Partida Rol por web

 Ya acabada la reunión "un alivio para mi" ya que por lo menos no tendría que escuchar como se peleaban los Tepes y Archival. A mi no me habían enseñado donde estaba la armería así que espere a que le eseñarán el camino a uno de lo hermanos Tepes.

Miércoles 30 de marzo de 2011

08:14 Hs, Base Antártica, Sala de reuniones

Raz por poco salta de su silla al escuchar al idiota de Weaving insultar a su hermano. ¿Quien carajo se creía? Ellos habían hecho mucho mas de lo que ese GI Joe mal parido podría llegar incluso a soñar. Por suerte para el comandante, la orden de "no romperle el cuello" de su hermano aun seguía en pie. Sino tendrían que estar buscando un nuevo líder. O un nuevo experto en Bombas, aunque Raz tenia confianza en ser el ultimo hombre.

Al escuchar que estaba terminada la reunión, Raz se puso de pie. Estaba vestido con su remera negra ajustada, sus guantes sin dedos negros, pantalones camuflados militares (con rodilleras, típico de los Marines), y unos borsegos, también militares. Puso sus manos a los bolsillos y observo a su hermano.

- Vámonos "frate". Dejemos a las "fete" con sus juegos. - Digo mientras se dirige hacia la puerta.

En el tiempo que llevaba en la base, Raz había aprovechado a inspeccionar la base. Sabia la ubicación de la armería, al igual que su hermano, pero siempre un grupo de guardias había restringido su acceso. Y ahora el imbecil de Weaving les acababa de dar acceso total.

Raz sonrío de satisfacción. Incluso de una manera algo... loca.

- Que empiecen los fuegos artificiales... - Dijo en casi en un susurro.

Esperándolo a su hermano, Raz se dirigirá a la Armería.

Miércoles 30 de marzo de 2011

08:15 Hs, Base Antártica, Sala de reuniones

Marian
Andrei Farenheit Tepes "Hawkeye"

-“Tenga cuidado de
guiarme con su mano gran lider, a veces un perro atado igual puede morder…”-

Comencé a caminar hacia la bodega de armas, mientras vi como
Raz de un salto se levantaba diciéndome que dejemos que las niñas jueguen, mirándolo
directamente lo mire serio, como con enojo, para luego sonreírle, demostrándolo
que era una broma.

El río casi alocadamente, estaba seguro de que sus dedos ya sentían
de antemano el tacto del C-4 y los cuchillos.

-“Am nevoie de
ajutorul tau frate.”- fue lo que dije antes de comenzar a caminar…

Miércoles 30 de marzo de 2011

08:15 Hs, Base Antártica, Corredores de la base - Rumbo a la Armería

Raz empezó a caminar a la par de su hermano. Caminaba con las manos en los bolsillos, y una pose amenazante. Aun le molestaba la cara de Weaving sonriéndole con todos esos malditos dientes. Algún día te los tirare uno a uno.

- ¿En que necesitas mi ayuda, hermano? - Dijo a Marian en perfecto Rumano, su idioma natal. Hacia mucho que no le pedía ayuda. Claro, Raz cubría su espalda, incluso cuando mataron al Teniente Coronel. ¿Pero pedírsela? Eso si que era de verlo pocas veces.

Miércoles 30 de marzo de 2011

08:16 Hs, Base Antártica, Corredores de la base - Rumbo a la Armería

Mientras avanzaba miraba para los costados a los demás que también
venían, hablar en rumano nos daba la ventaja, pero nunca se sabia quienes
tuvieran al menos un conocimiento básico, por lo que comencé a hablar un clave
con el.

