Partida Rol por web

No es mucha la información que tengo, solo lo aprendido en este viaje - Adam se aclaró la garganta - Se supone que la maldición del faraón es un castigo que cae sobre cualquier persona que moleste a la momia de un faraón, por lo visto morirá en poco tiempo. Dicen que las tumbas de los faraones tenían maldiciones escritas en ellas o en sus alrededores, advirtiendo para que no entrase nadie en ellas. La más conocida es la maldición de la tumba de Tutankamón. Sea cierto o no, varias personas que tuvieron contacto con la momia han muerto en extrañas circunstancias, aunque curiosamente el propio Carter sigue vivo y nadie murió de manera ni remotamente parecida a nuestro señor Jones.

Lo cierto es que la actitud del capitán preocupaba mucho a Adam. Estaba claro que no lograba el efecto de calmar a los pasajeros,

- Aileen querida mira a tu alrededor, te parece que algo aquí es normal? todos los pasajeros desaparecidos, los hombres del capitán inconscientes y un hombre que en una noche fue momificado. No existe  ningún elemento quimico o medico que logre semejante estado. Podría ser un cadaver falso pero ya comprobé que no lo era. - hice una pausa para toser y mirar mi libro ignorando por completo al capitán rodando los ojos ante su comportamiento- no tuve tiempo de estudiarlo pero claramente fue momificado y no solo eso el proceso parecía haber sido llevado a cabo hace años, no hace un día.

 Negué con la cabeza ya habían empezado a acusarse sin sentido, aunque ninguno de los tres me parecía que fuese una eminencia en temas culturales o intelectuales. Fui a la barra para buscar una botella de whisky, la abrí y bebí sin preocuparme por el vaso, no era una señorita de la alta sociedad y además tenía mucha sed. Sentada en la barra le di otra ojeada al libro. Miraba mis apuntes y los miraba a ellos sin encontrar una pista.

- Lástima que no tengamos un gato, las momias los odian.- me crucé de piernas y tomé otro sorbo- insisto en que no votaré, haganlo ustedes si quieren. Aunque si van a votar al azar debería ser por las personas menos útiles aunque suene cruel. Aunque quien haya tenido contacto con la momia directamente es la opción más viable.

Manou alzo las manos ante la amenaza de aquel capitán, ¿Realmente les mataría a todos de no acusar a alguien? Por lo que estaba viendo en la actitud del resto muchos de esos así lo pensaban. -¿Pero estamos locos?-No quiso preguntarlo por miedo a las posibles represalias en ese momento de tensión. Aun intimidado por ese hombre que deseaba una venganza para el hijo sin padre. Su cabeza sudaba por debajo del viejo sombrero mientras escuchaba unos y otros. Y en algo coincidía con la mujer que no deseaba votar a nadie. Era lógico pero mas lógico era para el la hipótesis del estudioso. Por otra parte el tenia otra pregunta. -Creo que tanto la Señora Elizabeth como el Dr.Edmund pueden tener razón, desde luego lo veo mas lógico que la acusación del Irlandés, aquí presente que se basa simplemente en prejuicios... Pero... yo tengo otra pregunta. ¿Porque nosotros? Por que el capitán esta exento de esta votación? lo siento pero a mi quien mas me preocupa de que pueda ser o hacer algo es usted Capitán Hammer. Nos amenaza y nos obliga a votar, si eso no es motivo de sospecha entonces no me apellido Grafo.-Se lo jugo todo a una carta y trago saliva, sabia que eso pudiera costarle la vida a modo de escarmiento para el resto para que no tuvieran pensamientos independientes.

-Porque de ser yo ya os habría matado a todos con mi arma, o de ser el señor Jones podría haberse ahorrado el explicaros sobre la maldición, nunca habríais sabido nada y hubierais muerto sin problemas.- Miró con mala cara al señor Manou Grafo mientras se empezó a mover por la sala -Si no sale ningún elegido claro le mataré a él, por bocazas- Dijo señalando con el arma al fotógrafo.

Manou seguía con las manos arriba.

