Partida Rol por web

La profesora Molly carga con furia enseguecida en dirección al espadachín misterioso, quien la saluda con pasotismo absoluto. Al momento de llegar a él, lanza un manotazo cargado de chispas a su cara, que es fácilmente evadido con un movimiento del cuello.

Al instante este hombre desenfunda con una velocidad inusitada y produce un corte horizontal en la zona del estómago de la profesora, aprovechando que había quedado ella en posición desventajosa luego de mandarse así. Pero Molly había sacado la otra mano del bolsillo, produciendo un arco eléctrico en el sitio del corte que desvía el filo, haciendo también que la hoja se doble un momento antes de regresar a la normalidad por su propia resistencia al cambio.
—Fuera —espeta la profesora con desdén. Tiene astillado uno de los cristales de los lentes.
—Sólo quiero hablar, luego me voy. ¿No hay nadie libre ahora?
La profesora no responde, extiende un brazo al costado con la palma abierta hacia abajo y chispas salen del suelo. Ven como allí salen chispas en el asfalto y empieza lentamente a cambiar de forma, se levanta, se estira y cambia a un color mucho más oscuro, al tiempo que va apareciendo un pequeño hueco alrededor. Cuando termina, se hubo formado una alabarda decorada con una caricatura con anteojos y flequillo en el sitio donde comienza el filo.
El espadachín suspira y guarda su arma, tendiendo las dos manos vacías hacia adelante, pero la única respuesta a su son de paz es un grito de guerra, batiendo la lanza sobre su cabeza, la profesora arremete a toda velocidad; con los ojos abiertos como platos, el espadachín de nuevo desenfunda y bloquea cada golpe con absoluta precisión.
—¡Que sólo quiero hablar! —grita asustado, siendo difícil saber si de verdad se siente así o si sólo bromea—. ¡Hey Oh Snow!
En un momento de descuido, apoya su mano libre en el hombro de Molly y de allí brota hielo y escarcha, que poco a poco va cubriendo todo el brazo derecho de la mujer, hasta el cuello y casi la cintura.

—Es importante, Molly, por favor.

La escarcha parece como si estuviera viva y se intentara comer a la profesora, esparciéndose cada vez más sobre su cuerpo.
—¡Traidor de pacotilla! ¡Vendepatria! ¡Energúmeno! —grita Molly a todo pulmón—. ¡Fuera!
El espadachín cierra los ojos un momento, como si estuviera absorbiendo esos epítetos con una armadura de voluntad.
—Vale, vengo otro día.

Los problemas con las mujeres no eran ninguna sorpresa en su maestro, había contemplado varias veces alguna pobre con el corazón roto montar algún numerito. No obstante, ninguna había intentado cortarle la cabeza con una alabarda…Aunque considerando el “vendepatria” de la profesora aquella historia podría tener algo más de fondo que un simple amorío fallido.

La chica estaba en un ligero shock por los acontecimientos y para cuando se quiso dar cuenta su maestro tenia la intención de irse sin más, dejando una escena remanente un tanto incomoda.

“Tan frio como siempre…En fin.”

-¡Ah!, ya sé, tal vez la profesora Molly puede indicarme como recoger mi moto y luego darnos un tour por la academia  hacia las habitaciones, de camino podría hablarnos de las nuevas investigaciones en las que ha trabajado, estoy segura de que habrá echo algún avance interesante.- Rompiendo de golpe la incomodidad con alegría forzada, aquel había sido un poco sutil intento de cambiar el ambiente. La curiosidad por preguntar por lo ocurrido la mataba, pero prefería intentar calmar a su iracunda profesora cambiando de tema, antes que indagar en algo incomodo y molestarla más.

Perseguir ante el súbito arranque de la profesora desemboco en una escena bastante atípica. No sabía quién era aquel tipo y no hice ningún movimiento hasta que la escarcha pareció empezar a comerse a la profesora.

—Pero qué demonios. ¿Quién era ese tipo? —Pregunte sin reparo alguno mientras me acercaba al grupo y miraba si la escarcha había dejado de avanzar. Aunque me distraje rapidamente mirando el arma de Molly ¿Porqué tenía anteojos y flequillo ?