-“Raz Esta Cruzada Unitaria Esta Ralentizada Debido A  Que No Obvian Secretos Obvios-mire a mi
hermano para que preste mas atención a mis palabras- Tras los que tanto tu Raz
y Obviamente yo Solamente Debemos Encargarnos Básicamente de seguir adelante Encargándonos
y Motivando Obviamente a nuestros Servidores Cumpliendo Únicamente la Misión , Probablemente La misión
y los Informes Resulten también una complicación, en estos momentos extraño a La
bella nación de la que somos Oriundos En otras palabras nuestra Nacion En este
momento No me trae malos recuerdos. El encargado de La Misión A pesar de no ser
de mi Incumbencia es alguien no del todo Legal, no crees?”-

Luego sigo caminando, esperando que mi hermano haya
entendido el criptico mensaje…

Vladimir Razdan Ion "Raz" Tepes

Miércoles 30 de marzo de 2011

08:16 Hs, Base Antártica, Corredores de la base - Rumbo a la Armería

Raz observo a su hermano mientras recitaba todas esas palabras sin sentido. Rápidamente le puso una mueca de extrañeza.

- ¡¿Qué?! ¡Habla bien, maldición! Ya es bastante difícil entenderte con todo el teatro que haces. - Dijo con rudeza. Se quedo observándolo mientras caminaban para que se explicara.

Miércoles 30 de marzo de 2011

08:17 Hs, Base Antártica, Sala de reuniones

Marian
Andrei Farenheit Tepes "Hawkeye"

Mire a mi hermano con extrañeza, o hable muy rápido y
realmente sin sentido, o el aislamiento lo volvió mas rustico de lo que pensé.

-“Nada, solo
procuremos hacer bien esto”-

 Miércoles 30 de marzo de 2011

Vladimir Razdan Ion "Raz" Tepes

Miércoles 30 de marzo de 2011

08:20 Hs, Base Antártica, Armería

Raz se acercó, junto con su hermano, hacia los guardias de la armería. Camino con seguridad y con mirada amenazante. Llego hasta estar muy cerca de ellos, o al menos, tan cerca como se les estaba permitido antes de que los tuvieran que sacar por la fuerza.

El rumano sonrío. - Hola, señoritas. - Dijo con una sonrisa en su cara. - ¿Nos extrañaron? - Se denotaba en el rumano el disfrute que tenia por provocar a los militares. Durante su estancia, ya varios grupos de guardias diferentes tuvieron que evitar que Raz se colara en la Armería. Tantos explosivos... y sin poder entrar.

Les dio un momento para disfrutar de la superioridad que sentiría frente a la siguiente frase. Después, empezó a caminar nuevamente, para que los guardias se le abalanzaran.

- Ni lo intenten. - Les dijo cuando lo intentaron. - Tenemos órdenes de Weaving de buscar equipo. Así que nos DEBEN DEJAR PASAR. - El rumano tuvo que evitar reír al pronunciar esas últimas palabras.

Una vez entrada a la Armería, Raz pensaba que llegaría al cielo de la Pirotecnia Ilegal. En cambio, solo encontró montón de armas. No que no le gustaran, pero lo que no explota lo suficientemente fuerte como para dejar un cráter en el mundo, no puede llamarse verdadera "arma".

- ¿Que rayos? ¿Esto es todo? ¿Y los explosivos? ¡Maldición! - Dijo mientras miraba para todos lados. - Muy bien, parece que me tendré que conformar con esto. -

El rumano se toma su tiempo para elegir su equipo, el cual vendrá a ver unas horas antes de la misión para prepararlo.

Marian
Andrei Farenheit Tepes "Hawkeye"

Miércoles 30 de marzo de 2011

08:22 Hs, Base Antártica, Armería

Había tardado un par de minutos mas que su hermano en entrar
a la base, el hecho de que Raz no haya captado el mensaje  le preocupaba, pero ya seguramente habría
tiempo para recordárselo en otra ocasión, si es que su hermano no lo recordaba
ya y simplemente se hacia el que no, después de todo no seria la primera vez.

Comenzó a observar todo lo que había en la bóveda, parecía
que todo lo que fuese a necesitar estaba ahí, lo malo es que Raz no opinaba lo
mismo ante la falta de explosivos, se podía ver su descontento.

-“Siempre podrás
hacer los tuyos frate, después de todo necesitas pocos materiales para que algo
explote con la habilidad que tienes”-

Vladimir Razdan Ion "Raz" Tepes

Miércoles 30 de marzo de 2011

08:23 Hs, Base Antártica, Armería

Mientras elegía su equipo, Raz escucho las palabras de su hermano.

