- Así es, replica Kristiana. Confió en los poderes del bien y de la luz. Ante cualquier mal que podáis haber causado, los dioses esperaran antes de dar un paso adelante con vuestro juicio, por lo que debe haber una manera de invertir lo que ha ocurrido.
- Debemos localizar la situación del dueño de ese objeto, por que ciertamente él tiene el Símbolo Sagrado. Permitidme bajar inmediatamente a la capilla y rezare a los dioses para pedirles consejo y recuperar la vida de vuestros compañeros.
El Rey y la Reina se ponen en pie y descienden de la tarima. Anebroun, Lynrich y Thomurray adoptan las posiciones de costumbre detrás de sus soberanos. Cuatro de los guardias de elite marchan detrás del sequito. Kristiana encabeza la marcha.
El grupo procede a descender por la gran escalera, atraviesan el vestíbulo y llegan a la capilla. Kristiana permanece ausente fijándose en las pinturas, estatuas y otros objetos de interés en el camino.
La Reina Kristiana os lleva hasta un gran santuario que se extiende a lo ancho del castillo. Ante vosotros, los bancos están colocados en 3 filas, formando dos pasillos que cruzan la capilla hasta el área del altar. Kristiana se da la vuelta y se mueve hacia el pasillo en esa área de la sala. Notáis un nicho en la pared de la derecha y una escalera de caracol mas allá.
- Esa escalera sube a la torre alta, comenta la Reina cuando nota lo que estabais observando.
- Mide 120 metros desde la punta de la torre hasta la cripta real debajo del castillo.
Bonitas y manchadas vidrieras alcanzan el techo detrás del altar, proyectando luz y sombras a través de la mesa que se alza. Una tela de color rojo sangre tapa el altar y algunos objetos sobre su superficie.
La Reina os invita a sentaros en los bancos cerca del altar mientras ella asciende hasta este y se arrodilla. En el altar, hay un par de candelabros de plata, un quemador de incienso de color plata y un libro de oraciones. Notais una estatuilla de un cuervo brillando en el centro del altar.
- Por favor acercad a vuestros amigos hasta el altar.
En cuanto oigo a la reina, cojo el cuerpo de Eleanor y lo hacerco hasta el altar... (Si puedo...)
Antes de que la reina nos diga que hacerquemos al altar, yo también rezo.
La reina reclina el cuerpo de vuestros amigos junto al altar, sobre ellos tiende un velo blanco de seda casi transparente. Se situa a un costado de uno de ellos y con las manos estendidas hacia el cuerpo empieza a recitar un ensalmo incomprensible para todos. De sus manos surgen estelas de luz brillante que comienzan a descender sobre el cuerpo de vuestro amigo hasta rodearlo por completo en una especie de capullo luminoso. Las largas oraciones perduran durante varios minutos mientras todos permaneceis callados y atentos a lo que acontece. Un verdadero milagro está sucediendo.
Minutos despues la luz comienza a perder su fuerza y ligeros espasmos recorren el yacente cuerpo...
PREGUNTA:
Lord Shaward, quieres volver a la vida?
Eleanor, quieres volver a la vida?
Pues tendrás que mandarles un mensaje personal al correo, porque, según creo, ya no leen lo que escribimos en la partida, ejejejejej