Confundido ante la propuesta de Lyn mire a mis compañeros.
—¿Al final nos esperasteis?¿No fuisteis a las habitaciones?— Pregunte mientras estiraba los brazos. Me dolían ligeramente las articulaciones, no tenía claro si era cansancio o quizá estrés acumulado.

Le di un toque en la nuca a Lakyus cuando preguntó por el tipo.

- Te lo dije, un desastre del que no queremos formar parte. Aprende a meterte en tus asuntos, vivirás más años. Se que estás coladito por la profesora, pero si empiezas a seguirla por todas partes sin mas no vas a conseguir lo que quieres.

Entonces estiré los brazos como si por fin me hubiera recuperado. Mis niveles de magia ya eran más normales, y no estaba tan agotada.

- ¿Sabes qué? Ahora me entraría muy bien una cerveza, vamos a tomarnos algo.

—Eso eso, ¿aún no les has mostrado sus cuartos? —repite el espadachín, ayudando a cambir el tema.
—¿No te ibas? —Responde Molly con desdén. El hielo se ha detenido, pero le cubre toda la mitad izquierda del cuerpo.
—Bueno, sí, pero...
—¡Mitsurugi! Tu elemento era el agua, ¿no? —interrumpe la profesora—. Sullivan, tú también deberías poder, ¿quieren aprender a hacer un sol? Tomen nota.

Salen otros chispazos en el cuerpo de la profesora y poco a poco se va liberando de su prisión.
—Pero ojo, que esto es muy difícil y lleva años dominar, cualquier error podría resultar catastrófico.
Sale una risa tontorrona de ella, como la de alguien que se encuentra un billete grande tirado en la calle. El espadachín empieza a retroceder poco a poco, poniendo las manos hacia adelante.
—O-oye, no irás a... ¡vengo por algo importante! —La calma en el hombre se esfuma de golpe—. ¡No puedo creer que todavía estés enojada por eso!

—El agua es una fuente abundante de hidrógeno, el elemento más fácil de fusionar. Hablo de elemento de verdad, no de los mágicos. —Echa un vistazo de soslayo a Hanzo—. Aunque el agua creada con magia también sirve.
Ya no tiene tanto hielo encima como antes, se ha ido reduciendo y concentrándose en su mano izquierda, de donde ven que sale vapor. No sólo eso, a los pocos segundos notan mucho, pero mucho calor.
—Esta técnica se llama TNT, cualquiera que pueda ejercer control sobre los átomos de hidrógeno puede hacerla, pero les repito, practiquen mucho primero.
Toda el agua se ha comprimido en un punto con un brillo y calor intensos, en la palma de Molly ahora hay un sol pequeñito, listo para producir violencia.
—¡Sapphire Splash! —El espadachín hace un ademán y de su mano salen fragmentos de escarcha que van directo hacia Molly. La profesora se ve obligada a romper su concentración para poder bloquearlos con su arma en la otra mano y el mini-sol se desvanece.
—¡Oye! —exclama ofuscada, como si le hubieran roto su castillo de arena.
—¿Te has enloquecido tú? Al final creo que es cierto que aquí se cuecen habas.
—En todos lados se cuecen habas —responde Molly con rabia.

El espadachín y Molly se quedan en silencio casi un minuto entero, mirándose a los ojos el uno al otro, hasta que el espadachín suspira y da media vuelta.
—Vayamos a por unas cervezas, sí, yo los invito, para festejar que han pasado bien la prueba.
Empieza a marcharse a la vez que la profesora le hace gestos feos con el dedo. Él parece darse cuenta, pero prefiere ignorar.

Ignore las palabras de Keira mientras mi mirada quedaba fija en aquel experimento científico que se estaba dando en la mano de la profesora Molly. No fue hatsa uqe fue interrumpida que pude hablar.

—Oh dios mío.— Murmure como si ninguno de los presentes se hubiera dado cuenta de lo ocurrido.—¿Hidrogeno? Eso no ha sido solo hidrogeno. Acabas de usar tu poder para obligar a los átomos de Helio e Hidrogeno a unirse momentáneamente entrnado en estado plasmático  ¿Verdad? ¿Usaste tu poder para interferir en sus electrodos y forzar su unión?—Mi voz estaba más emocionada que durante la victoria contra la criatura del examen o cualquier momento del día.

