Partida Rol por web

Vale, algunas dudas con tu ficha, seguramente es que estoy cansado y no me acuerdo de algunas cosas xD. Veo que tienes repartidos 7 puntos en atributos físicos. Los 5 por ser la primaria, +1 a destreza por ser Daeva... y el otro?

Veo también 9 puntos en las habilidades secundarias, de donde salen esos 2? 

En cuanto a los méritos, tienes los 4 puntos del grupo Yuri, 1 para aliados, y 2 para striking looks, y 4 de professional training? Con qué me confundo? 

Vale!

Disculpa, no estoy familiarizado con Réquiem. Mañana cambio lo de la defensa.

El Night Surgery puedo apañarlo pasándome el Punto de refugio extra a estatus???

-El otro es del Poderío 1

-El +1 a Empatía por PF 4. El otro... no sé, debo haber contado mal. Voy a borrar*!

-En que el del Grupo Yuri y el de PT te dan algunos méritos. Está desglosado, pero comprados son Yuri 4, 1 en SL (para 2), 2 de PT (para 4) y 1 de Aliados

¿Qué versión de Requiem usamos? ¿Primera o revisada?
Para saber que poderes de disciplina debo anotar (por lo visto todos en protean para las garras).

Podría apostar que es 2rev pero prefiero asegurarme.

Si, usamos la version blood & smoke. 

   Veamos, ¿por dónde debo comenzar? Siempre me gustó explorar. Mamá decía que aprendí a caminar sólo para poder perderme en el bosque más rápido. ¿Quién puede culparme considerando la belleza que nos rodea? Además, ¿qué otra opción tenía? ¿Debía quedarme en casa para que papá pudiese golpearme cada vez que derramaba un vaso o rayaba alguna pared? ¡Por mis colmillos que no!

   No, papá no era un hombre violento pero sí perdía la calma con mucha facilidad. Estaba lleno de rabia y nunca logró controlarla del todo. Él era inmenso y seguramente hubiese podido partir a alguien a la mitad sin dificultad (y tal vez la hizo si lo que comentan algunos pueblerinos es cierto). Mamá por otro lado era menuda y frágil pero ejercía sobre él un efecto casi mágico. Ella sólo necesitaba colocar sus manos sobre la cabeza de papá y él se tranquilizaba instantáneamente. Era asombroso, era como ver a una mariposa apaciguando a un lobo al posarse sobre su hocico.

   Jamás fui un estudiante aplicado y consideraba las clases como una tortura que debía soportar para tener permiso de estar hasta tarde corriendo en lo salvaje. Para ser justo debo admitir que “lo salvaje” era un terreno de 50 acres dentro del cual se encontraba nuestra cabaña, pero su espesa vegetación y su poblada fauna lo convertían en el mejor coto de caza que puedas imaginar. Disfrutaba mucho correr bajo sus árboles y dormir a la intemperie, y aprovechaba cada oportunidad que tuviese para estar allí.

   Fue gracias a esa costumbre que no estuve durante el ataque. Salí a cazar y la dormí contemplando las estrellas y cuando regresé a casa con mis presas la encontré destruida. Las puertas habían sido derribadas y las ventanas estaban rotas, como si de pronto una manada de animales hubiese decidido demoler mi hogar. Entré llamando a mamá a gritos y la encontré inconsciente bajo la mesa, no había señales de papá, seguramente había sido devorado. Cargué a mamá y la llevé hasta la cabaña más cercana. Fue un viaje de casi 5 horas. Tal vez lo más sensato hubiese sido ir por ayuda sin ella para viajar más rápido pero temía que si la dejaba, las bestias regresarían por ella. Cuando llegue con los Johnson, estos casi mueren del susto pero llevaron a mamá al pueblo en su auto. Allí fue atendida por doctores que no entendían su estado y fue mantenida en observación hasta que despertó, una semana después.

   Por desgracia su mente quedó dañada y no aclaró nada de lo ocurrido. Casi no hablaba, y cuando lo hacía sólo decía frases sobre ojos rojos, aullidos, espadas y un montón de incoherencias más. Los doctores creyeron que era un intento de protegerse del trauma y que con el tiempo saldría de ese estado, pero se equivocaron. Con cada día que pasaba su delirio crecía y fue internada en un sanatorio.

   A pesar de la búsqueda organizada por la policía, no lograron encontrar a papá. El rastro de sangre se perdía a pocos metros de la cabaña y la densidad del follaje imposibilitaba el apoyo de helicópteros. Finalmente, luego de dos semanas, se dieron por vencidos y yo debí mudarme a un hogar de acogida pues no tenía más familiares (en realidad mamá tiene una hermana que vive en Londres pero no se hablan y en ese momento desconocía a la “familia” de papá).

