Partida Rol por web

Astri va dibujando con el dedo en el aire como unas palabras. Eran las órdenes que le indicaba a su nueva marioneta. Esperaba, que como muerto, los orcos lo dejasen atrás, y precisamente desde esa posición, situarse, dando la "antigua montura" un paseo, y poder atizarle una coz... que desmontase al monstruo atacante... y así, ir participando en esta contienda inesperada.

En medio del revuelo nadie alcanzaba a ver lo que hacian los demas. Unos cuantos salieron de las tiendas...
Thorak se dirige a los caballos y de dos hachazos derriba y decapita a uno de los huargos, el que se cebaba con las monturas.

Thriner lanza un hechizo que lo convierte en una sombra brumosa, como un espectro estroboscopico mientras se desplaza por el campamento. Los clerigos tambien salen de las tiendas y se disponen a conjurar... Astrid levanta una de las monturas muertas que pisotea el cadaver del huargo derribado por el enano.

Antax no acierta a conjurar (hay que tirar los dados).

REAGRUPAOS!!! Grita el capitan mercenario al tiempo que asesta una estocada en el pecho de uno de los lobos. Este se retira hacia la oscuridad gañendo y los seis o siete de sus hombres que quedan enfrentan al ultimo huargo que avanza desafiante enseñando los dientes a los aceros.

RETROCEDED HACIA LOS CABALLOS!!!! Acierta a decir cuando una flecha de plumas negras le atraviesa el cuello de lado a lado y le hace caer de rodillas. En ese momento el huargo salta sobre el y sus hombres caen bajo el empuje de la bestia. Unos ruedan, otros se levantan, otros corren a los caballos....

ORCOS!!!

Grita el elfo poniendose en pie tras el ataque del huargo y lanza una flecha a la oscuridad seguida por un grito de agonia...
A continuacion ensarta uno, dos, tres proyectiles sobre el costado del huargo que desmembra a Sadric. El lobo gira hacia el con un brazo arrancado entre sus fauces...

A LOS CABALLOS!!!
Grita Norn mientras se sube a uno de ellos.

El comerciante de vino arrastra un gran cajon y lo monta sobre un caballo tambien... Uno de los mercenarios lo aparta de un empujon y le hace caer. El licor se derrama cuando el cajon cae al suelo y se rompen los vidrios.

¡Por mis barbas! Aquellos mercenarios eran un atajo de principiantes que no merecían más que un escupitajo como paga, mucho menos unas buenas monedas; ver como uno de ellos, presa del pánico sin duda, derriba a Norn hace que la poca paciencia que me queda se disipe por completo.

Con pasos pesados y firmes me dirijo hacia Norn, lo cojo de la parte trasera de la camisola y, con un fuerte tirón, lo pongo en pie como quien alza a un niño* antes de mirar alrededor. Es evidente que la emboscada se está cerrando sobre nosotros y no queda mucho antes de que se cierre como las fauces de uno de aquellos huargos

-¿Qué necesitas que nos llevemos de forma indispensable?- le digo a Norn de forma brusca y escueta, como quien hace restallar un látigo - Habla rápido y claro, orejas picudas- añado mirando ya alrededor, con el hacha presta

Tras la respuesta del elfo me encamino justo hacia lo que necesita salvar al grito de ¡-Olvidaos de lo demás y formad junto a mí! Solos somos blanco fácil; unidos formaremos un bloque y saldremos de esta- añadí sin dejar de avanzar, formando lo que esperaba fuera la punta de una cuña que embistiera cual ariete para poder romper el cerco, cada vez más estrecho, y poder salir de aquella encerrona

Si salíamos de este embrollo tendría unas serias palabras con quien fuera que hacía la guardia o de vigía... **

La mediana... Donde esta???
Lo llevo todo, coged un caballo cada uno.

Asiento con un cabeceo seco que se detiene cuando menciona desconocer el paradero de Lilium. Aquella pequeña me había demostrado ser una valiosa compañera ¿y algo más? No podía dejar que se perdiera entre el fragor del combate

-Yo me encargo, largaos... ¡LILIUM!¡LILIUUUUUM!- vociferé buscándola dando vueltas sobre mí, mirando con ahínco en todas direcciones - Como alguno de vosotros, perros deformes, se haya atrevido a ponerle una pata encima... ¡erradicaré a toda vuestra raza de la faz de la tierra media!- aúllo amenazando a los huargos cercanos, notando un punto de desesperación al pensar en perder a mi compañera ... ¿tanto me había acostumbrado a ella y sus peculiares formas que no podía pensar en perderla? -¡¡LILIUM!!

