Partida Rol por web

En cuanto llegáis al Abacus, los marineros despiertan a Metella y a Passad. Están más que exultantes de ver a los enanos y, a pesar de que es noche cerrada, deciden soltar amarras y buscar un sitio mejor río arriba más lejos de la posada.

El resto del viaje transcurre sin demasiados incidentes aparte de las continuas discusiones de los dos mercaderes. Pronto llegaréis a vuestro destino...

Ethelnir suspiró en cubierta mientras el barco llegaba a su destino.

La Herida del Mundo. Un lugar que supura maldad.

Afortunadamente habían tenido éxito. Y eso que en el viaje de vuelta había sido una pesadilla con las dos sacerdotisas insinuandose ... y cada vez le costaba más evitar imaginarse ... cerró los ojos con fuerza y no pudo evitar acordarse de Clarissa. 

Sacudió la cabeza. Prefería enfrentarse a diablos y monstruos que entender a las mujeres. Y con ese pensamiento bajo a congraciarse con los enanos, para que su comercio redundase en beneficio de Andoran.

Cuando Ethelnir bajó a hablar con los enanos, descubrió que las sacerdotisas se le habían adelantado, Larissa charlaba amigablemente con ellos y Mirella ya había firmado varios contratos comerciales...

Harold regresó con el buen regusto de haber acertado por fin una flecha directamente contra la sacerdotisa. ¿Estaría por fin cambiando su suerte?

Busco de nuevo su sitio en el barco, donde viajar cómodamente y en meditación y contemplación y dejó que el sonido del mar acallara los continuos disparates de Larissa y Mirella, quienes parecían haber encontrado un mejor objetivo para sus ráfagas de palabras*.

¿Pintaba yo algo en una expedición como aquella? Bueno, aparte de hacer bulto, claro...

El barco era una buena oportunidad para estar a solas con mis pensamientos. Los enanos teníamos fama de no pensar muy a menudo... pero oye, no era mi caso. Lo que estaba claro es que yo no hubiese venido, los demás no lo hubieran notado. ¿Acaso este era mi lugar? ¿De verdad la Sociedad Pathfinder me necesitaba? ¿Y yo a ella?

Habíamos tenido éxito, pero no gracias a mi. Quizá tendría que pensar un poco más en ello cuando llegásemos a la logia... Sí, decididamente debía aclarar mis ideas.

El viaje de vuelta resulta demasiado corto, los enanos son demasiado influyente para no tratar de dejar todos los contactos comerciales enfilados para los mios, y tampoco son demasiado dificiles de manejar, asi que en esos temas se gasta bastante tiempo del viaje, pero por otra parte el paladin es demasiado mono y timido para no divertirse un poco con el

Finalmente habian conseguido detener a la mujes esclavista. Lorik emprendió el viaje de vuelta con cierto optimismo. Se había quedado tranquilo de que la mujer, esta vez, no hubiera podido escapar. Aunque la discusión entre el paladín y la clérigo de los "diablos" no ayudaba a relajarse demasiado. De nuevo Larissa parecía la única con un poco de cordura, quizás también el "negado" de Harold.

El viaje lo pasó en la cubierta, recreando mentalmente los combates en los que habia participado mientras perdía su vista en el azul horizonte. No habian sacado demasiado de esta misión, pero al menos habian logrado su objetivo. Ahora deberian de volver a Absalom hasta esperar un nuevo encargo. Esperaba que un poco más complicado ahora que se veía en capacidad para combatir mejor a los malditos esclavistas.

Sonrió mientras se pasaba la mano por la cabeza. Antes de todo eso... tendría que raparse el pelo de nuevo.