Partida Rol por web

Los responsables de la horrible plaga han perecido como castigo por sus crímenes y los miembros de la Sociedad de Pathfinder vuelven al pueblo de Refugio del Halcón con el deber cumplido y obrando en su poder el Cáliz de Isandea, el artefacto maligno que creaba la plaga.

Laurel les ofrece su casa para pasar unos días, ofreciéndoles cuidados y comprobando que la enfermedad no acabe con ellos.

En esos días observan que en Refugio la plaga se extiende pero las muertes que habríán sido de cientos sin el remedio se quedan sólo en unas docenas, Laurel otorga todo el crédito del remedio a la Sociedad Pathfinder y en particular a vosotros seis con lo que pasáis a ser bastante conocidos en Andoran y respetados por todos los Andorianos, a excepción de los líderes del pueblo que os miran bastante mal y os hacen la vida imposible.

Lezort y Valändil llevaron asimismo el remedio y las sanaciones al campamento maderero, logrando sanar a un par de los leñadores que quedaban allí.

Al parecer nadie iba a agradecer a nuestros héroes su trabajo cuando un día que os encontráis a punto de iros...

Justo antes de marcharos, al alba del día de la partida Laurel os lleva a (otro, sí otro más) claro del bosque donde al parecer os espera una persona embozada...

-Hay alguien que quiere daros las gracias...-

Con la mente ya puesta en casa, las pertenencias propias (y las requisadas) empaquetadas y metidas en la mochila, y con la conciencia de haber hacho las cosas bien y de haber ayudado al pueblo del Refugio del Halcón, Viento caminaba por el camino juanto con sus compañeros, cuando Laurel les detuvo con un nuevo misterio. Alguien les esperaba en uno de los claros de ese bosque. Enarcando las cejas y encogiéndose de hombros, el ranger miró a una y a otros y comentó.- No le dejemos con las ganas de conocernos- comentó divertido.

Otro claro......- pensaba para si Lezort, bueno si alguien nos queria conocer seguro que no sería malvado, por su bien, se giró y miro hacia el druida y el viejo enano para ver si estaban preparados tambien miró hacia el halcon y se preguntó donde estuvo todo el tiempo porque no lo voy en ningun instante

Stilgur permanece en silencio, intrigado por la misteriosa figura.

La figura se acerca y podéis ver que lleva una túnica con capucha hecha de un material finísimo que parece tejida con tela de araña plateada, cuando se la quita teméis por un momento quedaros ciegos al ver tanta belleza condensada en un rostro femenino pero afortunadamente sólo sois recompensados con la visión de la mujer más hermosa que hayáis visto nunca.

Su voz es aterciopelada y suave, cuando habla os llega al corazón.

-Os saludo, miembros de la sociedad Pathfinder, y os doy las gracias por ayudarme a mí y a mis súbditos en estos días terribles, es un alivio para mi corazón que mis esperanzas en la humanidad y en las demás razas mortales como los enanos, elfos y medianos, no estaban desencaminadas.-

-Como os imaginaréis soy Syntira, y estos son mis dominios... amenazados desde hace tiempo por la codicia y la gente sin escrúpulos que toma más de lo que lo que crece.-

-Pero mi intento de paz con el Consorcio Maderero queda para otra ocasión, vosotros habéis solucionado un peligro que estaba matando a mis súbditos por docenas, nos habéis ayudado en una época de necesidad y por tanto desde ahora y en adelante la Sociedad Pathfinder y las Hadas del Bosque de Arthfell pueden considerarse aliados-

-He transmitido a mis súbditos y encargado a mensajeros de mi raza que cuenten vuestra hazaña en todos los lugares feericos de este plano y del Primer Mundo, pero la memoria de mi pueblo es corta y aunque os presten ayuda personalmente alguna vez, sólo será una.-

La figura calla, esperando a ver vuestra reacción, desde luego esto es mucho más de lo que habéis conseguido de los líderes de Refugio del Halcón, que no os han dedicado ni una palabra de agradecimiento y donde una vez curados los últimos enfermos se han dedicado a ahorcar a los mendigos que han podido atrapar por "propagadores de enfermedades" y luego de paso a sofocar rebeliones provocadas por unos extraños carteles propagandísticos...

