El pueblo se encuentra arruinado y casi fantasmagórico, pero a la vez se puede ver que en algún momento tubo esplendor y calles pobladas de habitantes.
Se encuentran en el centro de Montpelier, en el cruce de las avenidas Jonson y Smith. A su derecha pueden ver un hotel, deducen esto por el arruinado cartel que reza “Hotel Jonson”. Y a su izquierda una farmacia con las ventanas tapiadas pero con el cartel de “abierto” y a su lado una cafetería.
Siguiendo por la Av. Smith, hay dos casas que parecen encontrarse en un estado “habitable”. Cada una con un buzón donde se pueden leer los apellidos “Mich”, en uno, y “Lounty”, en el otro. A la vuelta, por la calle Brown, se encuentra la biblioteca del pueblo y antes un pequeño mercado.
Plano simple del pueblo:
[img=http://img219.imageshack.us/img219/9350/centrodemontpeliersw7.th.jpg]
Hotel
La fachada del hotel de dos pisos, se encuentra en un estado mohoso y desprolijo, como si nadie la hubiese restaurado en décadas. En la entrada hay unos pocos escalones antes de llegar a la puerta que chilla al abrirla.
La recepción es pequeña y Adam casi choca con el mueble de inscripción, donde descansan un libro, con los nombres de pasajeros y una campanilla para llamar al recepcionista, al entrar. El lugar se encuentra empapelado de un color rojo oscuro y lo primero que se siente al ingresar es un fuerte olor a humedad y encierro.
Hace sonar la campanilla...
Luego de unos pocos minutos aparece un hombre diminuto, de lentes de marco grueso y una nariz prominente. Y dice: -Buenos días querido turista, ¿en qué lo puedo ayudar?-
Me quedo observando la desgastada decoración que seguro tuvo mejores tiempos. El papel de la pared comienza a desencolarse debido a la humedad y el paso del tiempo. Me fijo en los cercos de la humedad del techo cuando un hombre aparece de súbito y me asusta. Reacciono nervioso aunque intento controlarme inmediatamente.
- Oh vaya, qué susto me ha dado. Verá me gustaría alquilar una habitación si fuera posible. Puede darme la mejor que tenga, le pagaré sin problemas -
Esto marchaba realmente bien. La atmósfera no podía ser más sórdida, e incluso el hombre parecía sacado de uno de mis relatos. Este lugar sería la inspiración perfecta para mi obra. Esta misma noche comenzaré a hacer algunas anotaciones.
Si puedo reservar habitación preguntaré si ofrecen comida y la hora a la cual puedo hacer uso de dicho servicio. También me gustaría asearme un poco antes de comer.
Por cierto, no sé muy bien qué hora es. He supuesto que el viaje me ha llevado gran parte del día. Depende de la hora modificaré el post y cambiaré cena por comida, ok?
Modificado cena por comida
El hombre se entusiasma mucho, diciendo: -Por supuesto señor, son $4.5 la noche por persona, le daré la mejor habitación-, luego te da la llave de la habitación, una llave grande, de bronce, con un número 4 en esta.
-El desayuno, almuerzo y cena son en la Cafetería de enfrente-
-Posee de todo lo necesario para asearse en la habitación-
Habitación 4:
Una pequeña habitación con dos camas, en el primer piso. Posee una ventana hacia la calle, un pequeño baño, moderadamente limpio, y una gran mancha de humedad en el techo, sobre las camas.
*Son las 14:00hs.
Abono el precio al amable hombre comentándole:
- No sé el tiempo que voy a permanecer, así que le abono por anticipado el precio de otra noche y con ello reservo la habitación para alquilarla diariamente si le parece -
Le entrego los 9 dólares y subo a la habitación con el típico crujir de la madera de los escalones. - Genial! Ya llega la inspiración -
La habitación es lo suficientemente cómoda para pasar una semana. Tras dejar el equipaje debidamente ordenado en los cajones, me aseo con agua caliente. Me visto y observo por la ventana de la habitación la calle retirando un poco las desgastadas cortinillas. Trato de localizar visualmente la cafetería y es cuando un rugido en mi estómago me recuerda que hace rato que pasó la hora de comer. Enfundándome en mi gabardina y mi gorra salgo hacia la cafetería para darme un buen festín con las delicias del lugar. El frío aprieta y necesito consumir calorías.
Los 9 dólares los descuentas tu de mi inventario o lo hago yo?
Cafetería:
Es una pequeña cafetería con una barra para tres personas y dos mesitas con vista a la calle. La camarera es una joven de 25 años aproximadamente.
Prefiero que cada cual se encargue de ir modificando sus datos. Yo cada tanto me fijo que todo esté en orden.
Al verte llegar, sale de atrás de la barra y con un trapo en la mano pregunta: -¿Va a consumir algo señor?-
La amable camarera se ofrece a cumplir mis espectativas propias del local.
- Con gusto devoraría un buen bistec. También una pinta de cerveza no demasiado fría, si tiene a bien servirme -
El lugar no es nada del otro mundo y tampoco observo interés en el para incluir en mi novela de forma reseñable. Espero paciente a que preparen mi comida leyendo algún diario que pueda haber.
- Señorita si no le importa me sentaré en aquella mesa junto a la ventana -
Con mi pinta de cerveza y el correo, me siento junto a la claridad escasa del cielo de noviembre a leer las curiosidades locales. De paso, le doy un vistazo a mi vehículo, que yace cubierto por la loneta protectora.
No sé muy bien qué cantidad de dinero puedo llevar encima según la tirada que he tenido. Me lo indicas y le resto los 9 dólares junto con lo que cueste la comida. Seguro que he llevado el suficiente dinero com para poder pasar una semana en este pueblo y algo más por imprevistos.
En el periódico puedes leer, entre otras cosas, una noticia que te llama la atención:
Periódico Boston Herald, 19 de Noviembre de 1920
Se reporta la huída en masa de los habitantes del pueblo de Montpelier. Alrededor de 80 familias abandonaron sus casas para radicarse en la ciudad de Boston.
¿Esto se deberá al cambio del clima? Las personas dicen buscar “una vida más tranquila”.
Tirada: 1d100
Motivo: Suerte
Dificultad: 50-
Resultado: 49 (Éxito)
*La tirada fue al limite, por lo que es lo único que notas ver en el periódico.
*Llevas $400 para los gastos totales del viaje, más que suficiente para unos días.
La camarera sonríe y te informa que no tienen nada para tomar que no esté frío, por lo que te sirve el bistec con la pinta de cerveza traspirando de lo congelada que se encuentra.
-Son 5 dólares-.
Luego de complacer tus pedidos, se propone a limpiar los vasos detrás de la barra, mientras te observa disimuladamente.
El bistec a pesar de su frío estado es bastante bueno. Se nota que en el ambiente casi rural la comida es de mejor calidad. La camarera me observa desde su posición, cosa que al principio agradezco, pero poco a poco se va tornando en cierto nerviosismo. Decido romper el silencio preguntando algo mientras mastico el sabroso filete y leo por encima las noticias.
- Así que parece haber una considerable migración a la ciudad eh? Todo el mundo desea probar fortuna en la gran ciudad. Al final va a ser cierto que todos tendremos un coche en el garaje. Usted no desea probar mejor suerte en Boston? -
Mi curiosidad innata me hace pasar un poco de la raya y noto como la camarera se envara ligeramente con mi conversación, pero confío en que me responda algo interesante. Abono gustoso los 5 dólares.
Resto los 5 dólares en mi ficha.