Partida Rol por web

Agarra la pierna de Jeff, y él intenta alejarse, usando esa pierna para golpear las costillas de su contrincante. Pero Hiro está decidido.

La hoja corta la piel y la carne como papel, y está teñida de rojo cuando el brazo del asesino se tensa, al llegar al final del arco. Jeff Huey se desploma, y el japonés respira, pero solo un segundo. Con el fragor de la batalla, ahora escucha como muchas voces gritan palabras en un idioma que no comprende, al pie de las escaleras. Los marineros deben haber oído la pelea.

Saca rápidamente el pen drive, lo guarda en la bolsita estanca, que deja en un bolsillo de su chaleco mientras baja a toda prisa las escaleras que dan al exterior del barco. Después se dirige a la banda más cercana, babor o estribor, sin mirar atrás, y se lanza a las frías aguas. Se coloca la capucha del traje y se sumerge quedándose quieto para que el barco se aleje dejándolo atrás.  

Bajando a toda velocidad por la escalera, y corriendo por la empapada cubierta, Hiro alcanza a ver a un par de tipos acercarse desde los lados del barco, intentando cerrarle el paso. Pero el asesino es muy rápido, y se tira de cabeza al agua antes de que le alcancen. Sin embargo, un sonido familiar a su espalda le pone en guardia: preparan pistolas. Empiezan a abrir fuego sobre Hiro, sin que ningún disparo le llegue a alcanzar. El sonido de un motor que se acerca le salva de un terrible destino, al llegar Emmanuel en la lancha.

- ¡Sube, Hiro!

Te tiende la mano.

Agarra la mano de Emmanuel, y se coloca en la lancha lo mejor que puede, intentando ocultarse de la vista de los tailandeses.

-Hola Emmanuel, ¿Qué tal? Yo casi no lo cuento. Malditos tailandeses... -Grita para que su voz se oiga más que el temporal y el motor de la embarcación. 

- ¡Aquí afuera es el infierno, Hiro!- Grita, por encima del ruido.- ¿Cómo fue? ¿Lo conseguiste?

Va poniendo rumbo de nuevo a donde (supones) debe estar el Altaïr II.

Se quita la capucha del traje.

-¡Tuve algunos problemas, pero el balance ha sido positivo! ¡Aquí está! -Grita Hiro dando golpecitos con la mano en uno de los bolsillos del chaleco.