   Lo peor de todo no fue tener que vivir con desconocidos o haber quedado virtualmente huérfano, lo peor fue que la casa estaba ubicada en Edimburgo. No, no tengo nada contra la ciudad pero no se compara a Na Crìochan. Lo único que hizo mi estadía soportable eran lo muchos parques que tiene la ciudad. Además, cuando accedí a visitar al psicólogo designado por Servicios Infantiles y les demostré que era “responsable” comenzaron a permitirme abordar el tren o un bus con rumbo al sur los fines de semana para disfrutar de unos momentos de libertad.

   En ocasiones aprovechaba esos viajes para servir como guía a excursionistas o turistas y así poder obtener dinero, pues, aunque el Estado cubre los gastos de mamá, descubrí que algunos billetes convierten a los enfermeros en seres muy gentiles con ella. Así comenzó a establecerse mi rutina: en la mañanas asistía a clases (aprendí inglés, gaélico, ciencias y poco más), en las tardes visitaba a mamá (ella seguía sin mejorar), los miércoles por la tarde los pasaba con el loquero y los fines de semana viajaba al sur.

   Sin duda las vacaciones eran mi temporada preferida pues me permitían pasar dos semanas acampando, siempre que prometiese tener cuidado y no desviarme mucho de las sendas establecidas, claro está.

   Una noche, poco después de encender el fuego, una chica se acercó a mi campamento y pidió que le permitiese quedarse. A pesar de todas las señales de alarma que sonaron en mi cabeza acepté su compañía. Al comienzo pensé que se trataba de una joven buscando un encuentro pasional bajo el cielo estrellado (bueno, al menos una parte de mi deseaba que fuese igual) pero me equivoqué. Ella quería mucho más, aunque en ese momento yo no lo sabía.

   Era la mujer más atractiva que había visto, no era hermosa en el sentido estricto de la palabra pero poseía un magnetismo animal. Silenciosa y rápida como un puma. Esa noche hicimos el amor frente al fuego y planeaba hacerlo de nuevo al despertar pero se marchó antes del amanecer sin que lo notase. La busqué sin éxito durante todo el día pero al caer la noche ella estaba de nuevo en mi campamento. No le hice preguntas. Eso se repitió durante las noches siguientes, ella llegaba junto con la luna y se marcha antes del sol. Yo pasaba mis días buscándola pero nunca encontraba el menor rastro, era como si se hubiese fundido con la tierra.

   Su séptima visita coincidió con la luna llena y en esa ocasión nuestro encuentro fue el más apasionado de todos. Incluso llegué a morder su labio con tal fuerza que la hice sangrar, ella se limitó a sonreír con malicia y me besó. Recuerdo que al sentir su beso escuché un lobo aullar en la distancia. En mi memoria se mezclan el aullido, su sangre y mi clímax.

   Cuando desperté esperaba estar solo y por eso me sorprendí al encontrar un hombre en mi campamento. Mi sorpresa aumentó cuando comprendía que ese hombre era mi padre. Había cambiado, no solo era más grande y fuerte de lo que recordaba, también parecía estar mucho más tranquilo que antes. Por un momento no pude hablar pues mi mente se llenó de preguntas. ¿Qué? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Por qué? Seguramente hubiesen transcurrido muchos minutos antes de que mi boca pudiese decir algo coherente pero él me miró con severidad y dijo: -Hijo mío, anoche hiciste algo terrible. La mujer que te visita no es quién crees.

   Mi desconcierto fue sustituido por furia. ¿Dónde había estado él todos estos años? ¿Qué había ocurrido esa noche? ¿Qué le había hecho a mamá? ¿Por qué no la protegió? ¿Cuál era su razón para no haber regresado con nosotros? No, no era furia, lo que sentía era rabia. Una mayor a cualquier otra que hubiese sentido. ¿Cómo se atrevía a hablar de ELLA? Hubiese saltado sobre él para luchar a muerte pero al visualizarla en mi mente mi rabia desapareció. -Lárgate de aquí. Fue lo único que dije y al ver que no se movía lo hice yo. Me levanté, tomé mis cosas y me marché. Él no me siguió y es algo de lo que aún se arrepiente.

   Vagué sin rumbo definido por el bosque hasta que la luna mostró su rostro. Fue entonces cuando la encontré, o en realidad ella me encontró. -Ven, te llevaré ante mi padre. Sin protestar la seguí. La seguiría hasta el fin del mundo.

