Partida Rol por web

Eras un superviviente, y lo seguías demostrando.

El paso de los días hacía que cada vez fuese más sencillo para ti acostumbrarte al clima del lugar. No te habías topado con muchos enemigos y mucho menos con otros jugadores, con lo cual sobrevivir por ahora estaba siendo fácil.

Ahora te encontrabas en un valle, parecía tranquilo ¿seguro quizás? todavía era demasiado pronto para saberlo. No te fiabas de las ciudades por ahora porque significaba estar cerca de otros jugadores. Mantenías los ojos bien abiertos a la vez que explorabas el lugar.

De repente te llegó un aviso por parte de la administración. Parecía que el problema de los Hackers se había solucionado ¡menos mal!

Al parecer, Cyclon prefirió mantenerse oculto a divertirse. No era algo que pudiera reprocharle, al fin y al cabo a nadie le gustaba que sus esfuerzos se vieran en nada por culpa de una actuación imprudente. Sin embargo, yo prefería pensar que podía rehacer la cuenta en cualquier momento. Solo tenía que ir tirando, y buscar drops y recompensas. En ningún caso buscaba eliminar otros jugadores, por el mismo motivo que no me importaba la decisión de Cyclon.

Echaba de menos hablar con alguien a quien conociera, así que durante aquel tiempo mantuve un par de conversaciones con Ashida-san sobre el problema de los hackers. La vida empezaba a hacerse aburrida, con todo aquello de evadir los peores peligros, así que en cuanto se solucionó el problema no pude evitar saltar de alegría.

- ¡Siiiiiiii! ¡Por fin! - grité imprudentemente -. Ups. Bueno, por lo menos ya no puedo perder la cuenta.

Habían pasado cuatro días desde que te separaste de Krauss. Por fortuna parecía que el ataque Hacker había sido resuelto y tu personaje no había sufrido ninguna consecuencia.

Desde hace días, por fin has podido salir de nuevo a las calles sintiéndote "algo" más seguro, sabías que podías morir. Pero al menos no para siempre.

Mientras caminabas escuchaste un grito.

- ¡Socorro! ¡¡Socorro!! - parecía el grito de una mujer.

en cuestión de segundos viste a una chica corriendo en tu dirección. Parecía asustada.

- Bueno, ahora que ya no hay tanto riesgo, vamos a ver si puedo gastarme ya el dinero del tutorial. La pistola está bien, pero me he gastado mas puntos en rifles y ametralladoras. Creo que al sur había una ciudad.

Y así, decidido, fui a buscar la ciudad que días antes había esquivado en buca de alguna tienda o algún contrabandista. Lo que fuera, con tal de mejorar mi equipamiento.

Llegaste hasta la ciudad más próxima evitando cualquier tipo de problema con el entorno. Una vez dentro de la ciudad sabías que nadie podría hacerte daño, aunque a veces eso implicaba tener perseguidores si te consideraban una presa fácil.

Echaste un vistazo general a todo el entorno hasta dar con una de las tiendas generales de armamento y equipamiento.

Tras el mostrador estaba un hombre robusto. Parecía el mismísimo Rambo.

En cuanto pisaste la tienda clavó su mirada en ti.

- ¿Qué quieres? -

Nada mas entrar, ante la pregunta de mi nuevo interlocutor, vino a mi cabeza un "todo el mercado es droga". Sin embargo no quería droga, aun. Miré alrededor y al no ver nada demasiado sospechoso, caminé con tranquilidad hasta el NPC.

- Armas y provisiones, ¿que si no? Anda, déjame ver el inventario a ver que puede interesarme.

El dependiente frunció el ceño.

- Esto es lo único que tengo para ti - después de decir aquello colocó un rifle sobre la mesa. Estaba dentro de una caja negra hermosa. Cuando la abriste comprobaste que se trataba de una Steyr Aug en un estado impecable.

- Su precio es de 2000 NG, y no pienso hacerte un descuento ¿entendiste? -

- Perfectamente.