—Pero eso… ¡Eso es fusión termonuclear sin necesidad alguna de un reactor! Si eso se aplicara a usos energéticos se obtendría energía limpia sin necesidad de componentes secundarios. Por no hablar del ahorro de espacio… — Sin darme cuenta seguía hablando en voz alta. Mi mano ya se había posicionado en el mentón. —Aunque si sigue el procedimiento habitual puede ser bastante peligroso… es decir, si lo haces en un ambiente no esteril corres riesgo de que otros materiales pesados entren en la reacción y se descontrole.

—¿Cómo haces para solucionar esa variable?— Mire a Molly fijamente olvidando la propuesta de cerveza por parte de mis compañeros.—Es decir, usas también tu poder para inertizar otras posibles partículas alrededor de la reacción? ¿Quizá otros elementos alrededor para rechazar a las posibles moléculas invasoras?

- Una estupenda forma de dar ejemplo a unos alumnos a los que han dicho que tienen que tener cuidado con sus poderes - dije añadiendo un aplauso sarcástico -. ¿Nos enseñarás también a hacer un agujero negro y atacar a la gente con él?

Volteé los ojos ante la forma de reaccionar de Lakyus. No entendía muy bien lo que estaba diciendo, pero claramente estaba tratando de impresionar a la profesora, así que preferí dejarle a su rollo.

- Voy a dejar al chaval ligando con la profesora - dije mientras caminaba hacia el espadachín -. Yo me apunto a la cerveza gratis, me quedaré también con la suya. ¿Dónde nos llevas, Vendepatria?

Su sutil propuesta de cambio de tema había caído en vacio y la profesora había determinado correcto el casi hacerlos explotar a todos, sin duda se llevaba el primer puesto en cuanto a cabreos con su maestro de lejos.

-Sep, casi que me uno a la cerveza y los separamos antes de que explote algo, no quiero soles tan cerca de mi- Comentó mientras comenzaba una retirada táctica junto con Keira- Y puesto que Rean es el culpable de este lio, una compensación en raciones no estaría de más, el pollo frito va bien con la cerveza ¿sabes?

 -¿Átomos? ¿Hidrogeno...? ¿T-Termonucle... qué...? -a diferencia del resto del grupo, que parecían sorprendidos o interesados en el asunto, cada explicación o pregunta sobre el tema solo me dejaba más descolocado, siendo obvio que la ciencia no era mi fuerte. -. Era una técnica poderosa... -acabé concluyendo como un super-resumen, siendo que entre la reacción del resto y la extensa explicación científica poderosa debía ser. -. Creo que me vendría bien una cerveza...

  Luego de que casi me explotase la cabeza escuchando una técnica precisamente del elemento que manejaba, veía optimo aceptar la oferta de ir a beber algo, acercándome estrategicamente a Lyn y Keira para seguir al hombre.

Tan pronto Lakyus empieza a explicar y a preguntar, el semblante de Molly cambia de manera radical. Pasa de estar inundada de ira a relajarse completamente.
—Je.
Pone una sonrisa como si se tratara de una quinceañera mirando en una vitrina el vestido que usará para su cumpleaños. Inmediatamente se pone a responder, explicando con detalle la fusión de hidrógeno en helio y el uso de su poder para manipular las uniones entre partículas. Parece una persona totalmente diferente.
—Y requiere de mucha concentración, si se hace mal, se desperdiciará energía mágica y podrías ir a parar al hospital. ¡Podría también desencadenarse una explosión que acabaría con la ciudad! —Lo dice con la efusividad de una niña pequeña hablando de ponis y princesas—. Tenemos a mucha gente investigando para poder aprovechar esta fuente de poder y llevarla a los hogares, pero es difícil encontrar la forma de producirla con estabilidad y eficiencia.

—No repitas eso —le dice angustiado el espadachín a Keira—. Por favor. Mi nombre es Rean.
Ya cuando van por la verja siguiendo a este sujeto, él mira por encima del hombro a la profesora, que continúa entusiasmada platicando con su alumno sobre cosas. Y suspira.
—Creo que algunos de ustedes no son de por aquí, ¿les interesa un tour por la ciudad mientras buscamos un sitio donde almorzar? —le dedica una mirada de soslayo a Lyn y asiente con los ojos cerrados—. Sí, todo el pollo frito que quieras, no hay drama.
Parece como si se sintiera culpable por algo.

