Partida Rol por web

¿Esto es el Coto de Caza? Supongo que estas vallas no se podrán atravesar sin entrar.

Miro mis pokeballs

Aún no entiendo que te ocurre pero me gustaría que vieras esto.

Adelante Wooper - digo lanzando la pokeball al aire.

Espero que se porte bien y podamos hacer las paces.

Para tu sorpresa, Wooper en el instante que salió de su pokéball decidió regresar a ella en menos tiempo del que quisieras reaccionar. No sabías que un pokémon pudiera hacer eso, tu siempre tendrías el control para liberarlo cuando quisieras pero el buscó la manera de refugiarse de nuevo allí dentro, cada vez el comportamiento de Wooper te preocupaba más

Aunque esté aquí, necesito arreglar ya esto. Volveré al centro pokemon y le preguntaré a la enfermera que puedo hacer.

Me guardo la pokeball y tomo el camino de vuelta a casa.

En poco tiempo volveré, pero primero necesito solucionar esto. Wooper, ¿Qué te pasa?

Frustrado ante los acontecimientos con Wooper, te dirigiste raudo y veloz hasta el centro pokémon de tu pueblo, allí la enfermera te recibió gustosa, como siempre.

- ¡Buenas! ¿qué puedo hacer por ti hoy? -

Pues tengo un problema, cuando nos hemos ido anteriormente de aquí, nos hemos dirigido hacia el Coto de Caza pero estando allí, he visto a un Cottonee y lo he capturado, aunque no he utilizado a mi Wooper por miedo a que le pasara algo al ser tan débil a Cottonee pero aunque no se si es de eso, Wooper ahora no me habla, intento que salga de su pokeball pero se niega, no se que puedo hacer. Por favor, ayúdeme. - digo cada vez más fuerte fruto de la desesperación.

La enfermera se quedó pensativa

- Necesito que me cuentes más cosas, no quiero darte mi opinión a la ligera - dijo manteniendo esa mirada de preocupación

- ¿Cuanto hace que tienes a Wooper? ¿Has combatido ya con él?¿En qué circunstancias coincidiste con el Cottonee? -

Tengo a Wooper desde esta mañana, y no he combatido con él, al ver a Cottonee que es de tipo planta y Wooper de tipo agua/tierra, tenía miedo de que le ocurriera algo muy malo y decide intentar capturarlo de la misma forma que hice con Wooper. Además capture al Cottonee justo en el mismo lugar en el que capture a Wooper. ¿Qué le puede pasar enfermera?

- Mmmm - la enfermera siguió pensativa

- No soy una experta en psicología pokémon, pero se me ocurren varias ideas, pero claro, no puedes tomarlas al pié de la letra ya que solo son conclusiones - dijo mientras se acercaba a ti

- Puede que Wooper se sienta inferior al no haber combatido contra Cottonee, quizás el quería formar parte activa de aquel combate y no le dejaste... o también ha podido ser celos al ver que ahora tienes a otro, el tema de la exclusividad hay pokémon que no lo manejan muy bien... - se quedó otro rato pensativa

- ¿Has llegado a pensar si ambos pokémon se conocían ya de antes? quizás no eran muy buenos amigos, lo digo por lo que me has comentado antes sobre que los atrapaste casi en la misma zona -

Pues la verdad que cuando saqué a los dos de su pokeball para que se conocieran no puso ninguno buena cara, parecían enfadados.

Luego metí a Cottonee en su pokeball y hablé a solas con Wooper diciéndole que el siempre sería mi primer pokemon y que lo quedría como tal pero que para poder participar en la liga necesitaba capturar más pokemons.

No lo entendió y comenzó a hablarme enfadado pero no lo entendí y fue cuando se metió en su pokeball y no ha vuelto a salir, ya no se que hacer.

La enfermera reflejó en su rostro que compartía su preocupación

- Por desgracia yo ya no sé que más decirte, si quieres puedes visitar al dueño del coto de caza, es un cuidador pokémon e igual entiende qué es lo que sucede en esa relación ¿no crees? -

Muchas Gracias enfermera - digo mientras salgo corriendo del centro pokemon.

¡Seré idiota! Me voy del coto de caza y allí tenía la solución.

Tras una larga carrera, llegaste de nuevo hasta las inmediaciones del coto de caza, estabas agotado y necesitabas un pequeño respiro. La casa seguía igual que siempre, pacífica y tranquila y con toda la gran extensión vallada.

Paro un momento en la puerta para tomar aire.

¡Uff! ¡Qué calor que tengo!

Poco a poco me recupero y voy hacia la puerta.

Toco la puerta y digo: 

¿Hola?

La puerta se abrió buscamente y apareció una mujer de piel morena y mucha vitalidad

- ¡Hoooola! Bienvenido a nuestra reserva joven amigo - dijo mientras colocaba sus brazos en jarra

- ¿En qué puedo ayudarte? -

Hola, me llamo Morti. Necesito su ayuda, le enfermera me dijo que usted podría ayudarme, por favor ayúdeme - digo tirándome sobre la muchacha.

La empiezo a mirar con preocupación.

Necesito que me ayude sea como sea.

La mujer se quedó extrañada

- Eh eh - dijo mientras veía como te abalanzabas

- ¿Morti has dicho? ¿en qué puedo yo ayudarte? no es normal que la enfermera me mande a un joven entrenador hasta mi y menos con esa cara de preocupación que casi te llega al suelo - después cogió y mantuvo las distancias

- Cuéntame con calma y veré si es verdad que yo puedo ayudarte Morti -

Pues he capturado antes mi primer pokemon, un Wooper, iba todo bien con él, hasta que dirigiéndonos hacía aquí, he visto un Cottonee, como Wooper es muy débil contra Cottonee, he decidido intentar capturarlo igual que hice con Wooper y lo conseguí, pero al presentarlos, los dos pusieron mala cara y se enfadaron. Ahora mismo Wooper no quiere salir de su pokeball y no se que hacer. Ayúdeme por favor.

La mujer sonrió, no sabes si porque le emocionaba tu caso o porque lo consideró divertido

- Vaya, vaya, vaya... curiosos tus pokémon ¿verdad? - dijo mientras te miraba.

- Mira, a simple vista está claro que hay algún problema entre estos dos pokémon, porque con tan poco tiempo desde su captura no creo que tenga algo en contra de su entrenador... aunque nunca hay que descartar hipótesis... - la mujer se dio la vuelta y te invitó a pasar.

El lugar era como una gran mansión con todo el mobiliario de lujo. Había fotos de artistas y gente famosa de otras regiones que habían estado aquí, en este mismo coto.

- Sé que puedo ayudarte - comentó mientras te invitaba a tomar asiento.

- Sin embargo necesitaría que me dejases a tus dos pokémon aquí, puedo investigar el caso y hacer que se lleven estupendamente, siempre y cuando me abones los honorarios - comentó

Para ser una enamorada de los pokemons, ya me está pidiendo dinero.

¿De cuanto tiempo y cuánto dinero estamos hablando - dije ya de forma muy desinterasada, mirando hacia la puerta.

La mujer se percató de tu reacción, notaste ahí que era una mujer preparada para los negocios.

- Bueno... en un principio iba a cobrarte dos Irisinas, pero teniendo en cuenta que aún eres un jovencísimo entrenador y que estos son tus primeros pokémon, te lo dejaré en tan solo una Irisina ¿te parece? - comentó mientras te ofrecía la mano para cerrar el acuerdo.

- Tan solo necesitaré un par de días, tienes mi garantía - sonrió