- Hola prima - sonríe, y se aproxima para darle un beso en cada mejilla, como suelen hacer los primos - ¿cómo va la noche?
Giulliano se asegura que no hay nadie cerca para hacerle una confidencia al oído en el gesto de acercarse a Altea.
- Se trata de un chucho. Averiguaremos lo que podamos y después nos desharemos de él. Antes hay que hacer también que toda huella extraña que haya podido dejar desaparezca. Diremos que no tenía dinero para pagar y se marchó por su propio pie.
- Muy bien, primo. Ahora me pongo a ello. Le haré unas cuantas pruebas, esperaré a que se despierte y le haré unas cuantas preguntas rutinarias, a ver si nos dice algo de interés. En cuanto tenga algún dato te informo.
Altea sonríe de manera automática, zanjando la conversación. Entra en la habitación y ve un cuerpo encufado a las rutinarias máquinas del hospital.
- Comienzo la exploración.
- Deacuerdo.
Giulliano acompaña a entrar en la habitación a su prima y se queda unos minutos escasos para echar un vistazo al chico. Juguetea con los tubos y aparatejos que conectan con el muchacho sonriendo para sus adentros.
- Mantenme informado de todo, prima. Adios - Giulliano se marcha si nada de interés acontece.
Altea observa cómo Giuliano juguetea con los tubos de respiración artificial.
El chico estaba muy mal. Su mente estaba en coma. Su cuerpo se había recuperado bastante bien de las heridas. Demasiado bien...
Altea se imagina que el poder regenerativo del lupino había hecho efecto. Demasiado rápido como para no llamar la atención.
No le gustaba demasiado aquello. Tendrían que deshacerse del paciente esa misma noche si no querían que la gente lo empezara a visitar y analizar. ¿Pero cómo? ¿Querría Giuliano que lo desenchufara?
Al pensar en su primo mira a ver qué hace. Giuliano le sonríe y desaparece de la habitación despues de jugar un rato con las luces del electrocardiograma.
- Mantenme informado.
-Luego pensarás en eso... Ahora veamos qué tipo de heridas son estas...
Era muy desconcertante. Se veía claramente que algunas heridas se habían regenerado muy rápidamente, pues estaban cerradas y a punto de cicatrizar, pero las más graves, parecían desgarros enormes y esas no había sido capaz de regenerarlas...
Por lo tanto y dada la naturaleza regenerativa del lupino, estaba claro que algún ser sobrenatural le había atacado.
Y algo muy gordo...
Muy bien. 3 Éxitos.
Estas heridas son demasiado profundas... si tanto daño le han hecho al muchacho ese alguien debe ser muy poderoso.
Altea se ajusta las gafas, su gesto habitual cuando alguna idea se gesta en su mente. Necesita documentar todo el proceso, así que piensa en hacer varias fotos de las heridas graves para analizarlas mejor. Por no tener nada mejor a mano, piensa en hacer fotos con el móvil, no serán buenas, pero le servirán para documentar todo su estudio.
Quiere hacer un estudio de la sangre, así que extraerá un tubo de ensayos de sangre como muestra y así ver las características de la sangre.
Le gustaría hablar con el chaval, pero será imposible hacerlo de manera tradicional, así que, después de hacer las fotos, analizar la sangre y comprobar sus componentes, intentará contactar con él de manera extrasensorial.
Vaya, creí que nunca más volvería a probar mis poderes para hacer algo útil. Pobre chaval, por mucho que huela mal, a chucho, a animalejo, no puedo dejar de sentir su miedo hacia lo que le pudo atacar...
Vale, quiero hacer alguna tirada de magia para contactar con el espíritu del hombre lobo, pero no sé qué poderes tengo. Creo que es con la Senda del Sepulcro.
Puedes hacer varias cosas, pero aún no...
Deberás matarlo antes. Bhuahahahahaha (risa satánica de la muerte).
Si no sabes que magias tienes, te las voy a enviar a tu correo electrónico para que las sepas.
Por cierto. debes elegir los rituales. (te puedes coger el de nivel uno y el de nivel dos, o bien sólo el de nivel 3). Ya me lo dirás.