Astrid estaba un tanto concentrada, pero aún así, intentó ponerse tras el enano. 

Estaba concentrada porque intentaba manejar al caballo decapitado como podía. Eso de manejar 4 patas era una dificultad añadida, ya que estaba costumbrada a andar sólo con dos, y eso de gatear se le hacía raro a su edad. Procuró que el "bicho" tomara velocidad, para envestir al gran huargo por el lado que el elfo lo había "pinchado".

- Mejor dar por donde más duela, y creo que esos flechazos han de doler.

No entendía donde estaba la amable chica que le había hablado en el camino, y tampoco sabía como buscarla ahora. 

- Embiste caballito. Embiste.

La mediana, que sabía de sus limitaciones físicas contra huargos y orcos  se ocupó en mantenerse lo más alejada de aquellas bestias mientras le fuera posible. Cuando todo el campamento andaba patas arriba la muchacha se las ingenio para escabullirse dentro de las tiendas y los morrales de los "líderes" y guías rebuscando los mapas de esta nueva zona.

Desde su antigua incursión en los yermos Lillium se había propuesto aprender a valorar por si misma los terrenos, todo previendo cuando se convirtiera en una buena chatarrera. Los que mapas de las zonas eran  indispensables a su parecer ( y alguna otra cosilla extra también)

Estaba segura que sus compañeros podrían con un par de lobos y orcos, aunque no contó con que esto no fuera una simple escaramuza sino un ataque pleno, y las cosas se estaban poniendo feas.

Los gritos de Thorak le inyectaron adrenalina. Era música que resonaba sobre los ensordecedores clamores de la batalla. Cómo en cámara lenta con el brillo de las llamas a su espaldas el enano se presentaba como una visión heroica de los Valar; blandiendo su hacha y poderoso, como Aulë, el señor de la tierra.

Una piedra dura rebotó contra el enemigo que la separaba del objeto de su ensoñación.

-Aqui.

Se escucho su vocecita aguda mientras la mediana llegaba fresca como una lechuga y sin enemigos a su alrededor.(por el momento)

El caballo muerto dirigido por Astrid carga sobre el huargo que enfrentaba el elfo y ambos ruedan en tumulto.
Eso le da tiempo a todos en el campamento a dirigirse a los caballis y dejarlo casi todo abandonado a sus espaldas. Quedan seis mercenarios vivos y los viajeros. Dirigidos por el elfo parten a la oscuridad por una senda pedregosa dejando atras el campamento en manos de los orcos...

Lilium ha acertado a "recoger" nueve pergaminos con hechizos que guardaba el sacerdote sin ser advertida. Monto a la grupa del enano y partieron todos apresuradamente.

El elfo les condujo pos tortuosas sendas hasta el amanecer, donde se detuvieron a varias leguas y les hablo.

Señores, no voy a mentiros. La situacion es esta. Estamos cerca de las montañas pero no podremos cruzar los pasos sin provisiones ni equipo. La unica opcion es dirigirse al norte hasta el valle escondido para aprovisionarnos.
De todos modos quiero que todos seamos sinceros, alguien de entre vosotros esta atrayendo a los podridos. Nos estan acosando durante todo el camino y es por alguna razon. No llegaremos muy lejos si atraemos a la horda...

El sacerdote es el primero en hablar asistido por sus esclavos...
Es la marcha de los muertos. Necesitamos un sacrificio para aplacar su hambre...

No esperaba tener que discutir de dioses con un sacerdote. Además de que andaba en seria desventaja, sería un problema el malgastar una vida, fuera de persona, por el esfuerzo que esta no podría aportar al encontrar más problemas, como el de una montura, la cual cosa sería una gran desventaja, tanto en el viaje como al tener que huir.

- Pues podemos sacrificar una pira funeraria a la muerte, y que el fuego purificador aplaque el hambre de la muerte. Realmente Astrid quería decir que podíamos sacrificar un Sacerdote, pero... no quería iniciar una pelea con alguien de mucho más rango que ella en un momento así.

Llevamos mucho peso muerto. Cuando lleguen los cazadores orcos todos caeran. Los podridos son el menor de nuestros problemas

Dice el mercenario dirigiendose al elfo.

Yo no debo lealtad a nadie con Sadric muerto. Me largo de aqui...

Dice aproximandose a las provisiones.