—¡Qué listo eres! —La profesora y Lakyus siguen hablando mientras el resto abandona el predio de la academia—. Por supuesto, de la misma forma que se manipulan los átomos de hidrógeno, se pueden separar los elementos del exterior y crear un campo vacío que separe la reacción del entorno y...

Ignorando totalmente a mis compañeros seguí escuchando las explicaciones de la profesora mientras se alejaban. Cuando finalmente la profesora acabo su explicación volvi a hablar.

—Aunque si se consigue resolver todas esas variables, lo único que conseguiríamos es que los dotados acabaran actuando como “fuentes de energía”.—Dije dubitativo mientras me acariciaba el mentón.—Es decir, necesitaríamos que la secuencia elemental se repitiera sin la interacción de un operario. Que solo se necesitara al operario para iniciar la secuencia y que después esta pudiera proseguir sin supervisión.

Aquello era un tema ampliamente discutido lo había leído en algunas de las revistas científicas y siempre había tenido la misma duda.

— ¿No se ha intentado nunca simular la variable humana para la manipulación de los elementos?

-Yo ya he tenido un mini-tour forzado esta mañana- Comentó la chica recordando los contratiempos encontrados en su camino desde el hotel y su carrera mañanera- Buena comida, entretenimiento y tecnología son los puntos fundamentales de una ciudad ¿verdad?- Una sonrisa picara se asomo en sus labios-. Tengo fichadas unas cuantas tiendas y mercadillos de piezas para la ultima parte. Asique me apaño con que me digas donde comer bien y donde quedan las zonas recreativas, el resto ya lo explorare en mi dia libre….Pero prioriza el pollo y la cerveza.

—No, eso no sería ético, Unglaus. Tampoco me imagino que sea posible con la tecnología actual siquiera hacer esa simulación.

Cuando están por salir, se topan con un grupo de compañeros de los que estaban en la prueba con ustedes. En la distancia reconocen claramente el pelo de color chillón de uno y el otro que parece que tuviera una hamburguesa quemada descansando en su cabeza.
Son Lilian, Simon, Selina y Luke. Al uniforme de Simon le falta la manga derecha, pero todos se ven completamente sanos, con la excepción de Luke, que tiene heridas sangrantes de bala en el brazo y pierna izquierdos. Está siendo llevado caminando por el chico fucsia, con el brazo sano por encima de los hombros.
—Nada mal, hemos salido segundos —comenta adolorido Luke.
—En tiempo sí, ¡pero esperemos a ver las calificaciones! —exclama Simon en respuesta—. ¡El más rápido no siempre es el mejor!

—Ay, no... —Molly, preocupada, va hasta ellos y ayuda a llevar a Luke—. Ve con tus amigos, Unglaus.
Y se dirige ahora a estos otros chicos:
—Tú vendrás conmigo al laboratorio.
—Lo acompañamos.
—¡Sí!
Lilian no dice nada, mantiene la cabeza gacha, cuando se habla de ir al laboratorio da un pasito atrás.

...

—Lo tienes claro entonces, pues genial, no soy muy bueno dando indicaciones.
Al final salen los cinco a recorrer por ahí.
—Bueno, tenemos el café The Golden Experience, —continúa Rean—. Pero no creo que sirvan buenas cervezas ahí, eso es más para colegialas con dinero. De nosotros creo que nadie entra dentro de esa categoría.

Los pasea por el centro de la urbe, donde ven una plaza con un bonito monumento en forma de obelisco de granito negro, que está pulido, pero notan que está cubierto de pequeñas hendiduras.
—Esto es el tributo a los caídos de la guerra civil de Yamato —explica el espadachín, haciendo lo mejor que puede para parecerse a un guía turístico. No le sale—. Si se acercan, pueden ver los nombres de las víctimas que se cobró, civiles y soldados.
Descubren que sobre toda la superficie existen diminutas grabaciones en relieve con nombres, lo cubren completamente.

