Partida Rol por web

—En ningún momento —responde Luke a Lakyus, negando con la cabeza—. Ni siquiera sabemos qué hace su elemento. Tampoco es que hayamos hablado mucho con ella.
El muchacho entonces le habla a Selina, que está sentada justo delante de él.
—Tú has estado con ella más tiempo, ¿te ha mencionado algo acerca de ella misma?

La joven se gira por encima del hombro para verlos. Se lleva el dedo al labio, tras un momento de pensar, niega suavemente con la cabeza.

—En la prueba estaba hecha una bolita, completamente asustada, temblando como un gato mojado.

Keira entonces intenta un cambio notable de tema, el cual es seguido por Simon.
—¡Exacto! Los delegados de clase siempre llevan lentes. Te faltaría el engominado y estás completo, chaval.

—No voy a engominarme el pelo —zanja Welt, calmado, pero rotundo—. ¿Y no es mejor darle esa responsabilidad a alguien más sociable? Alguien con buen liderazgo. Como la señorita Vicens.

—¿Eh? —La princesa estaba distraída, mirando por la ventana, hasta que oye su nombre—. S-sí, naturalmente.

—Estimado Welt, es menester ser consciente de que a la princesa Vicens no le gustan los lamebotas —explica Riza en tono neutro y formal—. Ser alcahuete no sumará puntos con ella.

—¡No soy ningún alcahuete! —exclama Welt, un tanto ofuscado—. Estoy pensando objetivamente. La otra persona que se me ocurre es Puddephatt, pero me resulta demasiado caótico. Mejor no.

Mientras Luke conversaba con Lakyus y los demás, Simon se puso a armar un avión de papel, bastante complejo para haberlo hecho en tan poco tiempo. Lo lanza en dirección a la pantalla que cuelga junto a la pizarra, dándole justo al botoncito para encenderla, y alza los dos brazos, festejando en silencio.
La pantalla se prende y queda con un tinte azul y el mensaje de que no hay señal, porque, evidentemente, no tiene nada conectado.

El tema de conversación cambia a la elección del delegado. No sé quién será el más indicado para el cargo, pero hay una cosa que tengo muy clara, y así pienso hacérselo saber a mis compañeros de grupo.

—Por lo que más queráis, no me propongáis a mí. Tiene que ser un fastidio gigantesco ser el delegado, y no me interesa lo más mínimo. Pero si queréis mi opinión, el cargo debería ocuparlo alguien a quien le preocupe el bienestar de toda la clase.

Y dicho eso miro fijamente a Luke.

Pausando los pensamientos sobre Lilian un momento, volvió su atención sobre la elección de delegado. Por su lado veía la posición de delgado como un montón de trabajo opcional para los que quieren poner algo bonito en su expediente, demasiado esfuerzo para algo que parecía ofrecer muy poco para ella.

-Si Victoria quiere el puesto por mi está bien, no parece que nadie tenga demasiado interés por serlo de igual forma, aunque es una lástima no ver al Welt engominado.

Tras el cambio de conversación a la elección de delegado me quede callado pensando en nuestra compañera de clase ausente. Tenía curiosidad de exactamente qué haría su poder, quizá fuese exactamente la clave para conseguir que los objetos pudieran manifestar magia.

No fue hasta que el nombre de la princesa salió como posible candidata a delegada que volví a la conversación general.

—¿Qué? ¡Llego tarde a la presentación e intento echarme en los primeros 5 minutos por el fallo de una maquina! No creo que sea la mejor persona para delegada.—Me quejé sin siquiera proponer otro candidato.

- Lo pillo, te quieres liar con la princesa. No pasa nada, nos buscamos a otro, pero yo paso de la "señorita" Vicens. Sociable no es la palabra que usaría para definirla, especialmente por lo que comenta Laky. Simon... - miré a qué se estaba dedicando mientras hablaban -. Sí, ahí tengo que darte la razón.

Miré entonces a Lakyus, y una sonrisa picarona se dibujó en mi rostro.

- ¿Y por qué no tú? Ya te llevas bien con la profesora, y seguro que te sirve como excusa para veros a solas.