Besotes y nos vemos esta tarde!!
No tengo elección, debo matarlo para poder saber qué le atacó. De todas maneras, sus heridas son mortales, y su cerebro parece que no va a volver a la realidad. Pero yo no... no puedo matarlo! Oh, esto es demasiado para mí, no entiendo por qué tiene que pedirme estas cosas primo Giuliano. No, yo no, pero primo César sí que podría...
Después de hacer las fotos pertinentes con el móvil, Altea marca el número de César. El teléfono da la marca, y espera, deseando que César esté cerca y de buen humor.
OK, llamo a César, después de que lo mate firmaré el parte de defunción y ya haré la magia esa de ver la última imagen de sus ojos.
César no tarda ni un momento en contestar el teléfono. Siempre esta pendiente de él.
- ¿Altea? Que raro que me llames. Dime ¿ha pasado algo?
- ¿Puedes venir un momento al hospital? Tengo algo urgente que decirte.
- Estoy en el hospital. - es su sencilla respuesta.
Altea se sorprende un poco, pero tratándose de César no le extrañaría que estuviese detrás de la puerta.
- Ah... Bien, mejor. Estoy en la habitación 645, de intensivos. Te espero aquí.
- OK - cuelga.
Al cabo de unos momentos sube por la escaleras un hombre vestido totalmente de negro.
Las enfermeras se apartan instintivamente de él, a pesar de que no hace ningún movimiento amenazador ni sospechoso, pero las sombras parece que lo acogen. Y él parece que evita lo máximo que puede la luz directa.
- Hola Cesar.- le saluda cuando llega. Odiaba el truquito de las sombras. Le recordaba que había estado con los tétricos Lasombra hacia tiempo.
- Hola Altea. Tu dirás.
La vampiresa mira a derecha y a izquierda, comprobando que no hay nadie por allí y le hace entrar en la habitación del lupino.
Una vez allí, le explica todo lo que sabe. Él la observa con ojos serios, aunque brilla una risa en ellos cuando le comenta lo del asesinato.
- ¿De modo que me has llamado para hacer el trabajo sucio? - ríe.
Altea va a protestar, pero César hace un gesto con la mano.
- Esta bien, esta bien... Sólo era un comentario. No me importa.
Ay... prima - dice alborotandole el pelo como si fuese una chiquilla - ¿Qué vamos a hacer con un corazón muerto tan blando?...
Le hace un gesto con la barbilla hacia la puerta.
- Márchate, no querrás ver esto. - Altea se gira hacia la puerta.- Luego lo llevaré a la sala esa de los cadáveres... Por suerte tú eres una de las encargadas de las autopsias. No creo que a Giulianno le cueste hacer que seas tú la que se encargue del tema.
Altea sale de la habitación con remordimientos. Odiaba a los lupinos, sí, pero había ordenado la muerte de un chico indefenso...
Rápidamente se va a la sala de control y comienza a preparar los papelotes de defunción.
De repente suena una alarma. La habitación 645. La máquina de pulso marcaba una parada cardíaca.
Altea se dirige corriendo hacia allí. Era su trabajo. Por el camino se encuentra con una compañera que también se dirige allí, pero ella sabe que llegarán tarde.
Cuando entran en la sala, no hay ni rastro de Cesar y el muchacho está totalmente quieto, con los ojos abiertos.
Las dos enfermeras intentan reanimarlo, pero es imposible. Al cabo de un momento lo cubren con la sábana.
- Qué raro. - dice Altea para disimular. - Acababa de venir a verle y parecía que estaba estable.
- No te preocupes cariño. - le dice su compañera - con los comas de heridas graves siempre pueden pasar estas cosas.
- Yo me encargo de mandar que lo lleven abajo y del papeleo. - continúa Altea con un tono de "ya hago yo el trabajo pesado" - Tú sigue haciendo la ronda.
- Vale...
Cuando la mujer desaparece por la puerta mira la camilla cubierta por una sábana.
- ¿Cómo lo habría matado? - Aunque mejor pensado, no quería saberlo...