El enano se ruboriza hasta la mismisima coronilla.

- Reina Syntira, sois tan bella como amable. Nos consideramos honrados por vuestro reconocimiento más allá de nuestras más locas expectativas.

Carraspea, como despertando avergonzado de un sueño.

- ¡Y si esos bastardos andoranos vuelven a molestaros será un placer meterles algo de sentido común con mi maza!

Acto seguido, se arrodilla nuevamente avergonzado, esta vez por la brusquedad de sus palabras.

Cuando la figuara que les esperaba en el claro se quitó la capucha, Viento se quedó petrificado. No había visto nada más bello en su vida. No pidía articular palabra, no podía dejar demirarla y ni siquiera podía parpadear ni cerrar la boca. Lo malo (o bueno) es que su melosa y delicada voz era una droga tan poderosa como la belleza de la Reina Syntira.

 - Mi señora ha sido un placer- dijo el ranger mientras hacía una reverencia. Parecía que el efecto hipnótico que la mujer tenía sobre él había desaparecido... o por lo menos controlado por un momento.- Le agradecemos que hable tan bien de nosotros y que gocemos de la ayuda de las adas, aunque solo sea una vez. Es más de lo que merecemos- confesó sinceramente el elfo.

Ruborizado como el enano, Aaronvir adelantó un paso hacia ella y puso una rodilla en tiera mientras agachaba la cabeza por pura vergüenza.- Mi señora, os pediría solo un favor- comenzó el elfo.- Sé que no soy digno de una dama... de una Reina como vos, pero si no se lo pido me arrepentiré de por vida- el rubor del elfo subía de toalidades por momentos, adquiriendo la característica coloración roja hasta la punta de sus afiladas orejas.- Le pediría un... un beso- el elfo se sorprendió el mismo de lo que había dicho y levantando la cabeza y mirando a la Reina, se excusó al momento.- ... No penséis mal, por favor, no es nada malintencionado, ni sórdido, ni siquiera grosero... solo que...- Viento volvió a agachar la cabeza y continuó,- que me gustaría sentir algo tan mágico, dulce y sencillo de alguien tan bello y puro como vos- Viento se quedó callado, cerró los ojos y se maldijo por dentro por haber osado decir aquellas palabras.

Lezort se queda un tanto extrañado por la actitud del ranger y del viejo enano, no era costumbre para él arrodillarse ante nadie si no fuera por el filo de una espada, esperó a que hubiera silencio, y se acercó a la dama." Soy lezort aunque supongo que ya lo sepa, soy un hombre de pocas palabras soy un hombre de accion, pero ha sido un honor y un placer a ver terminado con toda esta maldad que os asolaba"  Dicho esto inclina levemente la cabeza y dá unos cuantos pasos hacia atras sin quitar la vista en el rostro de la reina. Sinceramente era la mujer mas bella que habia visto

- ¡¡Aaronvir!!

El enano le arrea un doloro pisotón.

- No se como pediros excusas mi señora, el elfo es ... un espíritu libre.

¡¡¡Tomaaaaaa, ese peaso de 20!!! que potra jejejeje

-Normalmente diría a alguien con tal petición que es un grosero y un miserable y le condenaría a una vida de esclavitud mágica... o como mínimo le dejaría ciego, pero vos habéis hablado con tal maestría que os merecéis ese premio.-

La reina ninfa deposita un beso en la mejilla de Aaronvir y se da la vuelta para irse.

-Parto a supervisar la mejoría de los últimos enfermos de mi pueblo, tened un buen viaje hasta vuestro hogar.-

La ninfa se vuelve a poner la capucha y se retira hacia los árboles, el mundo es más oscuro cuando ella no está cerca.

Con la brisa del nuevo día partís hacia la logia de Almas, tenéis un capitán al que hacer una "visita", informes que redactar y entregar y un objeto maldito que la sociedad tendrá que examinar y documentar.

FIN

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