La plaza es un lugar muy bonito para pasar el rato, además el día es precioso y dan ganas de echarse en el césped a sestear, si no fuera por el hambre de que no han almorzado aún.
—A alguien le suena el estómago, vayamos a comer ya, pues —dice Rean un poco preocupado.
Mirando alrededor encuentran en una esquina un restaurante familiar, tras la vitrina ven una buena cantidad de gente disfrutando y eso significa de que puede ser un sitio recomendable para hincar el diente.
—Nunca entren a un restaurante si está vacío a la hora del almuerzo —explica Rean—. Eso no es buena señal.

A los pocos segundos de acomodarse, se les aproxima un muchacho joven con el uniforme de camarero que los saluda cordialmente y aguarda junto a la mesa con una libreta.

—Ah, oh.—Digo algo desilusionado por el final de la charla cuando me manda ir con mis compañeros, los cuales acabo de percatarme que ya están casi saliendo por la puerta. ¿Cuándo habían avanzado tanto?

Sacudiéndome la cabeza miré al nuevo grupo, parecía que lo habían pasado también mal en la prueba.

—¿Conseguisteis sacar el núcleo intacto?—Pregunte con algo de curiosidad respecto a la puntuación que podría tener el otro grupo.—A nosotros se nos fue la mano y lo destruimos demasiado rápido.—Dije mientras reía por lo bajo.—A decir verdad hasta que no lego Alighieri ni nos habíamos percatado de que tenía un núcleo.

Una de las compañeras dio un paso atrás al mencionar el laboratorio, como si no quisiera ir a aquel lugar. Durante un momento pensé en invitarla a venir con nosotros, pero parecía bastante tímida y no quería entrometerme con los del otro grupo.

—Bueno, nos vemos luego.—Dije mientras corría para alcanzar a los de mi grupo.

Sin problemas acompañe al grupo en aquel pequeño tour. Cuando llegamos al restaurante y nos sentamos finalmente no pude aguantarme más la pregunta.

—¿Entonces, quién eres Rean? Parecías llevarte bastante bien con Molly.— Dije de forma irónica justo cuando llego el camarero a atendernos.— Ah, yo tomare una soda de melón y… ¿Recomienda algo para comer?

- No se, me ha gustado el mote, creo que te lo quedas - le dije a Rean ante las quejas con una sonrisa picarona.

Mientras nos marchábamos simplemente saludé al grupo que venía, guiñándole un ojo a Luke. Parecía que ambos eramos el tanque de nuestro grupo, una posición más que desagradecida. Pero aquello no era en lo que quería pensar ahora. Tampoco quería pensar en el monumento, pensar en los muertos no traía buenos recuerdos.

- Yep. Eso significa o que la comida es mala, o que está reservado para una clientela a la que no te conviene molestar - añadí al comentario del profesor, antes de girarme hacia el camarero -. Un bremense completo para el señorito y otro para mí - dije pidiendo por Lakyus sin tapujos -. ¿Que cervezas tenéis?

Mi expresión mostró una ligera decepción cuando empezó a enumerarlas. Como era de esperarse casi todas eran rubias, pero por suerte tenían una negra buena que no dudé en pedir. Habiendo terminado el pedido me giré hacia Rean.

- ¿Talleres decentes por la zona?

-Comida local, suena bien- Comentó al escuchar lo que pedía Kiera- Otro bremense completo, una ración de pollo frito con salsa picante y una Voll doble malta.- Nombró rápidamente hacia el camarero para luego volver a la conversación y aprovechando la petición de Lakyus de presentarse.- Aprovechando que estamos sentados y no hay un viejo amor intentando matarte, ¿nos cuentas que haces aquí? No creo que hayas venido a verme, ni a que te corte la cabeza mi nueva profesora.

 Me mantuve al marguen de las conversaciones mientras estudiaba a quienes iban y venían, dedicando un asentimiento de cabeza al otro grupo hasta que acabamos pasando por aquel monumento que seria presentado por el hombre que guiaba al grupo.