Te hago una tirada de humanidad de dificultad 6. Es bajita, pero es que se supone que eres medio santa y eso te ha traunatizado un poco.
PD: uyyyyy. jeje Por poco no la pasas. Mira que tenías 8 dados. Se ve que te sentías bastante más culpable de lo que parecía.
PPD: ahora sigo con el post, que este ya es muy largo.
Altea vuelve a la sala de control a coger los papeles, pero piensa en otra manera de arreglarlo.
Falsifica los documentos, para tal y cómo le había dicho Giuliano, dar a entender a la gente, que el paciente de la 645 se había ido por sus propios medios, al no disponer de dinero suficiente para la rehabilitación. Así se evitaban informar a registro civil, familiares, etc. (que aunque aún no fuesen conscientes de que había desaparecido, con el tiempo lo buscarían y no debería haber ningún rastro de él que lo relacionara con el hospital).
Por suerte, los médicos no habían llegado a averiguar el nombre, por lo que el posible rastro de ese chico desparecia dondequiera que fuese que lo vieran por última vez. Altea, para poder hacer el informe, se inventa un nombre, como si ella lo hubiese averiguado con alguna llamada.
Una vez satisfecha con el resultado, se dirige a la habitación del chico. El lado positivo era que tenía un nuevo cadáver con el que investigar y que además no estaba sujeto a ningún control, porque no existía... Pero antes debía averiguar qué le había producido esas heridas.
Abre la puerta de la habitación, pero la camilla está vacía...
- ¿Qué? - Altea da un respingo llevándose la mano al cuello.
Te he hecho una tirada para ver si arreglar correctamente el papeleo, sin dejar cabos sueltos. No sé si lo he explicado claramente, pero es lo de menos. Te ha salido un éxito, por lo que lo haces bien.
De entre las sombras aparece una figura negra...
- No te asustes, prima, te dije que lo llevaría abajo. Obviamente tenía que esperar a que vienierais e hicieráis vuestro trabajo.
Altea suspira aliviada, no sin antes pegarle una palmada suave en la cabeza.
- ¡Que susto me has dado, César! - después se dirige hacia la puerta - Ya he arreglado todo el tema del papeleo. Gracias por tu ayuda. Voy a terminar de investigar el cadáver.
- Estaré por aquí. Si me necesitáis llamadme - dice mientras va desapareciendo en una sombra de la pared - No olvides guardar un poco de su sangre antes de que se enfríe del todo. La sangre de perro es muy sabrosa...
Altea llega abajo.
Abre la puerta y se dirige a su zona de estudio particular (privilegios de ser prima del dueño), totalmente cerrada a ojos extraños. El cadáver está apoyado en la puerta, César no ha querido pasar a su santuario.
De entre los pliegues de su bata blanca saca una targeta magnética.
A continuación la pasa por el lector y las puertas se abren. Mira hacia detrás por si alguién estuviese por allí y se agacha para coger el cadáver.
Nadie habría dicho que una mujer de aspecto frágil y delicado como la chica con gafas del turno de noche pudiera levantar un chico de 80 kilos sin dificultad. Pero así era. La sangre Giovanni corria fuerte por sus venas y le proporcionaba una fuerza sobrenatural. Lo alza sin ningún problema entre sus brazos y lo mete dentro. Pega un taconazo a la puerta, que se cierra detrás de ella.
En medio de la sala hay una mesa de operaciones y hay rastro de sangre en ella. El olor de la sala es bastante fuerte, entre formol, cadáveres y trozos de cuerpo putrefactos. Al fondo, una nevera de última generación de hospital, en la que Altea guardaba la sangre que iba sacando de manera "poco legal". Ella prefería beber la sangre de bolsas que no ir a morder a sus víctimas.
Tumba al chico en la mesa y lo desnuda completamente. Acaricia las heridas con curiosidad y después le pasa el dorso de la mano por los párpados.
- Abre los ojos - le ordena
El cadáver abre los ojos, aunque éstos no ven.
- Vamos allá...