- Por supuesto que puedo. - Dijo con confianza el rumano. - Pero al igual que tú usas balas de calidad, no unas hechas por ti mismo, se nota la diferencia. - Sus palabras denotaban su amor por lo que hacia. Explotar cosas.

- Igualmente, no creo negarme a alguna de estar preciosuras. -

El rumano continúa eligiendo su equipo.

Para Ari la visita a la armería fué un trámite. Eligió del arsenal aquellas armas que se adecuaban a su perfil, silenciosas, precisas y mortales por necesidad. No era muy común que participara en misiones junto con otros, por lo general se movía sólo, pero gran parte de su entrenamiento cubría esa falencia y no tardó en adecuarse a la situación. Por lo que había leido de los dossiers de sus compañeros, podía esperar que Raz y Maeson cubrieran el puesto de luchadores de primera línea. Marion cubriría el campo a distancia, al menos en una situación ideal, los francotiradores de carrera no solían meterse en la refriega si podían acabar el combate antes de comenzar. Aún así se trataba de un Tepes, y uno no podía esperar que cubriera la posición que le correspondía en un equipo. Weaving era el núcleo, coordinaría y lucharía de acuerdo a la necesidad del momento, pero su principal ocupación sería planear las tácticas y acomodarlos en el campo.

Él por su parte era la avanzada, su trabajo en ese equipo sería observar e informar. Incluyó en su impedimenta equipo de vigilancia, binoculares con filtros de luz tenue y termográficos, un micrófono direccional con buen alcance, y ropas de camuflaje urbano, adecuadas para la noche. Una armadura ligera le daría protección sin impedirle moverse libremente, y el equipo de comunicación con micrófono traqueal le permitiría informar casi sin emitir sonido. Por armas llevaría un subfusil silenciado, un arma letal y precisa a corto alcance; una pistola silenciada de calibre medio, para distancias más cortas y entornos con poco espacio de movimiento. El rifle de francotirador le permitiría liberar zonas a distancia, el supresor de fogonazo evitaría que sus disparos fueran detectados fácilmente durante la noche, y junto con la munición subsónica haría que sus enemigos cayeran sin saber que sucedía. Para esos momentoen que las cosas se ponían insalubremente cercanas llevaba un wakizashi, la hoja tenía el largo justo para ser letal tanto en corte como en puñalada sin llegar a ser molesta como una espada, el pavonado evitaría reflejos, aunque probablemente un purista japonés se arrancaría los cabellos de ver al hermano menor de la katana convertida en un arma propia de un ninja.

Buscó una mochila cómoda que pudiera guardar los cargadores extras que no llevase en el cinturón. Asimismo se aseguró de llevar equipo básico de escalada, y ta,bién una cantimplora con agua, tabletas purificadoras, y raciones secas. Debía estar preparado para sobrevivir alejado del grupo en un terreno desconocido, una capa térmica camuflada, que podía convertirse en bolsa de dormir, completó el pedido.

No dejaba de maravillarse con lo infantiles que resultaban los Tepes, temperamentales, caprichosos y rebeldes. Definitivamente serían un problema del otro lado, tendría que cuidarse las espaldas y Weaving... Weaving necesitaría un milagro para volver con vida.

Miércoles 30 de Marzo de 2011

16:00 Hs, Base Antártica, Sala del Ostium

Al entrar en su habitación Raz pudo ver un paquete y una nota sobre la mesa de luz al costado de la cama.  Lo primero que hizo fue leer la tarjeta:

“Supongo que Weaving no permitiría que llevases esto a la misión.  Es eficiente, pero se preocupa demasiado por las personas.

Recuerda, no vuelvan sin la sonda”

Aquella ultima frase valió para que el soldado se estremeciera de pies a cabezas y se preguntase a si mismo no por primera vez, cómo podía ser posible que un viejo con de cuerpo decrépito le provocase aquella reacción.  Fuese cual fuese la respuesta, aquel instinto primordial, salvaje y primigenio que moraba en él le advirtió que no le convenía desafiar a Lucius Coldbridge.

