Partida Rol por web

Allí estaba Kopa Sindall.

Así es comandante -respondió al acercarse-. Me alegro que estéis bien, aunque no estáis todos los que me rescatásteis. Tal vez queráis saber algo más sobre mí.

Entonces Kopa relató brevemente cómo había sido reclutada tiempo atrás por Orrimaarko para llevar a cabo operaciones especiales. Éste había creado un pequeño grupo de héroes anónimos, llamado "Comando Sombra", para operar en lugar especiales y en misiones singulares. Kopa era una de ellos. Había estado infiltrada en la organización de Beckett, ese clan al margen de la ley que operaba pagado por el imperio. Os contó cómo pudo escapar en un transporte adicional, un seguro de vida en el que había invertido nada más llegar, mucho tiempo antes de vuestra llegada a Damathir. Después os relató que quería desbaratar los planes de esa banda, que se había vendido al mejor postor: el Imperio. Además, Pudo averiguar, y así os lo hizo saber, que los atacantes de Rishi eran, obviamente, Beckett y lo suyos (eso lo sabíais), pero lograron daros alcance en la luna a través de una baliza colocada en la nave de Agor. Incluso en la pequeña confrontación nada más salir del planeta, logró abatir a dos cazas TIE que os trataron de machacar para poder capturaros ellos y cobrar la recompensa imperial... El tipo y sus maleantes piratas eran de todo menos una buena influencia. Añadió finalmente que cuando la encontrásteis no podía revelaros su identidad, a pesar de ser vosotros miembros de la Alianza también, por razones obvias de seguridad.

Y el cilindro de datos de suma importancia fue entregado.

De lo que ocurrió con Nalia era de esperar. Dejó ese lugar y desapareció. Nunca volvísteis a verla, aunque ahora Orrimaarko os propuso un envite nuevo: entrar en el Comando Sombra. De vuestra decisión y lo que pasó se contará en otra historia por la que es preciso esperar.

Luego de pasar por ciertos contratiempos, aunque nada tan grave como aquella batalla, finalmente logramos regresar con los cilindros. Allí nos enteramos de que la misteriosa Kopa era de los nuestros, trabajando encubierta.

Nos ofrecieron unirnos a su división: El comando sombra, así lo llamaban. Sonaba como una oportunidad para reunir información y, quien sabe, algún día dar con el paradero de Él. Decidí que lo más lógico sería aceptar la propuesta. Así fue como continué mi camino en nuestra lucha contra el imperio.

Los de mi raza siempre fueron acumulando comentarios despectivos por nuestra tradición como agentes de espionaje. Lo cierto es que no se nos daba mal, "traficar" con información, y eramos tan buenos para el Imperio como para la Alianza...

Pero yo tenía que saldar una deuda privada... una deuda de honor, de esas que supuestamente los Bothan, no hacen porque no tienen...

Creo que he de seguir mi propio camino... Dejé a gente querida atrás, por algo que creí debí hacer... Cuando sienta que he satisfecho la deuda, me plantearé el futuro... por ahora, aceptaré la oferta del formar parte del escuadron sombra.

Ohh, que sorpresa. Kopa, y yo creyendote una espía del imperio. claro que podrias ser una doble agente... Te vigilaré de cerca... Aceptas una copa en la cantina?

Comandante, mañana pasaré por su despacho para formalizar mi afiliación.

No sabía por qué, pero no terminaba de sorprenderle... Había trabajado más como tropa de campo, que como agente de inteligencia, pero sabía algo del juego, lo de que "la mano derecha no sepa lo que hace la izquierda"; que varios equipos trabajasen en la misma misión, con uno de ellos actuando en paralelo sin interferir con el otro... no le resultó extraño.

Se encogió de hombros ante lo que dijo el Comandante Orrimaarko; Harris no dejaba de ser un soldado...

-Lo que usted ordene, Comandante.

... Daba igual jugarse la vida en un frente de batalla en una luna pantanosa perdida de un planeta en el confín de la Galaxia, que en un callejón en Coruscant. A donde le mandasen, intentaría cumplir su deber hasta el final, como otros muchos antes que él.

Jason experimentó cierta tristeza cuando Nali partió. Con ella había aprendido mucho, y le supo mal que no quisiera unirse a la causa. Pero tenía sus razones, y no se le podía obligar a quedarse si ella no lo quería. Se despidió con un fuerte abrazo y un "Que la Fuerza te acompañe", y dentro de sí confiaba en que la volvería a ver, en un futuro que intuía no muy lejano.

Y como sus otros compañeros, aceptó la petición de formar parte de ese comando.

- ¿Comando Sombra? Yo soy más de Luz, la verdad, pero creo que podré adaptarme a estar en la sombra. Bien chicos, creo que nos merecemos un buen descanso y tomarnos algo en la cantina, rememorando esta gran aventura. Se que luchando a vuestro lado podremos derrotar al Imperio ¡y a cualquiera que se nos ponga por delante!