Welt se lleva la mano a la frente.
—No, no digas eso ni en broma, que ella igual se lo cree —le pide a Keira, volviendo a juntar las manos sobre la mesa—. Tienen razón, tal vez sea una movida muy drástica, aún debe aprender muchas cosas antes de ponerla de presi.

—¿Qué quieres decir con eso, Welt? —pregunta Victoria, con el ceño fruncido, mirando al muchacho por encima del hombro.

Welt emite un sonido gutural prolongado mientras piensa qué responderle, con la princesa mirándolo fijamente.
—Que si te elegimos delegada de la clase, tomarás decisiones demasiado exageradas y todos te terminarán odiando. ¿Quieres eso?

—No quiero que me odien... —responde ella, relajando el gesto.

—Ya veo, se pusieron a decidir un delegado.
Molly está de nuevo delante de su escritorio, sentada sobre él. No está Lilian con ella.
—No no, sigan —interrumpe cuando uno alzó la mano para pedir la palabra—. Sigan hasta elegir uno, vamos, deprisa.
Mientras habla, apaga el televisor que se había encendido.

—Es que no podemos decidirnos. Llevamos discutiéndolo desde que usted se fue con Lilian, aún no sabemos a quién elegir.

—Entonces no perdamos más tiempo discutiendo al santo botón.
La profesora tiende su mano izquierda hacia el avioncito de Simon, que estaba en el suelo, saca chispas azules y se levanta por el aire. Mientras se desplaza, se abre y el papel vuelve a su forma original, dividiéndose en dieciséis trozos iguales. Cada trozo va a parar a delante de cada uno de los aprendices.
—Hagámoslo de manera sencilla, por votación. No soy muy partidaria de la democracia, pero en este caso ninguno de los votantes es idiota, así que sí me parece una opción efectiva.
Luego se acerca a donde está Selina y le da unos golpecitos en la frente para despertarla.
—Ey...
—...hm...
—¡Despierta!
La muchacha abre los ojos lentamente y se endereza con parsimonia.
—¿Nos prestas eso? —pregunta Molly, señalando una bonita y adorable cartuchera con forma de camarón en tenpura.
—Em, sí.
—Gracias. Necesito que la vacíes y pongas el papel con el nombre escrito aquí dentro, luego pases por los demás lugares y hagan todos lo mismo, ¿de acuerdo?
—Síii.
Luego de escribir y meter el papelito, se levanta y va pasando, como le pidió la profesora. Camina con los ojos entrecerrados y su frecuencia de bostezos le hace competencia a la de Lance.

Al sentir los bostezos de Selina empiezo a hacer lo propio.

—Bueh, allá vaaaaaaaamos...— digo bostezando mientras cojo un trozo de papel para escribir "Lakyus". He escuchado lo que dijo Keira así que... decidido.

Una vez he escrito mi voto lo doblo cuidadosamente y lo meto en la cartuchera.

Mire con curiosidad como se desarrollaban los hechos después de dar mi negativa a la princesa, aunque me sorprendía la calma con la que la joven se estaba tomando el asunto. El primer día parecía mucho más altiva con sus acciones pero parecía como si hoy no quisiera llamar la atención. ¿Quizá la prueba había bajado sus humos?

No tuve mucho tiempo para pensar en ello pues Keira hablo dando mi nombre como candidato para ser delegado.

—¿De verdad te parece buena idea?—Pregunté en un pequeño bufido hasta que la profesora Molly entra de nuevo en clase.

Tras unos momentos dudando finalmente escribo mi propio nombre y doblo el papel para meterlo en el estuche. Mientras Selina sigue pasando junto a los escritorios de mis compañeros recogiendo los papeles vuelvo a hablar.

—Profesora Molly, ¿Esta Lilian bien?—Pregunte dubitativo antes de seguir hablando.— Me disculpo si su malestar fue generado por la conversación que inicié.—La profesora nos había reprendido por tratar ese tema en público, pero algo me decía que un tema así no podía asustar tanto a alguien ajeno.— Respecto el alma, la voluntad y la automatización, no sé si el poder de Lilian, al estar ligado a ese mismo tema pudo influir de alguna forma en su reacción.

Poniendo los ojos en blanco antes las criticas sobre la princesa, la pelirosa suspiró audiblemente mientras se encogía de hombros.