Desde luego, se salía bastante de mi presupuesto, basicamente era el doble de lo que disponía. Después de todo, era de esperar, no te pueden dar una gran fortuna solo por pasarte el tutorial, menos aun uno tan sencillo como aquel. No me quedaba otra que dar media vuelta, marcharme por donde había venido e ir a PvP. Así que, una vez salí de la tienda, me dediqué a buscar a otros jugadores con sigilo, para evitar ser detectado, y así poder hacer una selección de objetivos. Alguien asequible, pero sin ser un abusón, y preferiblemente con equipo de mi interés.

Por fin habías superado la barrera de tu primera quincena dentro del servidor, no había muerto ni una sola vez y mucho menos estado en una situación que pudieses considerar "estar en apuros".

Continuaste caminando por los terrenos derruidos de las afueras de la ciudad intentando encontrar enemigos u oportunidades que te permitieran progresar más rápido y en mejores condiciones.

Todo parecía ideal hasta que de repente viste una figura frente a ti. Parecía que por fin habías sido capaz de toparte con alguien ¿sería amigo o enemigo? aunque había algo que no te gustaba demasiado.

El hombre era bastante alto, llevaba un blindaje ligero a simple vista. Estaría a unos 30 metros de ti, había sabido esconderse bien.

- Vaya, vaya, vaya... por fin encontramos algo que merezca la pena... - hizo un chasquido de dedos.

Escuchaste un ruido que provenía de detrás tuya. Te giraste un momento solo para comprobar qué sucedía.

Un segundo hombre apareció, este parecía más ágil y no iba tan bien equipado como el primero. Te miró y sonrió

- Oh jefe... por fin ha merecido la pena esperar tanto tiempo - 

El primer hombre se sofocó

- ¡Cállate sabandija! no te he dado permiso para hablar, yo soy el único que hace las presentaciones - dijo mientras se cruzaba de brazos. Aquella reacción te resultó tremendamente familiar. En tu instituto había un grupo de macarras que actuaban exactamente como estos dos jugadores

El PvE me iba de maravilla, las criaturas eran fáciles de sorprender y por lo tanto de eliminar. El PvP era otro cantar. Al parecer yo era el único con el valor suficiente como para ir solo sin ser un novato. Al menos eso parecía hasta que por fin encontré a uno que parecía bien escondido. Intenté acercarme con disimulo, pero el suceso de acontecimientos me llevó a la conclusión de que había sido rodeado por dos tíos que no me alegraba precisamente de conocer.

Maldita sea, ellos no. Cualquiera menos ese par de idiotas.

Me encontraba en desventaja numérica y táctica. Busqué algún lugar desde el cual pudiera tener una buena cobertura (aunque no la necesitaba demasiado al tener la máxima defensa inicial posible, no estaba de más con algo que me previniera de sus ataques), mientras intentaba distraerlos con la primera estupidez que se me vino a la cabeza. Y, en todo momento con la mano cerca de la funda.

- A ver si adivino, esa piedra - señalé una piedra al azar -, es por la que ha merecido la pena esperar, ¿verdad?

Si no conseguía encontrar nada, trataría de atacar por sorpresa a Macho Beta aprovechando la distancia y la capacidad de reacciôn probablemente reducida de Macho Alfa

Cyclon se dio media vuelta con su arma desenfundada. En cuanto vio a la chica corriendo se vio tentada en dispararla. Si había sobrevivido durante aquellos cuatro días era por no fiarse de nadie. Pero aquella chica, por algún motivo, le dio la sensación de que podía estar de verdad en peligro. Así que echó un ojos detrás de ella, para ver si era capaz de comprender el motivo por el que huía.

Señalaste con rapidez una de las piedras que había por el camino. Elegiste una que parecía bastante exótica (tenía forma de corazón) pero parecía que aquella argucia no tenía sentido.

- ¿Te crees que soy gilipoyas? - dijo el que parecía ser el lider del grupo.

- Si ¡eso! ¡Gilipoyas! - repitió el subordinado.

El líder se llevó las manos a la cabeza, parecía que su subordinado era más estúpido de lo que aparentaba.

- Grrrrr ¡dejémonos de tonterías! - ahora parecía hablar en serio.

- Vamos a hacer esto de manera limpia, no buscamos matarte, eso no nos va a dar nada, pero estás en desventaja chaval. Danos todo el dinero que tengas y tu arma -