En el interior de la caja pudo encontrar algunas cargas de C4 con sus correspondiente detonadores y el control remoto que las activaría, una sonrisa siniestra se dibujó en su rostro haciéndole olvidar el miedo que la lectura del texto había desatado en su interior.

Weaving mandó llamar a Maeson y Ari y les habló con franqueza

-No quisiera tener que llevar a esos asesinos con nosotros, pero no puedo ignorar las órdenes directas del señor Coldbridge.  Intenté convencerlo de que no era conveniente que viniesen con nosotros pero no quiso escuchar razones-  hizo un segundo de silencio y continuó –No quiero que sus vidas peligren por lo que si intentan algo déjenlos actuar- 

Luego de aquellas palabras despidió a los hombres y desapareció de la vista de todos.

Ari y Maeson aguardaron en el casino y relajaron sus cuerpos y mentes con el objetivo de estar despejados al momento de transitar a través del Ostium.

Marian Tepes ingresaba en el cuarto que compartía con su hermano justo en el momento en que esté terminaba de leer la misiva de Coldbridge y pudo percibir el miedo ancestral que surgió en Raz, inmediatamente supo que lo que había leído su hermano provenía de su Señor.

“¿Señor?” se auto interrogó intentando comprender por qué había utilizado aquella palabra para referirse mentalmente al anciano.  Una vez hubo salido de aquel divague pudo ver la macabra sonrisa que enmarcaba el rostro de su hermano y sonrió también.

Llegada la hora el grupo se reunió frente al arco que habían llamado Ostium, en las cercanías podían verse dos pilares que serían los encargados de disparar el pulso electromagnético que despertaba a la puerta.  Weaving y sus hombres se encontraban dentro de una especie de pecera frente al Ostium.  La estructura estaba protegida de la influencia del pulso protegiendo así el delicado equipo electrónico de lo soldados.

Desde la sala de control Sinjio observaba el desarrollo y comprobaba una y otra vez las mediciones que las computadoras mostraban.

-Caballeros- dijo Weaving con un dejó irónico en la voz cuando los Tepes se hicieron presentes –Dadas las dudas acerca de si los cinco seríamos suficientes para cumplir la misión y, en mi afán de que se sienta seguros y protegidos, eh decidido que el señor Cortez nos acompañe en esta misión de rescate-

A la derecha de Archival un hombre latino se erguía orgulloso y saludaba a los Tepes con una inclinación de cabeza y una blanca sonrisa.

-Señor Weaving prepare a su equipo- sonó la voz de Sinjio por los altoparlantes interrumpiendo cualquier comentario que los Tepes planeasen hacer.  –El Ostium se activará en quince segundos-

-Caballeros- agregó Archival –Ya escucharon, será mejor que carguen su equipo y se preparen para cruzar al otro lado de la puerta-

Los pilares comenzaron a brillar con un tono violáceo –El brillo no la provoca la carga- explicó Sinjio –Lo generamos nosotros en base a ciertos parámetros para tener una idea visual de cuál es la intensidad, el tono fue idea del Señor Coldbridge – segundos más tarde un parpadeo se produjo en el espacio contenido por el Ostium.  Por momentos se visualizó un paisaje obscuro, árido y siniestro, o al menos eso fue lo que algunos de los presentes vieron en esa milésima de segundo que duró el pestañeo, para cuando la imagen se hubo estabilizado, la cámara, hasta ese momento alumbrada con luz artificial, se vio repentinamente invadida por la luz natural de lo que parecía un hermoso día en las montañas.

Al otro lado del arco había aparecido un paisaje montañoso y nevado, no podía verse mucho pues parecía que el arco conducía a una de las varias cimas de una cadena montañosa y la entrada apuntaba a lo que parecía un desfiladero.

Poco a poco el equipo de hombres atravesó el portal y cuando estos hubieron acabado el cruce y el Ostium se apagó a Sinjio le pareció percibir que una especie de sombras se movieron en el interior de la cámara.

-Estaremos en condiciones de reabrir la puerta en cuarenta y ocho horas- dijo el oriental –Mientras tanto quiero que un grupo de técnicos revise las cámaras y la aislamiento electro-magnética de la cabina- ordenó a sus subordinados y se dirigió a su habitación.