A menudo se dice que las hadas, los unicornios, los dragones, los vampiros o los licántropos no existen. Que son productos de una imaginación fértil y personificación de los miedos, inquietudes y acontecimientos inexplicables que siempre nos han acompañado desde el albor de la civilización. Obviamente, todo son mentiras, existen, pero no de una manera antigua y anterior a la presencia humana, sino con ella. El primer vampiro surgió del pensamiento colectivo acerca de la existencia de criaturas chupasangre que acechaban en la oscuridad, el primer gigante del intento del humano primitivo para explicar las montañas y así.. toda una cosmología de criaturas y seres mágicos que nos han ido acompañando hasta la actualidad.
La llegada del progreso científico, el descubrimiento técnico y las respuestas que daban explicación a los acontecimientos popularmente atribuidos a seres fantásticos fueron menguando su poder y presencia. Estos seres, los daimon, fueron desapareciendo gradualmente con el paso de los siglos y el crecer del conocimiento humano, relegando su recuerdo a fábulas, cuentos y protagonistas de sagas cinematográficas. Los daimon aun existen, moran por los rincones oscuros, pero también ocultos entre nosotros. Algunos son benévolos, otros perversos y, la mayoría, solo desean seguir viviendo al margen de un mundo que los ha olvidado.
La magia fluye a través del mundo como la sangre por las venas. Pero es un poder invisible al alcance de pocos, pues muchos de su conocimiento se ha perdido a medida que la ciencia y la razón se han impuesto en el mundo de los humanos. La magia procede de los demiurgos, entidades que representan los conceptos universales de las cosas como la muerte, el fuego, la vida o el miedo. Antaño los humanos eran capaces de canalizar estos poderes en forma de conjuros, maldiciones y otras habilidades sobrenaturales, pero en la actualidad hay muy pocos humanos además de que muchos conocimientos se han perdido.
No existen escuelas de magia o disciplinas, cada mago aprende de acuerdo con sus inquietudes e intereses. A menudo se asocian con un patrón poderoso, un daimon con Nombre, un heraldo o un demiurgo, el cual le enseña capacidades y poderes, aunque también puede aprender si accede a grimorios o maestros humanos dispuestos a tomar un aprendiz. Los humanos son los únicos que son capaces de aprender magia sin límite, ya que los daimon, a pesar de también poseer magia, están limitados por su naturaleza y los heraldos solo poseen los poderes asociados al demiurgo al que representan.
Nacidos de las leyendas, mitos, miedos, historias y anhelos del ser humano, los daimon son el nombre colectivo que reciben las criaturas tradicionalmente llamadas fantásticas o sobrenaturales. Muchos de estos seres desaparecieron hace tiempo, otros sobreviven a duras penas y unos pocos gozan de una vida próspera al haber sabido aprovechar la mentalidad humana actual.
Aunque existen muchas clases de daimon, suelen tener presencia, y poder, en el lugar donde la tradición les vio nacer y lo populares que son dentro de la imaginación colectiva humana. Un vampiro, por ejemplo, es un arquetipo de daimon y posee la suficiente presencia como para medrar en la mayoría de los rincones donde habiten humanos. Un domovói, un duende del folklore ruso, apenas será visto fuera de las regiones eslavas donde aún creen en él.
Siguiendo estas reglas, los poderes de los daimon proceden de lo que tradicionalmente se les asocia y nunca pueden superar las propias condiciones de su creación. Un licántropo fácilmente podría destripar a muchos humanos, ser una verdadera amenaza, pero nunca será más que eso.. un licántropo, no evolucionará. Aunque hay daimon que han sido capaces de trascender su propia naturaleza, tener personalidad y aspiraciones propias, esto sucede cuando un daimon es o lo suficientemente antiguo o ha recibido un Nombre.
A pesar de que los daimon son creaciones humanas, existen fuerzas por encima de ellos y de los propios seres humanos. Los demiurgos son fuerzas de la propia naturaleza, como el agua o la gravedad, o conceptos abstractos como la muerte y el bien. Estas entidades ultraterrenas son los que han concedido dones y poderes mágicos a lo largo de los siglos, tanto a mortales como a daimon, y han solido ser venerados como dioses por estos. No poseen una identidad propia, simplemente adoptan la que el suplicante desea ver. La Muerte, por ejemplo, puede manifestarse como deidad en Hades, Hela o Ereshkigal, pues simplemente tomará la identidad que más se adapte a aquel que pretende interactuar con ella. Los demiurgos existen en un plano ajeno al nuestro, uno al que van nuestras almas, que son la energía que los alimenta y también sirve para mantener en funcionamiento el mundo.