Comienza a entonar las palabras que conoce de memoria y que desentrañaban los pequeños misterios del velo de la muerte. Nigromantes excepcionales, los Giovanni tenían un dominio absoluto sobre este arte oscuro.
De repente, los ojos de Altea ya no son sus ojos. Son unas pupilas caninas, que le muestran los últimos minutos de vida del chico...
Te estoy haciendo todas las tiradas para agilizar la partida. Pero después todas estas tiradas las deberás hacer tú.
Supongo que te fiarás de mis resultados ¿no? jeje
Saludos!!
PD: Pedazo de tirada!!! Menuda potra con los dados. Cómo se nota que no tiras tu... ;p Puedes ver hasta una hora antes de la muerte del chico.
- Ya lo había previsto, de hecho tengo todo el material preparado para la extracción completa de su sangre. Creo que... bueno, nada.
Por la mente de Altea se cruza un chiste fácil que le horroriza, y lo calla. Creo que nos vamos a dar un buen festín... ¡pero qué crueldad!
Baja a la sala de autopsias y allí encuentra el cuerpo del joven. Le toca la frente, en un acto reflejo médico, para comprobar la temperatura. Todavía caliente, por supuesto. Prepara todas las bolsitas de sangre, y clava las dos agujas en cada uno de los brazos. En cuanto se llena una de las bolsas, rápidamente, con mano experta, la cambia por otra vacía, y va poniendo las bolsas llenas en una nevera portátil para dejarla después en el congelador privado de la planta de Giuliano.
Una gota de sangre se derrama por el brazo del lupino, y la vampira no puede evitar lamerse los labios; el olor dulzón de la sangre la embriaga, pero tiene demasiadas cosas que hacer como para quedarse extasiada en un loco ataque de hambre.
Una vez llenadas todas las bolsas, cierra la nevera y mira a los ojos del joven.
- Muchacho, espero que vieras bien a tu asesino. Ahora voy a pedirte que me lo muestres, ¿de acuerdo?
Vale, quiero hacer la tirada de ver en sus ojos lo último que pasó por delante de su cara.
PD: no sé por qué sale mi mensaje como si lo hubieses enviado tú. Lo vuelvo a enviar
Después de pronunciar las palabras nigrománticas, Altea pone una mano en los ojos del cadáver y la otra encima de los suyos. Nota un cosquilleo en su cogote y mientras siente una sensación de desmayo, se va introduciendo en los últimos recuerdos del chico lupino.
Aparta sus manos de los ojos y de repente su visión se va volviendo negra. Cuando consigue percibir de nuevo el entorno, ya no se encuentra en su sala de estudio del hospital, sino en un bosque.
Lo ve como si estuviese a sólo unos palmos del suelo, por lo que Altea imagina que se encuentra gateando. Busca a través de los árboles, aunque no sabe el qué.
A lo lejos, entre los árboles percibe un resplandor y se acerca hacia él. No percibe nada más que visión. Ni sentimientos, ni olores, ni ningún tipo de impulso que la arrastre hacia allí, simplemente va.
Una reja le impide el paso, debe ser una propiedad privada… Aún así, el chico, en los ojos de Altea, escarba en el suelo para entrar. No sabe el porqué el chico estaba haciendo eso, pero este hechizo no permitía saber esa información.
Una vez dentro, recorre el lugar, plagado de árboles que obstaculizan la vista, protegiéndola de mirones.
Sigue adelante y en el fondo… una casa enorme, una mansión.
Debe ser de alguna persona importante de Barcelona, por el aspecto imponente de la fachada.
Las zarpas de los pies le acercan al lugar, mirando nerviosamente a los lados y a los árboles. De dentro de la mansión se asoma algún resplandor misterioso y fogonazos. Altea no puede oír nada y eso le desconcierta aún más, pues el movimiento de un lado al otro del lupino, indica que algo no va bien. Algo le asusta, porque gira la cabeza y se aleja del lugar a gran velocidad.
Se gira alguna vez y ve más resplandores y alguna figura entre las ventanas, pero el movimiento es demasiado rápido para verlo claramente.