   Me llevó a un claro donde una decena de personas esperaban. En el centro una hoguera ardía con fuerza. Todos miraron en mi dirección y luego voltearon a ver a uno de ellos. Su mirada era terrible y la sentí sobre mí por varios minutos mientras me evaluaba. Al final sonrió y todos comenzaron a festejar. Ella gritó con júbilo y acercándose a mi oído susurró: -Esta noche serás mío. ¿Sería suyo? ¿Acaso no se daba cuenta que ya lo era?

   Todos danzamos alrededor de fuego por horas. A medianoche, cuando la luna llena brillaba con fuerza sobre nosotros el ambiente cambió, se detuvieron y formaron un círculo a mí alrededor. Sus rostros eran diferentes, parecían ansiosos, sedientos. Ella se acercó a mí y me beso con pasión, abandonó mis labios y buscó mi cuello. Sentí un éxtasis incomparable pero algo en mí se resistía y la alejé. Ella parecía estar sorprendida y orgullosa a la vez. A una orden del líder todos se abalanzaron sobre mí y comenzaron a morderme. Intenté luchar pero era imposible superar el embrujo de esos dientes en mi piel, pues, por extraño que parezca en lugar de causarme dolor me producían placer. Sentía mi corazón latir cada vez menos y comprendí que bebían mi sangre. ¡Moriría desangrado!

   Ese repentino pensamiento me infundió la fuerza suficiente para luchar. Con un grito me liberé de los opresores y me preparé para combatir. Si debía morir no lo haría solo. Todos se apartaron sorprendidos y algo atemorizados. ¿Alguien habría logrado eso antes? Aprovechando el momento ella se aproximó y con voz seductora me invitó a beber su sangre mientras rasgaba su piel. -Bebe y se mío por siempre. Antes de que pudiese responderle, el líder habló: -Tonta, es muy fuerte para ti, tu sangre no funcionará en alguien como él. Seré yo quien lo haga. Ella intentó protestar pero una mirada bastó para hacerla retroceder. Él rasguñó su muñeca y la colocó frente a mi boca. -Morirás, eso no cambiara, de una forma u otra morirás pero te daré la oportunidad de decidir cómo lo harás.

   Sus palabras guardaban poder y la promesa de libertad. Podía rechazarle y morir o podía... ¿Qué? No lo sabía en ese momento pero al levantar la vista contemplé entre las copas de los árboles el cielo estrellado y supe que no estaba listo para dejar de contemplarlo. Entonces, elegí.

No veo problema pero... Poco (o más bien nada) de esto entrará en la crónica. Ni el sire y ese grupo de gangrels, ni garous, ni nada. Su madre sí, pero por lo demás, poco uso vamos a darle. Es decir, todo esto puede formar parte de la historia del personaje, sin problema (aunque aviso que no va a haber crossover ni hombre lobos por ahí rondando, a priori), pero no afectara a la trama general de la historia.  

¡Rayos! Acaba de notar que lo hice público y no sólo para ti.

Perfecto, en realidad no esperaba que la historia de los garous o su Sire afectase en algo la trama, sólo me ayuda a definir bien las motivaciones del personaje. Será un lobo algo "domestico".

Su madre es su piedra de toque (en ocasiones las traducciones apestan) y la visitará al menos una vez por semana. Él quisiera hacerlo más pero las restricciones en los horarios de visita lo dificultan. Lo dejan entran pero no siempre.

¿Cuándo puedo escribir?

Esta noche te introduzco con un post y a partir de ahi te unes. 

Nombre: Elsbeth Roy

Concepto: belleza destruida.

Cita: Venga vamos, ¿no vas a venir a mi local? Tenemos la mejor cerveza y bailarinas, incluida yo.

Edad: 19 años.

Clan: Nosferatu

Palabras clave: belleza angelical | religiosa | inocente | optimista | superficial

Talentos: hacha social, danza.

Puntos débiles: inconstante, físicamente débil.

Áreas de poder: (?)

Refugio: (?)

Por qué la abrazaron (1): (?)

Por qué la abrazaron (2): (?)

Por qué la abrazaron (3): (?)

¿Qué hace?: vivir la vida, no sabe muy bien que quiere, todo lo obtiene de forma bastante sencilla pero se siente en una perenne crisis existencial. Vive el ahora e ignora las consecuencias del mañana.

¿Por qué hace lo que hace? (1): siempre hay alguien dispuesto a rescatarla de sus errores, vive con varias redes de seguridad.

¿Por qué hace lo que hace? (2): es una optimista nata, no importa lo que ocurra, siempre habrá algo mejor esperando. Además es joven y está llena de energía.

