Tras la dura reprimenda, Freyr evidentemente no pudo pegar el ojo en toda la noche, de todas formas sabiendo lo que ocurriría mañana no era que fuese a ser capaz de conciliar el sueño.
Amaneció y se aprestó para la batalla, aún con los ánimos por el suelo, Freyr se limitó a actuar "en la bola" lanzando gritos de guerra, y uniendose a alguna que otra escaramuza, sin lanzar siquiera un golpe, simplemente haciendo acto " de bulto", era como haber soltado a un lobo en un establo cercado de ovejas, los cristianos poca y nula preparacion para combatir tenían, caían como moscas, aquello fue una verdadera masacre.
Solo esperaba no tener que toparse de cerca con sus compañeros, porque entonces tendría que dejar de fingir sus acciones, se metió a una casucha abandonada y reviso en el interior algo que pudiera llevarse, de poca o mucha valía, para demostrar que como buen ladrón estaba mas interesado en el saqueo que en la masacre..