-WOOWWOWWW!! Tranquilo chico, vale eres el hombre del revolver, lo has dejado claro, un americano con arma no puede ser malo.-Dijo con sutil ironia.-Entonces déjame pensar un posible culpable.-Hizo una pausa expectante.-Esto... pienso mucho mejor si no se me esta encañonando.

Neil empieza a escuchar las primeras acusaciones, carecen de una justificación que pueda ser válida a ojos de un juez, pero viendo al juez que teníamos, cualquier justificación serviría para ir descartando amenazas una tras otra, tan solo la ley del vox populi.

De momento no tengo una imagen aquí, ni tan solo un nombre con el que poder ser identificado para el resto – Mi nombre es Neil McCauley, nací en Greenwich Village, en Manhattan, Nueva York. Criado en Little Italy por mi madre. He vivido en lo más bajo para llegar a lo más alto. – Hay demasiada tensión en el ambiente, tener su atención demasiado tiempo puede traer problemas, seré breve. – A día de hoy dirijo un casino, conozco a la gente, lo que puede dar y lo que no, cual es su límite y de que pasta están hechos. Bajo presión, cuando tus ahorros están entre un rojo o un negro es cuando conoces a alguien. Mi madre me enseño que cada persona tiene su sitio, yo logré entender que cuando alguien está en el sitio equivocado, destaca. – Se gira hacia Joe “el Flaco” – Espero conoceros mejor a todos.

Me puse de pie dejando la botella en su sitio  para poner suavemente mi mano sobre la del capitán invitandolo a bajar la pistola.

- Este pobre hombre solo ha pecado  de inoportuno porqué no toma una copa y se relaja. Dele tiempo a la gente de pensar, después de todo sus decisiones van a sacrificar la vida de alguien que podría ser inocente.- nada mejor para relajarme que un par de tragos.- Un buen capitan no abusa de su poder. Así solo logrará que se acusen los unos a los otros para no morir y entonces nos descuidaremos del verdadero objetivo.

-Yo por mi parte seguiré fiel a mis palabras y votaré a aquella persona que en mi opinión ha pasado desapercibida, tal vez me equivoque, pero aunque no tengo ninguna prueba objetiva es lo que me dice mi instinto. Lo siento. - digo mientras señalo a un hombre que estaba en segunda fila.

El médico se hubiera reído si no acabaran de acusarle como sospechoso a matar. Pensar siquiera que era capaz (físicamente capaz) de hacer algo como lo que el asesino le había hecho al muerto era absurdo. La medicina moderna no llegaba tan lejos, y sus habilidades físicas menos.

- Dejando apartado el hecho de que veo un poco contradictorio utilizar en el mismo discurso "Cualquier juicio será apresurado" y luego ser apuntado directamente , lo que por cierto, parece haber abierto la veda de las acusaciones, debo decirle que se equivoca señorita... lo siento, pero no me acuerdo de su nombre. Le recuerdo que el juramento hipocrático me impide de usar mis conocimientos médicos para nada que no sea ayudar a la gente. Aparte que ningún médico tiene conocimientos de "drogas y venenos extraños" como usted dice. Somos profesionales sanitarios, no chamanes, y los medicamentos tienen un uso único de salvar a la gente, no convertirla en momias, como bien ha dicho la señorita Fellons.

Tras su discurso, se para un momento a respirar. No debía haber hablado en ningún momento. Pero si fuera a morir un inocente quizás fuera mejor que este fuera un pobre anciano.

- No voy a votarla a usted en este momento porque sonaría a venganza personal, pero que sepa que me parece sospechoso que fuera la primera persona en señalar a alguien, y que lo hiciese contra mi persona de manera tan directa. Mantendré un ojo sobre usted. - dice en tono serio. - Lamentando mucho el daño que pueda causarle, por mantenerme firme en mis principios voto al señor de la trompeta, el único del que no sabemos nada hasta el momento, y que solo ha dichos cosas sin mucho sentido aparente. Si alguien es el asesino de los aquí presentes, debe ser él.