-Nadie que elijáis va a ser perfecto, un par de cagadas las va a tener cualquiera, y no es como si fuerais realmente a hacer todo lo que os diga quien elijamos. Prefiero que se ocupe alguien que de verdad quiera hacerlo. Si Victoria esta al tanto de que puede llegar a ser un tanto odiosa, solo tiene que trabajarlo.-Aun recordaba como la primera frase que le había dicho la princesa había sido que vivía en una lata y luego algo de que la cortaran las manos, y no se lo estaba tomando a pecho.- Asique “Vi”, sin tonterías, ¿quieres intentarlo o no?- Lyn quedó mirando a la princesa esperando una respuesta a si de verdad quería postularse e intentar algo para lo que los demás no la veían preparada, dando por entendido que si era así, tendría su voto como única postulante.

-No te fustigues Laky, no sabes si ha sido por eso…aunque como participante en el tema me quedaría más tranquila sabiendo como está.-Sin saber si había sido por beber a escondidas aquello que decía Lakyus también era posible, aunque lo veía remoto puesto que parecía tocada desde primera hora y eso coincidiría con la primera hipótesis...

—Sí, está mejor —responde Molly a Lakyus, sin dar más detalles.

—Claro, me gustaría —le dice Victoria a Lyn, con algo de altivez—. En el instituto fui delegada todos los años.

—Sólo no te pongas pesada. Recuerda lo que hablamos, estamos para ayudarte.

—¡No necesito ayuda! ...Bueno, sí, si ven que me paso me avisan.

—Así será —responde Welt, poniendo una risa floja.

Selina lleva la cartuchera con los papelitos al escritorio y la profesora se pone a contar. Van apareciendo nombres en el pizarrón: primero Jules Welt, luego Simon Puddephatt, seguido de Lakyus Unglaus, dos veces, luego otra vez Welt. Va poniendo contadores tras cada nombre que se repite. 
Al final quedaron empatados Lakyus y Victoria, con cuatro votos cada uno. La profesora está de espaldas, por eso no pueden verla gesticular una puteada.
—Ya no quiero perder más tiempo, desempato yo. ¡Unglaus! Felicidades, eres el presi. ¿Sabes cuáles son tus responsabilidades?
No da tiempo a que responda y continúa:
—Tampoco es mucho, lo más importante es que representarás a tus compañeros delante del consejo estudiantil, si pasa algo, y cuidarás del grupo. Por ejemplo, deberías haber sido tú quien se fuera con Rampton para que yo no tenga que dejarlos solos a ustedes y perder tiempo de clase. El resto son, ee... cosas de delegados. No sé, lo que se te ocurra.

La clase continúa con una introducción a la energía mágica y cómo se manipula, la potencia de esta energía y la que puede ser almacenada en los cuerpos de los seres vivos. Habló también sobre diferentes elementos conocidos, de los más comunes, que aunque varíe la forma en la que se controla, pueden lograr el mismo resultado.
Se despide cuando suena la campana y espera a que todos se marchen antes de abandonar ella el salón. Victoria sale algo cabizbaja y malhumorada, mientras que sus compañeros de equipo tratan de animarla.

A la hora del almuerzo, ven una larga fila en la cafetería y varios grupitos de aprendices ya sentados. La comida ya viene incluida en la mensualidad, así que no hay que pagar por ella allí mismo.

—Buenas.
Aparece Gurce, junto con su amigo grandote, saludándolos.
—¿Qué tal andan?

Cuando acaba la clase la princesa sale malhumorada por no haber salido elegida. No entiendo su enfado, tiene que ser un fastidio representar a toda la clase. Y ahora que lo pienso, igual he puteado a Lakyus al votarle aunque no parece molesto por ello. Tanto da.

—Enhorabuena, Lakyus. Contamos contigo— le felicito por salir elegido —Si en algún momento necesitas relajarte, dímelo que soy experto en encontrar escondites para escaquearse.

Mientras hacemos cola en la cafetería voy pensando en qué me voy a pedir mientras juego a Hunter Quest.

—¿Qué planeáis hacer ahora?— entonces aparece Gurce con su amigo —Hola. Ya ves, estoy intentando conseguir cuernos de cornicornios mientras pienso qué me voy a pedir para comer.

