Partida Rol por web

Era de admirar que aquellos goblin aún tuvieran ganas de pelear después de haber visto a su compañero ser descuartizado. 

A por el siguiente.

El tajo de la guadaña no llegó a impactar en el siguiente enemigo, sin embargo, Régulo pareció ensañarse con el que le había intentado atacar. 

El goblin sufrió terribles heridas al ser rasgado por las garras y la boca de Régulo. Heridas incompatibles con la vida, diría cualquier experto. Eso le pasaba por ser tan temerario. 

La elfa avanzó hacia el goblin restante e intento alcanzarle con una estocada certera en el pecho.

- ¡Cae maldito! ¡Cae!

Viendo al goblin sorprendido por el golpe de Mia, Zhen decide aprovechar su oportunidad

GOLPE DE LA COBRA DE DOS CABEZAS

con una velocidad endiablada, Zhen descargó dos rápidos puñetazos al único goblin wue seguía en pie

Entre la estocada de Meri y el ataque especial de Bai Zhen dieron buena cuenta del último de los goblins, que ni las veía venir. Al final sólo quedó un cadáver pinchado en un estoque y machacado a palos por el monje. 

Gliss respira, intentándo calmarse. Al poco empieza a sentirse cansada, pero sonríe por los restos de goblin que tiene delante

Bueno... No hay tiempo... Que perder. Adelante, compañeros. Ese dragon no se va a morir solo...

Meri empezó a ayudar la gente a desalojar.

- ¡Vamos, sin atropellarse, de uno en uno!

Tras vuestro combate veis a varios grupos de Pathfinders que parecen defenderse con éxito.

Un dragón exhala ácido en vuestra dirección, pero afortunadamente os parapetais tras las gradas, aunque no todos tienen la misma suerte.

Los ataques terminan cuando la muchedumbre huye, aunque muchos goblins han perseguido a la multitud hasta la ciudad y los dragones negros dominan los cielos de la ciudad, y todas las amenazas graves ya no estan en el Irorium. El pilar de la luz fantasmagórica todavía alcanza el cielo desde algún lugar de los jardines de la Gran Logia, y los habitantes de la ciudad  murmuran aterrados.

Varios  grupos de Pathfinders se preparan para acudir a la Gran Logia, aunque algunos estan demasiado heridos  (o asustados) para continuar la lucha.

ACTO 2: Corriendo por el Barrio Extranjero

Atravesais las calles de Absalón, obstruida por la población aterrorizada. Las calles están llenas de miedo y son un completo caos. Trazar un camino hacia la Gran Logia resulta sencillo, sin embargo, dada la inmensa columna de luz.

Mientras avanzáis hacia la Logia, entraís en un mercado

La carrera a través del barrio de los extranjeros hasta la Gran Logia os lleva a un gran mercado. Los edificios destruidos, rotos tiendas de campaña, y montones de escombros arrancados de otras estructuras cercanas forman una barricada burda, pero efectiva a través del centro de la plaza del mercado, bloqueando el camino.

Aunque sólo son unos pocos pies de altura, la barricada es difícil para pasar, ya que proporciona cobertura a los goblins que la defienden.

En concreto algunos goblins y una humana que parece dirigirles y grita:

- ¡Cerradles el paso! ¡No llegarán a la Gran Logia!

Meri desenvaino el rapier y elevó la voz.

-¡Me parece que no sabeis contar!

Los goblins se parapetaron tras los escombros, armados con arcos. Parecían querer impedir que los Pathfinders llegaran a la Gran Logia. O matar gente con sus arcos, ellos estaban viviendo la aventura de sus vidas y reían de forma maníaca. 

La humana que comandaba a los Goblins estaba armada con un mangual pesado y también se parapetaba tras escombros. 

—¡Sufrirán el fin de los tiempos! 

Esa humana parece dirigir a los goblins! Si está acostumbrada a su presencia, igual no le importa pasar un rato contigo, Bandoneon! Jajá!

Le guiña un ojo, mientras se prepara para la batalla

En este caso, Gliss, procura no desfigurarla demasiado para que el cura pueda disfrutar de ella

Tras esta frase, Zhen toma su baston negro, adornado con dragones de plata y se prepara para el combate

¿Disfrutar de ella? ¿Pasar un rato? Está comandando una tropa de goblins, ¡no debe de ser una persona con la que uno podría divertirse! Se pronunció indignado mientras desenvainaba su arma. Régulo le dirigió una mirada condescendiente a la vez que inclinaba la cabeza. Al darse cuenta de su torpeza, asintió. Por supuesto...

Con diversas chanzas, los pathfinders se prepararon para el combate¹. Unos enemigos, unos de los que todavía no se conocía lealtad o plan alguno, trataban de que no llegaran a la Gran Logia. 

Pero no había nada que consiguiera que un pathfinder quisiera hacer algo con mayor intensidad que se lo trataran de impedir. 

El clérigo elfo escuchó las palabras de Gliss, pero sus ojos monocolor se abrieron en demasía al ver a la mujer. —Oh, Cayden mío, si es mi ex... ¡Y seguro que viene por la pensión!

Sabiendo que llevaba años sin pagar y de la mala leche que gastaba su ex-mujer, Bandoneón huyó por las callejuelas de Absalom. 

dejemonos de chacharas. Debemos llegar lo antes posible a la Gran Logia.

Y dicho eso, comezó a correr esquivando obstaculos

Nos separa una gran distancia llena de obstáculos. Régulo, haz lo mejor que puedas.

De nuevo, el animal volvió a asentir pero sin prestar demasiada atención. En cuanto terminó de hablar, el león se dirigió a por uno de los goblin como una exhalación.