 -Hmph... -con inusual curiosidad por mi parte, me acercaría a detallar aquellos nombres que mencionaba antes de que nos recordase el motivo de la caminata: comer. -. Tampoco si está lleno pero nadie tiene platos en su mesa... -añadí al consejo dado por Rean, siendo que si bien no era un experto sabía que cualquier restaurante se podía llenar con una buena presentación y buena comida, pero pero una mala administración podían hacer de una cena de treinta minutos una de 2 horas esperando el plato.

 Ya en la mesa, dejaría que el resto hiciese conversación mientras yo pedía de manera más disimulada una ración de pasta, algunas piezas de pollo y pescado para acompañar, así como una cerveza ni muy cara ni muy barata.

—Muy cierto —responde Rean a Hanzo—. En resumen, todo se reduce a ser buen observador, saber dónde y qué mirar puede ayudar a prevenir malos ratos.

—Bueno, antes nos llevábamos bien —se pone a contestarle a Lakyus, con cierto dejo de nostalgia, no parece muy animado al hablar de este tema—. Pero sucedieron cosas.
—Ah, no tengo mucha hambre ahora —le comunica al mesero—. Aquellas rosquillas de la vitrina se ven suculentas, tráeme un par, pero no las de ahí, ¿eh? quiero unas recién hechitas. Y una cerveza, cualquiera, la que más se venda.

El mozo apunta algunos pedidos y recomienda otros, para después marcharse a formular el pedido en las cocinas.

—¿Viejo amor? Molly y yo somos primos. Además es virgen, dice que está esperando al hombre indicado, qué sé yo, jamás en mi vida he visto una persona más conservadora.
Cuando viene llegando la comida, Rean espera a que el mozo se aleje de nuevo para continuar hablando.
—Eso... —prosigue con la respuesta para Lyn—. Eso quería hablarlo con un profesor, no con ustedes. Ustedes deben concentrarse en fortalecerse lo más que puedan ahí dentro, la paz que estamos viviendo es más falsa que las flores de este centro de mesa, no puedo decir que vaya a durar mucho más, y eso es todo lo que voy a compartirles, no quiero alarmarlos ni que se estresen.
Luego le dedica una fugaz mirada severa a Keira cuando sugiere lo del mote, luego exhala y le da un mordisco a su dona. Echando un vistazo por la ventana pueden ver un grupo de turistas tomándose fotografías junto al monumento aquel. 

La expresión del espadachín se relaja luego de haber comido, cuando Keira le pregunta por talleres ya no se lo nota molesto con ella.
—No tengo ni la más remota idea, eso deberías preguntárselo a este desastre. —Apoya su mano sobre la cabeza de Lyn, que está sentada al lado suyo—. Tal vez sus cortes sean muy brutos y poco precisos, pero los vehículos los manipula como quiere. Imagino que las ubicaciones de los talleres será la primer cosa que averiguó al llegar a la ciudad.

Calculas que habrá más de cien mil nombres cubriendo toda la superficie de la piedra, quizás doscientos, imposible de determinar, pero buscar alguno en particular no resulta complicado, pues están en orden alfabético de apellidos. Recorriendo la eme te topas con tres Mitsurugis, pero sus nombres no los reconoces. El tuyo no es un apellido muy común, pero eso tampoco quitaría que hubiera otras familias en Yamato que lo lleven, probablemente.
Lo que sí hay a continuación, un metro de nombres más abajo, es al menos dos docenas de Moriartys.

Ante la mirada del camarero esperando confirmación por mi parte a lo que había pedido Keira para mi me encogí de hombros aceptando aquello. Tras aquello seguí prestando atención a lo que nos decía aquel tipo. Mi ceja se alzó ante la espontanea declaración de la vida íntima de la profesora.

—No voy a preguntar por qué su primo sabe algo como eso, pero empiezo a entender la razón de que te ataque nada más verte. —Comente divertido mientras llegaba la comida.

Doy buena cuenta de los alimentos y mi refresco y no es hasta el final de la comida, cuando apoya su mano en la cabeza de Lyn, que vuelvo a hablar.—Espera, ¿Ustedes dos se conocen?.—Me quede mirando a ambos durante un momento antes de hablar.— ¿Hermanos? No, se parecen muy poco…. Mmmm ¿Algún amigo de la familia?—Pregunte a Lyn curioso de cuál era la relación con ese tipo.