibles peligros para él y los que aquí nos hemos quedado.
Tirada: 1d4
Motivo: MIrar
Resultado: 3
Llegas a la casa. La puerta esta entre abierta.
Desde lo alto, solo ves una chimenea de una choza relativamente cerca. Y a lo lejos, una posada con 2 plantas cerca del camino.
Saque la katana y entré lentamente.
¿Hay aldeanos tratando de sofocar el incendio?
En el interior una anciana cabra meciéndose mientras zurce un kimono.
-Dime jovenzuelo, ¿Que quieres de la vieja Chiwa?
No hay ningún fuego, solo el humo de chimeneas.
Miré a la anciana y guardé la katana
-Nada, solo había visto el humo y pensé que podía pasar algo,¿Sabe como está el camino más adelante?-.
-Tranquilo, silencioso y para muchos mortal. Hace tiempo que no se de la gente del norte. Pero no quiero molestarle joven, solo le pediré que me salude al regreso. Al menos así sabre como andan esos caminos.
La anciana sigue meciéndose y cosiendo.
Retrocedí y volví con los demás
-Al parecer el camino más adelante será peligroso, hay una casa cerca de una anciana mujer-.