¿Por qué hace lo que hace? (3): porque necesita destacar de alguna forma, no sólo por su aspecto. Nunca lo admitiría ni consigo misma, pero necesita un reconocimiento que no dependa de como su aspecto, pero resulta imposible lograrlo. Eso hace que cambie constantemente de estilo de vida buscando eso que no sabe encontrar.

Máscara: idealista inocente.

Elegía: ambiciosa de reconocimiento.

Piedra de toque: su hermana pequeña Marie (12 años), Elsbeth se siente extremadamente protectora con ella debido en parte a los problemas con sus padres. No obstante es discutible que sea una buena influencia.

Aspiración a largo plazo: lograr bailar ballet en la Birmingham Royal Ballet y que todos reconozcan su valía.

Aspiración a corto plazo: lograr independizarse de verdad, no sentir que al mínimo error tenga que volver con sus padres.

Aspiración a corto plazo: lograr sacarse éste año de carrera (ADE).

Atributos:

Físicos(3): Fuerza 1 Destreza 3 Resistencia 2

Mentales(4): Inteligencia 3 Astucia 3 Aplomo 1

Sociales(5): Presencia 3 Manipulación 2 Compostura 4

Voluntad - 5

Humanidad - 7 puntos

Tamaño - 5

Puntos de vida - 7 

Velocidad - 9

Defensa - 6 

Potencia de sangre - 1

Disciplinas:

Pesadilla **

Ofuscación *

Méritos:

Etiquette **

Barfly **

Striking Looks **

Sympathetic **

Habilidades Mentales(4):
Academicismo 2

Informática

Manualidades

Investigación

Medicina

Ocultismo 2 (supersticiones)

Política

Ciencias

Habilidades físicas(7):
Atletismo 3

Pelear

Conducir 2

Armas de fuego

Hurto

Sigilo 1

Supervivencia 1

Armas cuerpo a cuerpo

Habilidades sociales(11):
Carisma animal

Empatía 1

Expresión 4 (danza clásica)

Intimidación

Persuasión 2

Etiqueta 2 (garitos)

Callejeo 1

Subterfugio 1

Historia:

Nacida en Edimburgo, Elsbeth nació en una familia acomodada y en seguida destacó por sus increíble aspecto. Eso y unos padres que la consintieron hizo que creciese mimada por todo el mundo que quedaba encandilado por su aspecto y su dulce voz.

Sus padres no perdieron la oportunidad de meterla a ballet desde pequeña, unido a sus resultados decentes en el colegio hicieron que fuese popular y querida a partes iguales. Había gente envidiosa de su éxito, pero ella no les daba importancia, no porque los despreciase, sino porque se sentía cada vez más ajena a todas las atenciones que recibía, lo quisiese o no.

Cuando llegó a la adolescencia empezó a buscar algo en lo que destacase de verdad, algún sitio donde su aspecto no fuese lo principal, probó scouts, atletismo (que no se le dio nada mal), una banda de rock con unos amigos, clases de yoga y meditación unidas a espiritismo, vegetariana, vegana, vuelta a comer de todo, animadora, jugadora de rol y el wow con esos nerds, sacarse el carnet, graduarse y ser una chica popular, gótica, modelaje, escarceos con maría...

Para cuando llegó a la mayoría de edad era evidente que era incapaz de centrarse en nada, se aburría o se decepcionaba con demasiada facilidad, o eso se decía ella. Pero su relación con sus padres se había deteriorado debido a su comportamiento errático, por lo tanto aprovechó la oportunidad cuando empezó la universidad (ADE) para "independizarse".

Alquiló un cuarto en una casa de estudiantes y para mantenerse empezó a trabajar de relaciones públicas y gogo en varios garitos, eso no ayudaba precisamente a sus estudios pero le permitía mantener una fachada de autosuficiencia con la que seguía tirando día tras día mientras buscaba un sentido a su vida.

Rhys creció en una pequeña casa en Duddingston, un barrio de niños ricos como solía renegar, pero no era su caso. Vivía junto a su madre en una antigua casa que perteneció a sus abuelos maternos, puede que ellos en otro tiempo llegaran a tener bastante dinero, pero de un modo u otro su madre apenas recibió herencia alguna a excepción de la bonita casa.

De su padre jamás supo nada, ni le importó lo más mínimo, no puedes echar de menos algo que nunca tuviste. Gracias a los esfuerzos de su madre tuvo una infancia bastante feliz, pero a los 10 años su madre empezó a actuar con torpeza sin que el llegara a comprenderlo, confundía los objetos, se equivocaba de nombres, ella lo achacaba al cansancio y lo dejaron pasar. Ya en la adolescencia le detectaron alzhéimer a su madre, haciéndole que perder su trabajo, aunque últimamente ya le habían despedido de varios por “torpona y despistada” como le contaba ella.

