Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche
Partida privada
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Era uno de esos edificios viejos, en los cuales cada departamento es como una gran bodega, Elena intentaba dormir en el depto continuo pero la música del piano se escuchaba fuerte. Los dedos se deslizaban por las teclas como escritor de ideas que se agolpan en la cabeza.
Ella no podía dormir, no sabía quién era su vecino o vecina pero tenía que pedirle que por favor parara, aunque realmente disfrutaba aquella música. Llamó a la puerta débilmente con los nudillos, con dificultad el sonido de la puerta llegó a los oídos del músico.