Aunque pueden brindar dones de forma indirecta en forma de enseñanzas o sueños proféticos, suelen usarse de Heraldos. Los heraldos no son más que encarnaciones físicas de los demiurgos, que gozan de personalidad propia aunque su naturaleza sea la de extensiones del demiurgo que les ha dado vida. Cuando un heraldo ingresa en el mundo mortal, se ve afectado por el pensamiento humano y se transforma, como si fuera un daimon, en la representación del pensamiento humano. A estos seres se les conoce, simplemente, como ángeles y demonios, y son fuerzas verdaderamente terribles si se las desafía
La función de estos heraldos es variada. Desde llevar castigo a salvación, mensajes o llevar caos, todo depende del heraldo que sea. El arcangel Miguel sería un ejemplo de heraldo, pero también lo seria Belzebuh como demonio.
Los humanos fueron creados con el libre albedrío y la capacidad de aprender, manipular y desarrollar la magia que existe en el mundo. Esto les requiere un gran esfuerzo y sacrificio, y no siempre gozan de un verdadero éxito por lo que acaban usándose de amuletos, pactos o cualquier medio que les permita manejar las fuerzas mágicas. Pero los híbridos, o mestizos, son seres nacidos de la unión, física o ritual, entre un humano y un daimon, generalmente, o de un heraldo.
Los híbridos tiene un talento natural para manejar las fuerzas mágicas, ya que son capaces de hacerlo de manera intuitiva como uno lo hace para respirar. A menudo poseen los rasgos sobrenaturales de su origen, aunque suelen pasar desapercibidos entre humanos. Los híbridos son recibidos con miedo, recelo e incluso odio, ya que su poder puede suponer una amenaza para el frágil equilibrio que existe en el Mundo Oculto. Muchos son cazados antes de que desarrollen en exceso sus poderes, pero otros tantos sobreviven siendo casi como los semidioses de las leyendas.
El mundo oculto funciona al margen de la sociedad humana. A menudo los daimon son solitarios, aunque también se asocian en comunidades en las que conviven para sentirse más protegidos, tanto de cazadores como de otros daimon malévolos. Aunque no existe una prohibición de interactuar con los humanos, los daimon se cuidan de hacerlo abiertamente ya que su existencia estaría en peligro. Una bala es tan mortal para la mayoría de daimon como lo sería para un mortal.
Si existe una comunidad de daimon preponderante es esta. Formada por los daimon más poderosos del mundo, el Cónclave se reúne muy poco ya que simplemente se formó para poder afrontar los peligros del mundo humano moderno. No se trata de un órgano legislativo, ni tampoco tiene capacidad de imponer ninguna norma sobre ningún daimon, pero sus miembros intentan llegar a acuerdos para poderse proteger de los peligros del mundo actual. Los Olvidados suelen ser hostiles a los híbridos, mandando cazarlos para destruirlos ya que los sienten como una amenaza. Únicamente respetan, y temen, a los Naphil, a quienes confían una suerte de papel de guardianes del Mundo Oculto.
Generalmente los mestizos son solitarios, nacen de historias trágicas o no conocen su progenitor mágico. Aunque suelen desarrollar sus capacidades de forma intuitiva y prefieren ir por libres, algunos mestizos se han acabado uniendo a los Naphil. Este grupo de cazadores, protectores o guardianes del mundo humano han salvaguardado la línea que separa el Mundo Oculto del Mundo Humano, y se les considera héroes y villanos, según a quién preguntes.
Aunque algunos daimon son capaces de trabajar entre mortales, la mayoría carecen de esta posibilidad. Los naphil son mestizos que ejercen de vigilantes, guardianes y ejecutores de aquellos daimon que van demasiado lejos con sus actividades. Si bien no interrumpirían las actividades de un vampiro usando una discoteca como su terreno de caza, con la posibilidad de alguna muerte ocasional, si consideran que el vampiro se vuelve una amenaza y se excede de ambicioso los naphil actúan sobre él.
Esta arbitrariedad desagrada a muchos daimon, ya que generalmente la decisión última recae sobre el propio naphil sobre lo que es bueno y lo que es malo. No es raro que muchos naphil acaben siendo emboscados y asesinados si los daimon locales consideran que están metiendo las narices donde no les llaman, y en los últimos tiempos las tensiones han ido a más.
A pesar de que los daimon deciden actuar al margen de la sociedad humana, algunos humanos son conscientes de la existencia de los daimon. La mayoría de mortales temen y rechazan lo sobrenatural, otros aprender sus secretos y algunos son parte de los Decanos. Cazadores, inquisidores, ejecutores.. los decanos son una organización tecnócrata dedicada a la persecución, exterminio y estudio de lo sobrenatural, los daimon suelen ser sus objetivos, quienes temen con razón.
Armados con la tecnología punta que ofrece el ingenio humano, esta suerte de hermandad de cazadores son adeptos del avance tecnológico y la supremacía humana. Acechan, cazan y estudian a los desgraciados daimon que caen en sus manos, y aunque no suelen usar magia, prefieren confiar en la tecnología, algunos de ellos han logrado mezclar la ciencia y lo arcano para lograr imponerse.
Los Decanos no tienen una sede fija, o no se conoce, suelen vagar por las ciudades en solitario, parejas o escuadras de cuatro, siempre actúan por sorpresa y son implacables. Aunque no dejan de ser humanos normales su equipo y armamento pueden suponer un serio peligro para un daimon confiado.