Cuán se acercó a Elizabeth - Con permiso - dijo mientras cogía la botella de whiskey que ella sostenía y se servía una copa - Señorita Fellons, me parece muy honorable su decisión de no sentenciar a nadie - bebió el vaso entero de whiskey de una sentada - Y aun que me gustaría seguir su ejemplo, no puedo permitirme el lujo de morir, no mientras mi hija me necesite. - Cúan comprobó que tenía la carta de su hija en el bolsillo interior de su chaleco y suspiró. Se sirvió otra copa y devolvió la botella a Elizabeth mientras mira directamente a sus ojos - Lo siento, pero usted me parece demasiado inocente. La victima parece que fue asesinada por un psicópata, un psicópata que podría hacerse pasar por la persona mas dulce y noble de la sala. Aunque esto sea solo una teoría, la verdad es que no tenemos tiempo para profundizar mas en el tema. - suspiró - Espero estar equivocado, porque en ese caso gente tan noble como usted podía cambiar el mundo para bien.

Cuán sabía que la posibilidad de que la joven fuese la asesina eran casi nulas, y de verdad el esperaba equivocarse. Aun así necesitaba pensar en lo impensable para solucionar este caso.

- No es un psicopata bueno si pero no es la persona en si, si no el espíritu que la posee.  - me dio pena el pobre viejo al que acusaban pero al menos no era alguien imprescindible por lo que no me molesté en defenderlo que tampoco quería terminar siendo la defensora de los indefensos, solo intentaba ser racional.

Con desagrado vi como el tal Cuan tomaba mi botella " No pudo buscar una propia?" pensé dedicandole una mirada desaprobatoria agarrando la botella esta vez para no soltarla.  Primero bebí un buen trago de la botella y luego lo escupí en la cara del señor cuan cuando escuché que me estaba acusando*.

- Me.. me está votando a mi? flaco favor le hace a su hija votando a alguien sin saber si es culpable, me alegra que ella no esté aquí para presenciar su nefasto ejemplo. Por cierto lamento eso me dejado en Shock- nuevamente mi expresión reprobatoria, los hombres ya no eran lo que antes, acobardandose por una pistola y tomando decisiones irracionales. Aun así le entregué un pañuelo para que se secara- De todas formas está en su derecho no le pediré que cambie de opinión.

Busqué un lugar cómodo donde sentarme a estudiar, no había tiempo para discusiones absurdas menos cuando se acercaba la noche, momento donde el poder de esas cosas sería mucho más grande "será mejor que me prepare".

Veo como todos empiezan a lanzar acusaciones sobre el resto. "¿Pero cómo pueden ser tan inconscientes de jugar con la vida de una persona a la que ni siquiera conocen?" Yo, por mi parte, no pensaba señalar a nadie, pues realmente carezco de motivos para ello.

Observo la escena totalmente horrorizada, y aunque me río un poco cuando la señorita Fellons mancha de alcohol al periodista, una angustia cada vez más fuerte crece en mi interior.

Me acerco a Elizabeth, quien parece estar sumergida en una profunda lectura, pero antes cojo otra botella de whisky, junto con dos vasos.

- Disculpe que la moleste, pero ¿le importaría que me siente a su lado? Usted parece más sensata que muchos de los que ya se han pronunciado.

Le echo un breve vistazo al libro que parece estar leyendo.

- ¿Encuentra ahí alguna solución para nuestra... situación? -digo con media sonrisa, pues aún me parece increíble que estemos viviendo aquello.

- Disculpad... por un instante me vi con el derecho de juzgar de manera aleatoria, pero ha sido esta mujer la que me ha enseñado que aún no hay motivos para ejecutar a nadie. Una cosa es organizarnos y ayudarnos y otra lincharnos, movidos por el miedo

Señor Carroll Shelby, no soy más líder que nadie, siento si mi intento de organizar la ayuda le ha confundido, pero que sepa que el que solo haya hablado cuando algunos propusimos que quien no lo hiciera, sería sospechoso, le hace si cabe, más sospechoso. 

Capitán, siento si le he defraudado con mi decisión. Reitero mi compromiso de ayudar en lo que haga falta. Yo mismo limpiaré la sangre del suelo con mis manos tras la ejecución. Pero mi honor, antes algo velado, me impide ejecutar a nadie sin saber de su culpabilidad

Jason, de pie, se acerca a Vera y a Elisabeth. 