Al haber tardado tanto en diagnosticárselo la enfermedad estaba ya muy avanzada y poco se podía hacer por ella, solo aletargar su avance con ejercicios y medicación, para Rhys con tiempo y dinero, careciendo de ambas. Las ayudas a cubrían poco más que la medicación y por miedo de que los servicios sociales le alejaran de su madre dejó los estudios para “trabajar” y mantener a ambos. En aquello le benefició vivir en un barrio de ricos, controlaba las casas de menor seguridad y a base de pequeños hurtos consiguió salir adelante.

Sin embargo, esa gran carga sobre sus hombros sumado a todos los riesgos que tomaba día a día acabó por amargar su carácter. Él jamás compartió con nadie su situación, sentía que el resto de chicos de su edad no eran capaces de entenderle y que el mundo en general le había dado la espalda a su familia. Creció con esa idea presente y acabó volviéndose un chico del todo problemático, buscaba pelea constantemente, los pequeños hurtos dejaron de ser “pequeños” y no respetaba ningún tipo de autoridad, pero aquello era de puertas afuera, en casa limpiaba, hacia la comida e incluso vigilaba que su madre tomara la medicación e hiciera los ejercicios mentales.

Cada vez que se desesperaba de su vida subía al mirador del Holyrood Park por la noche para ver Edimburgo iluminada y tomar aire, pero en una de esas noches encontró a alguien más en el mirador. Al principio no le preocupó demasiado ya que logró reconocerla, no sabía su nombre, pero le había pagado bien un par de encarguillos. – Rhys, llevas tiempo sin venir aquí. – Dijo con su voz cantarina de medio chiflada, Rhys lo achacaba a su acento irlandés pero esa voz ocultaba algo más que su región.
- ¿Acaso me vigilas? Dejame en paz, esta noche me la estoy tomando libre. – Dijo de mala gana y trató de continuar pasando de largo a aquella mujer.
- Yo también.

Lo siguiente fue demasiado confuso y rápido, al darle la espalda notó que le clavaban algo en el costado, cayó arrodillado y al levantar la vista tenía aquella mujer frente a él lamiendo la sangre de un enorme cuchillo.
- Sabía que no querrías escucharme si no te dejaba más remedio. – rió y se acuclillo frente a él para acariciarle el pelo. – Verás, no estoy en muy buena situación, necesito ayuda… y ahora mismo tú también. – Mostró en uno de sus bolsillos el móvil de Rhys, no notó en ningún momento que se lo quitaran. – Aquí no hay nadie más, no tienes el teléfono y si intentas bajar morirás desangrado antes de llegar a la ciudad. – Sonrió mostrando unos colmillos mucho más largos de lo normal. – Tampoco serviría de nada pedir socorro. Pero estas de suerte, yo te ofrezco una solución. – Con el cuchillo hizo un corte en su muñeca y se la ofreció. – Bebe y te curarás, no me mires así, idiota, bebe que no tengo toda la noche y necesito de tu ayuda. -  Cogió la cabeza de Rhys con mucha más fuerza de la que debería tener una mujer tan menuda y presionó la muñeca contra su boca. – Bebe o dejarás a tu madre sola, ¿eso es lo que quieres? – Tal vez porque le hubiera convencido, tal vez por no tener más remedio o por pura desesperación por verse cercano a la muerte, bebió.

De lo que aconteció a aquella noche apenas puede recordar poco más, recuerda como ya con la vista nublada por la pérdida de sangre, aquella mujer se convertía en algo parecido a un enorme animal y huía, gritaba algo furiosa, pero no recuerda mucho más. Lo siguiente que fue despertar en un lugar desconocido, con un hambre atroz y con unos tipos desconocidos, aquellos resultaron ser miembros de los cartianos y le acogieron bajo su protección. Ellos le mostraron todo lo que necesitaba saber acerca de su nueva vida y le llevaron junto a otros neonatos, de eso hace ya varios años.

Para ganarse su fidelidad los cartianos movieron hilos para internar a su madre en un jeriatrico de prestigio, dada a la actual imposibilidad de Rhys de cuidar de ella, a cambio él siempre será fiel a la facción. Por respeto y por lo que le conviene.

Piedra de Toque : Ex-marido (aun por determinar la clase de relacion que tienen, aunque lo mas posible es que sea cordial pero distante y algo fria)