—Woah.—Exclame cuando la profesora Molly me puso como delegado.—Creo que eso fue el desempate más rápido que he visto.—Mencione  algo aturdido.

Tenía bastantes pocas perspectivas de resultar como presidente de la clase, pero parecía que al menos tres personas más habían pensado que estaría bien. Me rasque la nuca durante un momento. No sé en qué momento les podía haber parecido una buena opción.

—Ah, no te preocupes, no suelo estresarme a decir verdad. —Respondo a Lance mientras empieza la clase y empiezo a anotar apuntes.

Tras un momento pienso en las palabras de Molly. ¿Teníamos un consejo estudiantil? Era la primera vez que escuchaba mencionarlo, o al menos la primera vez en la que había prestado atención.

Con las clases ya finalizadas marchamos al comedor donde me puse a esperar con el resto de mis compañeros en la cola con una bandeja en la mano. Estaba mirando que iba a pedir cuando apareció Gurce.

—Con hambre.—Respondí escuetamente con una sonrisa hasta que hablo Lance y fruncí el ceño.—Nunca he entendido esos juegos, es ilógico, cazas un cornicornio y a veces ni si quiera te da un cuerno. ¡Como si tuvieran pocos!—Negué con la cabeza defraudado, posiblemente debido a alguna experiencia negativa del pasado con ese tipo de juegos

—En fin, ¿Vosotros que tal? ¿Recomendáis algo del menú?—Pregunte primero por educación y segundo en busca de su experiencia en la escuela.

Estaba claro que Welt estaba persiguiendo las faldas de la princesa, al menos eso significaba que sus heridas no eran tan graves- Por otro lado, contuve la risa al ver como la profesora no dudó en darle el puesto a Lakyus a dedo. Tenía claro que ella quería usarlo como excusa para estar a solas, tal y como había sugerido. Estaban hechos el uno para el otro.

Una vez en la cafetería pillé el bocata más cargado que tuvieran y un batido de chocolate. Justo en ese momento llegaron los que ayer nos ayudaron a demostrar el poder de Lance.

- Bueno, hay una de clase que parece que se puso enferma el primer día, y aquí este campeón - digo dándole una palmada en el hombro a Lakyus - ha sido elegido como delegado de clase por la profesora. Claramente con segundas intenciones - remarqué con un gesto de cejas.

-Felicidades Laky, suerte con los marrones del consejo.- Sin importarle demasiado que su voto a Victoria no hubiera servido de mucho, Lyn felicitó al nuevo delegado, después de todo, no parecía demasiado descontento con el puesto. Al salir, una palmadita en las espalda y un “la próxima vez será” fue el animo que le dedicó a la princesa antes de ir a comer.

-Por aquí no mucho, superando el primer día de clase sin quedarme dormida,- Al tiempo que saludaba al superior terminó de llenarse la bandeja con el menú recomendado del día .- Ahora que lo pienso, Gurce era delegado también ¿no? Lo mismo te puede echar un cable con tu nuevo puesto, a no ser que sea tu excusa para "tutorias privadas" como dice Keira, en cuyo caso, ánimo.

—¡Felicidades, pillín! No dudé de ti ni un segundo.

—Te votaste a ti mismo.

—Era para incrementar el nivel de desafío, estaba poniéndolo a prueba.

La princesa pasa cerca de ustedes, acompañada del resto de su equipo.
—Felicidades, Unglaus —le dice al muchacho, pero poniendo boca pequeña. La sirviente sonríe calmadamente y Welt se está por llevar una mano a la frente. El muchacho hijo de inmigrantes que pasa absolutamente desapercibido permanece impasible.
—Y, bueno, si necesitas ayuda con algo —continúa ella—. Yo tengo experiencia siendo delegada.
El muchacho de lentes baja la mano y asiente, como si estuviera aprobando.

Ya en la cafetería, Gurce aparece a hablarles.

—Bueno, en primer lugar, las rosquillas a esta hora están recién hechitas.
Mientras el rubio se pone a recomendarles cosas, su amigote saca del bolsillo una consola portátil y la enseña como si se tratara de Doraemon. Luego la acerca a Lance, para que vea que también es usuario de Hunter Quest.
—Ah, cuidado con Bernie, es jugador hardcore. ¿Por qué no lo agregas a tu lista de amigos?

