Me siento en el escritorio, mirando las páginas en blanco. Por más que quiero escribir y pensar en algo, la imagen de Miguel vuelve constantemente. Después de todo, es el parcero el que ha estado pendiente, el que me ha apoyado en todo, en las buenas, en las malas y en las peores. Como ahora. Para qué, pero el hombre logra mantenerme vivo. Y escribo su nombre en la lista de cosas que me motivan a seguir. Y después de su nombre escribo lo siguiente: Es quien me recuerda que se puede seguir y que hay algo más, aún cuando todo esta oscuro.
Dejo un renglón de espacio y luego miro de nuevo el cuaderno. Aparte de Miguel, no tengo nada más. Curiosidad, quizás. Ver que pasa, cómo todo se vuelve peor. Asi que escribo "curiosidad" en el siguiente renglón.
En la página siguiente escribo: Qué me hace feliz. Miro la página en blanco, sin saber que poner. Pocos motivos tengo. A veces, pensar en Esperanza me hace feliz. O me recuerda que alguna vez fui feliz. Más que todo, los recuerdos son lo único que tengo.
Así que escribo "Recuerdos" debajo de ese encabezado. Porque alguna vez fui feliz cuando estaba vivo, es la frase que sigue. Y por más que me esfuerzo, no logro pensar en nada más. Mi situación actual no es algo para estar muy alegre. Pesadillas, drogas, locura...sólo a un malkavian le gustaría estar en algo así. No tengo nada más. Si me pidieran escribir porqué no soy feliz, podría escribir por horas.
Dejo el esfero y el cuaderno y me levanto. Me siento extraño, como si tuviera fiebre, pero eso es imposible. Un vampiro con fiebre...debe ser malestar nada más. O el clima. Busco algo de ropa limpia y me dirijo a las duchas, con ganas de refrescarme y tratar de relajarme un poco. Veo las botellas de Miguel en la cómoda y las dejo guardadas con una sonrisa algo triste. La sensación de malestar sigue ahi y decido que es mejor que vaya y me vista, quizas hoy pudiera distraerme un poco.
Luego de ser testigo de algunos problemas con los internos, Diego no siente mejorar, se siente igual de perdido y confundido. A pesar de ser un hombre sociable ha estado aislado de los demás y de sus problemas, siente que nada parece haber mejorado, ni siquiera con las tareas de psiquiatra.
Quedamos ahí, esto es solo recorderis. En la otra escena continuamos.
(perdón el error ortografico)