- Gracias, señoritas, temo que mi afán de demostrar mi valía me hizo olvidar que el coraje es otra cosa

Aquel hombre entrado en edad aun estaba nerviosos pero los nombres se iban sucediendo mientras el aun no había elegido el suyo. Y en vista de que el capitán aun no había dejado a un lado sus amenazas su cabeza giraba a una velocidad que ni el mismo sabia contar.

-Bueno pues en vista de que todos tenemos que hacerlo por necesidad y que no hay otro candidato mas claro me decido por unirme a las ultimas dos opiniones y votar en consecuencia... Quiero decir... que yo no se a quien votar, estoy demasiado nervioso así que optare por lo que han echo muchos, abstenerme o en mi caso votar en blanco, que veo que se puede. Espero me perdone Capitán.-Esto ultimo a pesar de sonar a burla lo decía totalmente en serio.

- Me temo que no encuentro nada que ayude a encontrar al o a los culpables.- Sonreí a Vera que con su calmada actitud demostraba nuevamente que por algo las mujeres eramos el sexo fuerte, bueno las mujeres inteligentes no esas niñas que votaron sin pensar. - No es una molestia, no se preocupe. Ahora mismo intento traducir un pasaje que aunque no puede señalar un culpable podría ser de gran ayuda si pretendemos sobrevivir.

Rechacé la copa ya que había aprendido que lo bueno y rico se bebe desde el envase, aunque bueno si me acababa mi botella tendría que beber de la copa para no incomodarla. Le acerqué el libro a Vera para que leyera lo que había traducido, básicamente lo que había explicado y algo más, "Cuando el espíritu de una momia siente que pierde su poder o que su huesped está en peligro, podría controlar a nuevas víctimas de mente debil"

- No he querido decirlo en voz alta no siempre sucede y no quiero preocupar a nadie- murmuré justo cuando Jason se sentaba a nuestro lado.- Sientese, el honor es algo muy importante para todo hombre o mujer que se precie. Mientras los demás proceden a hacer sus acusaciones deberíamos tener un plan de contingencia para protegernos o en el peor de los casos- y el más probable- descubrir al culpable.

- Mirad señores, si esto es realmente cierto, mas nos vale empezar ahora, antes de que alguien mas acabe igual que el cadáver ... - Comentaba mientras miraba el difunto y se acercaba a la barra, una vez apoyado saca un puro de su bolsillo - No me gustaría ser víctima de tal atrocidad... - "Bufff tengo el estomago destrozado" pensaba Carroll mientras se encendía su puro, pero necesitaba un trago del whisky que siempre le había acompañado en tantos malos momentos, - Por favor un Macallans bien frío - Ya con la copa en la mano "seguro tu nunca , nunca me fallarás" a todo esto no olvida las palabras de Jason contra su persona -Primero joven, hablo cuando me da la gana, no va a venir un crío de alta cuna a decirle a un militar lo que puede y cuando puede hacerlo.-

La verdad, viendo el razonamiento de la señorita Mina estoy totalmente de acuerdo - decía mientras se acercaba a ella -Solo había comentado otras maldiciones, en la que seguro que ni el mismo cree, y ya que hablamos de no creer, no creo siquiera que sea negro- dice Carroll mientras miraba con cierta repulsión al trompetista, una vez al lado de Mina le pregunta con un de sus puros en la mano - ¿Le apetece uno señorita? -