Bernard asiente, haciendo un gesto de pulgar hacia arriba.

—Ey, ¿quién se nombró delegado con segundas intenciones?
De pronto se oye una voz femenina muy chillona y energética. Lo siguiente que ocurre es una palmada demasiado fuerte en la espalda de Gurce, que lo hace escupir todo lo que estaba tomando.
—Ah...
—Giogio, ¿ya estás haciendo abuso de poder? ¿No aprendiste nada del escarmiento?

Aparece de la sublime nada una chica bajita, delgada, llevando una banda en el brazo izquierdo. Tiene por encima del uniforme una chaqueta roja con capucha y lleva accesorios llamativos en su pelo castaño.
Le roba una tostada al plato de Gurce y los saluda a ustedes.
—¡Buenos días! ¿Este es el rarito que desaparece cosas? Vaya, tiene el pelo plateado, eso mola, creo.

—Este gremlin es Phoebe Mayfield —la presenta Gurce, tosiendo—. La vicepresidente del consejo estudiantil. No hace falta que respondan sus preguntas, hace demasiadas y molesta.

—Los invitó Giogio ya al festejo en su casa, ¿no? —les pregunta Phoebe sonriendo alegremente—. Nunca se pierde la chance de hacer propaganda de su confitería, que es en realidad de sus papás, él nunca hace nada allí.

Diciendo lo último en tono burlón, le da unas enérgicas palmadas en la cabeza a Gurce, el cual pone cara de abatido.

—Sullivan, dijiste que alguien se puso enferma, ¿qué fue lo que pasó? —Gurce cambia de tema de forma drástica. 

Cuando la princesa felicita a Lakyus reflexiono en voz alta.

—¿Y no podría la profesora Molly haber nombrado a los dos delegados? Ya que empataron podrían repartirse el trabajo y todo, ¿no?

Me llama la atención comprobar que Bernie también juega al Hunter Quest, y reacciono a las palabras de Gurce con una sonrisa.

—Solo los mejores jugamos a Hunter Quest. Bernie, te agrego como amigo y cuando quieras hacemos algunas cacerías juntos. En el juego soy Elancer, lo tengo al nivel 56 y lucho con una Lanza del Caos con encantamientos Vampírico y Afilado Extremo.

Cuando Gurce nos presenta a la chica le pregunto mientras la señalo.

—Oye... ¿me estás diciendo que es de esas cosas que si se mojan se multiplican?— acto seguido cambio de tema, ignorando completamente la reacción de la chica —¿Tienes una confitería? Vaya, ahora me apetece algo dulce...

-Sí, tardo como tres segundos tras presentarse en darnos un folleto, sin mencionar que parecía una emboscada total cuando lo encontramos- Confirmó hacia la vicepresidenta con una sonrisa pícara en apoyo de burlarse un poco.- Por lo demás ha sido bastante majo, si su peor defecto es hacer algo de propaganda, queda muy encima de los superiores de mi vieja escuela, al menos con él no siento la necesidad de bajarle los humos- Dejaba en el aire el si lo había echo o no, procedió a zambullirse en la comida.

—Gracias.—Respondí inclinando levemente la cabeza hacia la princesa cuando me felicito.—Si soy sincero el desempate me pareció algo injusto.

Cuando ofreció su ayuda si fuera necesaria no dude en volver a asentir

—Lo tendré en mente, gracias.—Acepté sinceramente mientras me daba algo de pena. Por alguna razón, lo que hubiera pasado en la prueba parecía haberla cambiado, no me daba la impresión de que se comportara de forma tan altiva con el resto.

Tan pronto como la propuesta de Gurce salió de su boca mi ceja se elevo confundida.

—¿De postre?.—Pregunte con perplejidad que aumento al ver cómo le quitaban del plato una tostada. ¿Estaba desayunando ahora?

Algo confundido empecé a servirme unos sándwiches variados colocando una rosquilla y un café para la sobremesa. Cuando volvía con la bandeja escuche como una nueva chica había aparecido y mencionaba algo.