Llega de nuevo a la reja, esta vez a la zona de la puerta, en la que brilla un símbolo que a Altea le suena enormemente. Rompe el cerrojo de un zarpazo terrible y sale al exterior. Gira la vista y en la casa ya no se ven fogonazos, pero cuando vuelve a girar la cara para irse, tiene una figura justo delante.
Altea pega un respingo en el lugar en el que se encuentra, pero obviamente no puede hacer nada en esas imágenes, son solo un recuerdo… La figura va totalmente encapuchada y cubierta por un manto púrpura. De repente un resplandor que ciega a Altea. Un par de minutos más en los que no puede ver nada más que un resplandor blanco y después negrura.
Altea abre los ojos. Esos habían sido los últimos momentos vistos por el chico. Y algo no iba bien…
Tirame por Inteligencia + Ocultismo por si reconoces el símbolo de la puerta. (la dificultad es 7)
Como tienes memória eidética, lo que hubiera sido un simple momento imposible de recordar para algunos, para tí es totalmente claro. Hasta lo podrías dibujar.
Por cierto, acuerdate de que me tienes que elegir los rituales que quieres.
Besotes!!
PD: No sé por qué no se había guardado. Como lo hice tan rápido no lo guardé correctamente. Suerte que lo tenía guardado en word. Te lo vuelvo a enviar.
Altea aspira profundamente. Ha sido un episodio intenso y vívido, y debe recuperar el resuello para poder pensar con claridad. Hay elementos que cree reconocer, aunque a causa del aturdimiento no logra esclarecer.
Venga, Altea, lo tienes en la punta de la mente... suéltalo.
A ver, he tirado 2 veces porque la primera no me ha hecho bien la suma. Tengo Int 2 y Ocultismo 4, así que tengo un 6. En la primera tirada lo he puesto desglosado y ha salido una cosa rara, así que he hecho una segunda tirada con el modificador ya sumado, y por tanto correcto.
Ale, a ver si puedo discernir algo.
Altea piensa en el símbolo. Lo tiene en la punta de la lengua y sabe que lo sacará. Tiene una mente muy despierta y lo sabe. No era presunción, era una realidad.
Las imagenes se van relacionando entre ellas y de golpe le viene el flash de a quién pertenece. Hededia Benison, el Malkavian.
Te ha costado reconocerlo, porque de los asuntos de los otros clanes se encarga más bien Giuliano, pero aún así, una personalidad importante como ese cainita no ha pasado desapercibida para Altea. Sabe que es un antiguo de ese clan vampírico y que actua como consejero de la princesa Toreador de Barcelona.
Las malas lenguas (y las arpías del Coliseo) dicen que tiene mucha más influencia que la propia Princesa, pero sus frecuentes ataques de locura lo hacen practicamente intratable.
Sus ataques de locura se mezclan con perfectos momentos de claridad y sensatez y los momentos de locura, intercalan grandes momentos de clarividencia y visiones.
Lo difícil era diferenciar entre las visiones y las alucinaciones del loco.
A Altea siempre le había parecido fascinante ese personaje y en el fondo le hubiera gustado conocerlo, pero dado las relaciones distantes que su primo mantenía con la camarilla, prefería no inmiscuirse demasiado.
Pero ¿Qué había matado al lupino? ¿El propio Hededia? ¿Aguno de sus guardianes?
En el momento de la visita del chico-lobo, algo estaba pasando en esa casa. Algo que acabaó con la muerte del chico. Bien por que descubrió algo que no debía saber o bien por otra causa. ¿Qué sería?...
Hola biching!!
No has hecho bien la tirada. En el Vampire, se tiran tantos dados como valor total tienes. EL número de éxitos determina lo bien que te ha salido. En este caso, Inteligencia + Ocultismo te da un total de 6 dados.
Debes tirar seis dados con una dificultad de 7.
Te la tiro yo y así ya sabes como hacerlo.
En el ejemplo que he tirado yo, no has sacado ningún éxito, pero aún así, te doy la tirada por buena. Para la próxima ya seré menos permisivo, jeje
Besotes!!