JAAJAJAJAJAA ríe el borracho al ver como algunos creen que son mejores que el resto Esa es vuestra decisión, ¿no? dice señalándolos. Su objetivo se mostraban bonachones y sinceros, pero no eran más que unos ¡HIPÓCRITAS! Qué fácil es votar en blanco. Dígame tan bondadoso son ustedes. ¿Por qué no deja que todos les votemos? ¿PORQUÉ no se sacrifican si tan buenos son? ¡Por que si todos votáramos en blanco, aquí nuestro amigo el capitán nos disparará! QUÉ fácil y sencillo es quitarse la responsabilidad cual niño mimado. Mamá elige tu! ¡¡¡IMBÉCILES!! dice irritado "Joe"quien sin duda ha tenido una vida dura, una vida de sacrificio y ¿para qué? ¡Para nada! Su logro estar en un barco de pitados en el que el capitán intenta encontrar al culpable y en el que la gente en vez de ayudar se dedica a quitarse la responsabilidad. Voto en blanco... ¿Y luego cuando muera alguien creerá que usted no es el culpable, verdad?PUES LO SON! dice tras un sorbo largo de su petaca USTEDES! Tan HoNoRAAAaables...podrían pensar quien es el culpable, porque si no lo hacemos alguien inocente morirá. PERO NO! Prefieren quitarse esa responsabilidad y mirar a otro lado. PUES USTEDES SON IGUAL DE ZAFIOS QUE AQUÍ EL CAPITÁN. Al menos el tiene los cojones de empuñar un arma y buscar al asesino cara a cara. Y no ser un BORREGO! dice malhumorado. Sus tambaleos comienzan a aumentar MIRADME. VOTO EN BLANCO! SOY MEJOR PERSONA!! dice con voz de pito y exagerando a una dama de la época. ¡¡¡ME REPUGNAN!!! dice y tras eso vuelva al bar medio cayéndose, tira un par de copas y comienza a beber lo primero que pille. Un ojo se le cae y tras soltar la botella con su consiguiente ruptura, Joe cae al piso con todo su peso. Quedando inconsciente hasta el día siguiente.

- Precisamente en eso estoy pensando en quien podría ser culpable- dije sin mostrar la más minima señal de haberme alterado. No podía enfadarme con una persona pobre y carente de educación- lo que sucede es que hasta que no esté segura no voy a señalar a nadie porque aquello es irresponsable e insensato.  No es un asunto de Bondad es un asunto de raciocinio.

Ni siquiera miraba al hombre que de hecho parecía estar un poco chalado como la mayoría de la gente de su edad y su condición. Aparté mi cabello del rostro con calma pasando la pagina a una que no había traducido pero que parecía ser importante.

-Ahora si usted o cualquiera tiene pruebas estaré encantada de escucharlas mientras tanto prefiero seguir siendo, como usted dice Hipocrita, antes de señalar a alguien. En especial porque como veo el acusado principal hasta ahora es un hombre negro cuyo único error fue hablar de sus creencias paganisticas. No muy diferente a lo que Jones y yo hicimos, ya lo dije antes no tratamos con humanos tratamos con espíritus  y están furiosos.

El pobre hombre se desmayó, normal despues de tal muestra de energía y diarrea verbal.

- Quizás lo mejor es llevar a ese hombre al camarote, ponganlo boca abajo no sería bueno que se ahogue con su propio vomito- suspiré poniendome de pie para ir a por su ojo el cual limpié y volví a poner en su sitio- alguien me ayuda, este hombre apesta.

- ¿Apuntarnos uno a uno a la cara? - Dice encarándose al capitán - ¿Planes de contingencia? - Dice mirando a la señorita Fellons - Ni siquiera hemos memorizado todos nuestros nombres ¿Y ya estáis vendiendo la vida unos de otros? - Dice mirando a Cuán - ¡Míranos!, que la persona más sensata esté siendo un borracho. - Acaba finalmente, dedicando una mirada a Joe.

- Mi respuesta es No. No voy a ser partícipe en que alguien se lleve una bala en el cráneo así por así. Quién sabe cuánto tiempo tenemos, no voy a decidir nada ahora, no sé quién coño sois ni vosotros quién coño soy.

La tensión acumulada me hizo mella finalmente. Presa de un ataque empiezo a andar en círculos diciendo entre dientes: - Locos, malditos locos, locos, locos...

No tenía ninguna duda de que el capitán cumpliría su amenaza.

Unos se habían culpado recíprocamente, guiados por recelos y venganza.

Otros cuantos culpaban al hombre negro con el débil argumento de que se había hecho notar poco. Sea, que se manchen las manos de sangre con esa débil excusa.

Otros habían acudido a esa "prueba" incriminatoria al principio y no habían tenido redaños de mantenerla cuando los afectados intervinieron. Malditos cobardes.

La cabeza me da vueltas. Tengo mis sospechas, pero no me siento capaz de señalar a nadie con una mínima argumentación. Todos somos débiles, está claro.