Mi ceño se arrugo levemente ante la manera que tuvo de describirme. Era raro aún no habían desaparecido demasiadas cosas a mi alrededor… Bueno, a excepción de una lata de café, unas raíces de un árbol, una máquina de evaluación, un compañero de equipo y… ¿Antes de la prueba no había habido un alumno más? Vale, quizá si habían desaparecido un par de cosas.

—No perdió oportunidad, en cuanto terminamos la prueba ya estaba dando panfletos.—Dije riendo ante el comentario de promocionar su negocio familiar.—Pero tampoco le culpo por tener visión de negocio.—Comente rompiendo una lanza por el joven.

Al cambio de tema asentí levemente.

—Fue como si tuviera un ataque de pánico. Grito, vomitó y se la llevaron. No sabemos nada mas.—Me quede un momento pensando.—Nunca he sido delegado. ¿Debería acercarme después de comer a ver qué tal esta?.—Pregunte suponiendo que podría pasarle los apuntes de la clase a la que había faltado e informarle de la elección de delegado.

Ahora que lo pienso, ella no había votado, quizá fuera quien podría hacer el desempate más justo… aunque por otro lado tampoco quería molestarla ahora mismo con temas tan nimios.

Me quedé mirando a la vice fijamente ante la mención de Lance de que se multiplicaba si se mojaba. Era perfectamente consciente de que eso era solo una referencia a la película, pero quería seguirle el juego para ver como reaccionaba ante la presión, así que mojé mis dedos en el agua y la salpiqué.

- No, tu teoría no se sostiene, no se está multiplicando.

Iba a responder a Gruce cuando Lakyus se me adelantó, así que simplemente me encogí de hombros.

- Tal cual lo ha descrito el amigo. Y sí, deberías. Si te da vergüenza ir solo te podemos acompañar, no te preocupes.

Mientras Lance le cuenta lo suyo, Bernard le enseña cómo le va a él, mostrándole su personaje y sus logros. Después de eso, le envía solicitud de amistad.

—No, si se multiplica sería grave —responde Gurce, mirando cómo Keira le lanza agua.

—Por supuesto que es majo —añade Phoebe, cubriéndose de las salpicaduras con las manos—. Es un casanova sin límites. Pero ojo, también es un depravado codicioso, al más mínimo descuido y tu pureza se esfuma como las rosquillas de su plato.

En ese mismo instante, la corbata de la chica se estremece y cambia de forma, ahora en su lugar hay una víbora verde que rápidamente se escabulle dentro de su camisa.
—¡Aaaah! —El grito se oye en toda la cafetería.
—Por favor no crean una sola palabra que salga de la boca de este gremlin —masculla Gurce, mirándolos con cara de cansado —. ¡La única depravada aquí es ella!
Entonces el vaso de agua que sostenía el chico estalla en mil pedazos y se vuelca en su regazo.
—¡P*ta madre! —grita él, abandonando toda su jovialidad.
—¡Venganza! —exclama Phoebe, apuntándolo con un índice acusador, puedes ver sutiles lágrimas en sus ojos.

En la cafetería se empiezan a oír murmullos, "¿ya están coqueteando esos dos?", "dejen comer a los demás en paz", "ojalá aparezca pronto la presi".

En la mano de Gurce ahora hay un estoque dorado, con pequeñas enredaderas con espinas decorando la empuñadura, mientras que Phoebe tiene un par de pistolas azules con diseño vistoso, a lo largo de los cañones con forma de altoparlantes hay barras coloridas de ecualizador, moviéndose rítmicamente. Se miran gruñendo amenazadoramente.

Bernard observa a los dos en silencio mientras mastica su hamburguesa, sin ponerse del lado de ninguno.

—Creo que deberías aprovechar ahora.
De pronto apareció Welt, dejándole un par de huevos de gallina en la mano a Lance. En la otra trae un plato con hamburguesas y arroz. Curiosamente, lo sostiene más como un mesero llevando una orden que como alguien que se va a sentar a comerlo. También tiene un repasador colgado en el brazo.
—No vayan muchos —Victoria viene detrás de él, seguida muy de cerca por su sirviente, Riza—. Aa... a ver a Rampton, digo. Si se encuentra mal, no es bueno que tenga tanta gente alrededor.